miércoles, 30 de junio de 2010

Para que nos escuches

Podés bajar acá el link y escucharnos a Bef y a mí en el programa de radio del lunes.

y tu inconstancia no es algo heroico, es más bien algo enfermo

Y volví a ser yo. Al menos un poco. Me levanté con más energía después de haber tenido un día larva. Vegetal. Sólo hice un pollo a la mostaza, miré el segundo tiempo del partido España-Portugal (buen gol) y estuve básicamente tirada en la cama pensando que nada tiene sentido, que soy excesivamente neurótica, etcétera. Llevé y traje de tenis, mandé a hacer unos brownies para que Tita se entretuviera y porque pensé que venía Pau a merendar (la ciudad se vacía, quedamos solos posta; solos de toda soledad), salí un rato al parque, hablé por tel con hermi y con Domi que me insta a que salga más y yo sé que tiene razón pero tengo poco a donde ir. Ahora que vienen las vacaciones tengo que ponerme las pilas, pasear con hijos. A la noche escuché a los cromo boys y después leí un poco de Yo era una mujer casada de Aira. Marido llegó tarde y no me habla. Pero está bien, son períodos que parecen necesarios.

Ahora, después de 45 minutos de patinadora, bailando cuasi en tetas, sacudiendo mis manos enormes y con las uñas pintadas de morado y después de haber ido al super, estoy más pilas. Más llevadera y buenhumorada.

En fin, a los que están acá los veo esta noche en el Jam. Espero que vengan todos!!!
Así las cosas.
Palpitando las vacaciones.

martes, 29 de junio de 2010

Estoy muy muy muy para atrás. Por eso el silencio.


Es horrible pasarla mal. Pero ni modo.
Así las cosas.

lunes, 28 de junio de 2010

estoy en el horno (a fuego lento lento, dorándome de a poco)

Hace años que no me siento así. Aunque si releyera este blog, en mil post debe decir lo mismo. Es algo basal. Algo del orden de lo indecible, creo. Pero no existencial. Un choque contra algo que no da. Hoy fui a la Ibero, una universidad enorme y hermosa, tan distinta a la que fui yo. Me senté a tomarme un chai frío y a leer Agosto (sí, voy lento) y sentí las ventajas de ser extranjera (lo que es, también, siempre, un peso). No soy mirada por nadie. No soy nadie para todos esos jóvenes que estaban con sus computadoras, en grupos, hablando vaya uno a saber de qué, fumando y sintiendo que tienen la vida por delante. Tan lejos de mí. Conceptualmente sobre todo, claro.

Sigo pensando: quiero que alcance.

Vuelvo con el escritor, le doy un aventón y hablando de hijas le digo que la mía tiene demasiado carácter. "Como tú, ¿no?" recibo por respuesta. Uh. Tanto se nota, le pregunto. Es la segunda vez que nos vemos. Es verdad que estaba manejando como manejo yo cuando no hay tráfico, medio loquich, medio displicente, medio masculina. ¿Será lo masculino que parece exceso de carácter? Le dije que me gustaría ser menos así. Y se lo dije de verdad. Ser un poco menos intensa, supongo. Ya no quiero decir normal pero lo podés leer así. Qué se yo.

Sin conectar. Sigo.

Hoy aprendí el mejor término mexicano, no entiendo por qué tanto tiempo después: chingaquedito. No se me ocurre una buena traducción pero es algo así como molestar como mosquita. Excelente. Excelente.

En fin.
Marido no me atiende. Paradero desconocido.
Y así las cosas.
Así.

el Jam en la radio

Escuchá a eso de las 11am en Ibero 90.6...
Copado!

y un día, el cielo se volvió oscuro

Uf. No. No tengo resto. Ya sé que ando rara. Enrarecida, sí. Ni siquiera sé bien por qué. Necesito análisis. Eso lo entendí hace tiempo. Un espacio. Pero no es para enojarse. Siempre fui enajenada, ahora tal vez está exacerbado. Pero me muevo en la nada misma, ni siquiera un cuelgue concreto. Cuando era chica e iba gente a la casa de mis padres, solía encerrarme con un libro en el baño. Y me quedaba horas. Madre me odiaba. Soy muy gregaria y a la vez, bueno, me desconecto. Con facilidad. Mi cabeza se va, me enfrasco en la compu, leo leo leo. Me voy. Sé que puede ser horrible pero no puedo conmigo misma, así de simple. Me gusta que la gente se sienta libre de hacer lo que quiera en mi casa. Las acusaciones no las entiendo. Al menos no todas. Y me duele eh. Volvamos a la paz. ¿Qué pasó? Tampoco me di cuenta, imaginate. En fin. Un lunes ocupado después de un domingo de fiesta y una noche triste, peleada. No gusta.
Quereme como soy. Pena del fin del buen ciclo, me hacía ilusión la paz.
En fin.
Así las cosas.

domingo, 27 de junio de 2010

¿y vos, qué estás haciendo?

Yo leo el diario (por internet, claro), el partido Inglaterra Alemania de fondo con marido que tose al lado, los varones dando vueltas por acá y Roberta armando cositas en su cuarto. Intenté darle un yogur al bebé, lo cambié. Tengo que ordenar toda la casa porque viene gente. Uh, gol de Alemania la reconcha de la lora puta. Tengo que batir la crema para la mousse de choco que hice ayer. El cuarto de los chicos, gracias a Milo es un caos, el comedor lleno de cosas de marido. Hacer ensaladas. Camas. Qué hueva. En fin.
Ayer me quedé dormida viendo un documental sobre Brasilia, se cortaba y no tenía subtítulos. Igual, después me desperté y lo terminé. Leí la escena perfecta que describe Romina Paula en Agosto sobre el encuentro de la protagonista con su ex novio. La desilusión, la sorpresa por el devenir de la noche. Un imposibilidad por definición. Identificación.
Por estos días voy va a dejar de existir el número de celular que tuve durante nueve años. Mis padres me lo sacaron ni bien quedé embarazada (sí, vivía con ellos y decidieron que lo necesitaba, nadie de mis amigos tenía celular en esa época). Soy conservadora. Me gustaría seguir teniéndolo. Como me gusta que continuen las relaciones humanas en el tiempo. La trascendencia siempre.
En fin.
Mucho por hacer.
Así las cosas.
VAMOS ARGENTINA!!!!!!!!!!!!!!

sábado, 26 de junio de 2010

huevona y ojerosa

asombroso

Marido es excesivamente multitasking. Mientras yo pelotudeaba (bueh, buscaba casas por internet con un poco más de éxito que otras veces y me doy cuenta de que tenemos pretensiones a las que no podemos acceder), él se cortaba el pelo en el jardín. Con su máquina de siempre y el espejo que descolgó del toilette, se hizo su corte canchero. Yo dudé. Dude de raparme a los costados pero entre todos consensuamos que mejor no, es un buen corte para otra cara. Llegó Xime y marido se ofreció a hacer galletas para entretener a hija. También hicieron licuado de banana que pusieron en los vasos acordes (como de malteada de merendero) con popote (pajita aka sorbete). Las mejores galletas con chips de chocolate del mundo. Perfectas, incluían polvo de almendras y una textura ideal. No dejo de sorprenderme. El pibe, loco, es como alguien a quien las cosas le salen bien. A mí no, obvio. Y no es que me cueste eh, es que, bueno, soy una pajera.
Mi casa es fea pero grande, luminosa y alegre. Me gusta que venga gente. Que haya música y que invite a quedarse. Igual, soy un hongo. Quiero brillo (como bien dice Miranda), quiero una trascendencia. Algo más. ¿Por qué no puedo ser feliz con lo que tengo, que es mucho? Fue la pregunta de la semana. Me encantaría que no haya agujero. Que sea suficiente. Pero no. Nunca. Ya sé lo del motor, el deseo, etcétera etcétera. Pero me la pela. Yo quiero estar tranquila, sentir que ya está. Que está bien.
En fin. La conclusión es: eso no existe. Y marido es grosso. Muy. Soy afortunada. Ahora hermi, marido e hija están en la mesa del comerdor, laburando (los mayores, obvio). Se hace de noche, tarde, porque aunque no se note es verano. El bebé está en la cuna, Simón tiene que volver de lo de Dante, Xime se fue hace un rato y no hay mayores planes. Pelotudié todo el fuckin día. Tengo master en perder el tiempo. Ser productiva no es mi skill más desarrollado, ni mucho menos.

Debería estar haciéndole leche tibia con miel y alcohol a marido pero se lo está auto produciendo. ¿Película, documental? Mañana partido. Asado de petit comité en casa.

Buenos Aires es lejos.

¿Por qué a mí no vienen a decirme vení, tengo esto para vos, sos perfecta? Creo que: todo no se puede.
Así la vida, chicos.

mímesis

Me desperté pensando en algo que no sé por qué no había pensado antes.
Una escena de ficción escrita hace meses se replica en la realidad, cuasi milimétricamente. Y sorprende. Claro. 
El partido de Uruguay de fondo, marido gritó el gol con emoción extrema.
La pasamos bien ayer juntos. Nos reímos. Escuchamos las canciones de nuestra protegida.
Me dormí tarde y muy profundamente. Ahora voy a buscar mi tostada y después viene hermiami para que vayamos a depi defi. Estoy hastiada de estar incómoda. Que me vuelva la paz. Quiero Buenos Aires.
Bueh, ya. Me cansé.
Así las cosas.

viernes, 25 de junio de 2010

so?

Viernes tarde noche. Día indoors. Busqué a los chicos en el cole y hace un rato volví de comprar el regalo de Xime con Pau, acá cerca. Me bajé del programa nocturno por enfermedad. Me duele el cuerpo. Extrañada, no sé qué pensar. Sobre mí misma. Hablé con madre por skype y tuve muchas ganas de estar en Buenos Aires. La extraño. Es un tiempo de descuento y a la vez, la vida es esto. Porque te podés morir mañana. Vivo en una nada. Es mi naturaleza. Ganas igual de analizarme y entender un poco por qué. ¿Por qué? Además: ¿y ahora? No me gusta sentirme abandonada. Quiero terminar lo que empecé. Dame bola. Cerremos. ¿Y después? Lectura y olvidarse de todo. Poca bola a hijos. Poco resto. Estaré con marido. Amamos a marido.¿Por qué nada alcanza nunca?
Chau.
Me fui.
Pasala bien y no te aburras. Porque eso sí que es un verdadero bajón.

enfermuch

Me levanté con Simón a las 6.45am. Volví a la cama a las 7.05 a que marido me abrace, a las 7.30 él se levantó, se bañó desayunó y yo no pude arrancar. Vino a despedirse, se me tiró encima que es una de mis acciones ultra prefe, amo que me eche su humanidad sobre la mía y se quede un rato ahí. Claro que le cuesta mucho no molestarme. Marido es un hombre bastante serio en la vida, informal pero da serio (de lejos). Pero conmigo es directamente impresentable, hasta tal punto que de poder, creo que ni yo escribiría lo que es capaz de hacer. Pero me pellizca, me toquetea todo el tiempo y ayer me dio un mordisco fuerte en el brazo. Me enojo. Me duele, man. Basta. Me estresa. Estoy enferma. Me volví a dormir y me desperté recién a las 10.45am. Ameba MAL. Dolor de garganta extremo. Cuerpo sentido. Atontada. 12 mails. Y sigo boba, en camisón, con la panza que me cruje, la guarda dental puesta y un estado catastrófico.
Ayer a la noche también pensé (antes de apagar la luz y después de dejar el libro de Romina Paula) en cómo me gusta que las chicas se calienten con los jugadores de fútbol. Me gusta la conversación en la que chicas modernas, casadas, admiten que Tévez las calienta mal. O que la posibilidad del grupo las pone en llamas. Es verdad que esas camisetitas ajustadas que dejan adivinar los musculitos jóvenes y trabajados, despiertan pasiones. Las camisetas de antes, amplias y desabridas, no generaban lo mismo. A mí me dio envidia. A mí los pibes no me calientan (ni ellos ni niguno). A mí me calienta que me quieran, ponele. Que gusten de mí. Tener una relación. Por eso nunca me gustó un famoso (o bueh, me copa John Cusack que es como que te guste tu compa de la facu).
El tiempo. Hace una semana estaba desayunando con D, chusmeando y corrigiendo. Estaba nublado y yo rara. Parece que fue hace mil mil años. El efecto de todo, últimamente, es muy corto. La semana fue larga y pesada y Buenos Aires, entonces, quedó en el olvido. Se viene el findex, el cumple de Xime, el partido. Me aburro un poco. Es estructural eh. Y no mucho más. Amerita que desayune algo aunque son las 11.28 y que me bañe. El jardinero está desde temprano atacando la selva en la que se convirtió el jardín. Me gusta la paz y el amor marital.
Y no mucho más.
Medio desconectada de hijos. A veces realmente siento que soy cualquiera.
Así las cosas, chicos.
Mocosas.

jueves, 24 de junio de 2010

ya que tele no

YO LO QUE QUIERO ES TENER UN PROGRAMA DE RADIO.
BASTA LOCO. ALGUNA VEZ SE ME TIENE QUE DAR, NO PUEDO SEGUIR ENCERRADA EN EL SUBURBIO COMO SI ESTA FUERA LA VIDA QUE ME CORRESPONDE. ES MENTIRA.

POR ESO, SI TENÉS EL PODER DE DECIRDIR, ESCRIBIME. YO SÉ QUE ACÁ PAREZCO UN BAJÓN PERO EN LA VIDA REAL, LE PONGO MUCHA ONDA.

BUENO, ESO. GRACIAS, EH. DESDE YA. GRACIAS POR COPARTE.

¿qué está pasando?

Ayer en la escuela, cuando fui a buscar a Tita, la maestra me contó que dejó al novio porque no se la cogía (lo juro, yo sólo pregunté cómo seguía el romance y me encontré con esa declaración). Recién vino la terapeuta de Milo a darme los recibos (en principio no va a hacer más excepto que el médico diga lo contrario) y me enteré de su muy muy reciente separación (el domingo), con pelos y señales sobre la problemática, también sobre los motivos (escabrosos) de su divorcio anterior. Carmen María también me contó sus próximos planes ayer después de que le hiciera unas preguntas puntuales sobre los objetos que hay sobre su mesita de trabajo. Una madre del salón de Simi me estuvo llamando para platicar.

Bueh. Me tengo que ir a bañar. No trabajé nada y al rato tomo un café con Flor y a la tarde viene Domi. Soy cualquiera. Cual quie ra.

Marido sigue con la idea de que hagamos un programa de radio juntos. Sería genial. Estoy levemente para atrás. Sin motivos aparentes.
Así las cosas, chicos.
Demasiado informadas.

Ramon/a

Mocos en la nariz, en la cabeza, mareo. A las tres le hice una mema al bebé y pensé que iba a rodar por las escaleras a causa del mareo. A las seis cuarenta le pedí a mareo que se encargara él de Coco. Tita también se levantó temprano y entre sueños escucho que el nuevo hamster se había escapado de la jaula. Está en duda su sexo. Es feo, largo, amarronado, grandote y con demasiada cara de ratón. No gusta. La tortuga, Clarita, también se murió durante la estadia en lo de Mery pero a ella la reemplazó sin levantar la perdiz. La cuestión es que Ramón (a) andaba dando vueltas por la cocina hasta que lo recuperaron y volvió a su jaula flúo. El tema es que Antonio era divino, peludito, gris, simpático. Dudo de poder encariñarme con este bicho.

Es feo sentirse mal. No voy a ir al gym, no da. Malísimo. Necesito el deporte.
Ayer merendé con Pau e Ile.
Marido abusa de mi buena voluntad matutina.
Escuchamos Pequeno Cidadao mientras desayunábamos. Yo bailo. Ahora bajé Luz negra de Fernanda Takai. Marido todavía compra discos, se proveyó de bastantes en su paso por Sao Paulo. Copados.
Tenía un montón de cosas para decir y ahora me las olvidé. Qué cero puedo ser.
En fin. Son los mocos.
Así las cosas.

Ah, escuchenla...es muy linda.

miércoles, 23 de junio de 2010

no importan las palabras, es sólo el ritmo

un cuerpo y otro cuerpo. el sudor. un beso más otro beso pegado. un mordisco. y otro cuerpo distinto. y más besos. y una pelea. y no más besos. y mis besos. y otros besos. otra noche. una mañana. otra cadencia. otra ciudad. otros besos. más besos. tus besos. vos y yo.

tres millones de cosas que hacer

Y yo sólo pienso en todas las ideas que se me agolpan y no desarrollo. Una a una van pasando. Mientras manejo o me baño o...no sé. No me da la vida, eh. De verdad habría que estirar el día y hacer algo con mi voluntad que por lo general se vuelca al pelotudeo internético, a la escritura de mails, etcétera. Tengo que resolver cosas, muchas cosas. Y eso que ya no administro una empresa ¿cómo hacía?

Amanecer cogiendo me hiper cabe. Me copa el sexo y esto resulta sorprendente no porque hace nueve años que estoy con la misma persona sino porque hubo un tiempo (que fue horrible, no hermoso), largo, en el que me era completamente ajeno por culpa de las pastillas de mierda. Eso me convertía en alguien que no era yo. Y no estaba bueno. Por suerte quedó atrás y logro que marido se cope también. Es la base de todo. Todo. Por otro lado, mientras me bañaba (no puedo ir al gym porque tengo una junta en un rato y después me toca super, la heladera está completamente vacía) pensé en por qué cierta gente quiere ser mi amiga. Rarísimo. Gente conservadora, estructurada, con una vida que no tiene nada que ver con la mía, que no sabe cómo soy en realidad, que jamás leyó este blog (y espero que no lo lea). Que me cae bien porque soy buena onda y sé escuchar y me intereso y acá, entonces, se cruza el pensamiento con algo que me dijo alguien hace una semana: vos sos muy autoreferente. Lo negué. Obvio. Pero algo quedó y ahora pienso que tiene razón. Estoy en una etapa muy autoreferente. ¿Por qué será? De todas maneras, escucho y me preocupo. Por casi todo el mundo. Todo el tiempo.
Quiero leer.
Estudiar.
Terminar el texto. Corregirlo. Enorgullecerme.
Quiero ser conductora de tv (?).
Pero tengo que encargar los útiles, trabajar (mucha cosa atrasada), hablar por el transporte, nacionalizar hijos,  renovar pasaportes en general, solucionar tema pasajes. Y un montón de etcéteras hiper recontra aburridos y desalentadores.
Miranda me dijo en Buenos Aires que soy una pajera. Tiene razón. Es la historia de mi vida. Esa. Pajera y autoreferente, qué divinor. Ja. De todas maneras, yo sé que también soy dura. Digo cualquier cosa y después pienso. Mi padre me dijo eso. No evalúo. Creo. No me gusta herir. No lo hago a propósito. Al contrario. Prefiero decirle cosas buenas a la gente. Me gusta halagar. Y lo digo sólo si lo pienso.
Bueno, me queda el tema de la sumisión dando vueltas. En el avión no sé a raíz de qué le dije a marido que soy sumisa. Se rió. Es verdad, no pareciera un adjetivo que me describe pero es falaz. En cierto sentido sí lo soy. Acato una realidad que no me es del todo agradable por el bien común. Intento no hacer cosas que lo molesten, lo hieran, lo fastidien. Todo el tiempo. Relegué mi independencia al 100%. Fue una elección, sí. Pero me volvió algo particular. A los 22 años no hubieras pensado que podía convertirme en esta esposa que soy. No cuando hacía lo que quería, me cogía a cualquiera, salía todas las noches, ganaba mucha plata para mi edad. Viajaba.
En fin.
Todo largo. Y complejo. Hay sol. Estoy de buen humor, tengo que salir en unos minutos y a esta hora dudo de que pueda resolver más temas de los que ya resolví vía mail.
Así las cosas chicos.
Mañaneras.

