sábado, 27 de febrero de 2010

soy MUY afortunada

Y tengo mucha conciencia de eso.

Pasé una tarde de sol, comiendo sushi en el jardín de casa con Xime, Ale, Domi y todos los chicos (más Feli y Juana). Después té y cosas ricas.

Entender que: a los hombres NO les gustan los reclamos. En ninguna circunstancia. Yo lo tengo super claro pero a veces derrapo en situaciones insuales. Está bien. También implica preservarse.

Ahora tenemos pelis para ver.

Simón se fue a dormir a lo de Dante.

Y voy a llevar a las nenas en un rato.

Así las cosas.
Plenas.
Aunque marido esté lejos.

1 comentario:

j. dijo...

Eso, es el eterno problema de la humanidad: a los hombres no les gustan los reclamos. Pero las mujeres a veces derrapamos en el reclamo. Es casi inevitable, casi hormonal. Todo una especie de chiste cruel.