sábado, 31 de marzo de 2012

sobre la inversión

Claro que no la monetaria, de eso me retiré hace rato. Hubo un tiempo en el que me dedicaba a ver qué hacíamos con nuestros pocos morlacos, hablaba con la broker, entraba mucho a la página del banco local, etcétera. Por esa misma época, leía mucho sobre economía, administración y finanzas. Creo que había dejado de ser yo temporalmente. O era más yo que nunca, vaya uno a saber.

Ayer, en el pasaje de la revista Gente a El coraje de la verdad (en mis manos, en la lectura) entendí que mi mundo hace un tiempo que se subvirtió. El cambio de prioridades es absoluto y no voluntario. Al menos en la superficie. Pensaba, mientras leía la argumentación que hace Foucault sobre el tipo de cura que implica la última frase de Sócrates "Criton, debemos un gallo a Asclepio. Paga mi deuda, no lo olvides"en varias cosas concomitantes.

Lo único que me importa es mi familia. Una ráfaga de deseo desubicado sobre otro hijo pasó y dejó esa estela de melancolía que implica saber que no vas a reproducirte más. Es un dueho complejo. Pensaba en las mujeres que sienten que sus carreras se ven entorpecidas, etcétera y me sentí lejana. Perdí por completo el deseo de ser alguien o hacer algo. Se desvaneció. Esfumado, evanescente, quedó la sensación de cierta paz. El deseo de trascendencia me comía la energía. Además, per ser no tiene entidad: o querés hacer algo o la trascendencia no tiene sentido.

Por otro lado, Foucault habla del "ruido" que hace cierta gente a tu alrededor al decir cualquier cosa (obviamente no lo dice en estos términos, ni mucho menos, hice una cita pedestre, ponele). El decir verdadero es aquello que a uno le hace sentido. Todo el resto no tiene importancia. Hace mucho que soy mi propia guía. No por soberbia ni pedantería sino por un trabajo interno, inconciente, por el cual conozco mis propios límites en todos los sentidos.

Tengo que dejar: mi hijo mayor vuela de fiebre (a las 5.15am vino llorando a mi cama, partiéndome el corazón), mi hijo menor duerme y tengo que despertarlo para darle un baño, cambiarlo y que se vaya a un cumple. A la pobre madre le tocó este escenario tan desalentador. El día está gris, podríamos haber ido a pasear, a comer, al cine. Pero no: el encierro se impone.

Ya se despertó. Tose.

Así de fragmentarias las cosas.

viernes, 30 de marzo de 2012

lentooooooooooo

Uf, no termina más. Hace un mes que me mudé y sigue todo patas para arriba. Los muebles del living-comedor en la sala de tele (tuvieron que repintar el piso verde 3 veces), mi estudio ya por fin parece que hoy terminado, por ende las miles de cajas podrán exiliarse ahí (y dejar de una vez libre el cuarto de huéspedes para que madre pueda habitarlo tranquila), el carpintero hoy debería traer los sillones que compramos en la Lagunilla y que marido eligió para que queden en lugar de mis camastros amados. Perdí como en la guerra, bah, como todas las guerras que libro con él, para qué mentirme. El tapicero mañana trae el sillón de la tele y los almohadones, bueno, eso dijo: la palabra de todos los oficios la pongo muy en duda por motivos reales. Acaban de sacar la puerta de mi vestidor para poner el espejo pero con todo es igual, avanzamos un casillero, retrocedemos dos.
El jardinero se fue a Cancún un mes, espero que me mande algún adlater para poner el famoso pasto y que la casa deje de ser un lodazal. Recién hoy el jardín de atrás estará trabajable y cuando por fin esté todo recubierto por la capa vegetal, las cosas serán muy distintas. O eso espero.

Por mi parte me siento bastante mal, me resfrié brutalmente y ando estornudando sin dignidad por toda la casa. Además, tengo ataques feroces de hambre, como salmón ahumado, castañas de cajú, pistachos, jícama. Lo que encuentro, bah. Unas aspiradora. Eso sí: nada procesado. Mucho sí, sano también.

Marido partió ayer a Bs As y hoy me desperté con un whatsapp que avisaba que había llegado. Y no, no más comunicación, no es muy lo suyo.

