lunes, 21 de septiembre de 2009

ah, sí, la cena

Finalmente tuvimos invitados suplentes. Primero dijeron que no y después que sí. Ya otros no habían aceptado. Los invitados primigenios resultaron tener Influenza, están aislados del mundo. Pobres. Encima son tan educados que me mandaron un bouquet de rosas rojas por la suspensión de la cena. Cuánta educación. Los higos se habían puesto feos hacía días y yo soy tan colgada que ni cuenta me había dado. Los reemplacé por manzanas. Creo que la ensalada quedó decente, no probé por el temita de las hojas verdes que tan mal me caen. El lomo quedó rico, delicioso te diría, por la calidad de la carne (así el precio) pero frío. Las papas también semi tibias a pesar de que lo calenté mucho tiempo. A las cebollas creo que las debería haber cocinado más antes de agregarles el vino. La marquise quedó perfecta y la salsa de mango y naranja también.

Cocinar es, para mí, un acto de amor. De amistad. No me importa que suene cursi, es verdad. No me gusta la gente que no lo valora. Diego y yo solemos cocinarle a todos nuestros amigos. Es un acto de generosidad el dedicarle tanto tiempo.

En otro orden de cosas, el sábado a la mañana se nos rompió un forro. Somos unos bobos. Mi marido tiene 39 años, debería manejarse un poco mejor. Sólo espero que no tenga consecuencias, lo único que me falta.

Ahora está cenando en Sucre, en Buenos Aires. Yo piqué un cacho de milanga y después papaya con yogur y granola. Mucha acidez. Me voy a la cama a terminar el libro.

Así de dispersos los temas.

2 comentarios:

uruguaya dijo...

y la vasectomía??? no me digas que no es fiable, le estaba tomando cariño a la idea...

China dijo...

tomate la pastillita del día después, urgente juli!!!!!!