martes, 22 de junio de 2010

en tu cabeza hay un gol

Fui a la oficina, plena de argentos y pizza, grité, molesté, comenté, como una minita inaguantable. Con eso solo, ya fui feliz. El gordo, saludando a los jugadores, saltando, me llena de alegría. Soy tan tan fácil.
Bueno, eso.
Te lo quería contar.
Así las cosas.
Exististas (y palermeras porque yo pedí, a pesar de ser de River, que lo pusiera, para algo lo llevó).

las malas

Se murió Antonio mientras estábamos afuera. Pobre Tonio. Pobre Mery que se comió el garrón, encima cuando se lo dejé le dije que estaba encariñada, que todas las mañanas le hablaba. Es cierto. Estoy angustiada. Quiero llorar, no quiero estar acá. Posta.
Bueh.
Me voy a bañar.
Triste.

y, con delay, todo llega

Me desperté pensando: ¿qué hago acá? Despaché a Simi después de llamar al conductor del camión porque pensé que el partido de México era a las siete. Error. Diego prendió la tele como todos los últimos diez días. Había una previa de la previa del partido, claro. Desayuno con Tita, marido y bebé después de vestirme de deporte y armar el bolso. Hago 50 minutos de aeróbico, palpitando el calentamiento y cuando me bajo de la máquina, encuentro mensajito de Dany diciendo que el camión no pasó a buscar a hija. Salgo corriendo, está desesperada, lista para ir a la escuela, manejo escuchando Onda Vaga mientras hija me dice que por suerte tiene algo verde. Roberta nació en México, nunca vivió en ningún otro lado y aunque hace esfuerzos, es de acá. Muy. Van a ver el partido en el colegio. Todos. Yo me deprimí dándome cuenta de que hoy no iba a ver a nadie. Literalmente. No puedo ir a ver el partido con nadie porque tengo que buscar a los chicos, me toca ronda. Igual, mandé mensaje de texto intentando cambiar el día. Tal vez los busco más temprano y me voy a la oficina. Verlo sola o no verlo es de lo más triste que me podría pasar.
El mundo es hostil.
Acá y allá, eh.
Eso pensaba ayer mientras manejaba a la noche, de vuelta a casa. Bajo la lluvia. Pero también pensaba qué suerte que tengo a marido como refugio, que me quiere como soy.
Llegué y se hacía un bife con cous cous, sintiéndose peor que nunca desde que lo conozco lo que le produce unos leves y cortos ataques de malhumor. Pero salvando esos detalles, está cariñoso y me derrite cuando me dice que huelo rico. Amor.
Igual, quiero estar en Buenos Aires. Aunque no me sienta muy cómoda, aunque amigas que eran amigas ya no lo sean, aunque no sé si tendría trabajo, aunque hace frío y los roces familiares existen. Bueh, tengo que trabajar, sigue el partido que ahora México pierde uno a cero y tengo de fondo en la tele grande. Me duele la gargante. Tengo fiaca. Y algunas otras cosas así. Del tipo que ya conocen.
Paaaaaaaaaaaaaaja.
En fin, chicos.
Así las cosas.
No me dan las piernas para volverme.

lunes, 21 de junio de 2010

perdiendo el tiempo

Bueno, no. Leyendo. Los sueños no tienen copyright de Cecilia Pavón. Un gran título. Voy por la mitad. Con Lau también pensábamos, cuando éramos chicas y teníamos tiempo de decir pavadas en el colectivo a Puan o en cualquier ámbito propicio, que íbamos a ser unas viejas mal teñidas (rubias) con los labios pintados y anteojos enormes. Comeríamos masitas en algún lugar para pasar las tardes. Ahora lo deberíamos hacer por chat y hace mucho que no chateamos. Ahora Lau en el gmail aparece como ocupada.
Pero a nada venía todo esto.
Porque en realidad, lo que pensé todo este tiempo es en el deseo (no en el amor, no no) en que la pasión no pasa por querer cogerte al otro porque coger a veces no alcanza. Uno lo que quiere es comérselo. Sí, dar un mordisco. Literal. O fusionarse. Que la piel forme parte de tu piel. Cosas así pienso en este lunes (no) feriado para mí, en el suburbio mexiquense, sobre una colcha blanca y verde, leyendo el libro lindo con el que me fui después de mi clase de taller. Y muchos pensamientos sobre sumisión. Sí, sumisión en términos burgueses, claro. Pero me voy a cambiar y a seguir leyendo antes de que venga Pau y la falta de sol me vuelva triste.

el regreso

El viaje fue largo. Muy. Salimos a las 7.30 am de lo de suegro y llegamos a casa a las 2am del día siguiente (acá eran dos horas menos, claro).
El primer tramo a Santiago teníamos un asiento libre y el bebé durmió como un santo. Yo dormité, con esa capacidad extrema que tengo de vegetar durante horas. Los libros habían quedado en las valijas. Recuerdo cosas, me sonrío, me duermo, me despierto, me como el sandwich. La escala fue mini. Nos subimos últimos al avión enorme y repleto. Las azafatas de Lan son lo máximo, te tratan hiper bien, son simpáticas y comprensivas. En comparación a las de Mexicana que son el mal, es fácil brillar, claro. Simón se sentó solo en la fila de dos y Tita, marido, Milo y yo, en una fila del medio. Vi tres comedias románticas mientras el bebé no lograba dormirse, chillaba, nos sacaba los auriculares, etcétera. La comedia romántica es un gran género aunque por lo general no está bien aprovechado. Una fue Valentine´s day, la otra The Rebound (con Catherine Zeta Jones que es simplemente hermosa) y otra llamada Definitly maybe que no pude terminar de ver porque apagaron el sistema de entretenimiento pero que marido me contó. Su final me desilusionó.
Y yo, sin que hubiera ningún personaje así en ninguna de las tres películas, me pensé como la amiga cínica que se enamora (no muy linda, ok) y a la que le rompen el corazón. Sí, ya sé, cualquiera. La historia, por suerte, fue otra.
Tengo que trabajar.
El colmo fue migraciones. Pero no tengo ni tiempo ni ganas de escribir. Hay sol, los chicos no fueron al colegio y los tengo literalmente encima.
La cantidad de pendientes me supera.
En fin chicos.
Así las cosas.
Regresadas.
Con ganas de vivir en Bs As.
Tiempo de descuento para mis adentros.

domingo, 20 de junio de 2010

yéndome

En el Centurion de Amex logré, por fin, conectarme. Tita tiró la mesita y rompió todo. Ahora cambian de canal, en el de México hay Xbox y juegos para chicos, acá, en la parte Platino no hay nada. Vuelvo a mi vida internética y no me hace feliz. Para nada. Me voy con un dejo amargo, metálico, de edulcorante en la boca. Porque era dulce y terminó así. Por motivos varios. La pasé bien. Pero terminó raro. Se hizo largo. No tengo ganas de volver de visita por un buen tiempo. Ya no disfruto que no sea mi lugar. Ya no me dan ganas de hacer maratones de programas. Veo a mis amigos (a muchos no pude, no me dio ni el tiempo ni la cabeza pero siempre está bien que se queden con las ganas), me río, la paso bien pero ya la sensación de paso no la soporto. Milo llora. La gente miente. Eso no me gusta. El jueves pasamos la tarde con Flory, echadas, riéndonos, en lo de mi madre, como si fuéramos adolescentes, marido se malhumora en esos casos, piensa: pendeja. En el camino me di cuenta de que dejé de ser joven tan rápido, me volví una señora, man. Sí, la mujer de, con mi propia casa, grande, linda, cenas de trabajo de mi marido, mucama, auto. Eso a los 24. Pasaron ocho años y estoy cansada. Y quiero volver y estudiar y tener de nuevo mi vida. Porque en México todo fue peor. Es peor. Y Flor dice: la gente no dice la verdad y me doy cuenta de que es cierto. Alguien más me dice: la mentira permanente y todo mina mi confianza. Soy crédula, a veces inocente. Creo de verdad lo que me dicen. Es una limitación, lo sé. Y me voy, entonces, con nulas ganas de volver a mi vida solitaria, aburrida y encerrada de México, con la convicción de que quiero vivir acá.
Paseamos por el Bajo Belgrano ayer a la mañana. Nos encontramos con mi obstetra por la calle, entramos un ratito a su casa, supimos que es uno de los lugares donde nos gustaría vivir. Después comimos en La cupertina. Nunca me trataron tan mal en un lugar. Me indigesté con cosas de maíz. Choclo en todos los formatos posibles. Después bloxxamor televisado.
Maldad.
Me gusta rodearme de mujeres con exceso de personalidad. La gente x me aburre. Y el desamor me hiere. Es así. Bueno, se me descontroló el rancho. Marido de malhumor, hijo menor que se desplaza por todos lados, hija angustiada con queja y llanto incluido y gente que va llegando y nos padece.
Así las cosas, chicos.
Tristes, aburridas, desalentadas, contradictorias, amorosas, maternales, amistosas, sexuales. Como la vida misma.

