lunes, 25 de junio de 2012

el soliloquio del enojo

A veces, de tanto en tanto, ciertas cosas que me dicen me quedan repiqueteando en la cabeza y argumento, a favor o en contra, mentalmente durante días.

Hubo un tiempo en el que venía acá a contar lo que hacía. Qué increíble me resulta ahora.

Volviendo a lo anterior, el viernes pensé que tendría que hacer una suerte de historia desde que empecé el blog y con eso tal vez cerrarlo. Una cronología, para ser más exacta. El problema es que no tengo fuerzas. Lo mínimo me resulta agotador. Aunque bueno, no podría decir que el viernes fue un día tranquilo. Fui temprano a una junta en San Angel, a las 9am ya estaba allá (es del otro lado de la ciudad), después trabajé intensamente en mi estudio, llovió, vino Lisa con todos sus hijos y a las 7pm vino una camioneta a buscarme para ir al show de Fey. Era en Huixquilucan, arriba de las montañas, llovía a mares, hacía un frío imposible, no cené, tomé 3 cafés, estuve atrás de marido las mil horas que duró el show mientras lo dirigía y me acosté tarde y aterida. El sábado tuvimos comunió así que a las 10.30am estábamos en la iglesia. Después dejamos a los chicos y fuimos a comprar el regalo, no había podido ir antes. Además pasamos por el super y en un local me compré unos lindos lentes de sol. Después del ágape nos tiramos con marido a dormir la siesta y rompimos la cama. Nos levantamos solo para ir a la cena en lo de los P. Hace mucho que no salía de noche con los chicos y no es un buen plan, para nada. Se durmieron los 3 después de romper un cacho.

Volvimos bajo la lluvia, agotados.

Ayer fuimos a un asado en el que los chicos la pasaron mega ultra genial. Estaba lleno de pibitos de todas las edades y jugaron sin parar. Ninguno de los 3 se me acercó en toda la tarde a decirme nada. Un milagro. Eso sí: padecí de un dolor infame todo el finde.

Hoy no podía levantarme a pesar de que ayer me metí en la cama a las 8pm. Ahora, después de haber trabajado bastante intensamente desde antes de las 9am, voy a llevar a los grandes a tenis y voy a intentar descansar un rato.

Volví a la dieta estricta. El café y las harinas creo que me destruyen. Nada me es más ajeno que el dolor y la enfermedad. Hay gente que encuentra un goce. No es mi caso. En lo más mínimo.

Quiero sentirme biennnnnnnnnnnnnnnnnnnnnn.

Ah, el jueves que viene me voy a París.
Así las cosas.

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