jueves, 24 de septiembre de 2009

milagro, milagro

La vecina que lloró porque abandonaba a sus hijos por los pollos pero después los tiene 3 horas por día (sí, 3) entrenando tenis de lunes a viernes para que sean campeones de no sé qué, acaba de llevar a Simi eximiéndome de la tarea (mi pobre hijo gracias que le pega y va una hora, una vez por semana. Igual el padre dice que le está pegando bien pero no tenemos ninguna intención de que sea el nuevo Del Potro). Gracias, gracias. A Milo lo acabo de clavar frente a la tele (no tengo principios) y Tita juega en lo de Juana. Quisiera tirarme pero es un rato corto.

Trabajar? No, cero, me estoy desacostumbrando cada vez más.

No hay comentarios.: