domingo, 28 de febrero de 2010

no lo entendiste, qué pena

Soy generosa, soy divertida, soy humana, soy sensible, soy mísera, soy malhumorada, soy cachonda, soy sociable, soy expansiva, soy desatada, soy buena, soy mala, soy egoísta, soy fiaca, soy madre, soy esposa, soy amante, soy amiga, soy rara, soy intensa, soy amorosa, soy odiosa, soy contradictoria, soy atea, soy judía, soy crédula, soy sincera.

A veces me chifla el moño.

Y siempre quiero que me quieran.

lo que podría ser

Y no es. Claro. Vivo acá. Simón mañana empezaría tercer grado y Tita preescolar.

La luz del atardecer del invierno que se despide. Domingo. Comí mucho. Demás. Vomité.

Fuimos a lo de Diego y Dani, cocinaron delicioso. Charlamos. Estuvo buenísimo. Lindo. Me trajo After eight de regalo. Qué divino, pienso. Amo que mis amigos me mimen. Me hace sentir bien.

No me gusta la gente que no me entiende. Pero me pasa poco igual. Creo.

El ciruelo está más hermoso que nunca. Fue un gran fin de semana.

Estoy enamorada de mi vida.

Eso sí: mañana es lunes. Y los pendientes se acumulan. Todo no se puede.

Así las cosas, chicos.
Feliz comienzo de clases para todos.

sábado, 27 de febrero de 2010

soy MUY afortunada

Y tengo mucha conciencia de eso.

Pasé una tarde de sol, comiendo sushi en el jardín de casa con Xime, Ale, Domi y todos los chicos (más Feli y Juana). Después té y cosas ricas.

Entender que: a los hombres NO les gustan los reclamos. En ninguna circunstancia. Yo lo tengo super claro pero a veces derrapo en situaciones insuales. Está bien. También implica preservarse.

Ahora tenemos pelis para ver.

Simón se fue a dormir a lo de Dante.

Y voy a llevar a las nenas en un rato.

Así las cosas.
Plenas.
Aunque marido esté lejos.

viernes, 26 de febrero de 2010

¿y?

Nada.

Hay sol.

Hace frío. Bastante.

Los chicos salen temprano del cole.

Diego mañana se va de viaje hasta el martes. Lo veo muy poco. Qué fácil es llevarse bien así.

Fui al club. Felicidad.

Mucho trabajo. Me encanta.

Decidí que voy a ser más socible. Porque así como me ves, no es que soy la más simpática del mundo con todos. Para nada. Está bueno ampliar el espectro aunque sea internécticamente.
Hice elíptica con Carmen. Es la semana de hablar de desencuentros. Yo, que tengo tanta conciencia de la suerte que tuve de encontrar a mi marido.

Y no mucho más, chicos.
El verano en Buenos Aires se termina con el comienzo de clases. Leo poco los diarios. Mucha literatura. Eso está bien. Soy lejos.

A comer rico, coger mucho, reírse y pasarla bien. Que la vida se pasa muy rápido.
Así las cosas.
Contentas.

jueves, 25 de febrero de 2010

la vida es muy dinámica, sí sí

De una semana a la otra, el panorama cambia radicalmente. Me alegro. Amo estar tapada de trabajo. Aunque, claro, me estreso un poco también. Es la ley de la insatisfecha.

No hice deporte. Eso está mal. Mañana sí o sí. El sedentarismo me hace pésimo. El pobre Milo se siente mal. Ahora duerme. Le doy poca bola. No me da el tiempo para todo. Es difícil el equilibrio, otro de los temas de ayer. Pero mejor que te falte el tiempo a que te sobre, esa es una realidad innegable.

Por lo demás, no mucho.

Parezco flaca pero soy pesada. No sé si es el efecto elíptica o el efecto cara. Igual, soy huesuda. Marido se queja de que le clavo caderas y demases. Igual, también soy mullida en algunas zonas que no están del todo buenas (está bueno el volumen en las tetas, en cualquier otro lugar, sobra).

Fui a la oficina porque tenía que hacer tiempo. WOW. Groso mi maridete. Igual, no lo veo nunca. Ayer a la noche no. Hoy a la mañana tampoco. No me lo crucé ahí. Y se la pasa de junta en junta. El findex se va de viaje. Un clavo.

Simón está en piano. Ahora me toca buscarlo. Necesito que me contesten una duda para poder seguir con lo que estoy haciendo.

En fin, chicos.
Así las cosas.
Ocupeti.

no entiendo bien

Noche de chicas. Risas. Fideos con pesto. Coca y vino.

Desencuentros. Ese podría haber sido el tema. Yo no lo entiendo igual. Sí entiendo el desencuentro pero no entiendo no jugarse el todo por el todo. Siempre fui una sacada. MAL. No me importaba mucho lo que pensara el otro. No hay nada peor que la incertidumbre. Me encanta que me digan: He is not that into you. Ah bueno, entonces no insisto, es liberador. Pero esa zona franca de incertidumbre, me mata. Me desespera. No lo soporto.

Yo te digo desde acá: si te gusta alguien, jugátela. No perdés nada. El no ya lo tenés. Noy hay peor gestión que la que no se hace. Y toda la sumatoria de clishés que te puedas imaginar. Junta.

Pero sirve.

Al menos, podés seguir, sabiendo que hiciste todo lo posible.

Por lo demás, mucho trabajo chicos. Por suerte.
No dormí nada. Milo se sentía mal. No pude ir al gym y ayer tampoco. Desesperante. Voy a ver si hago mientras Simi tiene tenis.

Así las cosas.
Movidas. Y jugadas.

miércoles, 24 de febrero de 2010

como siempre

Carmen María me dice que mi vida es genial. Me vio mejor que nunca y es verdad. Sólo hay que darle a la gente y a las cosas el lugar que le corresponde.

Carmen María no le tira la buena a todo el mundo. Nunca. Lo sé porque le mando muuucha gente.

Ahora tengo trabajo. Se sorprende porque marido y yo somos más pareja que padres. Yo no sé si eso está taaaaan bien. Después los pendejos hacen dibujos inapropiados y besan amiguitas. Danger.

Bueno chicos, a acomodarse y ser feliz.
Así las cosas.
Positivas.
PD: tengo que ir a Costco. Hueva infernal.

entre super y tarot

Hago tiempo. Me tomo un café con leche, frío. Moka. Nada le hace bien a mi aparato digestivo. Acidez.

Pensaba, mientras guardaba las bolsas en el baúl, en que yo sé que todo pasa. Que el tiempo todo lo cura y va curando de las cosas si es que estás dispuesto a salir. ¿Estoy dispuesta? Sí y no. Difícil.

Me quedé dormida muy temprano. Ni siquiera escuché cuando Diego vino a la cama. Dormí mal. El bebé se despertó por la fiebre. Igual, nada grave.

Hay que salir del agujero interior. Urge.

Y no mucho más.

Después les cuento como me fue.
Así las cosas chicos.
Esperando el dictamen de las cartas.

martes, 23 de febrero de 2010

equilibrio emocional

Este es un año delirante. Te lo digo yo. Lo empecé lleno de esperanza y no es que haya decaído. No pasa por ahí. Es la sensación del sinsentido. De estar perdida. De que todo es demasiado frágil. Todo el tiempo. Por eso mañana voy a ver a Carmen María. Hace dos años que no voy. Me da esperanza. Uno se agarra de lo que puede. Y, en definitiva, la comprobación científica de la acertividad del tarot es igual a la de la existencia de dios: nula.

Ah, viste.

