Es así. Cíclico. De repente siento que nadie me quiere. Que no me contestan los mails. Que no quiero más. Después viene la etapa cresta de la ola. Y así.
Marido en compu (para variar), yo leo cosas varias en word y en la red. La tele de fondo. La odio. No nací para la tele. Me aburre.
Me voy a la cama. Mi affaire con el edredón está terminado. Decidí volver a la vida. Son las hormonas también, eh. Y esta sinceridad. Exacerbada.
Leí algo lindo, triste y real acá. Yo también extraño ese otro mundo. Porque Internet es dios pero también es el infierno.
Así las cosas.
1 comentario:
Entre tanta tristeza no creo que de para que tires unas lineas de como hacer el famoso coso de filo y berenjenas, no? Lo mencionas siempre y me dan muchas ganas.
Espero que repunte el animo pronto.
Un beso
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