jueves, 3 de septiembre de 2009

con tintura en la cabeza

será que el amoníaco de estos productos también afecta mi condición intelectual? no lo descarto. por lo pronto espero que las manchas sean pocas. salí unos pocos minutos a caminar con milo. me duele la rodilla derecha. cuando nació simón me pasó lo mismo y terminé en rehabilitación. claro que puede haber sido el body pump o el tae bo que practiqué en esa época. pero pienso que es un movimiento que hago llevando la carreola (o cochecito, término que ahora me resulta muy ajeno). tampoco ayuda la máquina patinadora. la elíptica, en cambio, te preserva las articulaciones como ninguna otra. hace siete años que no hago ni sentadillas ni estocadas. el tema es que me duele y eso no está nada bueno. dormí como el orto. mal. no sé...

hubo un excursus. hablé por teléfono con mi madre, me enjuagué la tintura, me depilé, me vestí, comí fruta con yogur y aquí estoy.

no, claro que no sumé nada nuevo para decir. sólo reflexioné: no quiero llegar a los cuarenta y querer trabajar y no saber en qué. ah no, eso no. al margen de que en este momento disfruto a mi último hijo (que es muy parecido a su hermano mayor pero más oscurito, Simón siempre fue tirando a rubio) no quiero encontrarme en una situación de precariedad en unos años.

en fin. pavadas.

en breve voy a buscar a los chicos. hoy me toca ronda. mañana Coco tiene programa y yo tengo que inventar algo para el findex. tenemos dos entradas gratis para el papalote pero creo que ir sola con los tres va a resultarme un poco dificultoso.

así de nada las cosas.

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