Sin novedades. Trabajo. Me cuesta dormir. Milo lloró toda la noche. Agotada. Con la compu. Bajó la temperatura y ahora sí es otoño. Otoño. Ahí hace calor, pero llueve. Me gusta Buenos Aires aunque sólo paseo por las escaleras del Mater Dei. Tampoco vi a nadie. Mis hijos ahí van, mejor. El lunes tendré una nana joven, nuevamente.
Nublado.
Indispuesta.
En el piso al que pasaron a la abuela (que ahí sigue, agotada, pobre) hay una monja alegre. Buena onda. Me cayó mil. Le pregunté si me podía sacar el punto y me dijo que sí pero que en la mano es una semana. No le gustó el color del moretón y dijo que iba a preguntarle a un especialista en mano (?). Me sigue doliendo un poco.
Estoy en un miasma descolorido.
Así las cosas.
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