y que además, me agarró así como un lechugazgo. Será que mi madre gusta demasiado de decir que tengo mal carácter, o que me siento chata y aburrida y que perdí toda la onda. O que tengo pocas amigas. O que no se me cae una idea. O que bueno. ¿Será que verdaderamente ya nadie me quiere? Creo que, posiblemente, me esté volviendo una amargada sin toda la conciencia necesaria.
Qué triste. Qué triste.
1 comentario:
y...
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