Y tengo mucha conciencia de eso.
Pasé una tarde de sol, comiendo sushi en el jardín de casa con Xime, Ale, Domi y todos los chicos (más Feli y Juana). Después té y cosas ricas.
Entender que: a los hombres NO les gustan los reclamos. En ninguna circunstancia. Yo lo tengo super claro pero a veces derrapo en situaciones insuales. Está bien. También implica preservarse.
Ahora tenemos pelis para ver.
Simón se fue a dormir a lo de Dante.
Y voy a llevar a las nenas en un rato.
Así las cosas.
Plenas.
Aunque marido esté lejos.
1 comentario:
Eso, es el eterno problema de la humanidad: a los hombres no les gustan los reclamos. Pero las mujeres a veces derrapamos en el reclamo. Es casi inevitable, casi hormonal. Todo una especie de chiste cruel.
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