miércoles, 30 de septiembre de 2009

el resfrío se convierte en gripe y así, así

Vuelco. Sin darme cuenta, los mocos van tomando espacios y a mí no me queda más remedio que declarar una gripe. Gangosa, no tengo ganas de hablar. Me tiré en la cama. Le pedí a Jose (jamás hago nada semejante) que me hiciera un té y me eché, primero a leer y después a descansar. Dado que hay dos personas trabajando en casa, temporalmente, me dio menos culpa. Milo durmió un rato y después se fue con Isabel. Me duele también la cabeza y la garganta. Mi madre quiso que le leyera el resultado de la seriada pero lo dejé en el auto, iré a buscarlo y se lo diré vía skype. La panza me sigue doliendo horriblemente, soy un deshecho de malestares menores. Avanzo con la novela, leo palabra por palabra. Quisiera trabajar más, ya lo dije. De todas maneras, hoy no parecería el día indicado para semejantes deseos. Hubo sol y no llueve. No debemos alegrarnos por ello. La sequía que acecha a la ciudad no es un buen augurio. Leo sobre aqueos y troyanos. Sobre Helena y su traición. Sobre dioses celosos, ambiciosos, vengativos. Pienso: qué dioses tan imperfectos los del a mitología. Las religiones monoteístas se vieron un poco más afilados a la hora de revestirlos de cualidades. Claro que sigue teniendo fallas eso de que a alguien tan perfecto le importen nimiedades del calibre de las liturgias, de tomar o no alcohol, de coger y demases. Mal pensado por ahí. Hubieran sido todavía más exitosas y no perderían adeptos. No tengo ni idea de cómo llegué acá. Justo, de todas maneras, estos días pensaba que Diego lee poco pero intenso. O lee Historia o lee a Nieztsche o a Foulcault. Yo soy incapaz. No entiendo, no me concentro. En grupo de estudio o situación académica te leo cualquier cosa pero de onda...de onda, no cazo balón. Por eso ama decirme que soy una burra que leo novelitas. Tampoco sé a qué venía eso. Voy a escribir un rato y después hacer tarea con Simón. Todavía no llegó de su partido. Son las 5.30 pm y lo extraño. No sé cómo aguantan las madres en Argentina con sus hijos en escuelas privadas. Supongo que trabajan más.

No sabemos si Isabel se queda. No estoy del todo convencida de su performance. Eso, yo. Ella habla de dudas de su marido. Se acaba de juntar (este es el término que utilizó ella) y no sabe si él está muy convencido. Su hija está con la madre. Escucho a mi bebé platicar.

En fin.
Así de mocosas las cosas.

dolor de panza

Un hueco. Eso es. Un hueco doloroso. Tengo que ir a buscar la seriada. Cuando busque a Tita. Me dormí a las 10pm. Soy una gallina. Agotada, caigo rendida después de leer unas páginas. El bebé se despertó a las 12, a las no sé y a las 6. A las 6.40 me levanté. Simi con partido de fútbol, primero del campeonato, mucha emoción. Como aún no le entregaron los uniformes correspondientes, llevó el de educación física. Llegará tarde. Grande. Emocionado. Es defensor. Aprendió una táctica llamada "de los 2 limpiadores" o algo así. No sé bien, no registro todo. Me volví a la cama con Milo un rato y me levanté con Tita. Isabel está en entrenamiento pero no sé si tentemos mucha onda. Me cuesta acostumbrarme. No me doy cuenta de si me cae bien. A las ocho y cinco partí al súper. Ayer ya había ido a Costco con los tres, necesidad de pañales y otros básicos. Carísimo todo. Diego en Guadalajara, acabo de hablar. Parece que el concierto estuvo bueno. Tengo que ponerme las pilas con el laburo. Quiero escribir más pero nadie me da bola. Buuuuuuuu. Mucha gente poca onda. Y después, no mucho más. Voy a tomarme la medicación, voy a esperar a que Camilo se despierte para darle de comer (se durmió en la cama de Coco escuchando Julieta Venegas, creo que ahí se está quejando) y me iré al club, a hacer gym a pesar del resfrío. Y a meterme, muy merecidamente, un buen rato en el sauna. Qué rico.

No ando muy contenta. Un bajón que se extiende en el tiempo. La ola ya pasó y me dejó revolcada en la orilla.

Así las cosas. Normales.

martes, 29 de septiembre de 2009

una nueva persona en nuestras vidas y un insipiente resfrío

A ver cómo nos va. Isabel. Me parece increíble que Jose no vaya a estar más. Algo parecido debe pasar cuando tus hijos dejan la casa paterna. Un vacío. No sé, no me acostumbro todavía a la idea. La invité a que se quede como huesped todo el tiempo que quiera. Pero prefiere ir a ver cómo le va con el padre de su hijo: tiene toda la lógica. Es sólo que yo no quiero que se vaya. Igual, va a venir una vez por semana. Eso me da tranquilidad. Después, va a venir con el bebé. Me siento bastante rara estos últimos días. No sabría explicarlos. Es sólo una sensación perturbadora que ataca por muchos flancos. Esto de Jose me está pegando más de lo que pensaba. Como todo lo que tiene una fecha, uno piensa que no va a llegar pero, claro, indefectiblemente llega y uno no sabe bien qué onda. En esas ando. Más enrarecimiento con marido. Más extrañar Buenos Aires, supongo. Es el tiempo más largo de no ir. Parece que no me sienta. Mi madre llega el 9 de octubre, también es demasiado sin venir, acostumbra hacer visitas con mayor frecuencia. Hopeless. Un poco eso. Un poco el otoño. Un poco la vida. A veces pega así.

Ojalá alguien me cocinara unos ricos ñoquis y me invitara a cenar, bien informalmente, como si fuera familia. De todas maneras, tiré la dieta por la borda y comí porquerías toda la tarde. Lo único bueno, lo compenso con la no cena.

Así de extrañadas las cosas.

cosas que me dan alta hueva

La gente que se toma a sí misma demasiado en serio. Uff. Terrible.

La gente que te dice una obviedad en tono de estar descubriendo América y dando por sentado que sos medio pelotuda (me pasa más seguido de lo imaginable).

La gente snob.

La gente peleadora. Peleadora con los amigos/conocidos. Yo me peleo mucho por la vida y con mi círculo íntimo pero me da mucha paja tener altercados con amigos.

Bueh, hay muchas cosas que me dan paja pero ahora me tengo que ir a buscar al reemplazo de Jose. ¡Qué nervios!

mi hijo menor


es, por lejos, uno de los seres más simpáticos que conozco.

sí, sí. sigo sin laburar. desaster.

post opíparo desayuno de madres

Me dormí a las diez de la noche, peleada con mi marido. Bah, el odiándome. Yo sé que puedo ser cruel y pesada pero también me canso. Me canso de que todo sea para abajo. Pero las discusiones son horribles. Una angustia que me cerraba la garganta. Hacía mucho que no la sentía. Noche agitada, el bebé que se despertó demasiado. No sé qué le pasa. No sé si hambre o angustia adelantada o qué. Diego se fue a las seis y cuarto. Me levanté para hacerle el lunch a Simi. Habla mucho por la mañana y yo no reacciono. A Tita la despachó Jose, yo no me podía mover. De todas maneras, a las ocho y diez me levanté, me bañé, alimenté al pequeño y partí para la casa de la room mother del salón de la pequeña. El departamento podría haber estado bueno pero era bastante horrible. Creo que la alfombra más los pocos muebles y adornos, hacían una mala combinación. Me comí el plato de frutas, rara combinación de fresas y sandía, las enchiladas con los frijoles enteros (en lugar de puré que sería lo esperable) y aguacate, jugo de naranja y café con leche. Yo llevé brownies y otras madres más cosas dulces. Obviamente me cayó todo como el orto y terminé vomitando. Yo creo que Sartre, definitivamente, tenía el mismo problema gástrico que yo. Hablé poco. Muy poco. Nadie me charló demasiado y yo opté por el ya famoso: "calladita te ves más bonita" que tan frecuente y atinadamente estoy empezando a aplicar. Claro que, no me sale taaaan bien. Cuando hablaban de la posada y hacer no sé qué representación de la pastorela, una madre tuvo a bien decir que si había alguien de otra religión...ahí sí, alcé la voz y dije, fuerte y claro, como hablo yo, que era judía. ¿Ah sí? Sí, bueno, completamente laica, mi marido no es judío y sí, en mi casa siempre hubo árbol de navidad, igual, es completamente pagano...A veces digo cada pelotudez. No porque no sea cierto pero no es necesario acotar detalles. En fin. La plática no fue muy divertida, nadie quiso preguntarme nada ni intimar ni llegamos a demasiadas conclusiones. Me traje unas hojas con todos los eventos del año (igual, la que lo diseñó, que tiene la peor onda y me cae pésimo, se equivocó con la mayoría de las fechas) y me enteré de que la semana que viene es el Bake sale por lo cual, tengo que cocinar con mis hijos para que lleven sus productos horneados. Cuánta mamada, por favor.

Y no mucho más. Ahora, trabajar un rato. Alimentar a Milo e ir a buscar niños. Simón está muy emocionado con el partido de mañana de fútbol. Es defensor. Me alegra que esté entusiasmado. Roberta quiere invitar amiguitas. Se está nublando y yo estoy muy poco motivada para laburar.

Son días de confusión.

Pero ni modo.
Así las cosas.

lunes, 28 de septiembre de 2009

fuimos volviéndonos locos

No, es sólo la cita de Babasónicos. Diego revisa la lista de temas y busca alguno que le falta. No es muy probable que la locura aumente. De hecho, creo que, en relación a otros momentos, están en franco retroceso. Mañana a las ocho sale su avión y yo me quedo, una vez más, con los chicos en casa. Simón está enojado y angustiado porque Diego se vuelve a ir y pregunta por qué no estamos incluidos. Si hubiera sido fin de semana, iríamos. Hubiera sido divertido. Mucho mejor que cualquiera de las bandas que acostumbramos grabar. Pero no, es lejos y no se puede. Veremos qué nos toca en el df. Marido, además, muy mal día. Ese es el problema de la convivencia. Tenés un buen día pero el otro te lo puede ennegrecer de un saque. Este año fue una constante. Por primera vez en años me siento tranquila y al anochecer se cierne la angustia sobre la casa. Ni modo, es por turnos.

Mañana desayuno de madres del salón de Tita. Hice brownies (ja sí, qué original). Me tiré a laburar en mi cama y me quedé dormida. Simón vino entusiasmadísimo porque el miércoles tiene partido de fútbol. El único problema: malísimo si tengo que llevarlo. Un gancho total.

Por lo demás, ahuevada. De todas maneras, tener interlocutor ao vivo evitará que me explote la cabeza de tanto pensar. No daba para más. Mañana, de todas maneras, también duermo sola. Qué frío.

En fin.
Así de lunes las cosas.

5 meses

Salió el sol. Llegó mi marido y me altero. Es la verdad. La convivencia en lugar de paz me da nervios. Debería ser distinto. Diego quiere hablar largamente cuando se le ocurre. Yo lo vuelvo loco con el laburo. Le digo que tiene que trabajar más. Sí, soy un plomo.

Milo cumplió 5 meses. Está enorme y divino. Aunque, claro, ya se terminó la paz. Ya no es todo tan fácil. No se queda cómodo en ningún lado. Pero se ríe sin parar. Y toma la teta, claro. Lo tengo sentado al lado.