No mucho más. Me siento mal otra vez. Como si tuviera fiebre. Milo con mucha. Pobre. Mocos. Tos. Si fuera el primero estaría desesperada. Pero es el tercero. Sé que se le va a pasar. Ni modo.

Y no mucho más.
Tomé mi clase de piano. Toqué un pequeño minuet de Purcell, precioso. Nos encanta la música barroca. Desde siempre. Da muchas satisfacciones tocar un instrumento.

Madre está muy ofendida conmigo porque cada vez que hablamos estoy en babia. No puedo explicarle que se volvió mi estado de naturaleza. Soy babia, mami.

Diego y Ale no llegaron. Busqué a los chicos en el colegio. Los llevé al club. Mañana temprano tengo que ir al super. No gym at all. Y también me toca Costco.

Así las cosas, chicos.
Medio perdidas, eh.
Pero sólo medio.

de las relaciones humanas

(Domitila, no te hagas cargo POR FAVOR)

Cené galletas cubiertas con chocolate. Cualquiera. Me empaché. Subí a la cama, leí. Estaba cansada. Die vino después. Apagué la luz y me dispuse a dormir. Pero no. NO. No podía dejar de pensar. En un montón de cosas diversas. Y una de las cosas que pensé fue sobre las relaciones asimétricas. A mí hay gente que últimamente me saca sentimientos exhuberantes, tropicales. Como el clima porteño. Hay gente con la que tenés situaciones parejas, das y recibís por igual. Suelen ser las mejores relaciones, las más sanas y las más divertidas. Escuchás y sos escuchado. Generás cosas buenas y te las generan. En otras sos sólo dador. Entregás energía, cambio, renovación. Oís. Ayudás. Pero no recibís nada. Nunca. Y en otras, por el contrario, sos el receptor. Al cien por ciento. Pensé en mí. Sobre la pasión. Y no sexual. Sobre la gente y los tropos. A veces uno le confiere al otro una autoridad. Un espacio. Y no importa tanto lo que diga sino el aura que uno mismo le ve. Le concede. A veces el matrimonio pierde pasión y no hablo de la cama. La libido que se reparte. Antes puesta completamente en la relación y ahora dispersa. Es un poco un duelo. También. Aunque conlleva tranquilidad. Menguan las peleas. Pero también todo es más frío. En fin. Entre un pensamiento semejante y el otro se me fue la noche. Y se hicieron las tres de la mañana y la contentez le dio paso a una leve angustia. Abrí la ventana. Entré en el sopor incongruente pero no descansé. Fueron pocas horas. A las siete menos veinte me levanté para preparar a Coco. Y ahora hago tiempo. Voy a ir al gym. Y a las doce tengo piano. No estudié NADA. Desastre. Por ahí ahora un ratito. No sé si va a funcionar.

Por el resto bastante bien.
Todo se ordena. Cuando uno mejora el mood.
En fin, chicos.
Así las cosas.
No siempre es un tome y daca...

lunes, 22 de febrero de 2010

de cuando te enterás que estás embarazada

Uhh. ¿te acordás Fer? Te llamé desde el baño de casa. Ya había llamado a Diego y después a mamá. Y después, descolocada, marqué tu teléfono y te conté. Fuiste buena, te alegraste. Me tiraste la buena. Te lo agradezco eternamente. No fue poco. Para nada. No lo podía creer. Tenía 23 años. No lloré. No entendía. Diego vino y bajé con la tirita del evatest. Se la mostré. Era tan joven. Tan. Inmadura. Sentimientos encontrados. Quería matarme y a la vez me parecía increíble. Raro. Especial. Diego dijo que quería tenerlo y yo acepté. Estaba muy enamorada. Lo conocía hacía cuatro meses. Y uno sólo neto de estar juntos. El decía que había que esperar. Que hasta que los análisis de sangre no dijeran que sí, no había nada. Fui a la facultad con Lau, me cedió el asiento del colectivo. Cursábamos Brasileña y Portuguesa y yo le quería decir a todo el mundo que yo ya no era la misma. No es lo mismo tener un hijo que no tenerlo.

Después quería perderlo. Me preguntaba por qué a la gente le costaba tanto embarazarse y a mí me había pasado eso. Era injusto. Pero no lo perdí. Se quedó ahí, agazapado, a pesar de la pastilla del día después. No funciona. No es abortiva.

Ahora me alegro por amiga recién embarazada. Cuánto miedo, te entiendo. Pero es lo más. Los hijos sólo suman. Te vuelven otra cosa mejor. Y los partos son lo máximo. Si no tuviera que pasar el embarazo que tan mal me pega y después criarlos, pariría mil veces.

Hasta los 22 pensé que no iba a tener hijos. Eso de que el mundo es una mierda y del contrato ab eternum me desalentaban. Después te enamorás y pensás que el mundo es igual, tengas o no hijos. Y que sí, es un contrato de por vida pero que esa es la gracia. Y seguís teniendo hijos. Y la angustia existencial se deshace, como por arte de magia.

Está bueno.

Disfrutalo. Pasa una sola vez.
Copado.
No sabés la pena que me da que eso ya haya pasado.
Así las cosas.
Reproducción extendida.

.25

Un sitio nuevo re copado acá.

lunes, sol. dolor de garganta

MAL. Pensé que esto ya lo habíamos pasado. Hace una semana estaba igual. Pero volvió con todo. Un rallador. Y mocos. Ganas de quedarme en la cama. Algunas ideas dando vueltas. Cosas que hacer. Y el baby shower de María. Me duele el cuerpo. Ayer otra vez me volví a la cama, dormí dos horas mientras Diego y Ale hacían asadito. Vino Simi a despertarme con un beso. Estuve toda la tarde ida. Sin conectar. Me pregunto si son los mocos o la neurosis.

Dormí mal. Milo se desepertó un par de veces. Creo que también son los mocos. Me sigue ardiendo la piel. Ridículo. Un color intenso que no se va. Parezco un chiste.

Y no mucho más. Die se fue ultra temprano, ni lo vi. Ale acaba de salir.

Me siento maaaaaaaaaaaaaaal. Me voy a tirar un rato más en la camusch.

Así las cosas.
Enfermuch again.

domingo, 21 de febrero de 2010

y en el medio

Diego me mira y me dice: cómo creciste.

No, no fue un halago. Fue un: qué pendejita que eras. Te volviste grande.

Sí, mi amor. Por eso ya no te rompo los huevos con nada. Se llama madurez y viene con canas y celulitis. Pero así es la vida.

Algunas cosas mejoran y la mayoría, empeoran.

Y corre para todos.

oh, la boda

Nos vestimos de gente semi seria y partimos a la iglesia de acá cerca. Nunca había entrado. Es hermosa. De madera. Con un ventanal que da a la cañada de atrás. Pena el cristo enorme. Las imágenes del catolicismo me parecen terribles, me caerían mucho mejor si fueran iconoclastas pero sabemos, también ese fue el secreto de su éxito. Nos pusimos en un costado e intentamos no desentonar cosa que no es del todo posible porque no repetimos todo lo que repiten los otros, sí nos sentamos y nos paramos pero no nos arrodillamos, no comulgamos ni colaboramos con la colecta. Me parece genial que la gente tenga fe y se cope con todo eso. A mí me supera. Y creo que acá es peor que en Buenos Aires. Una vez fui al casamiento de una amiga mía y lloré en la Iglesia. Mi amiga se divorció a los dos años y yo me sentí bastante huevona.

Después volvimos a casa para esperar a Ale. Llegó bien, agotada. La saludamos y nos fuimos a la fiesta.