viernes, 18 de junio de 2010

mmmmm

Hoy me acorde lo basurita que te podes sentir en esta ciudad. Y no es por nada en particular. El clima, tal vez. Ayer tuve un muy buen dia, lleno de sol, con los chicos, vi amigos, cene en lo de Lean con Emi y Celi, me siento comoda, en la inaguracion habia gente que no veia hacia muchos, muchos anios. Que te hace sentir querida? Que te hacer sentir especial? Eso existe? Esta semana senti que no. Que es lo importante? Que mirada te pone en entredicho? Quien es tu interlocutor primigenio y valido? Quien te evalua? Ser para quien? Hacer que es lo importante? Ser que? Eso alcanza? A la luz de las experiencias propias y ajenas, nunca nada alcanza. Mientras esperaba a D en Voulez Bar desee tener sesion. Asi, de la nada. Me hubiera encantado despues ir al analista y hablar y entender un monton de cosas que me tienen perdida. Hace anios que no tenia esa sensacion. Perdida. Desorientada. Sobre mi misma. Sera el frio excesivo? Pasar del sol hermoso y el cielo diafano a esta grisura es muy duro. Y la estadia se apaga. Y yo ya podria estar en mi casa, en realidad. Con mi rutina, sin la tos de mis hijos. Perdida. Eso es.
Y sola.
Me siento un poco sola.
Aunque no sea particularmente importante.
Desangelada.
Eso es, chicos.

En fin.

jueves, 17 de junio de 2010

A pesar de mi

Este tema me representa.

solo voy a decir esto:

Grosa la seleccion.

Y me copa el excesex.

Asi las cosas.
Buena maniana. Me voy a pasear con la prole por el barrio.

miércoles, 16 de junio de 2010

cosas de la semana

Uf. Cuanta cosa que no escribi. Y esto sin tildes y en la casa de mi madre, donde esta la compu no hay internet. Que intensidad la ciudad de la furia, eh. Pero bien. Flory es lo mas, no lo dije no? Me copan mis amigas nuevas y coachie (si, Flor y coachie es la misma persona) rankea alto. Vi a Marian, merende con Analois y Cris, me rei obviamente, me senti en casa como siempre, hablamos de colegios, de laburo. Cris hizo una categorizacion entre progres intelectuales, conchetos y hippies de lo mas atinada, no llegamos a conclusiones pero fue una gran tarde. Los chicos estan pesados como nunca, el encierro, la falta de ninios alrededor y no tener rutina, les pega pesimo. Merende con Ana y Ceci y fue una tortura, nunca se portaron tan mal los grandes como hoy. Y yo parecia oligofrenica, perdon chicas, eh tenido dias mas lucidos. Ademas, nunca me senti tan burguesa. Ceci me dijo (nadie me lo habia dicho jamas): vos no necesitas trabajar y yo me quede helada. Digamos que no tiendo a pensarlo en esos terminos. Supongo que porque ademas vivo en otro pais y eso cambia bastante las cosas. Yo se en que colegio me sentiria comoda: el Pestalozzi. Ese seria el target ideal para nuestra situacion. Pero no se puede. Ya no hablan aleman. No existe la posibilidad, haya o no vacantes. Cene con padres y kinder en parrilla rica en la otra cuadra de donde vivia. Marido llego despues, muy muy buen mozo y comio. Meti la cuchara en la mousse de chocolate desubicadisimamente. El paseo por el jardin japones fue corto. Pero los chicos almorzaron con padres. Madre le compro abridores con perlitas a Tita para que finalmente tenga los agujeritos. Esta con el caracter peor que nunca. Pero MAL. Desastre. Y ansiosa. El bebe es el unico que se porta perfecto. Maniana tenemos inaguracion del loca del Maros y el Hiato. Copado. Son grosos. Despues les paso la dir para que puedan ir a ver sus cosas. Esta en el patio del liceo. Mas tarde cenamos con Lean, Marian, Emi y Celi en lo de los Halperin. Tambien cope. Tengo que llevar a los chicos a ver Toy Story 3 y en algun momento intentare ver a Jime. Tambien quisiera ver a Miranda. Y temprano hay partido. El viernes tengo taller ao vivo en Voluez Bar. Con la Shama no pude encontrarme. Y asi, bueno, asi se va pasando la estadia. Claro. Casi no interneteo. Encontrare mi lugar en esta ciudad? Fui a visitar a la abuela y me tome el 110. Me copa andar en bondi. Siempre me copo, no es un snobismo turistico ni una actividad antropologica. Lo disfrute toda mi vida. Ojala pudiera tomar mas. Y caminar, bueno, amo caminar esta ciudad.
Bueno, me voy a dormir con marido. Me puse pollera. Y maniana me pondre vestido. Me gusta dejar los jeans. Voy a ver si arrastro a hijos a Santa Fe y chusmeo algo de ropa en Mirona y esos locales.
Asi las cosas, chicos.
Contentas, eh. Y con muchas ganas de quedarme definitivamente.

martes, 15 de junio de 2010

reencontrados

La ciudad y yo. Pipu y yo.
El sol hace de esta ciudad un lugar irresistible. La temperatura perfecta, el cielo diafano. No se puede pedir mas. Bajamos al banco con Diego. Los grandes durmieron en lo de padres y cada uno se iba con un abuelo, Milo se quedaba durmiendo la siesta con Diego aca. Nos tomamos un cafe con leche y medialunas y fuimos felices. Queremos volver, creo que los dos. Me parece, marido jamas lo va a decir. Pero su contentez con esas medialunas deliciosas y la bebida perfecta lo decian todo. Ahora, camino a SP. Fui a ver a la abuela y llore toda la visita. Injusto. Terrible. Alguien que vivio perfectamente durante 98 anios no merece estar asi. Me dice que sufre, que no quiere sufrir mas, que no duerme. Se me caian las lagrimas a mi pesar, por suerte uso anteojos gigantes. Milo parlotea a mis pies. Espero a Marian para comer. Es muy temprano para nosotroas. Antes de las dos es casi imposible que tengamos hambre, casi antes de las tres. Despues quiero llevar a los chicos a Plaza Alemania, me encuentro con Crishun, no se si se suma Pau en algun momento. Y todo asi. La cena estuvo genial, las lentejas buenisimas, el camambert frito le quedo perfecto a marido, las setas salteadas tambien. Mi mousse mas que digna, la charla hiper amena, todo bien, lindo, contento. Eso si: no pude digerir, dormi dos horas (literal, eh). Terribl. Cambie un jean que me habia comprado, camine muuuuchas cuadras y no mucho mas.
Buenos Aires me sienta.
Parece.
Al menos hoy.
Cuando no me siento ni cero onda, ni cero neurona, ni cero todo lo que me siento en general.
Asi que.
Las cosas tranquilas y contentas.
Al menos esta maniana.

lunes, 14 de junio de 2010

cumple madre

Fue un día indoors. Para los que viven acá no tengo que aclarar que llovió sin parar. Todo el día. Todo. Estuvimos en lo de madre, comimos lomo con puré de calabaza por su cumple y los chicos, de postre, un danette de chocolate (que en México tiene el mismo gusto, exacto). Hice la mousse de mandarina, temiendo que no hubiera quedado bien pero Miranda, que es chef, me la aprobó y sentenció que el huevo no estaba sobrecocido. Acabo de montar la crema, después de ir a lo de suegro, cambiarme, bañar al bebu y dejarlo con Poly. Hoy ya no quise salir corriendo. Porque estar con madre ya me cae bien. Los chicos se bancaron el encierro con bastante altura. Intentamos armar unos blockys que trajo madre pero sin éxito, la industria nacional tiene sus problemas. Hablar por teléfono es una de las cosas que me copa de acá. Maru me hizo cagar de risa, Marian me quería cortar todo el tiempo (soy la amichi pesada?), el sábado hablé largo y tendido con Haidu...no es lo mismo el skype. El teléfono, apoyado en el hombro, estar cerca, es otra cosa. También hablé con Vir y le conté por qué me sentía tan así, fuera de lugar. Me entendió. Buena onda. La gordura/flacura no es un tema en mi vida, la inseguridad me está pasando por otros lados. Diego termina el salteado de setas y los camambert fritos para la llegada de los invitados (en realidad ahora entra al living), hizo el super ultra guiso de lentejas (dos ollas llenas). Es una comida sencilla. También me hizo el praliné para poner encima del postre. Me puse una pollera que me hace obesa. Whatever. Buenos Aires ya me sienta. Como dijo Miri, entro en ritmo. Claro. Son unos días.
Bueno, chicos, más o menos este es el update. Mañana visito a abuela, quiero llevar a hijos a pasear, ver a amigas históricas. Y cosas así.
Y así, así se pasan los días, las fechas, los cumpleaños. Así se conjuga la tristeza.
Una pregunta: ¿qué pasa cundo la virtualidad se cruza con la realidad? Desilusionar es horrible. Por ejemplo. Pero puede pasar(me). En fin.
Las cosas, así.
Porteñas.

