Los días laborales apestan, estoy muy cansada, me quiero quedar en la cama. Milo duerme mal. No sé bien por qué, serán gases o algo así. De día llora pero menos que antes, yo sigo sin comer todas las cosas que se supone que no tengo que comer pero creo que voy a ir incorporando, pareciera no cambiar nada. Lo bueno: adelgacé un kilo más. A pesar de los miles de chocolates que me comí en la boda y de todo lo no debido del finde, no lo subí. Van catorce y me quedan ocho para estar como estaba. Después los dos que ya sobraban de antes. Igual, está bueno ir bajando, voy recuperando mi forma. Muy de a poco, eso sí.
Me preocupa que en la ciudad no llueve. No da. Los días están increíblemente hermosos pero no es buena la sequía.
Tengo que sacarle fotos de pasaporte a Milo, tramitar el mexicano y el español. Temo que no lleguemos para la fecha de LA. Sería un garrón pero me estoy haciendo a la idea.
Tengo trabajo atrasado. Mucho y mucha hueva.
¡¡Quiero dormir!!
Así de lunes las cosas.
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