Por suerte no fuimos antes.

No conocíamos a nadie. Era una boda de alguien nada cercano. Llegamos a la mesa y nos tocó con la única madre del colegio que ostensiblemente no me saluda. De hecho, me da vuelta la cara. Hace dos años. No mide más de 1.50, posta. Nos sentamos. Nos miramos un rato las caras. Comí cacahuate. Fumé. Tomé Coca Light. Y finalmente sirvieron la comida. También en la mesa estaba una chica que va al club. Bastante simpática. Finalmente conversamos un rato. Sobre los chicos, el colegio. La hija de la pareja enemiga es compañera de Simón. Entre una cosa y otra, el padre de la nena, que nos dirigió la palabra (la madre mantuvo la postura de no diálogo) bastante simpáticamente, al final, nos preguntó si nosotros sabíamos que nuestros hijos habían sido novios. Bueh. Pusimos cara de what y le dijimos que Simi no cuenta nada, que no quiere hablar del tema. Ahhh, no, el año pasado la maestra nos llamó para decirnos que Ximena y Simón se la pasaban dándose besos en la boca. (!!!!!!!!!!!!) A nosotros jamás no los nombró. El machismo desde los primeros pasos...También nos contó que Coco le mandaba mandaba cartitas, que las tiene todas guardadas y que hay una muy simpática (?) en la que hay un dibujo de los dos en la cama con flechitas con los nombres de cada uno. A esa altura Diego y yo no sabíamos dónde meternos. Novia, besos, cartitas. Y yo que pensaba que el pibe estaba en otra. Digo. Le había visto un dibujo una vez de un nene y una nena adentro de un corazón, besándose, pero pensé que era algo aislado.

En fin.

Marido y yo tenemos que revisar nuestro comportamiento. Tal vez tenemos la relación demasiado abiertamente erotizada. Qué se yo.

Comimos, fuimos a la pista a intentar bailar pero el dj se empecinó en alejarnos. Somos muy pilas. Te bailamos todo. Pero nos superó. A la una partimos. Tuvimos que decirle al del estacionamiento que no nos alcanzaba la plata (yo no llevé ni billetera ni anteojos, Mrs Magoo) y volvimos con el shuffle derrapando tema tras tema.

Es domingo. Desayunamos largo con Ale.
Tengo que recuperar hijos.
Así las cosas.
Ridículas.

sábado, 20 de febrero de 2010

camarón bombay. boda. no dar.



Si te fijás bien, entre las tetas hay un triángulo blanco de piel. Me tiré dos horas en el club y sin darme cuenta, me ardí. Pero mal. De hecho, además del color rojo intenso, me duele. Sí, no puedo evitar dar la nota.

En fin. Hijos mayores se fueron a dormir a casas de amigos y Milo ya duerme. Ahora iglesia.

Ni perfume me pongo.

Así las cosas.
Magenta.

sábado otra vez

Leo a Fogwill, tirada en el cuarto de mis hijos, con Milo al lado jugando con unas pelotas. Ahora fumo. Diego acaba de llegar, me dice de ver una peli. Le digo que no tenemos mucho tiempo. Abro otro .doc, intento. Coca light. Tenemos boda. Mucha fiaca.

Así las cosas.
Tranquilas.

recobrar la paz

No lo logro. Pero lo intento. Dejar la dependencia a la red. Por ejemplo. Abro todos los diarios juntos, me gusta comparar los titulares. Leo alguna nota. Veo los mails. Pienso todo el tiempo en una trama imposible. Duermo bien. Milo ya duerme toda la noche. Se despierta a las 6am para tomar una mamila que preparo dormida.

Simón, Roberta, Jobis y Diego hacen un desayuno potente.

Me saqué muchas fotos en pelotas. Nunca lo hacía, no sé por qué. Me sobran tres kilos. No tengo voluntad para adelgazarlos, esa es la verdad.

Es sábado. No sé qué haremos. Diego otra vez me dice que tiene junta con el ingeniero. Le digo que no. Que basta.

A la noche tenemos boda y llega Ale. Por seis meses. Qué raro.

Padezco la incomodidad de siempre. Un desajuste adentro, sí, sí, cerca del plexo solar pero un poco más abajo. Porque no es angustia. Es otra cosa. Horrible. Informe.

Así las cosas.
Bien y mal.
Como siempre.

viernes, 19 de febrero de 2010

¿qué ves cuando me vés?

Porque sí. Es viernes a la noche. Parecía que nada iba a hacer feliz a marido en términos alimenticios pero la remontamos con unas milanesas (5), las sobras de la masa phyllo y un cous cous improvisado con tomate, aguacate, pistachos y aceite de aguacate. A veces marido lo prefiere al oliva aunque es ultra fan.

Se frustró el plan del cine. Sigo con ganas de ver la de los Cohen, será en otro formato. Son las 10.30pm y estoy agotada. La vida no me alcanza para hacer todo lo que quiero. Mucho todo.

Pero mejor. Volviendo al foco. De a poco. Marido me calma. Me centra. Me contiente con su presencia. Su amor. Eso está bueno.

Y no mucho más chicos.
Ando así, bipo. Presumo que pueden ser las hormonas.
Volvió mi coche, devuelvo el deluxe.
Así las cosas.
Cambiantes.

sólo quiero decir esto

Estoy haciendo agua en todos los frentes.
TODOS.

No me soporto. Así que si vos no me soportás tampoco, sentite con derecho.

Así las cosas.
Hundido.

el ciruelo


Cada vez que llego a casa y lo veo pienso que soy afortunada. Así de fácil.

Tuve insomnio de 2.30 a 5am. El duermevela te lleva a pensamientos extraños. Y pensé en el verano de allá, que para mí se está yendo. Porque cambia la luz, cambia el ánimo. No tiene que ver con el calendario. A mí, la llegada de la primavera en Buenos Aires me producía una alegría inmediata. Porque sí. Porque era la época de coger cuando era soltera. De salir de noche con poco abrigo, de cambiar a la ropa liviana, de sentarse en la vereda. De tomar sol. De ser feliz.

Bueno, se está terminando. Acá ahora está despejado, los días son más largos y el invierno va de salida. Aunque nos queda un poco de frío aún.

La pasé bien en el verano porteño. Me divertí. Eso estuvo bueno. Y ahora a ver qué. Cómo sigue esto. A recuperar la esperanza. En principio, en el verano de acá nos vamos a asar a Europa.

Ayer también fui feliz. Comimos delicioso en lo de Domi y Lalo. Un curry y la mejor mousse de chocolate que probé en años. Nos reímos de nuestras miserias conyungales. Y como dice ella, nos gustamos. Volvimos en el coche, cantando a voz en cuello con Diego. La calle vacía y la música fuerte y cantable para mí es todo.

Después sí el insomnio pero sin angustia.
Y ahora volví del gym (hice poco), sauna y me pongo a laburar con mi juguito de naranja (estoy en ayunas, comí demasiado).

Así las cosas, chicos.
Estacionales.

jueves, 18 de febrero de 2010

la cara flaca, chicos, no implica nada

Con la edad me chupo cada vez más. Pero la cara no implica que el cuerpo acompañe. Hice una clase de pilates, bah, media. Y el profesor me dice: pero estás más flaca que antes. No, papá. Estoy chupada. Tengo tres pibes. Y más años. Las clases me dan ansiedad. Me voy antes. Por eso prefiero las máquinas. Hago lo que quiero. Y no tengo que saludar. Igual, las hormonas me van a matar. Me compré un chocolate y me lo morfé. Las hormonas y la lluvia. Así no se puede seguir. Y ahora me voy a cenar y Domi cocinó delicioso. Tampoco me voy a privar con este clima. Además, tengo que manejar un montón.
En fin.