domingo, 13 de junio de 2010

no me hallo

Bah, de a ratos si, mucho y en otros momentos no me dan las patas para irme corriendo. Esto me pasaba, creo, cuando vivia aca. No soy de ningun lado. No tengo un grupo de pertenencia definido (si mis amigas pero estan en la suya, esto de ser grande es un gancho total). Con mi familia todo bien. Ayer banie a Milo y dejamos a todos en lo de padres. Nos fuimos en el auto de madre al San Martin. Caminamos unas cuadras desde el estacionamiento. Vimos la obra de Lean y Marian, nos reimos, me encontre con una amiga de Fer que lo unico que atino a decir despues de ocho anios fue: estas igual. Le dije que tres hijos de por medio lo tomaba como un halago. Estaba Alo tambien a quien no veia desde fines del 2006. No es tanto tiempo. Nos despedimos y buscamos a Milo porque no se durmio. Y ahi empezo una rotation semi infame. Yo queria carne, pense en un par de parrillas por aca, dimos uns vueltas, marido dijo: "vamos a Miranda". Bueh, 40 minutos de espera, no daba, recorrimos la zona, todas igual, bajamos en una que recomendo Pau pero marido no se copo y no tenian tarjeta. Nos levantamos y nos fuimos. A todo esto, el bebe dormia profundamente (ayer se largo a gatear y hoy se termino de dar cuenta de como funciona la cosa, mi vida empeora para siempre). Cuestion que una hora y cuarto despues, comimos en una aca a unas cuadras. Mucha carne y charla entre marido y yo, estuvo bueno pero algo me cayo pesimo y vomite todo y me hinche y despues empeoro. Hoy nos levantamos, fuimos al super, despues yo subi para que los chicos jugaran en el stand de rastri y quise correr. Entre los conchets me quiero matar, tengo un look medio asi (a mi pesar, claro) pero me siento mal. Fue un rato, mientrass Diego pagaba y guardaba las cosas en el coche. Cuando subio le pedi que me rescatara. Angustia. Igual que en el San Martin, ni en un lado ni en el otro. Que soy? Quien soy? Donde me ubico? Esto no es nuevo, eh. Antes de irme ya existia. Vivir en otro pais te salva porque soy sapo de otro pozo por default. Despues fuimos a Proa (me encanto, no se si habia ido alguna vez), comimos en Banchero (no logre digerir bien todavia), fuimos a Pasear por Corrientes porque Diego queria ver librerias pero estaban cerradas, quisimos comprar churros en La giralda pero no tenian tarjeta (estaba el mismo mozo que estaba desde que empece a ir, en quinto anio) y despues a lo de Merin, a la lectura. Flor me dijo que estaba hecha una schleper. Merin divine como siempre, los chicos se portaron muy bien dadas las circuntancias y yo no conocia a nadie, cosa que un poco me descoloco, no te voy a mentir. Volvimos agotados, los chicos con fastidio, convivimos con Carlos, fuimos a dejarle el coche a mi madre y tambien a acomodar las cosas para el guiso de lentejas. Volvimos caminando. Marido me tiene freezada y yo me canso. Quereme. Porque no la paso del todo bien. Cuando estamos los cinco paseando, si. Despues, maso. Un poco despersonalizada. Hijos angustiados. De hecho, Tita llora como una condenada, sin parar, en nuestra cama. El encierro no les sienta. Los demas tienen sus actividades y la semana va a ser dura, lo se. Diego que se va dos dias. No es facil. Y no para. Se la escucha desde planta baja. Llora y llora. El bebe aprendio a gatear (ya lo conte?), tuve que dejar la compu porque marido queria instalarle la BB a su padre pero no fue posible. Pasaron dos horas desde que empece a escribir y este momento. Hija sigue llorando.
Mi vida, con la movilidad de mi hijo menor, se complica groso. Pero ni modo. Es lo que toca. Y asi sera. La semana dura, con lluvia y frio y una cierta sensacion rara que ya pasara o no pero yo volvere a mi casa en Mexico con las mismas dudas de siempre. Uf, pasan los minutos e hija sigue llorando. Dificil la vida. Como dijo marido recien, que dificil todo. Asi, sin tildes. Y con la internet que se corta.
En fin, chicos.
Asi las cosas.
Raras.

sábado, 12 de junio de 2010

fafafafa fa, fafafa fa fa...

Run run run run run run run away...

Llueve mucho en Buenos Aires. Me fui a ver el partido a lo de padres mientras marido en Pilar lo miraba con hijos, hermano y sobrinos. Se quedaron ahi mientras yo comia con ellos, fuimos a un lugar que se llamaba La despenza y ahora algo de los milagros divino pero con solo dos platos (suponemos que por el mundial) asi que movimos (donde garompa esta el tilde en las pc???) asi que movimos  a un Tea connection nuevo en Arenales y Junin y de ahi caminamos a lo del abuelo. Mi tio, mis primos, mis padres. Repartir. Me dio tristeza pero la lleve bien, madre estaba caida, claro. Y ahora, en lo de suegro, espero que llegue marido con hijos para baniarlos, cambiarlos y llevarlos a lo de padres mientras nosotros vamos a la ultima funcion de la obra de Lean y Marian y despues supongo que a comer algo (primero posiblemente a buscar a Milo). Y se pasan los dias. Todavia no vi a nadie nadie, hable por tel con Pau y con la Shama y that was all. Que raro. Pero es asi, creo. Buenos Aires es asi. Mi Buenos Aires de adulta. Ahora chateo con Haidu. Ya nos veremos, la ultima vez no lo vi y en dic solo un ratito. Difficult venir de visita. Bueno chicos, voy a ver si hago unas llamaditas.
Asi las cosas.
Portenias y lluviosas.

viernes, 11 de junio de 2010

acá en Buenos Aires

Tengo el celu de siempre así que si sos amigo, llamame!
Lindo día me recibió.
Estoy cansada.
Pero me voy de compras con madre e hijos menores.
Así las cosas, chicos.
Acá estamos.

jueves, 10 de junio de 2010

de todo todo

Lo que más me está estresando es el frío. Verdaderamente. 5 grados, man. No da. Posta. Es demasiado bajo para el magro abrigo con que cuenta esta familia. Me deprime. Creo que el viernes llego, dejo las cosas y me voy al super y a ver de qué me hago. Mucho mucho mucho frío al cual nos desacostumbramos. Uf, somos muchos. No armé agenda. Los planes son pocos. Los días cortos y los amigos cada uno en su mundo, claro. Peor ya se irán armando. El findex mucha familia. El lunes cumpleaños de madre, prometí cocinar, el martes ¿amigas históricas? No sé, así medio que todo librado al azar. Temo que los niños se aburran. Marido se va a SP. Un día. El frío y la oscuridad precoz vuelven a Buenos Aires una ciudad triste, lo sé (aunque hace cinco años que no voy en invierno). Ya veremos cómo nos va. Entretanto, la valija casi lista aunque no tan obse como de costumbre. No sé qué me pasa. Relajienta. Ya debería estar cerrando las cosas de tocador. En fin.
Siento que con el web check in todo es más fluido. Cualquiera. Tengo sueño.
Dormí poco y mal a pesar del rivo que me clavé.
Bueno chicos.
NOs vemos al rato o mañana, ya ahí.
Así las cosas!

miércoles, 9 de junio de 2010

one frapuchino a day

Te deja el orto gigante, tipo el que estoy macerando.
No tengo abrigo para mis hijos, NADA, realmente. A veces me doy cuenta de que hago agua en más frentes de los que creo.
En fin, después de hacer cuentas, corro a buscar a hija en escuela.
Creo que la gente, en general, no me quiere. No sé si es soberbia, aburrición o...bueh, o no sé.
Así las cosas, guys. Así las cosas.

Vuelve el deseo y la ansiedad...

Imágenes paganas es un tema que me copa y lo acabo de escuchar mientras chivaba en la elíptica. Entre volver al deporte y hacerle caso a Armandobienestar el ayurveda, estoy mucho más pilas en general. Aunque, bueno, me doy cuenta de que necesito más actividades, más trabajo en realidad, salir más de casa. Me urge. Y lamentablemente creo que sólo lo voy a lograr en Buenos Aires y sin embargo, me da pánico no tener de qué trabajar, que sea todavía peor que acá. Ayer dos personas, dos amigas, bah, me dijeron que les copa estar a mil. A mí también, claro. Me copa. Pero no tengo tanta exigencia externa. En fin.
La tintura en la cabeza me está quemando el bocho, muy difícil que no sea tóxico con este ardor.

Tuve que mordisquear un rivo para poder dormir. Comezón interna que me alteraba. Nunca tomo nada pero un mini ya me tranquiliza y me planché. Coger es todo, además.

Estuve media hora intentando adjuntar una foto en un mail y no me aparecía en ningún lado, tuve que importarlas todas al escritores. Qué garompa la pasa a esta compu???????

