lunes, 12 de marzo de 2012

¿a mí?

Patitiesa me quedo, pasmada, incrédula. ¿A quién puede ocurrísele querer digitarme la vida? ¿Quién puede pensar que a mí de verdad me era perentoria su existencia? Ilusos. Hay un punto en el que me agota y otro en el que, francamente, me causa gracia.

Volvamos a la condescendencia: no hay nada más espurio. Bueh, ponele que sí. Nada más ¿aburrido? ¿lejano? En fin.

Siendo las 6.33pm parece noche cerrada. La lluvia acecha como todos los últimos días, desubicada. En marzo no deberíamos tener aguaceros todas las tardes, la temporada de lluvias reservémosla para cuando corresponda. Sigo con dolor de brazos por las pesas del sábado. Mañana creo que nadaré si el clima lo permite. Sigo sin ver una sola peli. Nada de nada: llega la noche y solo pienso en dormir. Sigue mi lucha cruel con diferentes oficios. El sexo me genera bastante indiferencia. Leo algo a la noche, trabajé todo el findex. El sábado a la noche llecó marido. (Acabo de hablar y dice que está llegando!3A milagrooooooooo).

Pierdo el hilo, estoy cansada. No hacer deporte me deja peor que hacer. Hoy no tuve tiempo, ir a Polanco a lo del nutriólogo nazi me deja en jaque. Pasé por casa para trabajar, hice llamados por tel, tuve que ir a pagar telas y otros demases más buscar a Milo y a Joaco en sus respectivos jardines y todo me lleva demasiado tiempo. Y la tarde... no de lo más productiva pero tampoco de lo menos. Y no me bañé.

Por lo demás: nada. Madre llega el 30 de marzo, apiadada por la ausencia extendida de marido sacó pasaje para hacerme compa. Él se va 13 días a Bs As, cuasi una ofensa pero, al margen de cuestiones económicas, a mí no me interesó ir con los kids. Plomazo. Ah, hubo doble nacimiento este findex, emoción. Tengo muy poco contacto con mis amigos porteños, así es la distancia. Además, vivo en el aquí y el ahora como pocas veces, creo que es un poco más afín a la felicidad.


Así las cosich.

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