martes, 22 de septiembre de 2009

me sentí muy powerfull

Pero duró un rato. Las endorfinas. 55 minutos de elíptica con ipod hacen milagros. Me sentí, todo. Ahora, ya en mi hogar, después de comer yogur (horrible, nuevo) con cereales, la vida toma el mismo color que tiene siempre. Creo que mucho se debe a mi falta de vida social. No hago programas durante la semana. Nunca. Eso de madrugar no se conjuga bien con la salida nocturna. Igual, no pierdo las esperanzas. Por ejemplo, de volver a ser flaca. Urge.

Así de endorfínicas las cosas.

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