De hecho, le pedí a Diego que me sacara la foto que necesitaba pero no logro que me retrate normalmente, las únicas fotos dignas que tengo son vía photobooth. Y después de verlas, encima, me quise matar. El TIEMPO se me cayó encima. La cara, por favor, es terrible. Marcas y pliegues y poro y cosas que no querés saber que existen y menos en tu ser. Después, en pelotas, frente al espejo tengo sentimientos encontrados. Por un lado: uh, loca estás en el horno, sos un desastre. Y por el otro: y bueh, qué querés tres embarazos y lactancias después.
Empiezo a enteder realmente lo duro que es el paso de los años. Las marcas, que conceptualmente me gustan, me parece que significan, en la realidad del espejo, son deprimentes.
En fin.
Acá posteo algunas de las deformidades. Eso sí: me cagué de risa mientras mi marido me retrataba monstruosa.
Así las cosas.
Me voy a empacar.
Tiempo de descuento.

martes, 8 de junio de 2010

otro semi cuento, semi porno

Gustavo
La carpintería de madera, la puerta antigua, vidriada, el portero de metal, dorado. Una pizarra con las oficinas de cada piso. El ascensor jaula que usaba una y otra vez para ir al banco. Miles de trámites por día. Odiar a la secretaría por no pensar, por no entender que es más fácil juntar todo y que vaya una sola vez. Tomarle el gusto a caminar por el centro a pesar del calor. La ropa inapropiada que me ponía, día a día, para ser cadeta. Borceguíes, musculosa sin corpiño, pescadores de pana violeta. O minis de jean. Muy cortas. Conseguí la suplencia por un mes gracias a Santiago. Fue mi novio un par de meses en quinto año y después fuimos amigos un tiempo. Pero en el 97 había vuelto a ser el mejor amigo de Fer. Los títulos que quedan. Fer siempre será mi mejor amiga, no importa lo que pase. La prima de Santi administraba la empresa familiar de tecnología aunque era Licenciada en Letras. Yo estaba empezando la carrera y quería trabajar. Tener mi dinero. El ansia por la independencia. O el deber ser. La sobre exigencia. Mejor es estudiar y concentrarse. Saber lo que querés. Yo había elegido la carrera por descarte. Pasar a la universidad me emocionaba. Me sentía grande.
Iba tanto a la misma sucursal que ya conocía a todos los cajeros. Les sonreía. Y ellos a mí. Me gusta que me quieren en cualquier lado.
La oficina antigua, con las alfombras gastadas y escritorios viejos contrastaba con lo tecnológico de los productos. Un día me presentaron a Gustavo. Tenía treinta y dos años y yo diecinueve. Le gustaba caminar conmigo para ir a comer a su casa. Vivía cerca y eso me sorprendía. Nadie de mi alrededor vivía por ahí. Él programaba pero era algo sólo laboral. Le interesaban más la filosofía y el cine que los códigos binarios. Tenía una cara rara, como de cómic. Usaba anteojos y hacía chistes. Muchos chistes todo el tiempo. Algunos malos. A mí me divertía estar con él. Me sacaba de la mediocridad de llevar y traer cheques y sobres. Cuando terminé la suplencia me alegré. Había sido bueno pero suficiente. Nos abrazamos con Gustavo. Una despedida más intensa de lo que marcan las convenciones.
Dos años y medio después me lo encontré en el patio de la facultad. Yo estaba con unos amigos, entre una clase y otra. La facultad se había convertido en mi lugar. Me sentía cómoda. Conocía mucha gente. Y estudiaba. Ya había entrado a la revista y aunque el trabajo no me convencía, ganaba bien y me divertía. Esa tarde Gustavo me invitó a tomar un café. Falté al teórico que tenía a esa hora. Me contó que se estaba separando, que la mujer se iba a hace un posgrado afuera y que él había empezado Filosofía. Lo felicité. Estudiar siempre está bien. Nos quedamos charlando hasta que se hizo tarde. Poniéndonos al día. Cuando nos despedimos me dio un beso. Le di mi teléfono y volví a mi casa contenta. Esa noche no salíamos con Laura. Mis padres habían ido al show de jazz que Juan daba con su novia oriental. El beso me hizo sentir menos triste y desplazada. Me bajé del 141 muy cerca de donde estaban. Dudé en pasar pero me contuve. Hay que estar mejor parado aún para enfrentar el fracaso de tu historia. Todavía no estaba preparada.
Mi jefa estaba en París así que me fui una semana de viaje con mi familia a Río de Janeiro. Un viaje bisagra. Una despedida. Me compré ropa interior y una bikini. Y volví llena de energía. Era septiembre.
A los pocos días, Gustavo me llamó y quedamos en salir. Me dijo de ir al cine, por Corrientes, a ver Los amantes del círculo polar. Desde que trabajaba había dejado la costumbre de pasear por ahí de día. Antes, algunas tardes, me metía en el cine a ver ciclos. O paseaba, sintiéndome sola y miserable. Miraba libros. Compraba alguno. Me tomaba un café.
Esa noche, nos encontramos en la cola con mi profesor de taller literario del cual estaba bastante enamorada. Llovía. Fue simpático. Él estaba con una chica. Alguna alumna. Vimos la película sin interactuar demasiado y comimos pizza en Guerrin. Después me llevó a un hotel cercano. No era un telo. Era un hotel del centro para gente que venía del interior. Tenía una entrada pequeña, con carteles de descuento para sindicatos. Llegamos a la habitación y los muebles eran sencillos, de madera clara. No tenía luces de colores ni espejos en el techo. Me pareció horrible pero no le dije nada. Me calentaba su edad. Y que yo le gustara. Me excitó mucho que se chupara los dedos después de tocarme. Cogimos. No quise mirarlo. Me daba impresión. En un momento me la metió por el culo y a mí ni siquiera me dolió. Era el hombre más grande con el que había estado. Tenía experiencia. Primero no entendía por qué estábamos ahí. Después comprendí que era barato quedarse a dormir. Y eso hicimos. Yo les había avisado a mis padres que no volvía hasta el día siguiente. Estaban acostumbrados.
Ir al taller era mi momento preferido de la semana. Contábamos qué habíamos hecho. A mí me pasaban muchas cosas. Esa clase el profesor comentó el encuentro y dijo que le había caído bien mi cita. Hablamos y después corregimos los textos. Creo que no conté que me había cogido por el culo pero habría sido capaz. A la semana siguiente Gustavo volvió a invitarme a salir. Comimos algo por ahí y después fuimos al mismo hotel. Esta vez me deprimió pero no dije nada. Tampoco pregunté por qué si se estaba separando no podíamos ir a su casa. Ya no estaba tan contenta, el lugar me parecía tétrico y a él lo sentía distante. Me estaba por indisponer y eso me ponía sensible. Cogimos e intentó otra vez metérmela por el culo. Esta vez sí me dolió y le dije que parara. Me preguntó por qué, si la otra vez había estado todo bien. Le dije que no quería y me dieron ganas de llorar. Pero no lloré. Cuando acabamos él se quedó dormido. Roncaba. Yo también quería dormir. Pero no podía. Fui al baño. Era horrible. Con azulejos celestes y viejos. Vi que me había indispuesto. Me sentía incómoda y sola. Maltratada por su incomprensión. No había hecho nada grave pero no me había gustado su trato. Yo quería amor. Di unas vueltas para ver si se despertaba. Hice un poco de ruido y nada. Entonces decidí irme. Me vestí lo más silenciosamente que pude y le dejé diez pesos en la mesa con una nota. Como era un hotel, tenía un anotador y una birome. Cuando estaba abriendo la puerta, se despertó. No podía creer que estuviera escapándome. Le dije que no me podía dormir. Se vistió, un poco enojado y me dijo de ir a desayunar. Sin hablar mucho tomamos un café con leche con medialunas en La giralda. Se estaba haciendo de día. Me fui a casa en un taxi. No me llamó más, un día lo llamé yo, cansada de esperar y me atendió su mujer. O su ex mujer. Nunca lo supe. No lo volví a ver. Mis amigas se rieron durante muchos meses de mi intento de fuga. Me enteré de que se volvió a casar. Nunca terminó la carrera.

desconcertada

El domingo Xime se olvidó sus cigarrillos en casa. Como me pasó dos veces que me desaparecieron los últimos de la cajetilla, los guardé en mi placard que es abierto, sólo como un símbolo de conocimiento del peligro. Los vi ayer a la noche junto con mis chicles. No tuve clase de taller pero me llamó Damián para hablar unos minutos y me dieron ganas de fumar. Los fui a buscar y no estaban. Le pregunto a Dany y me dice: "Ah sí, ayer los vi ahí, al lado de sus sueters junto con los chicles". Le digo que sí pero que ya no están y que nadie los puede haber agarrado porque ninguno de los chicos llega (además de que no fuman). Loca, no da. Eso no se hace. ¿Querés fumar? Perfecto, pedime, o sacá uno, no me importa pero no te lleves todos así, descaradamente. No entiendo. Y tampoco sé qué hacer. Ya le dije que nadie los puede haber agarrado. Sé que fuma porque me lo dijo. Y la verdad, yo dejé, no es que me desespero pero si te estoy diciendo que estaban y no están, sólo los podés haber agarrado vos (demás está decir que marido no fumó nunca en su vida).

Hice un excursus no sé por qué, estoy tan...desbolada.
En fin.
De todas maneras, los cigarrillos estaban en donde les digo.
Marido me tira una leve mejor onda aunque sobrereacciona por cualquier cosa.
Mi mañana no fue productiva. Quiero escribir en medios y no leer más. Esa es la realidad. Notas, vengan a mí.
Bueh. Voy a hacer otras cosas.
Los veo por acá.
Así las cosas.

lunes, 7 de junio de 2010

ehhhhhhhhh

El avión llega a Aeroparque y pensamos: una buena. Ahora me parecen demasiados pocos días, agregaría 4 más. Qué pena. Buenos Aires me alegra, me estresa, me tienta, me ilusiona, me desespera, me desconcierta...¿me mata? No lo sé. Para nada. Pero hoy a pesar de todo, tengo muchas ganas de ir. Y cocinar para cumpleaños de madre y ver el mundial ahí (guau) y ver a los amigos y al kinder y a los cuñados y sus hijos. Mi hermich está acá y me da pena, me gusta que esté ahí cuando estoy. Aunque claro, está acá todo el resto del tiempo. Igual la voy a extrañar.
Hace años que no voy tanto. El primero sí. Fui en semana santa y en Julio y después a fin de año. Y después menos. Bah, un promedio de cada ocho meses. Y el año pasado pasé un año sin ir. Nada bueno.