Ah, fui a mi clase de piano. Es difícil tocar. Me hizo solfear. Y contar los tiempos. Le dije que pusiéramos el metrónomo. Me dijo que así no se aprende. Claro, yo uso metrónomo desde los siete. No aprendí. Soy un poco dura para la música. Me cuesta. Pero durante una hora me olvidé de que existe internet. Y eso es impagable.

Bueno, chicos. Me bajo a la civilización. Es duro ser pilas.
Así las cosas.
Retomadas.

tarde. silencio. casa

Ayyy. Qué vida. Por dios. Simón en el campamento (no llamé para averiguar cuándo vuelven, soy cualquiera), Tita en lo de su amiga Juana y Milo durmiendo. Golazo. Amo la soledad. Porque sé que se termina, claro. De marido no tengo novedades desde las nueve y media de la mañana. Siendo casi las cinco, podría haberme pasado cualquier cosa. Sé que a él no porque Domi lo vio en su oficina. De vez en vez le digo: cuidame. Pero sabe que no tiene riesgos.

Mi vida volvió a ser contenta y pilas. Después de ayer. Claro.

Hoy fue una tarde productiva. Mañana deberíamos avanzar con Domi. Mucha gente no me contesta los mails. Delay. O procastination. Don´t know.

Ahora me voy a piano. Como Simi no está, voy a usar su clase. A ver si me copo. O cero.

Y no mucho más.
Sé que contenta soy más aburrida. Pero ni modo, lo re preferimos.

Así las cosas, chicos.
Remontando.

ir y venir

Me desperté a las 5.50. Le di una mamila al bebé y no me pude volver a dormir. Cosas de trabajo. Simón vino temprano a la cama diciendo que había sido la noche más larga de su vida. Ansiedad. Me siento tan identificada con mi hijo mayor que me asusta. Va a sufrir mucho. O ya sufre.

Llueve. Está horrible.

Me levanté con él, se tomó una leche y lo llevé. Podría tranquilamente haberse ido en camión pero quería que lo lleváramos. Llegar temprano. Puse la radio y encaré. Una hora manejando. Cuarenta minutos de manejo. Se fue contento.

Puse el cuarteto de nos.

Decidí que la etapa negra se terminó. Esperemos poder sostener. El clima no ayuda.

Voy al ir al gym, hace días que no ejercicio no ayuda.

Y no mucho más. A la noche leí el guión en lugar de todo lo otro. Leo rápido, claro.

En fin.
Así las cosas.
Lluviosas. Pero pilas.

miércoles, 17 de febrero de 2010

chica fácil

Siempre supimos que soy muy fácil. Pero muy.

Así que me volvió el buen humor. El trabajo dignifica. O engrosa los bolsillo y entretiene a mentes neuróticas. Ya me volvieron las pilas. Ya saldrán más cosas. Hay que vencer la inercia, no hay más, pues. Y a la noche cenamos en lo de los chicos. Hoy queríamos cine pero no podía no subir. Coco se va de campamento por primera vez en su vida y le pidieron más cosas que si se fuera cinco días (es una noche). Está emocionado.

El bebé es un sol. Ya sé, hace mucho que no lo nombro.

Es que sentirse miserable implica olvidarse un poco de los otros. El narcisismo en su máxima expresión.

En fin.
Marido juega a la wii. No sé si Nin, mi super libro de matemática o un guión que me trajo Diego. Ya volveré a mi idea de producir cine.

Así las cosas.
Cope que te vuelva la alegría.
Aunque llueva.

aclaración berenjenas

Si lo vas a hacer, obviamente ponele sal y pimienta pero también una cucharadita de azúcar para sacarle el amargor.

Bueno, eso.
Que les quede rico.

Y en Buenos Aires hay masa phyllo, de hecho mi madre lo hace allá!

saliendo del pozo

El día no ayuda. Pero vino Pau, justo cuando me había hundido bajo el edredón nuevamente. Me tira. No lo puedo evitar. Me sacudió, me dijo cosas horribles pero reales. Me infundió vida. A pesar de la lluvia. Y me puse las pilas. Volver al word. Destrabar. Activar. No sé dónde están mis libros. Eso por prestar generosamente. Después no encuentro nada. No importa.

Volver al eje. Soy yo. Yo. No importa el resto.

A Milo lo cría Jobis. Es posible que sea el más feliz. De los tres. Si yo tengo poco que ver.

Ahora, esta lluvia es una desubicación. Peinarse. E ir a la Roma. Sacudirse el polvo.

Quereme.

Así las cosas chicos.
Reviviendo.

berenjenas y masa phyllo

Se asan las berenjenas en el horno.
Se las corta, se cortan champiñones, cebolla. Se salta todo un poco. Se le agrega algún queso gustoso y queso de rallar. Se arma con la masa phyllo. A la masa phyllo hay que ponerle manteca clarificada en cantidad (yo le pongo derretida, sin clarificar porque me da fiaca).

No tiene mayores secretos y es delicioso. También queda bueno con espinaca.

little breakdown

Anoche. Ahogo. Angustia. Gritos. Le pedí a Diego que me tirara medio rivo pero no se hizo eco. Prefirió hacerme mimos. Le digo que vamos inversamente proporcional, como en otras épocas. Me dice que no. Le digo que está teniendo mucho éxito. Se ríe. Nos reímos. Por suerte nos reímos mucho. Llueve. O no, pero está por.

Descubrí que soy muy buena factorizando. Se nota que me sobra el tiempo. A la noche, me siento con anteojos y lápiz (en realidad desde ayer, antes hacía todo mentalmente) y hago ejercicios. Después sigo con Nin y Keegan. Pero no me concentro demasiado.

Simón mañana se va de campamento.

Tengo que bañarme, ir al super y laburar.

Delay.

Así las cosas.

martes, 16 de febrero de 2010

la etapa loser

Es así. Cíclico. De repente siento que nadie me quiere. Que no me contestan los mails. Que no quiero más. Después viene la etapa cresta de la ola. Y así.

Marido en compu (para variar), yo leo cosas varias en word y en la red. La tele de fondo. La odio. No nací para la tele. Me aburre.

Me voy a la cama. Mi affaire con el edredón está terminado. Decidí volver a la vida. Son las hormonas también, eh. Y esta sinceridad. Exacerbada.


Leí algo lindo, triste y real acá. Yo también extraño ese otro mundo. Porque Internet es dios pero también es el infierno.

Así las cosas.

no puedo ni darme el lujo de deprimirme en paz

Hace mucho tiempo que no estaba así. Mal. Total y completamente para atrás. Sin ánimo de nada. Lechugueitor. La última miseria.

Marido en su vorágine mucho no percibe. No puedo mucho. No pasa nada. No importa.

Sólo que.

Además, me enfermé. El dolor de garganta no ceja. Me llaman de la escuela de Tita a las 12. Le duele la panza, venga a buscarla. Uish. Hoy me toca ir por los grandes a las 2, esto es un delirio. Hacer tiempo sintiéndonos mal. O subir y bajar (sintiéndonos mal). Llamo a marido. Me vomita problemas. No puede ayudarme. Es más, tengo que ayudarlo yo. Soluciones bancarias, como en otra época. Ya había salido corriendo al banco antes porque no me alcanzaba para pagar la afinación del piano. Busqué a Tita. Volví. Moví plata. Volví a bajar. Comí. Me fui al banco. Me peleé un poco. Y volví a hundirme en la cama. Me duele todo. Garganta, cintura, espíritu. Mucho. Todo me sale un poco mal. Ser yo.