En fin.
Parto a ver si le sacan el yeso a Tita (ruego que sí) y bajo a Polanco a buscar trabajo y libros de regalo para diversos cumples. Muchos cumples. También intentaré comprarme algo para mí.

Así las cosas.
Semi tiraduchas.

miércoles, 28 de marzo de 2012

acá estoy...

Iba a poner viva pero me pareció de mal gusto. Estoy acá, mucho en mi casa, trabajando, luchando con la terminación imposible de un proceso demasiado largo.
Hay mucho olor a pescado.
Me siento mal hace muchos años, ahora parece que tiene una explicación pero de todas maneras, eso no cura. El dolor en el cuerpo, la cabeza, etcétera, etcétera, me tiene lejos del deporte por tiempo indefinido. Nada me importa excepto sentirme bien.
Marido se va mañana a la noche a Bs As por 10 días. Madre viene a hacerme el aguante una semana y padre pasa 4 días antes de irse a Miami. Tenemos que inventar programas para las vacaciones de los kids. Por ahora se me ocurrió Animal Safari, un zoo que hay camino a Puebla, cine y pile en el club. No queda mucha gente en la ciudad. Lo de Acapulco lo eliminé de la agenda por motivos varios, mi estado general entre los principales.
Han nacido muchos niños en estas últimas semanas.
Y faltan por nacer en estos días.
Además de todo, me resfrié.
Hoy fui al super y después pasé por Costco, me compro alegrías para suplir la falta de huevos, lácteos y trigo/gluten. Se puede vivir tranquilamente. Sobre todo si incluís frijol en tu dieta, me gusta demasiado.

Y no mucho más. No grandes planes en general. Más bien poco. Ni anhelos ni fantasías ni viajes ni proyectos. Seguimos acá con el instito de vivir, de lo inmediato.

Ah, ayer vimos Mad Men. Hace dos meses que no veía NADA. Sí, lo juro. No sé qué hice todo este tiempo pero mirar pelis y series no estuvo entre las actividades. Siempre me da alguna alegría a pesar de sentir a algunos personajes fuera de registro.

Por lo demás, nada.
No sé.
Creo que finalmente me volví una persona chata y llovida. "Normal" y con poco tiempo.
Así las cosas.

viernes, 23 de marzo de 2012

el famoso miedo

Mirá si un día pierdo el sentido del humor, por favorrrrrrrr. Eso es la muerte. Tomarte la vida demasiado en serio, creer que lo importante está en otro lado, aferrarte a objetos o ideales inalcanzable.
Es viernes por la noche, estoy sola en casa, escucho los ruidos de Roberta aún levantada y las respiración de mis dos hijos varones ya durmiendo. Marido trabaja en el primer día del Vive Latino, dirige la transmisión del escenario principal. Dura hasta el domingo. Qué hueva ir tan lejos. Qué fiaca la gente, el ruido, etcétera, etcétera. Gusto de estar en mi casa, estupidizada frente a la compu, leyendo un poco de todo. Claro que en breve me pondré el camisón, me lavaré los dientes y me hundiré bajo las sábanas a leer un rato. Solo un rato porque estoy muy cansada. Fue una semana ajetreada. Tres personas me dieron muy buenas noticias respecto a sus propias vida y en su momento me alegré mucho.
Los movimientos son siempre buenos. A veces los sacudones son hiperbólicos pero siempre productivos. El clishé ese que enuncia "que de los errores es de lo que más se aprende" trascendió, como todos los clishés, a fuerza de ser "cierto". Gusto de capitalizar los tropezones, sean del tamaño que sean. Soy una persona fallada y también gusto de eso aunque me haga sufrir. Las fallas, los resto, así como las cicatrices simbólicas (emocionales) y las de la piel, son lo que te define, lo que te da densidad, lo que vale. Y lo digo en serio, eh.

Después de mucho tiempo hoy valoré, con honestidad, la paz. Ser y formar personas de bien, conectarte con lo que saca lo mejor de vos, alejarte de lo nocivo, saber por qué hacés las cosas, tomar lo bueno que cada uno te da, sea quien sea.

Bueno: al final parece que la profecía sobre la pérdida del sentido del humor va a ser autocumplida.