Merendé con Flor, después se sumó María. Mañana viene Pau. Tengo que comprar regalo de madre. Y pijamas para Milo, acaba de romper uno de los dos que tiene porque creció. Desastre.

Bueno chicos.
Así las cosas.
Excited.

2do Jam

un rapidito

Mmmm. Arranqué tarde. Pero porque todo se complica. Siempre. A las 3am me desperté con la duda sobre el permiso para que Simón pueda salir de Argentina sin su padre. Doy vueltas, finalmente me levanto, los busco y oh, no, venció en abril. Sí, sí. No es un detalle menor. Pienso si podrá salir con el pasaporte español, pienso que no, que saqué los pasajes con el argentino y que no puede salir de acá con el español por cuestiones migratorias y que ay, qué voy a hacer, dios, todo tan tan tan complejo. No duerno más. Doy vueltas. Angustia mal. Horrible eh. Le digo a marido que no me da pelota, me odia desde ayer, abraza más que nunca al almohadon, me ignora, escucha, mira el reloj y se da vuelta. A las 6am me duermo. Finalmente. Me despierto cuando él se va, temprano, después de despachar a Coco. Descanso hasta las 7.20, levanto a Tita, hago lunch, desayuno y cartita para la maestra explicando que como no llegó la nana, no puedo ir a matrogimnasia. Camilo sigue durmiendo, no hay posibilidad de que lo lleve y, como si esto fuera poco, tengo que resolver lo del permiso lo antes posible. Me fijo en la página y está el trámite, a las 9am llamo al consulado y averiguo. Me dan cita para mañana a las 10am, te hacen el permiso, te cobran 50 dólares y en Buenos Aires tenés que ir a que te validen la firma consular en la cancillería. La joda loca. Estrés. Pensar en el viaje sola con los tres ya de por sí me altera un poco. Vía Chile. Me quedo sólo 6 días en Buenos Aires. Netos. Es un touch & go pero quiero estar con madre. El lunes cumpleaños, ya no quiero distancia. Ahora parece que marido viene. Me alegro mucho, pienso qué buena onda, me quiere dar una sorpresa, me lo cuenta la administradora pero cuando marido llama para avisarme, tiene la misma mala onda que antes. Pienso: esta me la vas a cobrar, ¿no? Se viene una echada en cara. Qué pena. Porque yo me alegré de verdad. Quería que fuéramos todos. En un momento que no sea diciembre. En fin.
Igual, el tema abrigo, por ejemplo, me agobia. Carecemos de ropa para el invierno. Sí, son muy pocos días pero somos mucha gente. Bocha de gente.
Hice 40 minutos de elíptica a pesar del insomnio. Pensé que era buena idea y lo fue. Después pasé por Walmart y me compré un frapuchino light. Vine, hablé por tel, solucioné un temich álgido de laburo y ahora me voy a buscar a hija. Después dormiré una siesta y merendaré con Flor más tarde. Estoy destroy. Pero ilusionada.
En fin, chicos.
Así las cosas.

domingo, 6 de junio de 2010

oh dios, qué cansancio

La gente que sólo habla de sí misma y de cosas que le interesan, me embola terriblemente. No preguntan, no nada. Sabelo: sos un plomo. Plomazo. Me pasa seguido, gente que viene a casa y pasa, sin pena ni gloria, sin saber absolutamente nada de nosotros, sin querer enterarse. Esas personas no me interesan. Para nada.
Por lo demás, ayer no bailé demasiado porque me sentí mal. Vomité todo, algo me cayó mal. Dormí hasta las diez. Marido no me quiere. Club para que hijos mayores naden, marido se quedó con bebé, yo conviví en una mesa, hice un mini rato de elíptica. Ale se quedó, vino Xime con las niñas después de comer.

No están siendo mis mejores semanas, no me estoy sintiendo demasiado plena. Para qué te voy a mentir.
Laboralmente mmmm. Y lo demás, bueno, ahí va. Bien ir a estar con madre en Buenos Aires, hijos contentos y yo también. Familia. Aunque extrañaré a marido extrañado.

Qué se yo, la vida que es difícil.
Hace semanas que pienso que debería cerrar el blog, no sé por qué. ¿Será que como mi estadia acá, internamente, cumplió un ciclo? No soy capaz de hacerlo, tampoco soy como Mirtha sólo es un pensamiento con el que coqueteo. Pienso: sos demasiado nada, chacai. Como la nada misma. Internet le saca tiempo (mucho, casi todo) a un montón de otras cosas más interesantes que podría hacer. Pero cuando dejo la compu, me tiro en la cama a vegetar (tengo una capacidad innata increíble para no hacer nada de nada, lo juro).

En fin, chicos.
Así las cosas.
Eso sí: el deporte volvió a mi vida.

sábado, 5 de junio de 2010

clavada

Marido se va a rodaje del cual da servicio de producción para mirar un poco. A la mañana pelea, cosas feas dichas medio como al pasar pero que quedan. El núcleo duro: diferencias ideológicas de base en cuanto a la educación de los niños. Si yo quiero colegio universitario, marido quiere colegio escocés. Estamos en las antípodas. Eso, dear, no tiene NADA que ver conmigo. Nada. Nadie nada nunca. Impossible. Me mata. Tensión.
Ahora bebé en cuna después de bañarlo y de intentar, infructuosamente, darle de comer. Tita y Juana juegan en el cuarto, armaron rompecabezas, dibujan, discuten. Tengo que llamar a Simi para que vuelva de lo de Dante. Ilán se quedó a dormir y Roberta se quedó en lo de Dana (ayer a la noche). Volví tarde de la junta. Viene Ale a cuidar niños porque tenemos una fiesta de 50. Sigo en short y musculosa sucia, hice 45 minutos de clase de zumba. A la tarde me clavé todo (y te digo TODO) lo que encontré dulce por ahí. Y fue mucho. Soy incapaz de explayarme: shame on me. Bueno, y esas más o menos son las cosas.
Complicadas.
Antangónicas.
Peleadas.
Sabatinas.
Solitarias.
Y así,
hasta el infinito
y más allá.

viernes, 4 de junio de 2010

Creo que generé falsas expectativas

Este viaje es para estar con mi madre y la familia en general. Madre cumple años el 14 y estar cerca, hacerse compañía. Mi avanzada es sólo el primer paso del operativo regreso para el cual falta mucho. Pero empezar a bajar a tierra me da ilusión y cierta (in)tranquilidad.
En fin.
Creo que voy a ir a leer a la cama. Marido me hace todo muy difícil. Angustia.

Tuve junta, buena onda.
De fondo el programa de Joolss Holland con The pretenders.
Así las cosas.
Chau.

Buenos Aires sí sí

Llego el jueves 11 a la mañana y me voy el 17 a la noche. Vía Santiago. Largo y pesado con los tres pero no importa. Espero poder ver terrenos y escuelas. Si tenés sugerencias escolares, las recibo encantada. Preferentemente bilingüe, zona supongo que Palermo, Nuñez, Belgrano, Colegiales, laico y con propensión a que después vayan al CNBA o al Pellegrini. Ahá.

No sé qué estoy. Contenta, bueno, no debe ser el término correcto. Pero igual está bueno el plan. Hijos van a estar bien conmigo. Marido si se anima, se viene unos días. Aunque no creo pero me gustaría.
En fin chicos.
Así las cosas.
Porteñas.

ehhhhhhhhh

Empalagada por el dulce de leche que de la nada me manduqué después de las tostadas, hago tiempo en la sala de tele, mientras se carga el ipod y se vacían las elípticas. Porque si no llego y no hay máquina y me da un malhumor, con todo el esfuerzo que estamos haciendo alimentariamente hablando para erradicarlo para siempre. Milo juega al lado mío, se mueve poco pero parlotea sin control.
Igual ya se queda parado agarrándose de algo y da unos mini pasos dudosos si lo obligás. Pero es tan divino (le acabo de sacar una foto con el photobooth pero tiene un estilo más bien jubilado así que la voy a elidir).
Fue una noche tensa. Un fuckin mosquito me volvió loca. Si hay algo que me gustaba de esta ciudad era su falta de. Posta. Es el primer año que hay esta invasión infame de insecto picador. Marido estaba bufador anoche. Resoplidos con una frecuencia demoledora. Mucho intento por no hacerse cargo.

(Bebé prende tele, me altero, apago, le devuelvo el control para que juegue).

Se fue tempranísimo. A filmación. Le pedí que a la tarde busque a Tita en Santa Fe ¿llegará a la hora indicada?

Viene amigo de Simón a casa. Podría invitarlo a él de vez en cuando pero bueno, es lo que hay.