En fin. Ahora tengo que ayudar a Simi con un tp sobre los juegos olímpicos de invierno.

Así las cosas.
Gris topo.

sólo ganas de leer

Me duele mucho la garganta. Mucho. En serio. De esos dolores que dan ganas de llorar. Pero como hace meses, no lloro. No me caen lágrimas. Mi mamá me pregunta en un mail dónde quedó la alegría. No sé qué contestarle. Se fue, así, sin más. Sin avisarme. Me dejó pelada, cruda, como soy. Perdí el aura, ma, una vez más. Vos ya sabés, esta es mi naturaleza. Lo otro era accidental.

No voy al gym. Eso está mal pero peor es la garganta con tenazas. Me voy a quedar leyendo. Lo único que tengo ganas de hacer, bajo el edredón, una vez más. Eso sí: viene la depiladora. Y tengo que buscar a los chicos.

Y me indispuse. Pasó más de un mes. Y ahora una semana tortuosa.

El sábado tenemos una boda. Tengo que ocuparme de conseguir zapatos. Si alguien tiene zapatos de fiesta 39, ¿me presta?

Todo, lo sabemos, es una cuestión de percepción.
Ni modo.
Así las cosas.
Desangeladas.

lunes, 15 de febrero de 2010

Y la evolution, ¿para cuándo?

Te analizaste diez años, dos veces por semana y después de que resolviste el temich amoroso que tanto te hacía sufrir, te centraste en este que es mucho más estructural y qué...nada. No resolviste nada. Hablo con Cris. Lo mismo de siempre. Seguimos en la misma. Mientras acuesto a los chicos pienso: nada mejor que llenarse de hijos para no tener que tomar decisiones. No es una buena medida pero ya está.

La angustia es the less. Pero es lo que hay.

Me voy a leer. Cuando llegue marido le cocino el salmón. Mientras me aburría enormemente con la charla intrascendente, hice el coso de masa phyllo y berenjenas. No falla.

Así las cosas, chicos.
Reiterativas.

me aburrís

MUCHO.

tus temas son lo menos.

¿por qué me hago esto???

el fin del amor

¿cómo podés entristecerte porque alguien que no conocés se separa?

No sé. Pero te pasa. Y no sos la única. Justo este fin de semana en el que con hablé tanto de amor. Primero con Diego. Yo quiero vivir siempre con él. Siempre. Él dice que yo lo voy a dejar. Después, enojado, me grita: te vas a quedar sola. En un tono que te hace llorar. Después viene a descubrirme entre las plumas y me pide perdón. Es difícil el amor. Claro. Nada tiene que ver San Valentín en esto.

A la noche skipyé con coachie que me hacía caras raras. Y me decía que tengo cara de putita tailandesa. Veterana, agregué yo. Y no, arrugas no tengo pero esas marcas de expresión infames que no se van.

Las cirugías no son para mí, le digo. Me quedo con las tetas chiquitas y caídas.

Y para el resto gym.

A mi cara la quiero como es.

Desde acá, aliento a los que están tristes, aunque no lean. Como bien dijo Merin, cuando estás solo leés más.

Yo intento reentender el concepto de número irracional.
En fin.
Así las cosas.
Amorosas.

domingo, 14 de febrero de 2010

depress

Marido me sacó de la cama a las 4pm. Estuve bajo el edredón todo lo que pude. Me rescató, hizo que me vistiera, comimos y después me acurruqué en su axila para ver peli francesa. Remontó un poco aunque claro que no es magia. El bajón medio que sigue.

La pregunta de siempre:

¿por qué?

¿dónde estuve?

¿qué me pasó?

Triste.

Así las cosas.
Hundidas.

me levanté peor

Hay sol, está divino pero no tengo voluntad. Dormí hasta pasadas las diez. Diego con un humor de perros. Robaron la bici nueva de Coco. El ratón anda por ahí, suelo, libre y me veo comprando las trampas y después teniendo que hacer algo. Camilo está sentado, platicando. No nací para tener hijos bebés, me cuesta mucho ocuparme al cien de alguien. Suelo no poder conmigo. De fondo The Beatles. Ahora skype con mi hermana de Suiza. Estoy deprimida, chicos. Pintó bajón. Un plomo.

Esperamos repuntar.
Así las cosas.

sábado, 13 de febrero de 2010

transportada por un disco

Pongo uno de los compilados de Los Inrocks del 98. Dios. Este disco lo gasté. Mal. Es sábado a la noche y estoy sola, como entonces. Algunas noches me quedaba deprimida, angustiada, triste, miserable. O salía. Y me iba a coger con alguien. O volvía más triste a mi casa pensando que la vida era una mierda. A veces me divertía. La mirada recubierta por una capa de densidad, como una cera opaca que no se va. Indeleble. Ahora ya no. Hay una luz que como en el monitor, viene de atrás. Estaba leyendo y llegó Diego. Nervioso. Y sentí por un momento lo frágil que puede ser todo. Una palabra a destiempo, una cara, una afirmación que desata el infierno. No pasó pero podría haber pasado. Y me sentí sola. No como antes, claro. Pero no tan distinto. El disco es largo y sigue. Me vine a la compu porque el checa un presupuesto. Trabajar la noche del sábado en el que no estuviste en todo el día es desalentado. El campo semántico que manejo suele ser melancólico. Haría bien en cambiarlo. Vengan a resetearme el lexicón. Voy a volver al libro. Tal vez cambie la música. El ratón, chiquito y gris, está debajo del piano. Lo odiamos. Presumo que marido no se va a ocupar nunca.

Noche de sábado. Podría ser mejor.
Pero ni modo.
Así las cosas.

mi vida se reduce a pocas actividades

Gimnasia. Sexo. Buscar y traer hijos. Word. Ver amigas. Lectura.

De las primeras tres cosas mucho. Del resto moderado.

Rutina.

Igual, ayer fuimos al cine y a comer algo después. Un poco de tensión pero igual está bueno charlar en un ámbito que no sea la cocina de casa. Ni la cama. Desalienar un poco. Poco.

Diego se fue a la oficina con Simón. Yo fui al club con Tita, nos bañamos juntas y ahora esperamos a que venga Xime con una amiga para hacer pic nic en el parque. Ojalá no se vaya el sol.
El bebé duerme.

Y no mucho más.
Ayer fue un día triste pero hoy repuntó.
Así las cosas.

viernes, 12 de febrero de 2010

estoy triste

Así, un poco porque sí. Otro poco que prefiero no pensar ni explayarme y otro poco que me estoy por indisponer.

El día se apaga y mucho cansancio.

Marido ultra ocupado.

Queremos ir al cine. A ver si da.

Así las cosas, chicos.
Tristonas.

aun dormida

Salía con las chicas. Covadonga. Copado. Terminamos temprano pero entre que tardo en llegar a casa (me pararon lo del control de alcoholemia, ya sé que parece que sí pero no, no tomo más que coca light) y que tardé en dormirme, hoy no me levanté con nadie. Le di una mamila al bebé a las seis y pico y seguí durmiendo. No me funcionó la política de dejarlo llorar, me levanté un par de veces a ponerle el chupón. Cuando llegué, Diego dormía. Se vino a despedir a la cama y lo intercepté. Coger me calma. Vivo alzada. Raro. Como de otra época. Ahora, con luz de mañana de fondo y pajaritos, espero a que venga la cosmetóloga. Estoy dormida. Después me baño y me voy a la condesa. Busco a los chicos y cumpleaños.

El ciruelo empezó a florecer. Hermoso. Pienso que el invierno se va retrayendo. Felicidad. Diego me dice que vuelve tarde. Me dio pena. Es viernes.

Ayer fue un día extraño. Pero estoy bien. Cuando me siento productiva, estoy bien. Hoy será un día perdido. Ni modo.

Así las cosas chicos.
Adormiladas.

jueves, 11 de febrero de 2010

forros

No hay nada peor que saber que gente que tenés a tu alrededor, a la que le abrís tu casa, escuchás, te comprometés, tira la mala. Diego siempre tiene razón. Debería saberlo. Escucharlo más atentamente. Soy demasiado buena. E inocente. Fuera bicho. Demasiada estupidez junta para mí.

Así las cosas.
Indignadas.

volviendo a la programación habitual

Pintó un leve bajón. Aburrimiento. Pérdida del entusiasmo. Sin sol, el día no dice nada. Vengo del gym. Engordé, tengo que ponerme las pilas. Comer mejor (la calidad de mis alimentos últimamente deja mucho que desear). No fumar. Hacer yoga o pilates (era el plan pero a las 8 no llego y hacer clase a las 10 me consume toda mi muy preciada mañana). Así que, como siempre, 45 de elíptica y un poco de brazos. Me hice un jugo de naranja (no como frutas hace años) y voy a ponerme a hacer algo productivo. Al menos a intentarlo. Me siento un poco perdida.

Ayer fuimos a un cumpleaños. No entiendo la costumbre de ciertos sectores argentinos de separarse entre hombres y mujeres. Rarísimo. Diego lo padece y viene al lado mío. Tomó más champagne y después cognac.

El bebé volvió a su cuarto y fue una noche excelente. La semana pasada lo desteté, así, como sin nada. Una mañana lo enchufé y no sirvió de nada, al rato tuve que darle una mamila. Ese fue el fin. Ya nunca más voy a amamantar a nadie y ahora es en serio. Diego me dice de mis mini tetas: te quedaron bien. Marido puede ser bueno. Aunque yo me enojo porque nunca dice nada positivo de mí en público. Yo hablo muy bien de él. Estaría bueno que fuera recíproco.

Y no mucho más, chicos.
El día pinta nada aunque a la noche parece que tengo salida de chicas y eso siempre suma.
Así las cosas.
Un toque pinchadas.

miércoles, 10 de febrero de 2010

sibaritas

El viernes padres nos invitaron a comer a Biko. A mí la comida me chupa un poco un huevo pero de comer, cuando no es pan con queso, me gusta comer rico. Por suerte marido es muy groso porque yo basic. En Biko se come muy bien. Yo no tomé el vino rosado que pidieron. Pero comí un robalo delicioso (acá se dice sin acento en la o) y marido y madre una carne que la rompía. Se come comida de evolución. Ya está de salida pero igual todo es bastante rico (los postres para mí hicieron un poco de agua).

Bueno, eso, una pequeña nota gourmet a este blog que está medio decaing.
Así las cosas.

De fondo The head on the door. Este disco me copa MAL.

ahora sí, el 2010

Porque por unos días (diez) no tenemos visitas. Después revolution pero de otro tipo. Hay sol. Hace un frío moderado. El bebé vuelve a su cuarto y comienza la política de dejarlo llorar. No puedo seguir durmiendo mal. No aplica. Padres se fueron de madrugada, nos habíamos despedido la noche anterior. Ya no lloro y menos si no veo el taxi. Es como que pasa. Los chicos están acostumbrados. Todos curtidos. Es una realidad que no tiene nada que ver con la de vivir en tu país toda tu vida. Pensé, mientras guardaba el camisón y buscaba la ropa para ir al gym, que no es lo mismo tener 27 que tener 32. Yo no soy la misma. Ni mucho menos. Y lo que parece una obviedad, no lo es. Tampoco importa.
La luz del invierno que se va retrayendo me da una paz. Diego contento con ganas de que salga todo lo que está ahí, copado. Yo pilas aunque necesitando trabajar más. Puede que sea una cuestión de energía.

Soñé con Santi G.

Me voy a la elíptica y después al super. Me da una fiaca atroz la movida. El super, claro. Debería ir a Costco pero no. Too much. Trabajo pendiente hace semanas. No avanzo. En babia.

Me gustan los mails lindos. A veces recibo, a veces no.
Me siento más yo que antes con lo bueno y malo que eso implica. No comments.
Así las cosas, chicos.
Febrero loco, marzo otro poco.

en tiempo real



Son las 6.55, esperamos el camión con Simi y me vuelvo a la cama. Corriendo.

martes, 9 de febrero de 2010

vivir escindida

No soy entera. Nunca. Entre dos mundos, a todo nivel. Vivir afuera te obliga a que tu realidad sea muy distinta. Conceptualmente pero también en lo cotidiano.

Me cuesta explayarme.

Supongo que es cansancio. Marido juega a la Wii. Se volvió un vicio.

Y no mucho más.
La vida sigue.
Así las cosas.
El año empieza oficialmente con el fin de las visitas.

qué quisiera hacer en buenos aires

Kung Fu (me acordé después de un chat)
Maestría (muchas ganas de volver a estudiar)
Piano
Taller literario (ao vivo)

Yo vivo muy acá pero cuando pienso en el allá, estas son algunas de las cosas que se me aparecen.

Así las cosas.
De repente, me acuerdo.

despedida

Mañana se van padres. Estuvo bueno. La pasamos bien. Comimos mucho y rico. No sé qué decirles. No tengo mucho en la cabeza. Con marido bien, tranquilos. Simón ahí va, me tengo que ocupar más. Puedo hacer agua como madre. Me molesta mucho la gente que se considera buena madre. Me fastidia la gente sin fisuras. O que eso es lo que cree. Los defectos son claramente mucho más interesantes que las virtudes. Te constituyen más. Al menos para mí. El clima sigue condicionándome. Igual, estoy más tranquila. Me río. Abrazo a Diego. Lo amo. A veces el amor no te entra. Aunque cojas no sabés cómo actualizarlo.

Estuve pensando mucho en el pasado. Uff. Qué oscuridad. Y sufrimiento. La dualidad de la locura y la liviandad del suburbio me hacen lo que soy hoy. Me prefiero. Y sí, la locura es constitutiva. Soy desconectada. Y pescado frío. Es algo de lo que no me enorgullezco. Muchas veces prefiero la soledad. Me cuesta mucho todo. Y mis hijos lo pagan. Son épocas. Tengo que volver.

Y así, chicos, se va pasando la vida.
Quise comprar pasajes para ir ala playa pero no nos dio la cabeza (a marido). Viene mucho laburo y aunque está buenísimo, necesitamos mar.
En fin.
Así las cosas.

lunes, 8 de febrero de 2010

madre et moi




Acá no hay explicación...

padre et moi




De tal nariz...

de cinco años a esta parte

Nuestra vida cambió radicalmente. Era un kilombo y ahora somos felices. Lo agradecemos. Estamos contentos. Nos pasan cosas buenas. Nos amamos. Nos divertimos.

Muy namasté todo. Sí.

Este blog está empezando a apestar de tanta buena onda, lo sé. Mi vida está en otro carril. Pero ¿qué más podemos pedir?

Encima garchamos sin parar.

Así las cosas, chicos.
De luxe.

5 años

No termino de creer que tengo mi hija es tan grande. Ya no es la menor, claro. Pero me cuesta reacomodarla en el lugar que tiene.