Me fui a hacer la radiografía. Bueno, no era una, era una serie infame que llevó 40 minutos de tomar bario y otras porquerías y de rotar y no respire, no respire y tuve que llevar al bebé porque Jose no había llegado, a Diego lo dejé en la oficina y me ofreció quedárselo pero no acompañarme (a veces me siento tan sola a pesar de no estarlo). Asqueroso todo el temich. Reflujo sí hay. Mañana a la tarde me enteraré qué más. Tengo que laburar. Urge ponerse las pilas. Fui un rato al gym, 32 minutos de elíptica (no estaba muy inspirada), sauna, ducha y a casa. Hablé con Xime y con marido y acá estoy, ya teniendo que irme nuevamente a buscar a Tita. La chica que tiene que venir hoy todavía no llegó (espero que el próximo post no diga nunca).

Y no mucho más. Estoy gorda y hoy empiezo dieta seriamente. Dieta conjunta, todos en esta casa la necesitamos.

Igual, el sol, todo lo cambia (aunque estoy rayadita, malhumorada e inconforme, frustrada, todo por mi culpa, es la realidad).

Así las cosas.

domingo, 27 de septiembre de 2009

el día más gris por mucho

Salió un ratito el sol. María nos invitó a comer unos ravioles. Me sorprendió mucho ver lo poco que come cierta gente. Así se explica la flacura. Me traje a todos los niños a casa. Vieron El viaje de Chihiro, es una de las mejores películas que podrían ver. Debería buscarles más películas japónicas en lugar de que sigan consumiendo la mierda gringa. En fin. Igual ya no soy talibán como antes. Estaba segura de que mis hijos no mirarían televisión y no lo logré. Tampoco calculé que me iba a casar con alguien del medio. Bueno, pensé poco al respecto. Parí antes de tener ninguna reflexión. Ahora, habiendo pasado tanto tiempo acá, además, ya no sé bien dónde estoy parada. Extraño mucho. Estoy hecha una máquina de pensar. Presumo que tiene que ver con hablar poco. Me acostumbré a este estado de soledad en cuanto a adultos pero se me está quemando el bocho. Me duele la cabeza de pensar. Necesito un respiro. Llueve. Una grisura imposible. Insostenible. Una tristeza subliminar. Nostalgia o melancolía, no sé bien. Pensarme mal.

En fin. Estuve tirada, semi dormida. Milo siestiando.

Niños ya sueltos por la casa. Escucho discusión. Me agotan.

Muy, demasiado, domingo.

retomando

Ayer mientras no me podía dormir, volví a pensar en la mentira en la que vivimos las mujeres, al menos durante la infancia.

Los que se pelean se aman
.

La iteración, todos sabemos, es un forma muy efectiva de convertir afirmaciones cualesquiera en verdades indiscutidas. Y así vivimos hasta que lo ponemos en tela de juicio. O no.

Yo soy de esas personas a la que los varones molestan constantemente. Pero ya no me creo el falaz argumento de la tensión sexual, sobre todo porque mi contacto con hombres es mínimo (de eso también me di cuenta ayer y me pareció bastante grave). Al no trabajar en ningún ámbito externo, no cursar nada y ni siquiera andar por la calle normalmente, sólo interactúo con amigos familiares. Los hombres suelen molestarme porque me ven como uno más. Algo de mi actitud masculina. De superadita. Seguramente en la infancia funciona de la misma manera. Si uno se comporta como un igual, recibe igual trato. Punto.

De todas maneras, no pienso decirle ninguno de estos argumentos a mi hija. Que saque sus propias conclusiones. Pero tengo esperanzas de que la pase mejor que yo. No es tan difícil.

Así de desencantadas las cosas.

domingo. lluvia. soledad.

Amaneció lloviendo. Dormí muy mal, Camilo se despertó muchas veces. Tita con tos horrible. A las seis me lo traje a la cama. A las ocho estábamos todos levantados, juntos, en mi lecho. Me fui a dormir triste, después de leer El guardián entre el centeno. Me acordé de mi adolescencia torturada, de pasarla tan mal. Agradecí que ya haya quedado atrás pero me retrotrajo a sensaciones que no tenía hacía mucho pero que evidentemente están agazapadas. También leí los prólogos de los Cuentos completos de Fogwill que Diego me trajo espontáneamente. Todavía huele a imprenta. Estaba por empezar pero me ganó el cansancio. Además, me duele todo el costado derecho. Ayer, cuando salíamos para lo de Pau, me caí. Malísimo. No lo ví venir. Estaba mojado, tenía botas nuevas y de la nada aterricé en el piso húmedo. Me sentí miserable. Pero me levanté, me cambié las botas y seguí como si nada. Estar sola con tres sub diez hace que uno no pueda darse lástima. Hoy, igual, me siento miserable nuevamente. Ahora que asoma un rayo de sol, intento conjurar el sentimiento pero otra vez: ¿qué hago sola acá con mis hijos un domingo? Bajón. Y pensé otras cosas pero las dejo ahí. Ahora no, ahora voy a leer los diarios. Los mayores arman Lego y a Milo después de darle la teta y cambiarle el pañal, lo deposité en la cuna a ver si duerme. Por ahora, no escucho que se queje.

Así de solitarias y melancólicas las cosas.

sábado, 26 de septiembre de 2009

himno nacional ¿de dónde?

No sé si el lunes o el miércoles, Tita me preguntó si yo, cuando era chica, cantaba el himno nacional de acá. Por su edad, le cuesta entender que hubo una era en la que no existió (de a poco lo va asimilando), que nosotros fuimos chicos y que vivíamos en Argentina. (Es muy difícil entender la noción de tiempo, a mí me costó también la de espacio, no entendí nada hasta bastante tarde). La cuestión es que cantamos un poco del himno mexicano (del cual no me sé más que el principio) y luego le empecé a cantar el argentino pero, oh sorpresa, no me lo acordaba (sólo el comienzo y el final). Fue recién hoy, saliendo de la ducha con ella, que se me vino a la mente como una epifanía. Tantos años de cantarlo (bah, no taaaantos, en el secundario no teníamos actos por lo cual no cantábamos ningún tema patrio) para no poder reproducírselo a mi hija mexicana fue un golpe duro. Eso sí: te canto perfectamente Aurora, el himno a Sarmiento, la marcha de San Martín (la de San Lorenzo nunca me la enseñaron)y la de Malvinas. Bueno, hoy también el himno pero no sé cuánto va a durar.

En este orden de cosas, mis compañeros de la primaria se reunen el 17 de octubre, posiblemente en la escuela (Escuela número 26, Adolfo Van Gelderen, Distrito Escolar 1ero). Ya conté muchas veces que es una de las escuelas de Cacciatore, que yo iba a la vieja de Julián Alvarez, que no me querían pasar a la nueva pero que mi papá le gritó a no sé quién y finalmente estrené el edificio emblemático de ladrillos, una de las construcciones más peligrosas que conocí, llena de puntas, mármol y vidrios no aptos para niños pero con olor a nuevo, situada en la no menos emblemática plaza Las Heras, en donde supo estar la famosa penitenciaría que no llegué a conocer. Me hubiera gustado ir, al encuentro, claro. A la mayoría no la veo desde el año 90, cuando terminamos 7mo. En el 94 hicimos un encuentro (en mi casa, de hecho) pero mucho no me acuerdo. Bastante flashero ver adultos a quienes conociste de tan chiquitos (desde sala de 4 a muchos). No estaré, una vez más. Todavía deben estar colgadas las fotos que nos sacaban, yo las tengo guardadas en algún lado, creo que desde preescolar, con el guardapolvo a cuadritos y con corbatín (que yo me chupaba y mi mamá se ponía loca; también me comía las uñas: mi hijo se las arranca. lo que se hereda, no se roba...). Ojalá saquen fotos. Uno de los extraño efectos facebookeros, no termino de darme cuenta de si está bueno o es un cualquierismo evitable.

En fin. Hice brownies. No leí una página pero sí todas las columnas que me divierten de Perfil y en breve me voy, con mis tres hijos, a lo de Pau.

Oid mortales...

sábado, no marido, fiaca

Después de 45 minutos de aeróbico, paso por el sauna, ducha caliente, librería pedorra (Diego tiene razón, en Buenos Aires hay una en todos los shoppings por deprimentes que sean) para comprar un regalo y comprarme El guardián entre el Centeno (hacía mucho que quería tenerlo y releerlo y en US me olvidé completamente), me encuentro en mi casa, con Simón en lo de Danto, con Milo quejándose en su cuna (lo deposité ahí después de alimentarlo), con Tita mirando PHD y con cero ganas de cocinar para que comamos antes de ir a lo de Pau. Vivo con fiaca. Qué pajera. Hablo con mi madre y me dice que alguien se equivocó y Diego vuelve el lunes, no mañana. Pobre. Fue con mi padre a ver si lo podían cambiar y después creo que a jugar al golf (todo mediatizado, como ya dije, por mi progenitora). Me chatea un amigo y me cuenta que se casa el 6 de noviembre. Tengo el casamiento de otro amigo también en noviembre. Claro que no voy a estar. De repente, vuelve la certeza de que si pudiera, me iría mañana a vivir a Buenos Aires aunque la angustia también volviera. Imperiosa necesidad de volver a ser yo. Darme cuenta de que la vida nocturna no es para mí. Me gusta el ejercicio y aprovechar el día(?). Aunque me la pase pelotudiando. Quiero tener librerías cerca. Quiero caminar. Quiero ir a comer con mis papás. Y ver a mis amigos. E ir a sus casamientos, por ejemplo. Y conocer y ver a los hijos. Bueh, lo de siempre.

No more.
Me voy a cocinar/descongelar algo. Hueva atroz. Adicción a la red.

Me queda la lectura del diario. Mi actividad preferida de los fines de semana.
Así las cosas.

día gris, una vez más sólo que hoy es sábado

Debería sacar a mis hijos a ventirlarse. Bah, Tita fue al cine con María ayer, creo que tuvo suficiente ventilación. Coco se quedó todo el día acá con amigos. Yo salí recién a la noche. Comí libanés, muy rico pero me cayó mal, obviamente. Cuando me acosté, con un intenso dolor de cabeza y de cuerpo, creí que tenía influenza. Me sentía taaan mal. Además, el frío. Camisón, medias, pantaló de pijama y buzo. Supongo que por dormir sola, nadie irradiaba calor a mi lado (eso funciona groso). Me desperté a darle de comer a Milo algunas veces. A las siete y media, todos los demás integrantes de la familia dormían. Parecía un milagro. Voy a ver si junto fuerzas y me voy a hacer ejercicio al club. Sí, aunque esté horrible. A ver si alguno de mis hijos quiere venir. A la tarde creo que vamos a merendar a lo de Pau. Veré si innovo con algo de pastelería. Creo que tenemos poco gas, ahora voy a llamar. Me volví a dormir hasta las nueve y media. Sueños eróticos perturbadores. A veces pasas, somos humanos. Diego se iba a tomar un café con mi viejo, me puso en un mail. Y no, no muchas novedades. No leo una página en papel hace días. Fiaca profunda para todo. Hay que trabajar, a ver si me aplico en la semana. Por lo demás, nada.

Ah sí, toda una reflexión mientras iba a la Condesa sobre los hombres y los autos. No, los hombres y el manejo. Tira muy para atrás que un hombre no maneje (no estamos hablando de tener uno, obviamente). Muy bajón que no sepa manejar pero igual de bajón, creo que están equiparados, que maneje mal. Please, hombre dominguero muy bayón. Yo, como soy ansiosa en todo, manejo nerviosita, soy bastante bruta y redescubrí que me encanta manejar. Es una sensación que alucinante. Más, manejar de noche sin tráfico. Me copa. En fin, eso pensaba mientras bajaba de la montaña.

Vivo pensando en pavadas, si utilizara todo mi tiempo en algo más productivo tal vez...no sé qué.

Así de sábado a la mañana de soledad y grisura las cosas.

viernes, 25 de septiembre de 2009

photoboothing antes de salir



cuán al pedo se puede estar en la vida?