Así las cosas, chicos.
Sin news.

jueves, 3 de junio de 2010

siempre es hoy

Hoy sí quiero vivir en Buenos Aires. Sentí después de mucho tiempo una cierta paz con la idea. Me da pánico. Sí, pánico. De que no nos de la plata, de no acomodarnos, de no encontrar casa, de tener que empezar todo de nuevo, de no tener amigos, que nadie me de pelota. Y un montón de etcéteras. Pero ahora estaría en lo de mis papás, haciéndoles compañía (yo soy muy de estar con mis papás). Me tiraría con mi madre a la tarde, después de comer a mirar Mirtha como hacíamos cuando yo era adolescente y joven. Era uno de nuestros planes diarios. Puede que ahí me sienta sola pero será igual de sola que acá. Y mis hijos tendrían familia lo que implica otros referentes además de nosotros. Eso es algo que pienso siempre.

Milo llora. Cada vez que le digo que no, a cualquier cosa, llora. Es el bebé más dulce que conocí pero un capri.

Posiblemente la semana que viene estemos ahí. Tal vez todos. Estaría bueno. Primero éramos Milo y yo, después los chicos y yo y ahora posiblemente se sume marido. Me copa. Veríamos cosas tipo terrenos y colegios. Cosas que no hago nunca porque me produce angustia y ansiedad pero que estando ahí, en el año, con todo funcionando, parece posible. Entusiasmo. Y estar con la familia.

Gracias a todos por los mensajes, de verdad eh. Posta está bueno. Se murió el abuelo y nosotros, bueno, lo sentimos mucho. Y que la gente te acompañe en el sentimiento es, de verdad, muy valioso. Si me vuelvo a Buenos Aires, qué hago con el blog?

Hoy cosechamos algunas ciruelas de nuestro ciruelo y pensé: si estuviera ahí, haría dulces. Me salían super bien. Y panes. Y budines. Acá no me dan ganas. Hoy eso sí, hice un guiso de lentejas vegetariano que quedó muy bien. Lentejas, zanahoria, hongos, chauchas, zuccini, caldo y vino tinto. También hice tarta de zapallitos y budín porque eran muchos.

Soy muy sola. No tengo nada de ganas de trabajar. Pinchada. Cansada. Acalorada.

Pero skypié con padres, fui con hijos menores al super, llevé a hijo mayor a tenis y piano y ahora lo voy a ir a buscar. Y se pasó la tarde. Y el día. Entre mi nada y tu nada.
En fin. Igual tranca.
Yo soy así.
Así, chicos.
Como las cosas.

y mientras acá

A mi abuelo lo enterraban a las 10.30am hora argentina. Yo salía para el gimnasio un rato antes. Qué podía hacer. Quedarme en mi casa pensando. No era opción. Ayer a la noche me angustié un poco. Nudo en la garganta. Pero después me dormí. Después de darme cuenta de que nadie nunca más me va a decir Julietitele, ni "qué hijos hermosos que tenés" (de corazón), ni de "chica eras preciosa" (con todo lo que la frase encerraba respecto del presente). Mi abuelo era terriblemente crítico. Conmigo no tanto, digamos que fui la preferida en cierto sentido. Me casé, tuve hijos lindos a sus ojos, mi marido gentil lo trataba más o menos bien (que era lo único que le importaba), terminé una carrera universitaria. Le parecía suficiente.

Salí temprano pero me encontré con Lisa y nos quedamos charlando (de ella). Pedí que me lavaran el auto en el club e hice 40 minutos de elíptica. Me cansaron. Mucho. Me tiré un rato en el sauna aunque doy por sentado (no pregunté) que según el ayurveda no me beneficia. Tendría razón. Porque las características que me salieron son (más o menos):

caliente
picante
luminosa
salada
áspera
estructurada

Y algunas otras más que no recuerdo. El principio del Ayurveda creo que se resume en equilibrar. O sea, si yo soy todas esas cosas, necesito los opuestos para estar en equilibrio. Todo lo dicho implica que soy noble, líder, masculina...para estar bien tengo que no consumir cosas calientes, ni muy grasosas, ni saladas (chau quesos y fiambres), ni picantes, ni demasiado condimentadas. Lo que consumo habitualmente, bah. Porque mi cuerpo es sabio. Por eso no tomo alcohol, ni fumo ni me drogo. Y sí necesito algo dulce por lo general, es fisiológico. De todas maneras, para adelgazar me dio un tip que no voy a poner en práctica: comer el postre como primer plato. O sea, todo bien pero: NO. Mi cuerpo me dice que no puede, que lo dulce viene después de lo salado, para sacarse el gusto. También me dijo: chau café con leche caliente (cosa que es verdad, me cae pésimo, me hace vomitar). Frapuchino, tai helado: SI. Crema también. Y nuevo mejor amigo es el ghee (manteca clarificada). Lo que sí estuve pensando es que tal vez no vaya a adelgazar más, al menos no mientras viva en México. Sin caminar, aunque coma sano y bien, no hay gasto de energía y se acumula. Este será entonces mi peso de equilibrio mientras no vuelva a la pampa.

En fin.
Así las cosas, chicos.
Mezcladitas.

miércoles, 2 de junio de 2010

El abuelo David había nacido en Kiev. El 17 de junio cumplía 90 años.

Era judío sí, como toda mi familia y en el cementerio de Liniers será enterrado. Pero no practicaba desde los 13. Mi familia era de izquierda, socialista. Sionista sí, porque para un judío (que además fue perseguido) no hay nada mejor que otro judío y que el Estado de Israel para refugiarse si es necesario.

Estaba naturalizado y todas las mañanas, desde siempre, tomaba mate en la cama. Mis papás no toman mate. Mi marido sí.

Yo soy 100% judía. Los únicos parientes medio judíos que tengo son mis 3 hijos. Claro que no es poco. Supongo que mañana hablará un rabino. Sólo fui al entierro de mi abuela y al mes de mi amigo Ezequiel cuando teníamos 18.

Gracias a todos eh, de verdad. Por los comments y los mails. Es medio de huevona ponerse mal por un abuel a mi edad pero bueno, ya dije todo antes.

Así las cosas.

...

Iba a contar, cuando tuviera un rato, lo bien que lo pasamos en Charly ayer a la noche, cómo bailé y canté a pesar de que el pobre está patinoso y con problemas para moverse y la voz no lo acompaña. Pero no importa porque es Charly y tiene a banda que parece de principio de los 90 igual que la puesta (hiper austera) pero las canciones son las de toda la vida, las que te sabés la letra perfecto, las que te lleven a momentos de tu adolescencia.

Pero ahora me siento sola. Y los tacos de después, con la bandita plataformense, hermana y Wallach & co en los ex Parados también estuvieron genial. Iba a contar cómo a Diego lo paró la policía porque tomaba cerveza caminando por la calle (cervecita, claro) pero ahora ya todo se volvió opaco porque se murió David. Y aunque yo sabía que se iba a morir en estos días (porque se sentía mal, porque arregló papeles, porque se desmayó hace diez días) estoy triste igual. Y compré un pasaje para ir con Milo pero lo abrí porque a mi madre la estresa que vaya con bebé y yo la entiendo. Si no tuviera bebé me iría corriendo para que estemos todos juntos porque somos pocos. Porque eso es lo peor de vivir lejos: que no estás. Ni para las otros ni para vos mismo. Y sos solo en tu dolor.  Y ese cacho de historia (muy importante, eh porque mis abuelos fueron muy importantes para mí) se desvanece y cuando vaya a Buenos Aires, esa casa ya no va a estar más, ese departamento que existió toda mi vida, en el cual mi madre vivió desde que tenía 7 años, ya no va a ser y yo, bueno, a mí, me cuesta lidiar con eso. Ser para la muerte.

Entonces, son las tres de la tarde, y estuve skypeando con mi madre. Soy la única hija mujer y era la única nieta y ahora ya casi no soy nieta. Sí, tengo 32 pero man, no me importa. Uno es nieto todo el tiempo que tiene abuelos. Y mi abuelo se acaba de morir y mi abuela está postrada en una cama cada vez más lejos de lo que fue.

Eso sí: debo decir que mis abuelos maternos tienen una elegancia envidiable para morirse. La abuela se desplomó en la puerta del gimnasio y el abuelo se murió en su casa, un rato después de que madre fuera a verlo. Dignidad extrema.

La muerte es una mierda. Porque te deja girando en falso. Porque ya nada es como era. Eso. Así de fácil. Y así de terrible.

Bueno, voy a seguir llorando un rato más, en mi cama, sola, sin ganas de nada, hasta que sea la hora de llevar a Tita a ballet. Porque amigos, la vida sigue.

Así las cosas.
Llorosas.

la vida es triste

Se acaba de morir mi abuelo. Mi abuelo David. Es el fin de una era.

Estoy triste.

martes, 1 de junio de 2010

una hora de spinning después

Estoy cansada, claro. Muy cansada. Sauna un rato largo, ducha, volver a casa, jugo de naranja, pan con queso. La noche fue mala, peleas maritales intensas. Dar vuelta las cosas, si tengo razón y te enojás, entonces todo pierde sentido y me arrimás a la locura.
Dejé de fumar, naturalmente, después de la tos extrema, el cigarrillo me abandonó. Está bien. En casa se respira aire puro. Claro que fumo socialmente, cuando alguien tiene cigarrillos. Me encanta. Pero la costumbre de fumar todo el tiempo, el olor, los dientes, toda la mística del fumador la detesto. Así que otra vez libre de humo.
Y no mucho más. A la noche Charly en el Auditorio. Busco una canción de The national que me encanta pero no la encuentro. Tengo taller, trabajo atrasado y esa clase de cosas además de buscar hijos y llevar a tenis. Sacar fotos para los documentos argentinos. Y así todo. Muy así.
En fin, chicos.
Así las cosas.