jueves, 18 de febrero de 2010

tarde. silencio. casa

Ayyy. Qué vida. Por dios. Simón en el campamento (no llamé para averiguar cuándo vuelven, soy cualquiera), Tita en lo de su amiga Juana y Milo durmiendo. Golazo. Amo la soledad. Porque sé que se termina, claro. De marido no tengo novedades desde las nueve y media de la mañana. Siendo casi las cinco, podría haberme pasado cualquier cosa. Sé que a él no porque Domi lo vio en su oficina. De vez en vez le digo: cuidame. Pero sabe que no tiene riesgos.

Mi vida volvió a ser contenta y pilas. Después de ayer. Claro.

Hoy fue una tarde productiva. Mañana deberíamos avanzar con Domi. Mucha gente no me contesta los mails. Delay. O procastination. Don´t know.

Ahora me voy a piano. Como Simi no está, voy a usar su clase. A ver si me copo. O cero.

Y no mucho más.
Sé que contenta soy más aburrida. Pero ni modo, lo re preferimos.

Así las cosas, chicos.
Remontando.

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