Digamos que yo no debería. O sí. Ya no sé. No fui al gym y estoy gorda y teniendo en cuenta que comí de los brownies que hice, probé el glasé para el budín de limón que también cociné con la ayuda de mis hijos y después me clavé un plato de fideos con camarones (también los preparé yo, sara key more than ever) tengo pocas esperanzas de adelgazar en lo inmediato. Me deprime pero no tengo fuerza de voluntad para la dieta, al menos, no hoy. Con el glasé me quemé el dedo (claro que si lo metés en la cacerolita, el azúcar caliente es de lo peor que hay). El bebuch se está haciendo una buena siesta. Perdí mucho tiempo escuchando las pavadas que me decía una madre. Por dios, ¿por qué estoy sometida a cosas semejantes? Te querés matar. Muero de ganas de fumarme un pucho. No tengo. Después de fumar me duele la cabeza y pienso para qué sigo. Fumo, a veces más a veces menos, desde que tengo 14 años. Nunca fui particularmente adicta. De más joven fumaba más, claro. Sobre todo en la facultad. Diego no fuma ni nunca fumó. No tiene el tipo. Tampoco fuma marihuana ni nunca fumó. Se dedicó a las drogas duras y las dejó antes de conocernos. Hoy me mandó el link de una nota de elpais.com donde hablaban de minitas que escriben sobre el cuerpo femenino. Algo así. Algo supuestamente transgresor (seguirá existiendo esa palabra? tuvo su momento de gloria). Pensé: qué hueva. No sé. Ya pasó, parece. Que a las chicas les gustan las cosas kinky no es novedad. Que se hacen las paja, tampoco. No sé ni a qué viene esta reflexión. Supongo que a nada en particular. A que debería leer cosas que me aburren. Escribir un rato. Pero todo me parece difícil y tedioso. También dormiría una siesta. Cocinar me calma. Me hace un poco feliz. Diego me estaba chateando y dejó de hacerlo. Qué raras las relaciones humanas en tiempo de hipercomunicación. Qué raro comenzar una relación amorosa en esos términos. Me retiré con el mail. Soy pésima para los mensajitos de texto, me ponen nerviosa. En Buenos Aire, cuando me mandan, la mitad de las veces no sé quién es. Además, no sé escribir con los teclados de los celulares (parezco lela, tardo 20 minutos para dos palabras, con el iphone es más fácil porque tecleo muy rápido). Tengo el mismo número de siempre, el primer número de celular que tuve allá por el 2001, cuando quedé embarazada y mis padres consideraron que necesitaba uno. Ahora, pareciera impensable no tenerlo. Claro, es el número pero no el aparato. Y muchos contactos se perdieron porque mi hermana Marcela también lo usa cuando va (y yo no estoy). Estoy desvariando. Quiero Buenos Aires. Pasó mucho tiempo ya. Demasiado. Quieo volver, creo. Mi madre viene el 9 de octubre por una semana. Simón está con un amigo que quiere jugar todo el tiempo en el parque. Mi hijo prefiere los Lego. O mirar películas. No creo que el Wii venga para Navidad. Estamos en contra. Y no mucho más. Creo que a la tarde vienen Lau y Pau. No socializo. Ameba. Cansancio crónico.

Así de sueltas las cosas.

interior. día.

Está muy gris. No me importa. A las ocho decidí que no iba nada a Polanco a hacerme la radiografía, un día que puedo no saltar de la cama...Llamé y me volví a dormir, muy profundamente. Por la mañana duermo mejor que nunca. Eso sí, soporté que hijos colonizaran mi cama y se pelearan, por suerte, se fueron en busca de sus leches y se quedaron abajo dibujando. El bebé durmió pésimo. No sé qué le aqueja. Despertarse muchas veces por un llanto que no es nada típico en él. Ahora, después de un buen tetazo duerme en su cuna (oops, escucho que está platicando, la paz duró poco). A las nueve y media estaba en la cama, no leí nada, vi un programa de Narda y me torré. Diego llamó tarde argumentando que había visto un mensaje mío en no sé dónde. No era mío. Acabamos de skypear y no terminamos bien. Ahora me escribe que tenga un buen día. Muy duro volver a acostumbrarse a la presencia del otro después de tanto tiempo. De todas maneras, llega el domingo a la noche y el martes se va a Guadalajara a grabar un concierto de Babasónicos y Placebo. No sé por cuánto se extenderá su viajecito. Me gustaría poder ir. Me dan ganas de ver a Babasonicos. Placebo torra, había un tema que a fines de los 90 me encantaba: "Mental masturbation". Muy de veinteañera. Ahora ya no me cuelgo con esas cosas. En fin. Debería levantarme, tomar la medicación, desayunar, cargar el teléfono (suelo no atenderlo y tenerlo por ahí, debería aplicarme un poco) porque plan de ir al club a hacer un rato de gym. Podría llevarme a Tita a la guardería. Los kilos no descienden en lo más mínimo, debería hacer dieta de verdad pero qué hueva, man. Qué hueva hacer dieta, es como que ya no tengo edad.

Llora Milo.

Así las cosas.
Indefinidas.

jueves, 24 de septiembre de 2009

ando pensando cada cosa

Por ejemplo, hoy se me ocurrió que es extraño que siendo tan masculina como soy, nunca me hayan gustado las chicas.

Es jueves, la mejor noche de la semana y yo sólo quiero irme a dormir. Jose mira tele en mi cuarto pero le voy a cambiar la locación. Mucho cansancio. Mañana por suerte no hay escuela, alegría por ese flanco. De todas maneras, radiografía en Polanco a las nueve.

No sé cómo me acostumbraré a tener marido de nuevo en casa, siempre afirmé que si me separara quisiera volverme a casar porque soy muy gregaria. Ahora, lo pongo en duda.

Así de cansadas las cosas.

milagro, milagro

La vecina que lloró porque abandonaba a sus hijos por los pollos pero después los tiene 3 horas por día (sí, 3) entrenando tenis de lunes a viernes para que sean campeones de no sé qué, acaba de llevar a Simi eximiéndome de la tarea (mi pobre hijo gracias que le pega y va una hora, una vez por semana. Igual el padre dice que le está pegando bien pero no tenemos ninguna intención de que sea el nuevo Del Potro). Gracias, gracias. A Milo lo acabo de clavar frente a la tele (no tengo principios) y Tita juega en lo de Juana. Quisiera tirarme pero es un rato corto.

Trabajar? No, cero, me estoy desacostumbrando cada vez más.

update médico

Fui, entonces, finalmente al gastro después de pasar por lo de Pau para usar el sacaleche eléctrico que no me sirvió de nada porque evidentemente, algo pasa y mi producción descendió a niveles insospechados. Llamé al pediatra y casualmente me dio para que tome algo que me sirve para la panza (Motilium) y que el gastroenterólogo aprovechó. No sé si servirá para que mis tetas vuelvan a estar lechosas, espero que sí porque me re deprime el tema, nunca me pasó nada semejante. En cuanto al tipo, bastante plomo que hacía chistecitos al paso sin parar, el consultorio era un kilombo de tal magnitud que el lugar en el que me revisó, era como un depósito. Su hipótesis es que tengo el estómago hipotónico. Suena mal, básicamente porque te imaginás que lo que lo recubre también (así lo dio a entender). De todas maneras, bastante simpático y me dio confianza. Tengo que hacerme una radiografía (?) y volver en dos semanas, además de la medicación (una antes y otra después de comer). Ahora me toca llevar al mayor a tenis, buscarlo y después llevarlo a piano para buscarlo, nuevamente, una hora después. Un gancho. Si me preguntás, tengo muchas ganas de tirarme a hacer una siesta.

En fin.

Así de gástricas las cosas.

me mata la timidez

Tema de Emanuel Ortega que no se me va de la cabeza. Dios. Todo porque amanecí pensando que soy tan fóbica que ni siquiera le chateo a alguien si no me chatea primero (excepto que tenga algo muy concreto para decir o que sea muy amigo). Cuántos gigas tendré ocupados con pavadas, no lo sé, pero sé que muchos, demasiados. Y de gronchadas hablando, ayer, mientras hacía elíptica, mostraban en la tele imágenes de Luis Miguel del año 85 (posta) y de repente, oh no, sí, caigo en que Simón es parecido! Salvando las distancias, claro, y el color de ojos. Alguien alguna vez me lo había dicho y yo me reí, pero ayer no me lo podía creer. Tal vez sean los dientes separados y ese pelo semi rubión. En fin, cualquierismos sorprendentes. Por lo demás, esa reflexión de la fobia. No fui al desayuno de madres, no me daba hacer toda la vuelta con el bebé y no tengo leche para dejar. E ir al gastro me pareció prioritario. Debería trabajar, hoy sí, al menos un rato. Una editora no me contesta el mail, el resto no me dan ni bola y yo acá, sigo con la changuita sub paga de siempre. Voy a llamar a Pau a ver si después de bañarme puedo ir a probar el famoso saca leche (me da mucho miedo no tener, el bebé volvió a despertarse seguido). La noche no fue ninguna maravilla. Estaba soñando y alguien me estaba por contar un secreto o semejante pero sónó el despertador y la persona me decía: después te la sigo! Parecía algo muy emocionante y me desperté contenta sintiendo que si me volvía a dormir, la historia continuaba. Claro que nunca más, ni me dormí ni hubiera seguido soñando. Qué triste.

Uh, de repente sensación de estar en el colegio, saliendo del aula de química. ¿Qué onda? Raro.

Y no mucho más. Pocas pilas, pocos planes pero posiblemente algo haga tonite.
Ah y desilusión porque la balanza no muestra ni medio gramo de menos.

Así de matutinas las cosas.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

ser una chica como cualquiera

Quisiera a veces. Ponerme cremas, tener ganas de cuidarme la piel, usar productos para el pelo. Cosas así que no, no me salen. Y últimamente no me da ni para hacer el esfuerzo. No sé a qué venía esto.

Me indigesté con pita horneada, muzzarella rica (no es tan fácil de conseguir por estos pagos) y salmón ahumado. Todo acompañado de Coca Light con leve falta de gas.

Me voy a dormir dándome cuenta de que no voy a poder hacer todo (desayuno y gastroenterólogo). No tengo leche para dejar y no puedo llevar al bebé a toda la voltereta. Me estresa un poco, llamaré al pediatra y le preguntaré qué leche de fórmula podría darle. Esto se está complicando.

No sé nada de mi marido desde la mañana. Es raro acostumbrarse a que no esté.

Me voy a dormir.

escribir y borrar

Me di tanta hueva que lo borré. El highlight: me corté el pelo después de nueve meses. Pensaba esperar para ir a La lúdica en diciembre pero mi realidad capilar no daba para más. Encima, el otoño tiene un efecto caída devastador. Milo pareciera quedarse con hambre. Pienso: ¿tendré poca leche? Ya tengo poca teta nuevamente (me di cuenta por la musculosa de gym). Tristes ambas cosas, la poca leche (si es así, me quiero matar) y la poca teta, ni hablar. Welcomeback a la chata realidad. Chatísima. Y si no, algo parecido a la angustia. Pobre bebito.

Bueh, y paseé por Polanco con Pau. Nos oreamos y me hizo preguntar en qué se convirtió mi vida pero creo que prefiero no pensar.

Así las cosas.

photobootheando un poco más



Cambio de hijo, mismos ojos.

y hoy, vestidos

la peor noche imaginable

No me podía dormir. Hablé con Diego hasta tarde y después, vueltas y vueltas. Nada es especial o sí. A veces me gustaría decir todo todo, acá digo. Las fantasías. De todas maneras, soy sacada pero no tanto. El superyo, de vez en cuando, funciona.

