viernes, 14 de enero de 2011

exorcizando el mal humor

No coger me pone pésimo, eso está claro. Todo se exacerba. Igual, intenté ponerle onda, me bañé acá y fui al magnocentro a laburar al sol con un Late Chai Vainilla o Vainilla Chai latte (no recuerdo el orden de los factores pero demás está decir que no altera el producto) sugar free bastante feo. Pero fue productivo y tranquilizador. El del transporte llamó para decirme que estaba todo ok, que a Tita la van a pasar a buscar a las 8.25am y que a la tarde vuelven los dos en el mismo camión. Después compré un acolchado para el cuarto de los chicos en las rebajas de Zara Home y bajé a buscar a Simi y a su amigo. Comimos y dado que es viernes decidí tomarme la tarde y chatié con Flory, con E y la insté a la Shama a que me charlara pero se hace la difícil. En fin. Hoy a la noche saldría pero es obvio que me voy a meter en la cama a las 8pm a mirar una peli y/o el primer cap de la última temporada de Californications que Peluka tuvo bien anunciar que se estrenó. Coco y el amigo juegan a la wii acá al lado y los más pequeños andan por ahí. Voy a trabajar un rato más, después a ocuparme del pequeño y a lamentarme porque en Bs As seguramente tendría programa y acá tengo escasez de amigos solteros para salir. Triste. Ya extraño a marido, no puedo creer que falte todo y peor si finalmente se va a Montevideo. Es cualquiera. Cual quie ra. Me casé joven porque no gusto de la soledad. Ni un poco. Si tuviera un programa diver igual y me parecería bien, eh. Bueh. Mañana teatro y el domingo sí o sí como mariscos porque no aguanto más el mono. Sueño con mejillones y tostadas de Marlin.

En fin, chicos. Así las cosas.
La historia sin fin.

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