En lo pedestre: qué mal caen los frijoles, el arroz, las lentejas y demás hidratos de carbono que tenía abandonados. ¡Proteína y ensalada para todos YA!

Los dejo por el Dante. Mañana debería trabajar pero creo que a las 10am voy a estar en la clase de spinning, mi cuerpo pide endorfinas.

Así las cosas, chicos.
Bastante contenta.

jueves, 22 de marzo de 2012

el temblor no pasa

Al menos es lo que dicen aunque yo no sentí más. Eso sí, me duele la cabeza profusamente. El martes no supe si estaba por darme un ACV hasta que vi la lámpara balancéandose. Llamé a Silvia y no se había percatado. La diferencia radica en la oscilación o la trepidación. Este por suerte fue oscilatorio si no estábamos en el horno.
Supongo que pasaron muchas cosas desde la última vez que escribí. Quería desarrollar un post sobre la infancia, el Florida Garden (inspirada por Ceci y su nota de Radar), Florida en general: James Smart, la juguetería que mirábamos durante horas, los sábados, también La Biela, Masters (un negocio de ropa para hombre que quedaba sobre Callao y cuyo dueño era íntimo amigo de mi abuelo por lo cual subíamos a la oficina toda de madera, entre olor a telas y alfileres y metros), las visitas a Casa Tía y algunos otros recuerdos de anataño. Pero no tuve tiempo ni voluntad. Pero sobre todo tiempo.

Es que pasaron cosas horribles y cosas de la vida y cociné mucho, leí un poco (encaré La divina comedia por primera vez en mi vida, creo), vi a muchas amigas (la vida social lleva mucho tiempo), fui y vine y trabajé y tengo que seguir trabajando.

La novedad del día es que no puedo consumir ni lácteos ni huevo ni trigo (ni gluten) ni narajan por dos meses. Veremos si esto ayuda al mejor funcionamiento de mi organismo.

Se me parte la cabeza, coletazos del temblor, claro. El de hoy (o los de hoy, parece que tembló muchas veces). Despierto temprano, duermo poco, no vi ninguna peli desde la última vez que pasé por acá (meses ha) y mi cabeza sigue centrada en cosas nimias e inmediatas (o no tan nimias pero sí inmediatas) y sin poder ir más allá. Buenos Aires está lejísimos. Mi hijo mayor declaró un día que le gusta más México que Argentina (justo mientras esperábamos que nos entregaran las fotos para renovarle el pasaporte albiceleste) y al día siguiente, en algún momento de las tres horas que tuvimos que esperar en la embajada declaró que, además, no le gusta ir de visita. Ni siquiera me espanté. Era algo que ya sabía. Tampoco me entristecí: son cosas que pasan cuando vivís tantos años en un país. Ni modo.

Por lo demás, salí a las 7.45am a de casa, mañana tengo otro día movido, hoy me merendamos en lo de Pauli en la condesa (ayer hice un panqué de cacao y azúcar negra con almendras y otro de Coco para llevar mañana a lo de Lau, llevé a mi hermano a un show en el Foro Condesa y cuando volví, a las 9pm, le hice un glasé fallido), también tengo que ir ahora, después de bañarme a comprar unas cosas (no se puede creer todo el consumo que se impone en esta vida) y antes de bajar debería chambear pero estoy con poco resto. Ya pasé por el super y compré lentejas, frijoles, chícharos (arvejas) y maíz palomero que Coco quería hacer en una olla en lugar de usar el microondas.

En fin. Me extendí y dije muy poco: es lo que hay.
Así las cosas.

miércoles, 14 de marzo de 2012

...

No sé si estoy triste, angustiada o normal. Bueno, en realidad venía normal, como anestesiada, en mi pequeño mundo sin grandes aventuras intelectuales ni desafíos ni estímulos de ninguna clase hasta ayer que de la nada me picó una inquietud. Supongo que esta vida va en contra de mi naturaleza por lo cual no dura demasiado la tranquilidad. O sí, eh. Porque la inquietud es leve. Debería estar yendo a nadar pero me dio mucha fiaca. Será el viernes. Si hubiera sabido que no tenía que buscar a los pibitos, hubiera ido antes pero ahora, siendo las 12.30 del mediodía la paja es total. Así que trabajaré. A la tarde le pediré a Xime que me acompañe a comprar coco, pepinos (en Chedraui no había) y una pila de litio de 3 voltios para la balanza que pesa grasa que conseguí en el super. Si no me convence la devolveré.