La cuestión es que a la una Milo quiso comer nuevamente. Peor que nunca, a las siete, a las diez, a la una, a las cinco y a las ocho de la mañana. En el medio quejidos y levantadas a ponerle el chupete. En algún momento, además, Tita se pasó a mi cama. Raro. No lo hace nunca. Bah, no lo venía haciendo. A las siete menos veinte, como todos los días, sonó el despertador. Cinco horas interrumpidas de sueño, en mi mundo, apestan. Cuerpo que pide piedad. A Tita la despachó Jose. Igual, no dormí más. A las ocho y media me estaba yendo al club. Hice media hora. No me daba para más ni la energía ni el tiempo. Como el sauna está en reparación, me metí al vapor. Es bastante repelente pero relaja. Y abre los poros. Nunca en mi puta vida pensé que iba a disfrutar de ir a un club, los detestaba. Menos pensé que alguna vez me metería en alguno de estos cosos. Y ahora, adicta. De ahí me fui a pagar el agua, a sacar el curp de Coco y al super (todo en el mismo espantoso centro comercial).

Amanecí con fotos del desayuno de Diego en Voulez Bar mandadas desde su BB. No, del desayuno no, de la vajilla. Le contesté que por cosas como esas quiero vivir ahí (sólo que hay que ser muy rico para hacer una buena vida en Bs As criando tres pibes). Después pensé que no es sólo por eso (claro que no), yo acá no soy yo. Ahí, en cambio, sí. Cosas que me gustaría hacer. Mi vida, mis costumbres, mis amigos. Mi familia. Un potencial que acá se marchita encerrada en mi casa del suburbio (no algo que yo vaya a hacer para brillar, eh, simplemente el pasarla bien, divertirme). De repente, siento que finalmente voy a poder hacer todo. A veces le tengo mucha fe a mi suerte.

En fin. Igual, el día está completamente gris y yo me pongo a tono.

A veces pienso que tiro demasiada buena onda. En pavadas, eh. ¿Tendrá alguna repercusión cósmica positiva? Siempre dije que confío en la teoría del boomeran pero a veces flaqueo y sólo veo gasto de energía (está bien igual, lo voy a seguir haciendo, como el escorpión, es mi naturaleza pero con signo positivo). Sólo una inquietud. Agrego, a raíz de un post de amiga. Entonces ¿por qué le caigo tan mal a todo el mundo?

El bebé llora en su bebeseat. Está en esa edad en la que no sabés dónde mierda ponerlo. Necesita aprender a sentarse.

(lo llevé a la cuna y se durmió, tenía sueño).

El gastroneterólogo me suspendió la cita de hoy (?). Sí, increíble, lo último que me faltaba. Me la pasaron para mañana a las 11.30 am. A las 8.00 tengo desayuno con madres de salón de Simón. Ahora debería trabajar. O, en su defecto, cocinar algo para que mis hijos coman rico.
Tengo ganas de salir. Pero no, no acá. Acá eso no existe para mí. Para mí, salir, es allá.
Y la acidez no da tregua. Seguramente el desayuno al paso en el super (una barrita all bran de fresa, un yogur 0% también de fresa y un jugo de manzana) no ayudó mucho.

No, nada, eso. Así de desordenadas y aburridas las cosas. De repente me empiezo a entretener con algo y pum, se corta todo. A veces soy como una nena. Igual, todos vivimos de pequeñas ilusiones ¿o no?

Así las cosas.

martes, 22 de septiembre de 2009

qué fiaca

A raíz de una entrevista a Pauls, Alan (seguramente para muchos es obvio y para otros inmediatamente aparece Gastón) pienso: qué fiaca los estudiantes de letras, qué fiaca ser joven y tomarse la vida tan en serio. ¿Cómo habrá hecho Diego para aguantarme cuando me conoció? Todavía era tan intensa. Me gusta que pasen los años y todo tome la liviandad que ciertos temas suponen (otros no, claro). Obviamente no me gusta que se me caiga el culo pero asumo que el paso de los años también implica una cierta resignación hacia las marcas en el cuerpo (tres hijos después). Qué diferente hubiera sido mi soltería si no hubiera terminado a los 23. El viernes dije algo cierto: me enamoré de casi todos los pibes con los que me revolqué. Y fueron muchos. Muchos, muchos en muy poco tiempo. Ahora sería todo tan distinto. Por un lado, qué pena. Por el otro, la desacralización de cualquier cosa, incluyendo encuentros sexuales, me parece una liberación. A veces pienso que el sexo está sobrevaluado y otras concluyo que, simplemente, tiene que ver con la facilidad a la cual accedo. De todas maneras, cuánta preocupación sobre algo tan básico. Pienso y posiblemente esté equivocada. Sé que uno de mis pocos atractivos es que me gusta coger.

No tengo ni idea a qué venía todo esto. Ah sí, al espantoso cuestionario que le hacían al pobre Pauls. Pretensioso y aburrido. Tal vez es sólo que día a día me vuelvo, efectivamente, más cínica y más burra.

Todo puede ser.

argumentos (falaces) reciclados

En primero o segundo grado (no recuerdo exactamente porque tuvimos la misma maestra los dos años), fui a quejarme con Marta (otra, no a la que le grité que la odiaba) porque los varones me molestaban. Su respuesta fue que lo hacían porque gustaban de mí. Evidentemente me quedó grabado porque pasaron 25 años y lo sigo teniendo fresco. No había ningún motivo para que los varones gustaran de mí, tampoco supongo que había ningún motivo para que me molestaran, sería su naturaleza. Tampoco sé exactamente en qué consistía la molestia, nunca fui víctima de un acoso insoportable por parte de mis compañeros (es verdad que me decían gorda pero había cierto cariño, no erámos tantos los que estábamos juntos desde sala de 4). El tema es que cada vez que Tita me dice que algún amigo la molesta, pienso indefectiblemente que gusta de ella. Sí, ridículo. No sé si gustan de ella o no, posiblemente sí, es linda pero además es extremadamente sensual a pesar de tener 4 años. Sí sé que las chicas, casi todas las que tienen su edad, gustan de Simi. Él, por suerte, todavía no se da cuenta. Va por la vida muy relajado respecto de ese tema. Ojalá le dure.

El domingo le dije a Diego que me encantaría ser una mujer de la cual los hombres gustan, le pareció una boludez y me dijo que eso era pasajero. No me convenció, estoy segura de que hay muchas chicas que gustan de él.

En fin, pavadas.
Me voy a comer con mis críos.

depiladora

Cecilia me deja como para una porno. No te digo en cero. Te digo poco. Y a mí me copa. Me copa. ¿Cómo no lo apliqué antes?

me sentí muy powerfull

Pero duró un rato. Las endorfinas. 55 minutos de elíptica con ipod hacen milagros. Me sentí, todo. Ahora, ya en mi hogar, después de comer yogur (horrible, nuevo) con cereales, la vida toma el mismo color que tiene siempre. Creo que mucho se debe a mi falta de vida social. No hago programas durante la semana. Nunca. Eso de madrugar no se conjuga bien con la salida nocturna. Igual, no pierdo las esperanzas. Por ejemplo, de volver a ser flaca. Urge.

Así de endorfínicas las cosas.

antes de partir

No me podía dormir, un nudo de angustia. Entonces, abro la ventana. Pienso tanto, a veces. Pienso, además, que lo que uno piensa cuando se acuesta es el núcleo duro de sus preocupaciones (puede que sean pavadas lo que nos ocupe, también). A la una me levanté a darle de comer a Milo. A las cinco nuevamente pero la acidez no me dejaba dormir. Busqué el Melox, me clavé, muy dormida, un par de cucharadas e intenté seguir de largo. Me costó. A las seis cuarenta sonó el despertador. Esta vez, no había dejado nada preparado. Lo desperté al Coco con un beso, le di la ropa (antes pequeña disquisición porque supuestamente hoy sacan la foto y no sabíamos si uniforme sí o no, ganó el sí). Me gusta tanto tener hijos grandes. Me gusta el diálogo. Aunque, tuve que reprimirle los chillidos. Se queja mucho, demasiado. Le hice el desayuno mientras el terminaba de cambiarse, le armé el lunch y esperé adentro al camión. Cuando llegó, salí a saludar y a checar que se hubiera subido. Mi camisón es completamente escotado y blanco con florecitas. En bolas, bah. Soy el ser menos pudoroso que conozco, creo que rozo la locura respecto de mi aspecto personal en algunos casos. A veces, cuando me doy cuenta de que no soy del todo normal en mi comportamiento, pienso a qué se deberá. No hay respuestas. Me volví a la cama. Eran las siete. A las siete y media me volví a levantar e hice todo lo mismo con Tita. Esta vez desayuné. El café con leche, obviamente, me cae mal. Pero no estoy vomitando. Mañana creo que tengo cita con el gastro pero no me acuerdo la hora y perdí el teléfono. Sí, soy medio desastre. Bueno, hablo con mi madre y me voy.

Así de domésticas las cosas.

milo y yo, ahora mismo




Yo considero que es el bebé más dulce y divino del mundo! Pero es mi hijo...

lunes, 21 de septiembre de 2009

más links

Vuelvan a entrar a la página de Maros es una genia y le está yendo super bien. Lamentablemente no la veré con panza pero llegaré cuando Helenita sea aún pequeña. Todo esto no les importa pero es una de mis amigas más adoradas.

A veces extraño tanto Buenos Aires...

ah, sí, la cena

Finalmente tuvimos invitados suplentes. Primero dijeron que no y después que sí. Ya otros no habían aceptado. Los invitados primigenios resultaron tener Influenza, están aislados del mundo. Pobres. Encima son tan educados que me mandaron un bouquet de rosas rojas por la suspensión de la cena. Cuánta educación. Los higos se habían puesto feos hacía días y yo soy tan colgada que ni cuenta me había dado. Los reemplacé por manzanas. Creo que la ensalada quedó decente, no probé por el temita de las hojas verdes que tan mal me caen. El lomo quedó rico, delicioso te diría, por la calidad de la carne (así el precio) pero frío. Las papas también semi tibias a pesar de que lo calenté mucho tiempo. A las cebollas creo que las debería haber cocinado más antes de agregarles el vino. La marquise quedó perfecta y la salsa de mango y naranja también.

Cocinar es, para mí, un acto de amor. De amistad. No me importa que suene cursi, es verdad. No me gusta la gente que no lo valora. Diego y yo solemos cocinarle a todos nuestros amigos. Es un acto de generosidad el dedicarle tanto tiempo.

En otro orden de cosas, el sábado a la mañana se nos rompió un forro. Somos unos bobos. Mi marido tiene 39 años, debería manejarse un poco mejor. Sólo espero que no tenga consecuencias, lo único que me falta.

Ahora está cenando en Sucre, en Buenos Aires. Yo piqué un cacho de milanga y después papaya con yogur y granola. Mucha acidez. Me voy a la cama a terminar el libro.

Así de dispersos los temas.

hace mucho que no pensaba en ella

Pero así, de repente, como me pasa generalmente, se me vino a la mente Lucila. Mi primer jefa, la que montó Los inrocks, Olsen, La Cigale y que hace unos años tiene este emprendimiento que está alucinante.

Me encantaría ser emprendedora pero soy un desastre, todo lo que empecé (y fueron bastantes cosas, eh) quedó en la nada.

En fin.

Así de realistas y nostálgicas las cosas.

milo el sábado


por suerte hay gente que le saca fotos (su padre nunca y yo, decaigo).

este bebé me tiene loca de amor. me lo como a besos.

cosas que hacer: lista

*pagar el agua
*cortarme el pelo
*gastroenterólogo
*llamar dentista
*vacunar milo
*buscar curp simón
*llevar documentación embajada argentina
*vencimiento Fm3 diego y simi
*cambio de domicilio
*ver qué pasa con la luz (no llega la factura y te cortan)
*hacer que galicarpi venga a cortar la cuna
*llamar señora entrada por salida
*carpintero
*comprar hierbas aromáticas


y no sabés la hueva que me da todo. MUCHA.

otoño

Es 21 de septiembre y acá empieza el otoño, para mí es antinatural pero así es hace ya bastante. No tengo casi ropa para la temporada, el embarazo genera estos detalles. Estoy en camisón, al rato viene la depiladora, soy una ameba, me levanté con los chicos y las dos veces me volví a la cama. Me duele mucho la garganta. Milo se queja cerca mío y yo estoy con pocas ganas en general, anque de escribir.

En fin.

Así de escuetas las cosas.

domingo, 20 de septiembre de 2009

dominguerísima.

tarde de nada, fuimos un rato al club, después a comer a un restó por acá, carne y ahora lagarteamos en la sala de tele. desastroso. igual, estoy cansada.

otro día cuento más. si es que tengo algo para decir!

viernes, 18 de septiembre de 2009

me agarró

el bajón del siglo.

el clima no ayuda.

te querés matar

Cuando tu amigo te llama para decirte que no puede venir a cenar porque se enfermó!!!!

Increíble. Estás cosas me sacan de mi eje, me dan mala espina y me empiezo a sentir rara. Pero bueno, es así. Ni modo. No tenía que ser.

Ahora, buscamos reemplazos.

Así de suspendidas las cosas.

¡cuánto tiempo!

Hacía mucho, mucho que no organizaba una cena así, tirando a formal. Me pasé la mañana haciendo las masitas de almendra para el café, el dip de portobellos que me quedó como el orto (se me pasó la mano con el vino blanco y más bien es una sopa, no se puede servir), las cebollas acarameladas con el vino tinto que harán de salsa para el lomo, el coulis de mango y naranja y el mil hojas de papa. Se dice muy rápido pero me llevó tres horas.
Mi vieja siempre cocinó y yo siempre la miré. También siempre me encantó ver programas de tele. Se supone que tengo mal sazón. Veremos esta noche cómo sale. Diego cocina bien pero muchas veces le pifia por testarudo o por no fijarse en recetas o porque cree que a la gente le gusta cosas que en realidad no. Pero, en honor a la verdad, tiene mejor mano que yo y así quedé relegada.

También aprendí desde chica a poner una mesa como corresponde. Supongo que son las costumbres que la pequeña burguesía copia de la oligarquía. A como sea, sé perfectamente el orden de los cubiertos, las copas, a quién se sirve primero y cómo comer bien en una mesa formal. Mi madre saca su juego inglés comprado en un remate y sus cubiertos de plata de la bisabuela para las cenas. Mi abuela siempre ponía el juego de porcelana para los tés de los domingos. El té, en mi familia, se toma en porcelana. En mi casa, debo decirte, se toma en cerámica. Cosas que pasan. En alguna mudanza me perdieron los platos de las tazas de té de mi juego alemán. De todas maneras, es demasiado moderno para mi gusto, quisiera un juego más clásico. Mis cubiertos me siguen gustando. Usos y costumbres.


La depiladora me dejó plantada. Me urge que vengan a despelarme. Tita está con su amiga Isa. Las nenas, a quienes no estoy acostumbrada, son un show. Muy cocoritas. A Simi no le había armado programa pero llamó Dante.

Así de cocineras las cosas.

5770

Este año ni cena ni nada. Cero. Cada día menos judía. Ni modo. Le digo shaná tová a mi papá vía skype y no sé qué pavada me contesta. Le pregunto en chiste si va a ir al templo y me contesta que no fue en 70 años y que qué va a pretender de nosotros si nunca nos llevó. Obvio papi, cuán judíos podemos ser con tu accionar. Soy a la única de la familia que le gusta el guefilte fish pero hace cinco años que no como. Triste. Yo no sé hacer y seguramente la tradición irá muriendo. Me da pena por la historia, por mis raíces, por mis abuelos, por mi infancia. Por lo que ya no es. Así es el humano.

En cambio, esta noche hago la cena para nuestros amigos recién casados. Son más de las nueve y sigo en la cama, en camisón, con ruidos de hambre en la panza. Hay que activar. Muchos pendientes. No resuelvo. Dentista. Curp de Simi. Uniformes que encargué pero creo que se me pasó la fecha para retirarlos. Depilación. Ayer no pude ir. Cosas así todo el tiempo.

Angustia. Que va y viene.

Día gris. Extremadamente.

Y no mucho más.

Así de pavas las cosas.

Shaná tová.

jueves, 17 de septiembre de 2009

el menú

Primero frutas secas, algo de pita, un dip de portobello y brie.

Ensalada de verdes, higos, queso de cabra, nueces y aderezo con miel.

Ojo de bife con costra de pistachos y sésamo con salsa de mostaza. Un milhojas de papas con crema.

Marquise de chocolate con salsa de mango y crema batida (o helado).

No decidí qué hacer para el café.

Lo único que ya tengo listo es la marquise. Adelantar. Ahora llevar a Simi a tenis, pasar por el city a comprar carne y hierbas, buscarlo, llevarlo a piano y después pasar un ratito por lo de María.

Así de apuradas las cosas.

a veces me gustaría tanto

Tener algo para decir. Por ejemplo.

Igual, pavadas. Gente cercana que sufre y me da mucha pena. Es increíble en lo que pueden devenir las historia. Por suerte, ahroa que no soy yo, ahora que me siento contenta y plena en mi vida actual, sin angustia, lo veo a la distancia y pienso en qué puedo hacer.

Ahora, igual, nada. Mi hijo menos se acaba de despertar (después de una de las peores noches desde que nació, aunque nada grave). Y lo voy a vestir para ir al super.

Así las cosas.
Muy grises.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

es feriado

estábamos por ver la peli de mi hermano pero diego en teleconferencia. malísimo. dame quince que se están convirtiendo en una hora. me comí un cachafaz de maicena, rico: sí. sensación de que es for export: también. bueno para mi panza: OBVIO que no. fuimos al antara, simi en lo de dante, comimos ahí y el feriado se me está escurriendo por culpa de la junta de mi marido. eso sí, terminé la nota y la mandé, esperaré comentarios a ver si sirve. día gris. debería ir a costco. me compré ropa interior, bah, dos bombachas y un pantalón de pijama. urgía aunque no alcanza.

huevaaaaaaaa.

pipu cortá.

así de feriadas las cosas.

martes, 15 de septiembre de 2009

fines de los noventa, texturas y el mes que fui cadeta

Hace unos días me acordé de un pibe con el que salí un par de veces hace unos cuantos años. Diez, supongo. Por algún motivo rememoré que me llevaba trece años, fue el tipo con más diferencia de edad con el que estuve. Lo conocí a los diecinueve, un mes que trabajé como cadeta, haciendo un reemplazo, en una empresa que vendía algo de tecnología. Fue justo al empezar la facu y en esa época no entendía demasiado. Digamos una experiencia rara. Era la cadeta más ridícula y con menos ropa de toda la city. Obvio. Un día recuerdo haber ido con la mushcu perra, unos pescadores de pana violeta y borceguíes. Era una época de muchas texturas. Igual, creo que no era yo, era el fin de la década. Por esos años, compartía el cuarto con Ale y por ende, el placard. Por entonces, ella era increíblemente canchera (ahora se viste super lindo y ondera pero obviamente ya no con las combinaciones estrambóticas noventeras). No era "alternativa". Era, en términos actuales, trend setter. Usaba todas cosas que después se ponían de moda. Mucha onda bastante particular. Alto consumo de H&M. Yo siempre tuve menos onda y siempre- con los detalles del momento- me vestí bastante parecido. A los catorce usaba jeans levis, botas y musculosas. Hoy, pensando que volvieron las camisas escocesas, me acordé que también tenía una que me re copaba. A fines de los noventa, retomo, usaba mucho pantalón brilloso (tenía uno verde muy llamativo comprado en el soho neoyorkino), mucho plush o símil, cuero y charol (tenía unas converse de charol y otras símil piel de cocodrilo bordó). A mi pobre hermana, en Europa, le perdí un gorro peludo animal print. Igual, usaba tonos bastante neutros, mucho negro, bordó, violeta y verde. Y mucho Dr Marteen y abrigos de cuero comprados en Camden Town. Amo los borceguíes pero los míos negros lamentablemente siempre me quedaron chicos y después de tres embarazos, ni te cuento.

Ahora que soy viejita, me visto levemente (levemente) menos ridícula. Claro que la moda cambió y las estridencias son otras (ya no sé ni cuales). Reconozco que fueron años de sufrir como una idiota pero igual me la pasé bien.

La historia con el pibe fue breve. Cuando lo conocí estaba casado pero unos años después me lo encontré en la facultad (uno de esos alumnos de filo rezagados) y se estaba separando. El romance, como es obvio, no prosperó y de hecho, fue el que me hizo conocer unos hoteles espantosos del centro y del cual, una noche, casi huyo dejándole diez pesos y una nota (el valor de la moneda era otro y yo estaba bastante de la cucua). Pero esa, esa es otra historia que ya conté hace unos años.

En fin.
Así de noventeros los recuerdos.

un día más de cai no gym

El problema es la boca del estómago. Dolor. Ayer vomitar de nuevo. Horrible. El 23 tengo cita con el gastroenterólogo, urge. No da que la comida se torne un problema. No me interesa tener estos síntomas. Falta poco para terminar la nota. No soy particularmente buena pero me fluye. Y me gusta. Se fue el estrés. Hablar de pavadas me sienta bien. Buscar a los chicos más temprano. Por el grito. Es el primer año desde que vivo acá que no tenemos festejo del 15 de septiembre. No sé qué pensar, no se me ocurrió organizar nada, estoy cansada y con poca pila. Además, el viernes tengo una cena. No sé, se pasó. Ni modo. Un grito sin festejo. Nada grave. Igual, me gusta gritar frente a la tele: Viva México (cabrones). Bueh, soy así de aparato. Me bajé de la patinadora por el dolor y el cansancio. Tenemos un cumple. No compré el regalo pero como es en Chedraui, lo compraré ahí. Turismo mundial. Un hit ese regalo. Casi no recibo mails, qué onda. Y no mucho más, eh. El mal tiempo un clavo, se viene el frío, paja. Paja total, man. Me gusta la sensación primaveral. Encima, como se supone que es una ciudad en la que no hace frío, las casas no están calefaccionadas y uno se caga de frío mal. A mí, la baja temperatura no me da ni ganas de coger. Coger con ropa no es lo más copado y sacártela no es una opción. En fin. Cosas así pienso. Mientras el ácido me come el aparato digestivo. Ahora a leer (trabajos paralelos, todos mal pagos!).

Así las cosas.

Nada.

lunes, 14 de septiembre de 2009

lunes, cosas que hacer. toma 1

No, bueno, qué se yo. Llegó Diego. Era tarde, no me desperté. Roberta a las cuatro de la mañana hizo una escena histérica queriendo leche, una cosa rarísima que presumo se la dedicó a su padre. Estaba muy ansiosa por verlo y antes del escándalo agarró unos alfajores de la valija y lo fue a despertar a Simón para contarle, con una energía cual si fueran las ocho de la mañana. Fue, entonces, una noche demasiado agitada y un reencuentro bastante complejo. Yo no estaba contenta. Después de pasarla mal el viernes me empecé a preguntar por qué aguanto tanto. El vivir en tránsito, el vivir acá, la angustia ajena constante, el relegarme todo el tiempo. En fin, cosas que no llevan a nada. Ahora debería trabajar, en un rato viene madre de niño a que vayamos a activar la cartilla que nos dieron en la escuela y yo, en lugar de estar contenta y aliviada, siento más peso. Tengo que escribir una nota y en lugar de divertirme, estoy estresada. Diego me trajo la Ohlalá en donde hay una mía también y me trajo un montón de revistas y libros y pelis que veremos si logro consumir.

Así de lunes apagadas las cosas.

