Milo cumplió 5 meses. Está enorme y divino. Aunque, claro, ya se terminó la paz. Ya no es todo tan fácil. No se queda cómodo en ningún lado. Pero se ríe sin parar. Y toma la teta, claro. Lo tengo sentado al lado.
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Me fui a hacer la radiografía. Bueno, no era una, era una serie infame que llevó 40 minutos de tomar bario y otras porquerías y de rotar y no respire, no respire y tuve que llevar al bebé porque Jose no había llegado, a Diego lo dejé en la oficina y me ofreció quedárselo pero no acompañarme (a veces me siento tan sola a pesar de no estarlo). Asqueroso todo el temich. Reflujo sí hay. Mañana a la tarde me enteraré qué más. Tengo que laburar. Urge ponerse las pilas. Fui un rato al gym, 32 minutos de elíptica (no estaba muy inspirada), sauna, ducha y a casa. Hablé con Xime y con marido y acá estoy, ya teniendo que irme nuevamente a buscar a Tita. La chica que tiene que venir hoy todavía no llegó (espero que el próximo post no diga nunca).
Y no mucho más. Estoy gorda y hoy empiezo dieta seriamente. Dieta conjunta, todos en esta casa la necesitamos.
Igual, el sol, todo lo cambia (aunque estoy rayadita, malhumorada e inconforme, frustrada, todo por mi culpa, es la realidad).
Así las cosas.
1 comentario:
que foto belleza total...
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