El bizcochuelo está en el horno. Jobis no piensa venir hasta la tarde, me lo comunicó ayer a la noche. La señora Luz me mandó a alguien pero todavía no llegó. La casa está mugrienta pero semi ordenada. Milo se queja en la carreola, al lado mío. Suena Drexler. Los discos enkilombados.

Hace frío y no hay tanto sol.

Empecé los diarios de Anaïs Nin. Me impresionó.

Trabajo atrasado. Mala onda en general. Laboral. Esperamos que remonte.

Así las cosas.
Cumpleañeras.

domingo, 7 de febrero de 2010

Europa en el verano

No me lo puedo creer.

Posta.

Vuelo directo a Barcelona y después, ver.

Yo no quiero ir a Italia.

Diego sí.

Por ahí nos separamos.

Quién te dice y me voy con Milo y Fer a Berlin. Me coparía, no conozco.

En fin chicos.

Así las cosas.
COPADAS!

sábado, 6 de febrero de 2010

más fotos






Marido rapó a Xime. También le cortó el pelo a Coco, a Lalo y a padre. Marido es muy groso.

la tarde en fotos





cuando la locura le da paso a la contentez

Fue una semana compleja. Me sentí extrañada, transportada a otra época. Cuando rozaba la locura y me paraba mal. Lo bueno de la edad, repetimos, es que todo dura menos. Pasa. Y vienen buenas noticias.

A la mañana paseé con madre y Milo. Le compramos el regalo de cumpleaños atrasado a padre. Antes nos reímos en el desayuno. Padre que dice que no, que no se volvió de derecha, que es liberal. Madre que declara que siempre fue socialista. Diego que dice que vuelva el cabezón y yo que no me puedo creer nada de lo que pasa. Mi padre es muy inteligente, buen mozo y aparato. Y grande. 71 años es mucho. No parece, no se lo cree y las minas siguen gustando de él como siempre. La dueña de mi casa vino un día especialmente arreglada, con una excusa, sólo para verlo. Mi padre que es un seductor nato le habla de Israel cuando se la encuentra.

Después parque con madre porque Diego no me avisó que tenía junta de trabajo. Marido rayeti da fiaca pero aprendimos a tratarlo. No engancharse, chicas, esa es la clave.

Vino Xime, Domi y Lalo, Diego hizo un super asado. Cosas dulces. Jazz. Sol. No se puede pedir mucho más. Ah sí, que mi hijo mayor deje de tener esos ataques de locura que le están agarrando. Pero creo que estaría siendo mucho. Y que a Milo le crezcan los dientes así deja de lloriquear.

Ahora suena Lee Konitz.
Así las cosas.
Familiares.

viernes, 5 de febrero de 2010

un buen día

Porque me puse las pilas e hice algo que me gusta aunque tal vez a los demás no. Está bueno eso: la satisfacción. No me pasa seguido pero ahora sí. Hacerte caso y cambiar el eje. Me ayuda. Con locura pero me ayuda.
Padres contentos en casa. Hijos felices con abuelos. Bebé sonriente. Mucho cansancio, eso sí. Diego vaya a saber uno en dónde. La otra galaxia a la que ya no accedo. Pensándolo bien, nunca accedí. No está bueno el de prestado. Hacer lo propio. Entender tu espacio. Contentarse.
Bueno, chicos.
Así las cosas.
Más namasté para todos.

por un rato me olvidé de que tengo un blog

Cosas más interesantes. Gym. Padres que llegaron. Dormí poco, entusiasmada con mis cosas, a las cuatro y media de la mañana me desvelé. Escribí un rato y no me pude volver a dormir. Hay sol y el cielo está de un celeste hermoso. Hace frío, eso sí. Ahora se fueron a buscar a los chicos y a llevarle algo a marido a la oficina. Es un caprichoso. Primo y mujer se fueron hoy a la mañana y la casa va ir retomando su ritmo. Aunque no sé, estoy en cualquiera. La mesa del comedor acumula porquerías y no veo el momento de encarar el orden. Tenía que ir a editorial pero no daban los lugares. Mejor. Termino mis cosas. Volví a estar contenta. Los regalos de padres me sentaron perfecto. Amo que me mimen. Me gusta ser hija. Aunque sea unos pocos días al año.

Y no mucho más.
Así las cosas, chicos.
Contentas.

jueves, 4 de febrero de 2010

menos mal

Que le queda poco a este día de mierda, empezó mal y siguió peor. La lluvia no colaboró, Milo molesto, Simón excitado. Los alfajores duros. Todos temas de trabajo que no dan. A veces uno está trabado. Y el fuckin frío que no ayuda.

Alguien que me mande buenas ondas cósmicas, no sé. Algo.

Demasiados mails.

Mis padres varados en Acapulco por el mail tiempo. Y yo acabo de freír muchas milanesas.
Me quiero ir a la cama.

Y levantarme muy tarde.
Así las cosas.
Trabadas.

quisiera leer

pero tengo que hacer alfajores para que mi hijo mayor lleve al colegio

¿qué es el amor?

es algo distinto cada día.

me gusta que sea así.

historia familiar, marido, invierno, lluvia

Con Ale nos pusimos a hablar de Pinamar. Me dijo: ¿viste la casa? No, no voy a la costa atlántica argentina hace siete años. La remodelaron toda. Claro, era obvio. Una casa de 60 metros cuadrados en dos terrenos enormes no tiene sentido. Por primera vez en mi vida me pregunté por qué no la habían remodelado ellos. No por cuestiones económicas, está claro. ¿De qué carajos te sirve tener una casa que gana premios de diseño si tu familia no entra? Mi tío ni siquiera entraba en la ducha, que era para enanos. La casa ahora tiene pileta en donde estaba la montaña con los dos árboles unidos por enredaderas. Nos tirábamos los cuatro primos de la liana. Y juntábamos caracoles. También plantamos el carozo de un níspero que se volvió un árbol enorme. Me da pena no volverlo a ver. Pero entiendo que las cosas pasan y la vida sigue. La casa es parte de algo que no existe más. También hablamos de la abuela. Mi abuela era fría y estaba bastante loca. Nunca, jamás hubo Coca cola en su casa. Cocinaba muy bien pero hacía tortas de manzana, soufflés de ciruelas pasas o isla flotante con sambayón. ¿A qué nene le gusta eso? A ninguno. Igual, ya nada importa. La historia te configura como sujeto, sí. Y todo lo que hacés y lo que no hacés. Lo que no hacés te pesa más que lo que no, eso está claro.

Cenamos con los chicos y Diego. Ando con cero ganas de cocinar y de ocuparme de las cosas de la casa y de la escuela. Mañana Simón tiene que llevar algo a la escuela y pretende que sean alfajores de Maicena. Le dije que era demasiado trabajo y que, además, hoy tiene tenis y piano. Se complica. Roberta tiene que hacer el proyecto de 100 things y tengo que comprar caramelos.

De repente, sin buscarlo, se reactiva el tengo que hacer cosas. Los mensajes exógenos te pueden quemar el bocho. Hay que inmunizarse.

En las últimas tres semanas estuvimos solo tres noches con marido, solos. Lo de la Wii dejó de ser un juego. Me acuesto sola todos los días y él viene bastante después. No tengo voluntad ni de leer. Cansancio. Le pedí que me leyera Contra Wagner en voz alta. Me gusta que me lea en voz alta y hace mucho que no lo hace. Me dijo que no. No leyó. Tampoco quiso coger. El sexo es una gran reivindicación. A la mañana sí me quiso. A veces me trata como a una mascota. Mujer mascota. Marido dueño. ¿Qué onda? El amor es raro. No sé si quiero que se ría tanto de mí.