Ah, me olvidaba, mi madre me mandó unas botas lindísimas. Me gusta tanto que me malcríe!

domingo, 13 de septiembre de 2009

mis buenas amigas

Pau me invitó a pasear con ellos a Polanco, Ile nos invitó a merendar a su casa y Xime me llamó para pasar. Iba a ir con los B a Polanco pero se me ocurrió llevar a Tita al cine (los invité a Simi y a Dante pero no les interesó la peli que les ofrecía, no me di cuenta de que había otra mejor) y los demás ofrecimientos vinieron después de la idea de cine. Así que nos fuimos los tres a ver Tinkerbell. Milo se portó, extrañamente, perfecto. Primero durmió y después lo puse para que mirara la pantalla. Parece que el cine le sienta mejor que el teatro. Y eso que el volumen estaba altísimo. Yo mucho no me concentré, pensé en cosas y me angustié y enojé un poco no sé si con razón o no (es difícil el disernimiento). Ahora miro el otro partido de la semi final. En un rato prepararé lunch, bañaré bebé y leeré en la cama. El día por suerte se va acabando (el Coco al final fue al cine con la mamá de Dante y me lo traerán tipo siete). Lo que no me cayó nada bien fue el aumento de las entradas, cincuenta y ocho pesos me parece una exageración (posiblemente tenga que ver con la constaten devaluación del peso pero igual, desubicado). Y no mucho más. Agradecimiento hacia la buena onda mis amichis. La contraparte el cansancio existencial.

Así de domingueras las cosas.

qué opio

Acaba de terminar la semifinal. Partido impecable que por un momento parecía que no iban a pasar. Simón está en lo de Dante, Tita mira tele (esto es un descontrol), el bebé me está cagando a patadas y yo sigo en camisón siendo casi las dos de la tarde. Hueva. No tengo ninguna clase de programa, no hay vecinos, marido llega a la noche, de más está decir que no tengo familia, hice programa con Xime y Pau ayer y no me quedan muchas más opciones. Clavo mal. Cuando me pasan estas cosas, empiezo a preguntarme qué carajo hago acá. El día, además, bastante feo. Milo llora y no sé por qué. Supongo que tiene sueño pero no quiso quedarse en la cuna. Me deprime quedarme acá pero ir a comer sola con los dos creo que me pega todavía peor. ¿Qué onda? Bueno, eso, nada. Un poco aburrida y cansada y levemente miserable pero todo bien, es lo que toca y ni modo. Ojalá hubiera una llamada salvadora pero sé que no sucederá.

Así de abandonadas las cosas.

sábado, 12 de septiembre de 2009

no puedo más

Te punteo:

*Ayer me quedé sola, sin peli para ver, muy cansada y con una conciencia de la soledad que hacía años no tenía. Diego no aparecía y me mal viajé (igual, nunca voy a saber) pero finalmente me entregué a mi estado y me quedé leyendo hasta las tres y media de la mañana.

*Esto me llevó a pensar en qué me convertí, en qué quedó de mí, de cuando era chica, de una densidad y trascendencia que ya no tengo. No sé cuánta importancia tiene pero decidí que si existe una parte del cerebro que se ocupe de abstracciones, urge que la reactive.

*Me levanté a las nueve y media, cuando llegaron los mayores (de dormir en lo de Lisa).

*Leí un rato más y a las doce nos fuimos al FCE para ver a Isol, llegamos tarde, un señor contaba sus cuentos y después había firma de ejemplares. Les compré unos cuantos libros generales y uno de ella que Simón quería tener firmado pero la cola era larguísima y no avanzaba. Nos fuimos.

*Comimos en lo de Xime con toda su prole, la mía y la de Pau. Para el café cayó Marian pero se fue antes a la cineteca. La libertad, la libertad.

*Me banqué los últimos diez días como una lady pero ya me cansé. El agotamiento se paga y se puede convertir en enojo. Diego se va a comer un asado a lo de un amigo mío con otro amigo mío, mujeres e hijos. No es justo. El jueves cenó con su padre y mis padres en la recova. Es la fiesta de Pau y parece que van todas, las extraño mucho y no entiendo por qué estoy hace tanto tiempo acá, en México, sola. Es sábado a la noche y ni siquiera tengo una peli que de para ver. Todas bajón y estoy para pavada total.

En fin. Mis hijos mayores están rodeándome, diciendo que se aburren. Me violentan. Su falta de imaginación me agobia, preocupa y enoja.

Así de cargadas las cosas.

viernes, 11 de septiembre de 2009

indignación conjunta

Ayer, hablando con Xime sobre la reunión de padres (la realidad es que la de Simón no fue nada grave, yo apliqué el calladita te ves más bonita y los demás no hicieron preguntas estúpidas, más bien prestaron atención y se fueron tranquilitos- hubo alguna acotación ridícula pero no me la acuerdo, un caso aislado total) me acordé que lo peor de lo peor fue que en la de Roberta, las madres, muchas, anotaban por ejemplo a qué hora tienen clase de música los viernes. WTF????? Me querés decir qué carajo te importa a qué hora tienen computers o music o pe?? Eso, de verdad, fue lo más sorprendente además de estúpido. De todas maneras, pienso aplicar el perfil bajo e intentar, por todos los medios, pasar desapercibida y hacer que me quieran, al menos, un poco. Desentonar respecto a la vestimenta ya no es un issue, es así y punto.

Excursus: los varones te hacen la vida mucho más fácil que la mujeres. Jamás me pasó que Simón tuviera problemas con un amigo, están en su pedo y no joden (ahora los escucho hablar sobre los Beatles, graciosos).

Así de viernes las cosas.

fiaca, mal, mal, mal

Ayer de verdad me agoté. No sólo tuve que hacer la doble buscada, primero llevar y luego buscar en tenis y llevar a piano para una hora después volver a buscarlo, todo bajo la lluvia sino que, la mamá de Miguel, niño con quien hacemos ronda y también va al club, me pidió que lo llevara a su casa después de tenis pero lo hizo a último momento. Por ende, cuando mi pequeño sale le tengo que gritar que vuelva y busque al amigo y el amigo resultó estar con la nana por lo cual me pregunto por qué carajos no se tomaron un taxi y me dejaron a mí en paz. Yo me la paso haciendo favores y suelo no tener problemas, los hago de corazón y no me cuesta nada pero ayer, ayer no era el día. Y no me dejó opción. Me ultra malhumoré. Entre una cosa y otra hice la mise en place del plato de la noche (corté zuccini, zanahoria, pimiento, la carne, ajo, jengibre e hice la salsa con extrato de tomate, azucar, vinagre y fécula), los lunch para el día siguiente y también, entre tanto, le dicté nuevamente las diez palabras a Simón para su dictado de hoy (shop, wish, inch, itch, chin, chip, how, many, match y catch). Xime llegó a las siete, a las ocho Ile, después Pau y después el resto. Fue una muy agradable y opípara cena de chicas (Xime trajo el riquísimo pastel de zanahorias que se acompaña con crema batidas y frutas del bosque) y lo único malo es que fumé de más. Me dormí a la una y cacho, me levanté a las siete menos veinte, levanté hijo, saqué lechita y le corté un pedazo de pastel (no encontraba el pan) y me volví a la cama. De Tita se ocupó la pobre Jose. Lo malísimo: había contratado a una señora para que viniera a ayudarla pero nunca llegó, cuando llamé su hija me dijo que le había surgido una emergencia. Pregunté, retóricamente claro, por qué no me había avisado si para eso le había dado mi teléfono. Yo le digo, es la respuesta que obtuve.

Tengo que: trabajar. Por ejemplo. Depilarme las cejas (me peleé con las dos peluquerías en las que solía hacerlo y ahora no sé a dónde ir, ando mucho peor que Frida) y preparar unos brownies para la mamá de Dante que no sólo mima a mi hijo sino que, además, me manda nueces de su nogal, limones y demases. Eso a la tarde. En breve voy a buscar a los niños y traigo a amiguito del Coco. A las ocho y media llamó madre de otro amigo para invitarlo pero, obviamente, yo ya había previsto otro plan. Es difícil que sólo haya un día de programa.

En fin. Así de cotidianas las cosas.

Ah y marido llega el domingo a la noche, anda con una contractura lumbar que lo tiene a mal traer.

jueves, 10 de septiembre de 2009

soy una floja

No sé bien el por qué pero ando muy cansada. Igual, activé trámites: DNI de Simón (lo de los 8 que ahora es a partir de los 5. como yo iba a escuela pública, esos trámites venían a hacerlos a la mismísima institución, sanidad escolar también), argentinización de mis dos mexicanitos y deberíamos también hacer cambio de domicilio Diego y yo. Por mi parte sigo viviendo en la casa de mis viejos de Las Heras. Ayer Lean me jodía porque justo pasaron con mi marido por la puerta, tenía sí, mucho aspecto de edificio narco/new rich pero fue en el depto en el que mejor la pasó la familia y se lo recuerda con cariño. Además, es el único tel que conservo fresco en la memoria. Ni siquiera me acuerdo del de mi última casa de acá.

Por lo demás, Camilo está sacando su yo verdadero. Se acabó la tranquilidad, el gordo no está tan plácido ni dormilón. A ninguna hora. ¿Qué onda? Ya pasó lo mejor. Yo, por ende, agotada. No es el estilo que me gusta, eh, hacerme la cansada. Tengo ayuda en el hogar por lo cual no hago nada de esos temas, me ocupo de mis hijos sí, llevo y traigo sí, cocino algo sí, trabajo algo sí pero nada ohhhh, debés estar por el piso. Pero medio que hoy estoy. Será lo de la panza. O también el estrés de la responsabilidad. Pensá que soy sola. Sola sola con mis tres hijos y la panza de Jose, eh.

Bueh, no me quejo más y me pongo a laburar de una puta vez.

Así de tiraduchas las cosas.

20 menos

Y sí, adelgacé 20 kilos en 4 meses y medio (unos días menos). Me faltan 4. Dos de antes y los dos hasta el peso del embarazo. Igual, antes de embarazarme hacía fierros por lo cual el peso es un tema muy relativo. Tampoco importa tanto. No te diría que me estoy cuidando particularmente pero con todos mis problemas de panza y que marido no está hago una sola comida fuerte al día.
En fin. Después escribo, son las diez y cuarto y no desayuné así que mucho hambre y después gym. Hoy tengo cena por lo cual tengo que acondicionar la casa y cocinar (un salteadito oriental con arroz que vamos a ver cómo queda). Ayer hice unas cosas que presumo son deliciosas (a mí me parecieron riquísimas pero no sé si soy parámetro). Me toca ronda así que buscar hijos y trabajar un poco, loco, media pila. Dormí mal. El bebé mucho despertarse. Me levanté con Simi, intervine en una lucha uniformística con Tita y me volví a la cama. Mucho cansancio.

Así de breves las cosas.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

BUEH

Voy a la junta. La maestra es divina. A la pregunta de si tiene hijos, me contesta que es soltera. Ajá. Mirá vos. Una vez la vi con un señor en el super pero resultó ser el padre. No me privé y se lo dije. Sí, así soy. El tema es que hablábamos de Tita y su carácter, en realidad, su temperamento según sus palabras. Me tiró una teoría en la cual uno nace con un temperamento que no cambia y lo que sí se puede modificar es el carácter. Jamás en mi puta vida había escuchado nada semejante. La cosa es que le contaba mis impresiones y mi imposibilidad para manejarla y ella me contaba que en la escuela medio que le hizo dos desplantes (oops, pensé que cuando no estaba yo era una reina pero oh no, not at all) y como si nada me tira: pero tú eres así, ¿no?

NO.

Nada que ver.

Sí, tengo carácter fuerte. Y mal humor. No te lo voy a negar porque sería una necedad pero capricho, nunca. Jamás hice esos escandalitos en el colegio. No era mi estilo. Era más bien del tipo quiero agradar, me gusta ser buena alumna y que la maestra me quiera. Sí, sí, falló con Marta la de quinto. Pero no fue mi culpa. Ella no me quería, no se dejaba seducir por mis encantos y terminé gritándole te odio enfrente de todo el grado y yéndome con un portazo. Diez años. En fin. Pero es otro estilo. El caprichoso es el padre. Por cierto, hoy, yendo al super me tira de la nada: extraño a papá. Son tal para cual.

