martes, 12 de febrero de 2013

Un post como los de antes (o el intento de)

Tal vez, muy posiblemente, haya perdido la mano. O el don (?). O el mojo. Quién sabe. Seguramente lo que perdí es el interés y la práctica. Debe ser que de tan ocupada no tengo tiempo en la mente. Aunque eso no tiene sentido.

A ver. Lo voy a intentar.

Resulta que trabajo mucho. Soy editora de contenidos y comunicación en una fundación que tiene una página de alto tránsito.

Trabajo desde acá y a veces voy a la oficina. Sí me gusta pero quisiera ganar más. Bastante más.

También salió a la venta la antología, lo que me, increíblemente, me alegra y enorgullece.

Además, me certifiqué como coach ejecutiva. Sí sí: así como leés. Y me encanta. Ahora hay que ponerlo en práctica.

Mis hijos están muy grandes. Todos. Van a la escuela, les va muy bien, tienen sus actividades, su vida social, su mundo privado. En realidad, Camilo está menos grande que los demás pero va a la misma escuela que los hermanos (a la sede del kinder) y sigue siendo el niño feliz que siempre fue. Un cuasi milagro.

Mi marido ahí anda.

Entonces: trabajo mucho, hago una clase de yoga de dos horas (una vez por semana), a veces nado o hago aeróbico, me siguen sobrando los tres kilos de siempre (a veces hago dieta sin éxito, otras ni lo intento). Estoy bien en mi piel aunque hayan sido días de angustia, que parecieran no irse a terminar en breve. Pero nada grave. La madurez tiene ese no sé qué, muy sentador.

Porque las cosas que antes me importaban ya no me importan.

Y es el año de la serpiente: mi año. Aunque sea duro sé que va a ser bueno.

No sé si me salió. Tampoco importa.

En fin, chicos.

Así las cosas.

6 comentarios:

inés dijo...

Bien...!
el trabajo pago equilibra la mente, impone una balanza de tiempo y dinero que hace sentir que todo está más "en su lugar"...

Tita dijo...

donde puedo comprar la version digital de 40 grados a la sombra? no logro encontrar el site.
gracias.
Lara

Vicky Martello dijo...

Estoy leyendo tu libro "Cuarenta grados a la sombra". Me faltan dos relatos y lo termino. Por momentos me encanta, por momentos lo odio. Nunca me había pasado esto con un libro. Graias por eso.

Anónimo dijo...

Si te hace sentir mejor, tu blog ha formado parte del curriculo que hemos estudiado en nuestra clase universitaria de Nuevos medios en Latino América, aquí en Portland, Oregon, USA. Estaba repasando todos los blogs que a corriendas vimos (solo tenemos 10 semanas en el curso) y me paré a leer tu entrada. Yo también soy del año de la serpiente :D Así que sé de que año eres, tenemos la misma edad, y oigo en tu voz lo mismo que escucho a veces en la mía. Tienes razón cuando dices que la madurez tiene ese no se qué que sienta tan bien (aunque me considero eternamente inmadura).
Después de haber leído a unos cuantos escritores latinoamericanos, pienso en que a pesar de todo lo que tenemos que ofrecer las mujeres, todavía no hemos conseguido la igualdad que nos merecemos, y aunque una haya hecho todo lo posible por ganar lo que uno se merece(para no tener que depender de nadie) aún nos falta.
Bueno, no me enrollo más que tengo que terminar ese dichoso papel final! Un saludo desde Portland, Gloria Trujillo.

JB dijo...

Hola Gloria!

Muchas gracias por tu comentario! Me dejó muy sorprendida! ¿Cómo se leen los blogs? Digo ¿desde una perspectiva teórica?

En fin.

Un beso,

Julieta

Anónimo dijo...

volveeeeeeeeeeeeee!!!!!!!!!