martes, 2 de marzo de 2010

correr, todo el día

Extraño a marido. No sé, se empieza a hacer largo el día. Estoy muy cansada. Muchas cosas juntas. Fui a piano. También voy a cantar. Me da mucha felicidad. Estaría bueno que Die tocara la guitarra. Podríamos ser hippies. Pero no, somos cerdos burgueses con autos lujosos. Y bueh.Después busqué a los chicos, volví, comí, salí para la clínica a conocer al nuevo bebé de María José. Me acordé de cuando nació Milo. Fue terrible. Me acordé también del dolor del parto sin anestesia, me sentí poderosa. Me vine corriendo a casa a buscar a los chicos, los llevé al club y ahora estoy acá, hecha una ameba. Me duele todo. Se me cierran los ojos. Hice un mal movimiento y tuve un tirón en la parte trasera del muslo. Demasiadas cosas.

En fin, chicos. El año acá no comienza, continúa. Es raro. Sí. Pero es lo que eso.

Así las cosas.

2 comentarios:

Carolina Esses dijo...

La última vez que entré a tu blog estaba apunto de parir -septiembre- y tus entradas eran más trágicas que cómicas. Qué bueno leer estas nueva. Increíble: cómo hacés para trabajar e ir al gimnasio y además cocinar las cosas riquísimas que decís que comen. Yo, sólo con dos, trabajando y escribiendo llego a las 8 de la noche con la lengua afuera y pienso: sólo me falta un par de horas para cerrar los ojos. Y estoy feliz, qué increíble. O feliz casi siempre.
Besos

JB dijo...

Bueno, genial. La felicidad como dijo Babasónicos, es un estado en la mente...así que brindemos por estar contentas!
Lo único que te puedo decir es que no comemos tan rico!
Besooos