Simón es más tipo yo. Y veremos qué onda Milo, por ahora un sol. Con carácter igual, se está empezando a hacer notar.

Igual, socialmente le va perfecto, está adelantada un año y la pendorcha tiene ya un montón de amigas.

Así de indignadas las cosas.

Hazte fama y...

el carisma negativo

Tengo la capacidad de caerle mal a los padres de buenas a primeras. Y aunque no me creas, no sé bien por qué. O un poco sí. Creo que es mezcla de fobia y soberbia. Pero cualquiera debería estar de acuerdo conmigo: no da que lleven porquerías de lunch. La madre de una niña que encima resulta ser una de las mejores amigas de Tita, preguntó "¿qué onda con las papitas y esas cosas?". La maestra preguntó en voz alta y yo, que no dije lo que realmente pensaba, sólo agregué: "los viernes, ¿no?". Vivimos en un país con un altísimo índice de obesidad y lo último que necesitan los chicos es comer dulce y comida chatarra a las once de la mañana. Digo yo. Loca, si le mandás los viernes es más que suficiente. No te digo que sólo zanahorias pero papitas y chocolates me resultan prescindibles.
Lo bueno, no soy la única extranjera: hay un japonés. Igual la madre parece estar muy en sincronía con las demás madres y habla bastante bien castellano.

Y eso que fui muy neutra, sin colores, jean, remera negra, piloto negro, cartera negra y botas. Claro que siempre soy un poco despeinada, no tengo la costumbre de pasar un peine por mi pelo excepto saliendo de la ducha, a lo sumo me hago un rodete desarmado con el gancho colorado que me regaló Ale, que vino a reemplazar al rosa que me había regalado tres años antes.

En fin. Por suerte casi no había padres. Diego me pregunta por skype si eran un poco más cancheros y yo no puedo creer que me haga esa pregunta, como si no supiera.

Entre tanto, fui al super con Tita que hoy no tiene clases porque ahroa me toca entrevista individual con la maestra. Está verdaderamente insoportable y caprichosa. Además, no para de hablar. Pero bueno, consideramos que es una época. Celos. Por otro lado, la señora Luz consiguió trabajo en una farmacia así que todo se complica.

Bueh. Me voy a bañar.

pd: me acabo de acordar de otra cosa. una madre dijo que una forma de ahorrar agua es poner una botellita en el tanque por lo cual eso no se carga. yo dije, claro, son 600 centímetros cúbicos. parece que el tono no fue el adecuado, que un poco sonó a que la trataba de estúpida (no fue el caso pero entiendo la confusión) y así, sin mucho esfuerzo, me gané un par de enemigos desde el día uno. lo único que me consuela es que, al menos en el caso de Simón, no repercute negativamente, está más popular que nunca.

Así las cosas!

martes, 8 de septiembre de 2009

se vende obra



Pasen y vean. Además de que son todas cosas hermosas es para terminar de postproducir la peli que ella dirigió (sí, muy grosamente multifacética).

Vayan!!!!!!

cosas nuevas

Quisiera tener un grupo de estudio de matemáticas. ¿Existirá algo semejante?

Si alguien sabe, ¿me avisa?

Muchas gracias.

son las ocho y cuarto y llueve

Esto no da. Al menos, no acá. En el DF, supuestamente, llueve de tarde. Ya no. El cambio climático se acelera y cada vez nos va peor. Tita al lado mío, no fue a la escuela por mocos. Piden que no los mandemos por el temich de la influenza y yo, por una vez, hice caso. Ayer no estuvo muy espléndida y no me parece que tenga que hacer tantos esfuerzos siendo tan chiquita, aprovecho que no está marido quien tiene unos problemitas con faltar y esas cosas (no sé qué onda con eso, la sarmientito siempre fui yo pero el pibe es muy duro aunque no lo parezca). El bebé se levantó mucho. Bueno, no sé bien. Imaginate que la primera vez pensé que eran las cinco de la mañana y me dije, qué genio este bebito pero qué corta la noche. Claro que después se volvió a despertar y eran las cuatro por ende, claramente, había visto mal la hora. Y después, a las siete menos veinte, cuando nos despertamos con Simi, quiso teta nuevamente. Crece perfectamente pero no es un lechón, está en la media de altura pero un poco por debajo del peso. Si lo ves es bastante gordito. En fin. Un divino total. Roberta llora porque quiere ver una película ya y yo no la dejo. Detesto su modo, no entiende que el lloriqueo no va conmigo, que me llena de bronca. No soy la persona más paciente del mundo precisamente y no nací para hijos caprichosos.

Voy a desayunar algo. Yogur y una tostada. El té y el café me hacen vomitar. Ambos. No conseguí gastro. El que me pasó el pediatra tenía cita recién para el 25 de septiembre, llamé a uno capo que me iba a pasar uno por esta zona pero no tuve novedades de su secretaria y me falta Ile que me va a pasar el de su tía. Espero resolver ese temich hoy. A la noche reunión de padres en la escuela de Tita. Ayer una madre me dijo que no iba nunca porque no le gusta dejar a los chamacos a esa hora. Bueh. Yo sí voy, me parece que no da no ir pero no es la opinión más generalizada. El año pasado en el de Simón éramos siete, con suerte.

Después del desayuno juntaré fuerzas, haré el bolso, me cambiaré e iré al gym. Tengo puesto el camisón (blanco con florcitas), arriba el buzo colorado (sí, ese que tiene cerca de 30 años porque era de mi hermana Marcela y yo sigo usando), el pantalón del pijama Caro Cuore que no sé si es de Europa 96 o Israel 95 (de un color indefinido, tipo café jaspeado). Algo así. Y unas medias verdes. Y raya al medio. Ayer se me hizo sola y pienso dejármela. Me hace más cara de gila pero no me molesta, tiene algo de ser yo. Bueno, eso, un escracho total y absoluto.

Y después, trabajaré. Creo que el día amerita sauna. Espero que me de el tiempo.

Y no mucho más. Muy gris. Muy lluvioso. Bastante laburo y pocas ganas de nada.

Así de pinchadas pero sin angustia las cosas.

lunes, 7 de septiembre de 2009

agotada, estresada, con pensamientos horribles

No me podía dormir. Pensamientos espantosos. La panza, eso de vomitar todo no me causa ninguna gracia. Ninguna. Muchos dolores. Intentar relativizar. Buscar teléfono de gastroenterólogo. ¿ir a ese? No me dio pelota. Tal vez buscar otro. Todo difícil en país ajeno. El día de ayer muy bien, casero. Me levanté relativamente tarde. Mis hijos son lo más. Tita puso la mesa del desayuno ella sola (increíble) se trepó y bajó los platos que son pesadísimos (además, se equivocó y bajó los de comida y no los de postre), sacó mermelada, manteca, puso cuchillos y cucharas, también bajó mi taza. A veces, su sobreadaptación me asusta. Tiene cuatro años y siete meses. En fin. Primero vino Dante a casa y después se fueron los dos a la de él. Más tarde vinieron Feli y Juana y se quedaron jugando con Tita. También vinieron Xime y Barbi, comimos toda la tarde y nos quedamos charlando. No salí de casa. Comí mucho pero vomité todo. Horrible. No entiendo a las bulímicas. Mucha acidez. Me levanté mal. Tomé una medicación pero no sé cuánto efecto. Por lo menos se quedó en el estómago. Además, no café, no frutas, no nada. Bueno, tengo que trabajar. Y llevar a Milo al pediatra. Y buscar a Tita en la escuela (Simi por suerte tiene after school y me lo trae la mamá de Miguel). Y encontrar un gastroenterólogo.

En fin. Así de adoloridas las cosas.

domingo, 6 de septiembre de 2009

mi hijo estuvo todo el día en lo de su amigo dante

y los genes lo hacen hacer cosas así.

sí, son los genes. sus padres somos igual de aparatos que él. o peor, seguramente.

sábado, 5 de septiembre de 2009

no tan para todos

ya que los emigrados no tenemos fútbol. Mejor, pienso, me da mucho dolor de panza ver a la selección y mi panza no necesita más tensiones. Sigo vomitando. Buscaré otro gastroenterólogo o iré de nuevo al mismo.

Estoy agotada. Pensábamos ir al Papalote con Pau y todas nuestras crías pero después de dar vueltas para llegar y después de ver la cola para entrar, desistimos. Recalamos en el Centro Cultural del Bosque y vimos una obra para niños. Bueh, vimos es una manera de decir. Milo no paraba de llorar por lo cual me fui afuera a calmarlo y nunca más entré. De ahí fuimos a lo de Pau a comer y nos quedamos, con nuestros bebés bastante inquietos, haciendo lo que pudimos de fiaca. Fue una tarde dura. Después vino la otra Pau. Excursus, llamó mi madre que hoy cumple 33 años de casada. Es una cuestión familiar hacer todo rapidito. Otro bah, de casada es un decir porque casarse legalmente recién en el 86, con la ley de divorcio. Debe haber sido el año con mayor densidad de enlance de la historia argentina, imagino yo. Me acuerdo bastante bien ese día aunque no podría decir la fecha, no tuvo ninguna repercusión. El 5 de septiembre del 76, después de un mes y cacho de conocerse, mis padres se fueron a vivir juntos, se pusieron una alianza y se mudaron a lo que era el consultorio de mi madre. Mis hermanas dormían ahí no sé cuantos días a la semana. Yo nací en noviembre del año siguiente. Y con idas y venidas, ahí siguen. Parecen seguir queriéndose el uno al otro. Eso me cabe. Lo increíble: comieron en su casa con mi hermana Ale, mi hermano kinder y mi marido, Diego. Y sí, yo acá. Ni modo. Ahora me empieza a pesar. Me duele el cuerpo, no tengo ni fuerzas para elegir una peli y vomité una vez más. Espantoso. Creo que voy a tomarme el Ulcen nuevamente, parece funcionar.

Llueve y mañana será, seguramente, igual. Un plomo.

En fin.

