sábado, 26 de mayo de 2012

estrictamente lo que pasa (aunque eso no exista)

Escribo sin usar el dedo mayor de la mano derecha porque ayer me corté con la mandolina. La realidad es que le tengo pánico a la mandolina porque soy una persona tirando a muy torpe y la mandolina que compró marido es aún más filosa que las normales porque es de cerámica, super top y chica y elegante pero hiper peligrosa. No sé cómo me corté, fue en el final, ya había rebanado toda la col y no sé qué movimiento hice para sacar lo que quedaba y zaz, corte profundo que no paró de sangrar por 45 minutos. La colesaw no quedó muy genial porque mi ánimo para condimentarla ya no era el mejor pero bueno, ponele que zafaba y, de todas maneras, la comida de la casa a la que fui estaba mucho más rica y mi ensaladucha quedó muy desdibujada pero igual voy a intentar con el cacho de col y zanahoria que me dejé en el refri porque me encanta.

Marido se fue ayer a la mañana a Las Vegas a hacer un show de Incubus. Tuvimos poco contaco, bueno, casi ninguno, el pibe no me da mucha bola y yo medio que hago la mía.

Simi se fue a dormir a lo de unos vecinos amigos, le copa ir porque son dos varones muy seguidos y otros dos hermanos más grandes y la pasa bomba. Además, es el tipo de nene que gusta mucho de las familias ajenas y yo lo entiendo a la perfección porque a mí me pasaba lo mismo. Tita en consecuencia invitó a las dos amigas vecinas así que la ecuación dio rara porque se fue uno y vinieron dos pero ya habían cenado y armamos piyamada con bolsas de dormir y miraron una peli hasta como las 11pm. Yo me metí en la cama a leer a Foucault, por ahí alguna vez lo termine. Nah, estoy mucho más cerca del final que del principio así que me tengo fe. El jueves fui a la Rosario Castellanos (acá las librerías además de tener el nombre de la cadena tienen nombre propio, algo raro ahora que lo pienso) y compré el nuevo de Villoro, Arrecife, y uno de una pibita mexicana muy sonado que editó Sexto piso. Ya los agarraré.

Eso sí: a las 7.22am vinieron a preguntarme si podían ver Laberinto a lo que les respondí que no, que jugaran y cuando fui a ver a las 8.44 habían sacado TODOS los juguetes del cuarto de Milo y del de Tita. Igual después ordenaron.

A las 10am estaba en mi clase de spinning y después vine a buscar a Tita para llevarla a nadar al club. Los dos más pequeños se metieron en la pile y después fuimos a comer pizza por acá con los que estaban. Mi plan era ir al Corredor Roma Condesa pero el calor y la voluntad de los kids no daba y si hay algo que aprendí en la última década es que cuando los chicos están entretenidos no hay que sacarlos del plan excepto que sea estrictamente necesario. Así que llegué a casa a las 5.50pm, los chicos regaron un poco y después intentaron mirar peli pero sin éxito. Milo estaba agotado y se durmió mirando algo en mi celular (no tengo ni la más puta idea de cómo aprendió a poner los videos que le copan) y los grandes miran Los Simpson. En breve les haré algo de cenar (liviano porque comimos como chanchos) y después de pasar al ya no bebé a su cama me meteré, una vez más, en la mía a leer. Esto de que cuevana no ande más hace que no haya visto pelis en los últimos 3 meses. Pero bueh: todo no se puede.

Bueno, marido me skypea, kids quieren un yogur y yo tengo una sed incombatible.

En fin, chicos.
Así las cosas.

martes, 22 de mayo de 2012

solo vengo acá cuando estoy triste. qué raro.

hoy estoy triste. tristísima.

o solo decaída. y con la labilidad más exacerbada que nunca.

me avergüenza, eh.

en realidad estoy angustiada.

y cuando estoy angustiada de inmediato pienso en mi infancia y adolescencia.

durante demasiados años viví con un nudo en la garganta. a veces bajaba y se instalaba como peso en el pecho. y se deshacía poco.

ahora, hace años, y en gran medida gracias a México, soy mucho menos angustiada. por eso valoro el suburbio y la boludez y los pasteles y las galletas y los hijos y el amor marital y alejarme de lo que creo que soy ideológica e intelectualmente (que a esta altura debe ser una creencia perimida e idealizada, claro).

pero hay días, como hoy, en los que me siento así, chiquita, poquita cosa y me dan ganas de volverme invisible y de no hablar con nadie. después me ves y no se nota, eh. pero esta sensación no se me va.

en fin.

igual tengo que ir al City a comprar pollo orgánico y pescado y por ahí algo de ropa interior para mí. amerita.

así las cosas.

jueves, 17 de mayo de 2012

mayo, siempre tan mediocre

Todos los años olvido que mayo es un mal mes. ¿Por qué? No sé. No porqué lo olvido sino porqué lo es. Lo es y punto. Es un mes nada, un mes polvoso, seco, desabrido.
Podría quejarme del clima, que está grisáceo y desalentador pero sería una queja vacua, aburrida.
Llamaron de la escuela de Tita porque le dolía el oído. Estamos mal la una con la otra, no nos entendemos, tenemos exabruptos, nos gritamos. Es algo que no tenía en mis planes. Al menos no a los 7 años de mi hija. A los 15 me parecía verosímil.
De todas maneras hay un resto de felicidad en mi existir. A pesar de que marido anda medio caído y quiso contarme las pesadillas que lo aquejaron toda la noche. Pesadillas en las cuales yo era una asesina y teníamos que exiliarnos. No, ni intentes hacer una interpretación.
Ahora espero a que llegue hija para comer. Al rato viene Flor, pero antes quiero hacer los postres para mañana. Tenemos cena. Hoy vino el jardinero a cortar el pasto. Pensé que si tuviera con qué podría cortarlo yo. La huerta está exuberante. Les hiper agradezco a mis aromáticas portarse tan bien, crecer desmesuradamente, vivir. Tenemos que ir a Xochimilco a comprar suculentas pero no hubo cuándo. Este finde tampoco será, el domingo quiero hacer Lagu y después la muestra de Neto en San Ildefonso con los pequeños. Marido se va en una semana de viaje y casi no estará hasta el 10 de junio. Qué triste.