Marido tiene show, creo que me tocará ir. Ayer llegó a las 10.30pm y yo dormía a pata suelta. Caigo rendida muy temprano. Es obvio, el día empieza al alba y yo no nací para eso. Coco se fue de campamento, estaba emocionado y nervioso (creo), lo llevó el padre a la escuela pero no dejó que bajara. Vuelve el viernes a la tarde. Lo extrañaré a la vez que descansaré.

Planes para los días que viene madre: Xime nos invitó a Acapulco así que posiblemente vaya unos días  con niños y con ella y las chicas, claro.

Estoy desconectada del mundo. Bueno, no, del mundo que no sea lo inmediato, lo próximo, lo fácil, lo que está a la mano. No sé cómo sigue el año, no tengo más planes que seguir con la dieta, intentar que mi casa esté ordenada de una vez (siguen los libros en cajas, recién HOY se supone que vienen a resanar la pared que dejaron con agujero, el estudio sigue inusable, el tapicero no sé cuándo trae los muebles, el carpintero me debe mi cama, las mesas de luz, la mesa del comedor y el lijado de las sillas, los discos en cajas, ni un solo cuadro en las paredes y polvo polvo polvo; el jardinero está trabajando en ambos jardines). Detesto recibir gente en este contexto, odio las cosas por la mitad.

Por lo demás: nada. No sé. Desinflada. Supongo que el haber terminado con mucho trabajo intenso y ahora tener esta tortura que no termina más no ayuda.

Y me siento un poco sola. De onda. Existencialmente. Quiero amor amistoso de mis amigos lejanos. Ponele.

En fin.
Así las cosas: levemente melanco.

lunes, 12 de marzo de 2012

¿a mí?

Patitiesa me quedo, pasmada, incrédula. ¿A quién puede ocurrísele querer digitarme la vida? ¿Quién puede pensar que a mí de verdad me era perentoria su existencia? Ilusos. Hay un punto en el que me agota y otro en el que, francamente, me causa gracia.

Volvamos a la condescendencia: no hay nada más espurio. Bueh, ponele que sí. Nada más ¿aburrido? ¿lejano? En fin.

Siendo las 6.33pm parece noche cerrada. La lluvia acecha como todos los últimos días, desubicada. En marzo no deberíamos tener aguaceros todas las tardes, la temporada de lluvias reservémosla para cuando corresponda. Sigo con dolor de brazos por las pesas del sábado. Mañana creo que nadaré si el clima lo permite. Sigo sin ver una sola peli. Nada de nada: llega la noche y solo pienso en dormir. Sigue mi lucha cruel con diferentes oficios. El sexo me genera bastante indiferencia. Leo algo a la noche, trabajé todo el findex. El sábado a la noche llecó marido. (Acabo de hablar y dice que está llegando!3A milagrooooooooo).

Pierdo el hilo, estoy cansada. No hacer deporte me deja peor que hacer. Hoy no tuve tiempo, ir a Polanco a lo del nutriólogo nazi me deja en jaque. Pasé por casa para trabajar, hice llamados por tel, tuve que ir a pagar telas y otros demases más buscar a Milo y a Joaco en sus respectivos jardines y todo me lleva demasiado tiempo. Y la tarde... no de lo más productiva pero tampoco de lo menos. Y no me bañé.

Por lo demás: nada. Madre llega el 30 de marzo, apiadada por la ausencia extendida de marido sacó pasaje para hacerme compa. Él se va 13 días a Bs As, cuasi una ofensa pero, al margen de cuestiones económicas, a mí no me interesó ir con los kids. Plomazo. Ah, hubo doble nacimiento este findex, emoción. Tengo muy poco contacto con mis amigos porteños, así es la distancia. Además, vivo en el aquí y el ahora como pocas veces, creo que es un poco más afín a la felicidad.