Mientras dormía me saqué el pijama. Creo que fue la primera vez en una década que dormí en bombacha. No es pudor, claro. Ni siquiera por los chicos (nací impúdica y somos una familia semi nudista). Es porque me siento desprotegida. Pero el edredón genera el suficiente calor, excesivo digamos, como para no necesitar nada.

Milo llora. Le duelen las encías. Le pido a Jobis que se haga cargo, prácticamente no le doy bola. Me da una leve culpa. Leve. Desafectada.

En fin.
Paró de llover. Eso es bueno.
Así las cosas.
Enrarecidas.

yo no era así

Es muy temprano, me quedé dormida, ahora esperamos al camión de Simi. De todas maneras.

Me fui a dormir en una suerte de guerra con marido. Guerra por estar lejos. Porque hay mucha gente y no conectamos. Pero lo importante es que me fui a dormir pensando: esto es cualquiera.

Cuando era chica yo era INSOPORTABLE. Me creía mil, no era simpática, me sentaba en el primer banco de la facultad, hablaba mucho, ms sentía la más culta y que todo el resto era una manga de imbéciles.

Ahora, bueno, ahora no sé qué me pasa eh.

Supongo que dejé de leer, de estudiar, crío hijos y vivo en un suburbio. No veo ciclos de cine ni sé qué es lo que hay que leer.

Igual soy más feliz.
Así las cosas, chicos.
Me vuelvo a las cama. Son las 7.12am.

miércoles, 3 de febrero de 2010

maximizar el tiempo

Tengo que trabajar y ganar plata. No puedo seguir así. Soy bastante bobich al respecto.

¿Qué te calienta?

Coachie dice que a ella la inteligencia. Yo le digo que el buen trato. Es bien sabido que me enamoré de Diego porque me hizo el desayuno.

La inteligencia per se, no sirve para nada.

Igual, estoy quemada. No puedo desarrollar. Y hace mucho que no me cruzo con nadie brillante.

Sigo esperando al matemático que me quiera encaminar. Si conocen alguno, avisen.

Llueve. Y hace frío.
En fin.
Así cosas.
Reflexivas.

llueve, una vez más

Acabo de llegar del super. Las rutinas se repite, día a día, semana a semana. Quiero vacaciones. Pero no tengo energía para producirlas. Quisiera que alguien me buscara una casa, hiciera una compra de super, me dijera qué día nos tenemos que ir, armara el equipaje y nos buscara ayuda para la estadía. Las vacaciones con hijos, ya lo dije muchas veces, deberían tener otro nombre. Mis padres están en Los Cabos pero si llueve, dijo mi mamá, se vuelven antes. Mi primo y su mujer en casa. No hice una compra demasiado grande. No estoy inspirada. Tengo que trabajar. Pocas ganas. La lluvia es triste. La lluvia es desalentadora. Después de buscar a Tita tengo una comida en Polanco. Me tienta. Los programas distintos son estimulantes. Estar en mi casa todo el día, no. Mandar quince mails para cobrar dos cosas, tampoco. La gente poco inteligente me desalienta.

Y no mucho más.
Marido en un planeta y yo en otro. Ya volveremos a la normalidad. Simón me pone a prueba. Empezamos a tener una relación conflictiva y eso no está bueno. Para nada. Hace días que no leo el diario. Es el cansancio. Milo volvió a no dormir y yo con él. Agotador. Mi cuerpo necesita descanso. No fui al club y no desayuné. En el super me tomé un café frío. No tengo hambre.

En fin.
Así las cosas.

martes, 2 de febrero de 2010

¿en dónde estuviste?

Llevé a los chicos al club. Me compré un café y me senté en las gradas de la cancha de tenis, bajo un cielo de tormenta, a ventilarme. Simón le está pegando bien. Me alegra. Pero es, en todo sentido, muy aparato. No soy una madre paciente. Igual, no lo miré mucho. Me puse a pensar. Y a cantar. Siempre pienso que yo no hice nada. Cuando la gente me dice que tengo tres hijos, me parece ridículo. Cualquiera tiene hijos. Y los cría. No sé, es natural. Pero después pensé que yo hice otra cosa, claro. Monté una empresa con mi marido, trabajé mucho, me quemé la cabeza a la par y un día me echó, afortunadamente y volví a otro camino.

Me hizo bien el aire libre aunque no pude concluir nada. Gente que se me escapa, a mí, que solía entender mejor el comportamiento humano. Ahora ya no.

Después volví y seguí charlando con Lean hasta el último minuto. Me dio mucha pena que se fuera. De verdad. Hace años que no disfrutaba tanto una visita. Me gustan los secretos que compartimos.

Después chatié con coachie. Me tira la posta y yo le digo que entiendo con delay. Demasiado delay. Se puede derrapar.

En fin, chicos.
Así las cosas.
Con recambio.

el sueño me arrima a la locura

Diego angustiado se clavó un Rivo. Milo con el tema dientes y mocos se despertó veinte mil veces. No dormí. Mi cuerpo pide piedad. Necesito descanso y no está próximo. Bah, ahora sí, me voy a meter bajo el edredón, chupándome un huevo el trabajo pendiente y cualquier otra cosa. Antes, llamados telefónicos.

Fui tarde al club, desganada. Me olvidé la billetera y el celular. Las elípticas estaban ocupadas. Hice un poco de pesas y un rato de tres máquinas aeróbicas distintas pero sin demasiado ímpetu. Con la capucha del buzo puesta, los anteojos y el ipod. El shuffle entendió todo y me dio la música triste y cantable que necesitaba. Me metí en el sauna y transpiré mis penas. Estaba más fuerte que de costumbre.

Amanecí gris. Marido mucho peor que yo. Quise llorar pero no pude. Unas lágrimas de nada. Meses de tener algo atragantado que no sale. ¿Qué estuve haciendo?

Sentimientos de hace dós décadas. Te querés olvidar.

Chau.
Así las cosas.

lunes, 1 de febrero de 2010

con hija



Llueve. Fui a conocer la increíble casa nueva de Domi y Lalo. Milo estuvo muy molesto. Comimos en un bar cerca. Amo manejar cuando la ciudad está vacía. A la vuelta se largó a llover y no fue tan copado. Estoy terriblemente cansada. Acabo de arrasar con todo lo que encontré en la heladera. Me toca bañar a Milo. Llegué y los chicos estaba escuchando Fobia. La casa está tranquila. Diego trabajó todo el día. Marido tiene problemitas. Y mañana empieza el año, de nuevo tenis y ballet y resolver problemas.

En fin.
Así las cosas.
Lluviosas.

lunes, feriado, gris

¿Qué onda este clima?

Nos quedamos pelotudeando los cuatro, cada uno en su compu. Habíamos comido mucho y yo después, además, me había terminado los brownies. Cerda. Con Lean hicimos guerra de temas lentos ochentosos. Después me fui a dormir. Diego se quedó un rato más, comió algo y jugó a la Wii.

Dormimos muy mal. El bebé lloró mucho toda la noche. Creemos que son los dientes. Pero igual, plomo.

A la mañana garche. Bien tener sexo casi todos los días. Se agradece. Mantiene la piel y el humor en alto.

Y no mucho más. Diego se va a la oficina. Lucila ya se vuelve a BA. Nosotros andaremos por acá y al rato bajaremos a conocer la casa de Domi.

Horrible el clima pero ahí la llevamos.
Así las cosas.