El 13 me voy a Bs As, ojalá no haga mucho frío.

Tengo dos plantitas en la biblioteca. Nunca tuve plantas de interior, suelo odiarlas. Pero estos fueron los regalos de mis dos hijos mayores para el día de la madre. Así que acá están y espero acordarme de regarlas.


Sigo sin ver pelis. Llegó hija.
Voy a comer.
Así las cosas, chicos.
No news, good news.

jueves, 10 de mayo de 2012

el hastío

Vivo con unas ganas de llorar atoradas que nunca se dejan ser.
Es el encierro: aburre.
O la falta de alguna idea que me tenga emocionada. Algo.
Hice spinning.
Sauna + baño.
Todo moda con Roberta y colegio de Camilo.
Lectura de guión.
Preparación de alfajorcitos de maicena con Simón.

Angustia y tristeza basal.

Ahora creo que parto un rato a lo de Luli a fumarme un porro y ventilar.

Las paredes de mi casa se me caen encima.

Buenos Aires en un mes parece inalcanzable. Igual, también tengo miedo de que me angustie.

Todo es un gran temor.

Ah, marido en el zócalo, a punto de comenzar la transmisión del concierto gratuito de Macca. No, no fui.

Ah2: es el día de la madre y no, no tuve ni regalo ni festejo ni llamado solidario de marido. Clásicos.

Un día huyo de verdad.

Así las cosas.

lunes, 7 de mayo de 2012

chata y llovida

Ayer estuve triste y angus como hace tiempo no estaba. Bueno, hace días. Siento que el aire está más espeso que de costumbre por lo cual, sobrevivir se vuelve más complicado aún. El remo que se complica.
Es el encierro, lo sé, eh.
Tita tiene mononucleosis. La pobre está encerrada hace días, sintiéndose como el orto y siendo un manojo de nervios. Hago enormes ejercicios de paciencia, respiro hondo y la abrazo y la contengo cada vez que llora desconsolada diciendo que no sabe qué le pasa. El tema de cómo pasar la adolescencia te lo debo.
Desde el miércoles pasado que no tengo trabajo remunerado, a ver si cae esta semana. Siempre le hace mejor a la cabeza. El viernes fui con los varones al cumple de Pancho, me divertí, por lo general en ese ámbito nadie habla de ciertas cosas que esta vez sí. Extraño y grato. Y nada de pañales y partos y semanas de embarazo que es un tema que me torra como pocas cosas en la vida.
El sábado tuve que llevar a Tita al médico por tercera vez en la semana. Milo se había ido con marido al Salón 21 y lo pasé a buscar. Después fui al super a comprar cosas de dieta (?), estoy volviéndome ese tipo de persona que prueba todo lo que le ponen delante pero esto de no adelgazar es un flagelo infame. Y después: la nada.
No, miento, Eva se apiadó de mí y vino con Julia a tomar un café. Llovía mientras charlábamos despatarradas en el living y las nenas miraban Los Simpson. Simi se había ido a lo de Dante y Milo daba vueltas por ahí. A la noche cené con las chicas jóvenes en Belmondo, el nuevo espacio hipster de la Roma por antonomasia. Domi estaba despampanante y yo crota como siempre (aunque la remera que se ve más abajo con los 7 pecado capitales que me regalaron con Cristinas es divine). La comida está bastante bien y a buen precio, mis compas bebieron pero yo solo le entré a la coki. Reí y cuando llegué marido estaba en la cama.

Y ayer, asado en casa. La lluvia desubicada por suerte no puede arruinarnos nada ahora que tenemos parrilla con tapa. Hice un par de ensaladas y todo fluyó tranquilo.
Milo hoy no quiso ir a la escuela. Lo dejé solo porque no tengo fuerzas para luchar contra nada más. En un rato salgo para Polanco, voy a comer con Milagros al Eno de Polanco que aún no conozco. Íbamos a vernos acá pero el encierro no me tiene del mejor humor: necesito aire.
Espero que Tita esté bien para el findex. La idea es ir a Acapulco si el médico autoriza porque los kids no tienen clases ni lunes ni martes POR EL DÍA DEL MAESTRO. No, yo tampoco entiendo.
El jueves salen temprano por el día de la madre. Marido tiene show de Sir Paul again pero yo no pienso ir. Atravesar la ciudad el día de la madre es una utopía. Aquí me quedaré, suburbiando.
Por cierto, leo poco, no miro pelis y estoy bastante aburrida. En el 2010 me divertí mucho pero sufrí. En el 2011 me divertí bastante y sufrí menos y este año estoy bastante opiada. Puede que sea la adultez. O la falta de deseo en general. Who knows.
Eso sí: en mes y cacho estaré en Bs As cagándome de frío y en octubre toca NY con madre. Ojalá pueda hacer Europa en Julio, sería un hitazo.

Bueno, chicos, no aparezco porque hay muy poco para decir.
La gente, como colectivo, deja muchísimo que desear. Ya sé que es algo muy sabido pero yo soy del tipo de persona medio naba que cree en la humanidad y vuelve a golpearse.
En fin.
Así las cosas.

se dice el pecado pero no el pecador