Así de solitarias las cosas.

viernes, 4 de septiembre de 2009

soy muy luser

muy amablemente me mandó un mail viole ofreciendo su compañía para esta noche. eso es buena onda. acabo de llegar, lluvia, agotamiento. no soy capaz ni de mantener las ganas de salir. pero lo peor no es eso. no, claro que no. lo peor es que estoy conectada y con la tele de fondo (elgourmet), eso es grave. voy a ver si busco peli (aunque me inspira más la tarde, a esta hora estoy verdaderamente quemada). los brownies quedaron bastante decentes. fui a lomas de tecamachalco. los chicos jugaron. yo semi conversé. piqué del pastel de papas que ya había comido al mediodía mientras los chicos cenaban. llegaron agotados y directo a la cama. a ver qué me depara el finde. tenía ganas de probar clase de spinning mañana pero con este clima no creo que sea posible.

bueh. eso. ojalá que nadie lea esto porque sería tan triste como yo.

así de ahuevadas las cosas.

paranoid

me hice un test de embarazo. no, no estoy embarazada. por suerte. hubiera sido de las peores cosas que me podían pasar. ahora no me queda más que ir a un gastroenterólogo, no es normal vomitar el desayuno todos los días (excepto que estés embarazuta y como dije, no es el caso).

tita está invitada a comer a lo de lisa. simón en casa de amiguito. yo con tiempo para trabajar. el bebé duerme. creo que voy a hacer unos brownies. no recibí ni una sola propuesta de programa para tonite. soy la persona menos popular que conozco. si me sigo vistiendo así, creo que todo igual va a empeorar. babuchas y remera gigante no van, aunque las combines con tus muy lindas zapatillas violetas, nuevas. tengo el trabajo al lado, llamándome y yo, haciéndome la pelotuda. por lo menos pedí turno en el pediatra de camilo. el martes a la noche back to school de roberta. muchas veces voy sola a esas cosas. me resulta un poco raro cuando no me conocen. extranjera y sola es como mucho. igual, todo bien, lo único que me molesta es que llueva en esas ocasiones. sola y con lluvia me siento doblemente miserable. me acuerdo de una reunión de padres en Amapola, sala de dos, Simón. única escolaridad en argentina. salí, estaba sola, y otros padres me dejaron en hermann, creo. iba a comer con las chicas. hoy pensé. muchos de mis amigos del colegio tuvieron hijos en el último año. muchos coincidirán así en el año lectivo. ¿mirá si van todos al colegio, al mismo claustro?

sí, pienso esas pelotudeces. no lo puedo evitar. me hacen gracia. hice gym, desayuné y me bañé en el club, fui a walmart, volví y en breve vuelvo a salir. ¿algo productivo? no, no, no es lo mío.

chatié con fer dos minutos pero me parece que le di hueva. ¡qué triste! y no mucho más.

así de nadas las cosas!

qué grisura, por favor

Dormí normal. No bien pero no pésimo. Está espantosamente feo el clima. ¿Qué esto, eh? Me levanté pensando cosas como el uso de "Y" para nosotros los argentinos pero ahora me da hueva extenderme. También me levanté pensando, y esto es definitivamente más importante, que siendo viernes y sin marido, quiero salir. Claro que no tengo plan ni demasiados amigos con quién armarlo. Me terminé de dar cuenta de que debía hacerlo cuando recién, vía skype, le pregunté a él qué pensaba hacer y me dijo que tocaba Kiko Veneno en la trastienda. Bueh. Too much. Yo sola en México con todos los pibes y el de joda en Buenos Aires. Esto no da ni un poco. No da y me quiero revelar. No da y tengo un bebé de cuatro meses y acá no es como allá porque yo allá también me armo programa fácil, eh, o eso creo y tal vez no. En fin. Cuestión que ahora tengo que cambiarme porque a las nueve me encuentro con amiga en puerta del club para que lo conozca y antes debería darle la teta a mi hijo que creo que, el muy santo, se volvió a dormir. Es un SOL. Los grandes ya se fueron a la escuela y yo no voy a desayunar porque me duele mucho la panza. Horrible. Y no mucho más. Pienso que necesito un poco más de ayuda para poder trabajar más seriamente. Pienso en qué voy a hacer mañana con mis hijos, está la feria FUSION pero ir sola con los tres y este clima me desalienta espantosamente. También tengo dos entradas gratis para el papalote pero eso es todavía peor. Tal vez cine. O nada. Tal vez sólo quedarnos opiados en casa porque a mami todo le parece difícil y arduo y si hubiera sol todavía pero los huracanes y demases se ve que andan con ganas de cagarnos el clima acá también. Qué año, por dios, qué año.

Bueno chicos, si alguno tiene programa tonite, me avisa.

Así de viernes grises las cosas.

jueves, 3 de septiembre de 2009

demasiado mala onda

no sé qué le pasa a Gordon esta temporada pero lo noto todavía más malhumorado, lo que es mucho decir. por lo demás, agotamiento. yo soy una persona buena onda pero peleadora. me peleo con todos los seres que me cruzo si es un mal día (tipo supermercado, polis en general, conductores, etcétera). con la gente de mi alrededor no me peleo pero sí digo lo que pienso y discuto. igual ando levemente más calmada aunque tengo días de furia en los que preferís no conocerme.

sí, soy malhumorada. pero buena. y pido perdón.

me siento sola. estoy muy cansada. estuve dos horas en el club con los tres. se largó a llover horrible. lo llevamos a simi a piano y después vinimos a casa. por suerte llegó jose al ratito. yo me fui a comprar algo que necesitaba y después a buscar al coco. me pregunto: ¿qué voy a hacer cuando se vaya? empezó a preocuparme. un poco de angustia. mucha corrida. trabajo en los ratos libres. no llegué a depilarme piernas. no hablé con nadie. mañana gimnasio a las nueve. todo de nuevo. por dios, detesto la rutina. me quiero ir a dormir pero jose mira tele en mi cuarto, están arreglando el suyo y en el de visitas no hay cable. por ahí le hago cambiazo. marido no me llama. ¿lo podés creer? yo no. loco, somos cuatro personas, tres llevan tus genes, tanta tecno para nada. última noticia (sólo porque pregunté si pensaba llamarme): estoy en hermann, me encontré con ale (mi hna). sí, te querés mateyko porque estás acá sola. bueh, no, no me quise matar sólo pensé: soy una gila.

quiero mi casa con paredes lisas. quiero que simón esté en el grado que le corresponde. intento relajar con el tema pero me quema el bocho. no lo puedo evitar. me voy a la cama siendo las 9.17. todo me chupa un huevo, me comí dos barritas de chocolate amargo, al margen de la potencial culpa (no la siento realmente) no le sienta nada bien a mi reflujo. amo el chocolate amargo. sos todo. pero das acidez. hoy fue el cumple de marian. ya me estoy acostumbrando a que no esté.

en fin. dejemos la huevada.
a la cama.

así de tempraneras las cosas.

con tintura en la cabeza

será que el amoníaco de estos productos también afecta mi condición intelectual? no lo descarto. por lo pronto espero que las manchas sean pocas. salí unos pocos minutos a caminar con milo. me duele la rodilla derecha. cuando nació simón me pasó lo mismo y terminé en rehabilitación. claro que puede haber sido el body pump o el tae bo que practiqué en esa época. pero pienso que es un movimiento que hago llevando la carreola (o cochecito, término que ahora me resulta muy ajeno). tampoco ayuda la máquina patinadora. la elíptica, en cambio, te preserva las articulaciones como ninguna otra. hace siete años que no hago ni sentadillas ni estocadas. el tema es que me duele y eso no está nada bueno. dormí como el orto. mal. no sé...

hubo un excursus. hablé por teléfono con mi madre, me enjuagué la tintura, me depilé, me vestí, comí fruta con yogur y aquí estoy.

no, claro que no sumé nada nuevo para decir. sólo reflexioné: no quiero llegar a los cuarenta y querer trabajar y no saber en qué. ah no, eso no. al margen de que en este momento disfruto a mi último hijo (que es muy parecido a su hermano mayor pero más oscurito, Simón siempre fue tirando a rubio) no quiero encontrarme en una situación de precariedad en unos años.

en fin. pavadas.

en breve voy a buscar a los chicos. hoy me toca ronda. mañana Coco tiene programa y yo tengo que inventar algo para el findex. tenemos dos entradas gratis para el papalote pero creo que ir sola con los tres va a resultarme un poco dificultoso.

así de nada las cosas.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

identificarse: gravísimo

En el supermercado vi un montón de señoras en ropa de gimnasia que se bajaban de sus camionetas y aprovechaban el miércoles de fruta y verdura de Chedraui (porque "En Chedraui cuesta menos...") al igual que yo. Me quise matar. Obviamente yo tenía muchos más colores (calzas violeta, musculosa rosa y buzo verde con violeta y capucha con lunares) y no tengo camioneta pero el efecto fue devastador. En eso me convertí. En eso, ¿entendés? ¿Qué me hice?????????

Encima pelotudié todo el puto día en la red, no laburé una mierda, vi fotos de casas decoradas y me deprimí por ser tan bestia en ese ámbito, no cociné nada para mis hijos (les hice una polenta rápida al filo de la cena) y despedí de pasada a mi marido.

Me rehuso a ser lo que soy. Pero igual, me voy a la cama (y eso que estaba invitada a una reunión de venta de obras de arte en la Condesa- incompatible con mi hora de empezar el día) suendo las 9.55.

Así las cosas.

Auxilio!

sola, solita y sola once again

descubro, sorprendida, que una de las cosas que me molestan de quedarme sola (además de que el día se apaga sin que llegue nadie y eso no me sienta) es no coger. ahora, que no hay hormonas artificiales en mi cuerpo, soy yo otra vez y necesito garchar con cierta asiduidad. bueh, eso. un excursus.

tampoco me gusta dormir sola ni tener que levantarme temprano. ni ser la única responsable de mis hijos y de la casa y todo lo que implica que mi marido no esté en la ciudad.

tendré que pensar programas.

aunque no sé bien qué onda. ya no es lo mío.

y hacer dieta. tengo que hacer dieta porque si no, seguiré siendo una gordich de por vida.

así de abandonadas las cosas.

tan poco para decir, sorry

perdón, perdón. me dan ganas de arrastrarme por el aburrimiento de estas líneas. qué hueva que (me) doy. pero igual, todo bien. fui al super. compré mucha fruta y verdura que es, por lejos, mi compra preferida. igual, no hay taaaanto. hacer budines de verdura o tortillas. gratinar coliflor y comprar repollo (col) para hacer niños envueltos (qué antigüedad). no sé si lo lleve a la práctica, para serte sincera. volví, le di de comer a milo, hice el bolso y me fui al club. simi está en casa. le habla sin parar a la señora luz. pobre señora luz. igual, creo que lo disfruta. desayunaron con jose, los tres, muy contentos y como chanchos. mientras, yo intentaba darle y darle pero no con mucho éxito. no dormí bien y eso repercute en mi energía para hacer deporte. me fui a pesar, en pelotas como voy siempre, y una señora me dice: "cuánto pesas?". le contesto y me agrega que no parezco. bueno, un kilo y medio, dos, son de tetas. y sí, soy mucho más pesada de lo que parezco. cuando estoy flaca también. peso. pesada. igual, sigo gorda. por más deporte. claro que si no lo acompañás de dieta dieta, no bajás. y una cosa es cuidarse y otra hacer dieta. no tengo voluntad para la dieta. por eso me sobran 6 kilos. bueno sí, con cuatro ya soy semi digna. tendría que pasar por la editorial pero no sé si llego. el tema de la teta. le tengo que dar la teta al bebé. no, ya no llego. junta en la escuela de simi. a tita la busca diego, se queda con él en la oficina (que está diezmada, la mitad de la productora está fuera de méxico) y a la tarde se vienen para acá. no me gusta que diego se vaya. no me gusta nada. si estuviera en buenos aires, sería otra cosa. salgo, voy, vengo. tengo planes y familia. acá, sola como hongo.

en fin. y no mucho más. dolor de muelas. vomitar (diego dice que vaya al médico, a mí sólo me preocupa arruinarme los dientes).

y así, se va la vida. esto de estar sola no me cabe ni un poco. ni un poco, sabelo.

martes, 1 de septiembre de 2009

lo mismo de siempre: no nací para esto

me duele el hombro. contractura. puede haber sido a causa de trabajar como una loca. terminé lo que tenía que hacer, soy muy rápido. seguro que demasiado para cualquier estándar. es porque estoy ocupada con otras cosas. bueno, al final la clase de natación duró sólo media hora. no sé qué hacer. ¿natación martes y jueves? ¿o tenis? los jueves también piano a las cinco y diez. la clase de tenis puede ser los domingos y tal vez, quien sabe, la podrían tomar los dos. me llegó un alumno de español. cualquierismos que tiro de repente. y después, claro, me arrepiento. ahora le tengo que contestar. y no mucho más. me bañé en el club porque nos habíamos quedado sin gas. comí ahí una plato de frutas con pau (decidida a hacer dieta, flaqueo constantemente). el bebé llora en el huevo. yo, estoy cansada. y eso que mi marido se levanta en mi lugar. amanecí recién a las ocho y cuarto. no hice gimnasia y ahora debería trabajar otro rato. los chicos juegan con jose al turismo mundial. en breve tengo back to shool night en la escuela de Coco. mañana se va diego. qué hueva. me quiero matar. en fin.

así de nada las cosas.