domingo, 9 de octubre de 2011

domingo, lluvia, tos, familia

Milo está encima mío, tosiendo, caído, queriendo volver adentro si fuera posible. Madre se compró un Ipad e intenta comprender cómo se usa. Marido está con su compu. De a ratos leo algún artículo. Está gris.

Nosotros pasamos por el Mac Store a comprar cargadores para nuestras compus. Son carísimos. Jobs dejó un legado increíble y prohibitivo. Todo es lindo e inaccesible para la mayoría.

Fuimos en la camioneta de la produ, como un contingente de turistas a CU. Bajamos bicicletas, patines, triciclo y algún otro etcétera. María esperaba con su monopatín. Padres, marido y Coco entraron a ver las muestras y yo me quedé platicando un rato y cuidando a los pequeños. Mi hija detesta los museos y yo me pregunto si alguna vez cambiará de opinión. Tal vez no.

Comimos en Azul y Oro, uno de los mejores restó mexicanos de la ciudad. Parece que los buñuelos de pato estaban espectaculares. No los probé: no como pato.

Ayer a la noche vimos The Ledge, no es buena pero me perturbó. Milo se pasó a nuestra cama, marido dejó la tele prendida para ver a Los Pumas (??). A las 7am hubo llantos y pedido de "lechita". El uso indiscriminado de diminutivos por parte de mi hijo menor me deja pasmada. Ahora tengo que bañar a los tres. Y hacer la comida para que lleven al after mañana.

Se me pasó el tiempo. Iba a hablar sobre relaciones humanas, distancia, el extrañar, el tiempo, etcétera.

Así las cosas, chicos.
Así: la nada misma.

1 comentario:

Tania dijo...

Lo de los diminutivos bien podría ser porque es chilango ¿no?