Así las cosich.

sábado, 10 de marzo de 2012

la mentira, la fabulación, el arte

Ay, esa gente que se inventa historias y ve situaciones donde no las hay. Una cuasi envidia. Mi vida estuvo atada a la "verdad" desde que tengo recuerdo. Conciencia. No había espacio ni para la fantasía ni para la mentira. Así, me convertí en un ser unidimensional. La rigurosidad y el arte no se llevan bien, no hay ese resto necesario para que los textos tengan peso, densidad, interés.
Claro que en la vida me convirtió en una persona hiper recta, honesta, franca y "buena". No engañar nunca, ir de frente, hacerse cargo de las consecuencias, vivir en la crudeza de lo real. Jamás creí que alguien estaba enamorado de mí, etcétera, etcétera.
Sigo lidiando mal con la mentira, con la falta de palabra, con el engaño y la dejadez. Recién la semana pasada entendí que debería vivir en el primer mundo, donde la palabra tiene valor: si me decís algo, lo hacés. Hace UNA SEMANA que tiene que venir el carpintero y no aparece. No me contesta el teléfono, dejó agujeros en las paredes, faltan los sostenes de los entrepaños y dos repisas de la sala. Mis libros siguen en cajas, en el cuarto de huéspedes que no deja de ser Kosovo.
Por otro lado: mucho trabajo, mucha vida.
No me da el tiempo. Hace ya meses que no miro pelis. Marido no está nunca (ayer se fue a Guadalajara y vuelve hoy a la noche), tengo todos estos hijos y cosas que no logro resolver. Y por sobre todo: un cansancio atávico, ancestral, del cual no me recupero (sobre todo porque mi hijo menor se despierta a las 5am, 6, 6.30 y así). Son las 8.15am y hace ya un rato que empecé a trabajar, ya desayuné mis huevos y mi fruta con yogur y tengo que ir a comprar unas cosas al super, hacer un postre, buscar análisis, un protector para el yeso, comprar telas y quería hacer deporte pero es obvio que no voy a llegar. Roberta llora porque no quería las salchichas cortadas. Diossssssssssssss. No puedo más.

En fin, sigo con el yugo.
Así las cosas.

lunes, 5 de marzo de 2012

nueva revista virtual

Entren a la nueva revista de Muga. Un cacho de cultura desde la madre patria.

Besis.

y aunque cambiemos de lugar las banderas, siempre es como la primera vez

Fue en la navidad del 92, cuando había cumplido 15, que mis viejos me regalaron Clix modernos. Discazo. Imposible que Charly no te rompa el boch a esa edad. Bah, por lo menos en los 90s. Ahora ni idea: soy una mujer mayor.

Mayor y todo tengo esas dos tazas, ambas regalos de mis hijos: la vaca comprada con madre cuando cumplí 30 y la de Minnie (atrás dice: "Mornings aren´t PRETTY") comprada ahora que fueron a Disney. Así trabajo sin estudio, con muestras de telas, la mesa amarillenta, adornos por ahí, unos discos perdidos, muestras de pisos y maderas y la impresora con hojas blancas encima a un lado de mi compu.

Por lo demás: no me bañé. Sucia escribo estas palabras. Es que me puse a laburar a las 8.30am, esperé al jardinero y salí rápido a lo del nutriólogo que cada día se pone más odioso (tuve un altercado en el que le pregunté por qué maltrata y cuando salí le dije a la secretaria que tiene problemas y ella me confirmó "a veces sí"; bajé 2% de grasa en una semana, lo que es muy positivo aunque yo me veo igual de chanchis que siempre, llevo DOS meses sin comer dulces, por ej), después pasé a visitar a Mer que está en reposing, le llevé unas galles no muy hiteras (las hice el viernes en el medio del caos de gremios, antes de que Roberta se rompiera la muñeca haciendo vueltas de carro, lo que traducido es medialunas) pero nos divertimos un rato. Volví, comí con hijos, seguí trabajando con ellos alrededor, tomé mate cocido y café (así varias veces por eso se acumulan las tazas), comí palomitas naturales y finalmente, después de hacerles cena, bajar persianas, abrir camas y bajar línea en general (Tita rompe mucho con el tema de su yeso, le pica, le duele, lloriquea, etcétera), logré terminar el trabajo. Uff.

Ahora tengo un rato para boludear hasta que llegue marido (pensaba webear pero posiblemente me tire a mirar elgourmet, estoy quemada).

El viernes me sentí un touch miserable saliendo sola del hospital con mi hija con su yeso hasta casi el hombro, siendo ya de noche, prestándole mi abrigo porque salimos sin su buzo. Marido estaba de viaje, volvió recién el sábado a las 2pm, el buenhumor le duró poquísimo y la vida familiar no es lo más grato que pueda imaginar. Eso más falta de dinero: el infierno.

Hoy pensé: detesto a la gente que te echa favores en cara, ponele. O lo que sea. Bah: detesto a la gente que te echa cualquier cosa en cara. Period. También detesto a la gente que no devuelve las invitaciones (algo por demás extendido) pero jamás lo enuncio en voz alta, me parece de una falta de clase soez. Para eso, además, tengo un blog o twitter: el imperio de la queja. Los amo. Y lo de "haz el bien sin mirar a quien" aplica a full. Y si no no lo hagas, cada uno se arregla con su conciencia. Claro que mucha gente se sobreestima (bueno, debemos ser todos, ¿no? pero digamos que hay grados también) y tiene autopercepciones harto erróneas. 

No sé a qué venía, mi fluir de la conciencia es errático y lo vuelco sin filtro.

Mmmm, no mucho más. Mañana como en lo de Domi, busco pibitos, tengo que luchar con el carpintero que venía hoy a entregar cosas y no atendió el tel en todo el día, la arquitecta que tampoco atiende el tel y quedan mil cosas por resolver, entre ellas MI ESTUDIO, los pibes vinieron a trabajar 4 horas y se tomaron el buque por lo cual estamos en problemas.

Sigo sin poder vender el piano, ya vinieron 3 jardineros a hacer presupuestos y el miércoles viene un cuarto (debería haber hecho eso con todo pero el año pasado fue un año muy difícil) y tengo trabajo pendiente aún.

Bueh, ya de pavadas. Por lo menos hay sol, mañana voy a poder hacer deporte y tengo un rato de paz infantil.

Así las cosas, guys.
Variopintas.

jueves, 1 de marzo de 2012

en la misma tónica

Siendo las 8pm estoy rota. Claro que es mejor estar acá, haciendo tiempo para que lleguen amigas a cenar que en la cama leyendo, como ayer a la noche. Terminé el libro y apagué la luz a las 9. Dormí pésimo una vez más. Sin marido no logro descansar. Además, Simón compartía la cama porque no había llegado el colchón aun. Hoy lo tiene y es como de hotel, inflado, término. Era el más barato pero su hermana se lo envidia. La vida familiar es dura. Bah, qué se yo, es pesada. Amanecí a los gritos con Roberta por el mismo tema de todos los putos días: dice que sus 6 pares de zapatillas (sí, SEIS, ; además de unas adidas de deportes con los cordones rosa fluor y las botas de gamuza violetas que ya están completamente rotas; nadie en esta familia tiene tanto calzado como ella, dos pares son heredados) le aprietan. Me brota. Ella llora, yo grito: todo desastre y estoy hablando de las 7am (ponele que 7.15).

Estoy acostumbrada a criar a mis hijos sola pero creo que no es bueno para nadie. Las cosas no van a cambiar en el corto plazo. Extraño a marido aunque ya casi no lo siento, el tiempo fluye a pesar de la distancia. Qué se yo, no entiendo mucho.

Ah, necesito vender mi piano: a ver si alguno se copa.

Y no mucho más.
Hice la clase de spinning al ritno de Mal bicho, la de Vilma Palma y la de Foster the people. Obvio que bailé y canté sobre mi bici en mi outfit negro. Con los anteojos y el rodete doy bastante aparato. Y cantando ni te cuento pero: me la suda.

Trabajé menos de lo necesario. Mañana ya es viernes, los chicos salen tempras del cole porque hay kermesse en la Feria de Chapultepec y nosotros no vamos (por suerte ninguno insistió). Los haré pintar con témperas y hacer galletas o semejante mientras yo laburo.

También salí al parque porque era el cumple de Joaco. Incólume no como nada dulce hace casi dos meses, sí debería ser transparente pero no lo soy: fuckin metabolismo.

La casa huele a crumble, voy a controlar que no se queme.
Así las cosas!