lunes, 5 de marzo de 2012

y aunque cambiemos de lugar las banderas, siempre es como la primera vez

Fue en la navidad del 92, cuando había cumplido 15, que mis viejos me regalaron Clix modernos. Discazo. Imposible que Charly no te rompa el boch a esa edad. Bah, por lo menos en los 90s. Ahora ni idea: soy una mujer mayor.

Mayor y todo tengo esas dos tazas, ambas regalos de mis hijos: la vaca comprada con madre cuando cumplí 30 y la de Minnie (atrás dice: "Mornings aren´t PRETTY") comprada ahora que fueron a Disney. Así trabajo sin estudio, con muestras de telas, la mesa amarillenta, adornos por ahí, unos discos perdidos, muestras de pisos y maderas y la impresora con hojas blancas encima a un lado de mi compu.

Por lo demás: no me bañé. Sucia escribo estas palabras. Es que me puse a laburar a las 8.30am, esperé al jardinero y salí rápido a lo del nutriólogo que cada día se pone más odioso (tuve un altercado en el que le pregunté por qué maltrata y cuando salí le dije a la secretaria que tiene problemas y ella me confirmó "a veces sí"; bajé 2% de grasa en una semana, lo que es muy positivo aunque yo me veo igual de chanchis que siempre, llevo DOS meses sin comer dulces, por ej), después pasé a visitar a Mer que está en reposing, le llevé unas galles no muy hiteras (las hice el viernes en el medio del caos de gremios, antes de que Roberta se rompiera la muñeca haciendo vueltas de carro, lo que traducido es medialunas) pero nos divertimos un rato. Volví, comí con hijos, seguí trabajando con ellos alrededor, tomé mate cocido y café (así varias veces por eso se acumulan las tazas), comí palomitas naturales y finalmente, después de hacerles cena, bajar persianas, abrir camas y bajar línea en general (Tita rompe mucho con el tema de su yeso, le pica, le duele, lloriquea, etcétera), logré terminar el trabajo. Uff.

Ahora tengo un rato para boludear hasta que llegue marido (pensaba webear pero posiblemente me tire a mirar elgourmet, estoy quemada).

El viernes me sentí un touch miserable saliendo sola del hospital con mi hija con su yeso hasta casi el hombro, siendo ya de noche, prestándole mi abrigo porque salimos sin su buzo. Marido estaba de viaje, volvió recién el sábado a las 2pm, el buenhumor le duró poquísimo y la vida familiar no es lo más grato que pueda imaginar. Eso más falta de dinero: el infierno.

Hoy pensé: detesto a la gente que te echa favores en cara, ponele. O lo que sea. Bah: detesto a la gente que te echa cualquier cosa en cara. Period. También detesto a la gente que no devuelve las invitaciones (algo por demás extendido) pero jamás lo enuncio en voz alta, me parece de una falta de clase soez. Para eso, además, tengo un blog o twitter: el imperio de la queja. Los amo. Y lo de "haz el bien sin mirar a quien" aplica a full. Y si no no lo hagas, cada uno se arregla con su conciencia. Claro que mucha gente se sobreestima (bueno, debemos ser todos, ¿no? pero digamos que hay grados también) y tiene autopercepciones harto erróneas. 

No sé a qué venía, mi fluir de la conciencia es errático y lo vuelco sin filtro.

Mmmm, no mucho más. Mañana como en lo de Domi, busco pibitos, tengo que luchar con el carpintero que venía hoy a entregar cosas y no atendió el tel en todo el día, la arquitecta que tampoco atiende el tel y quedan mil cosas por resolver, entre ellas MI ESTUDIO, los pibes vinieron a trabajar 4 horas y se tomaron el buque por lo cual estamos en problemas.

Sigo sin poder vender el piano, ya vinieron 3 jardineros a hacer presupuestos y el miércoles viene un cuarto (debería haber hecho eso con todo pero el año pasado fue un año muy difícil) y tengo trabajo pendiente aún.

Bueh, ya de pavadas. Por lo menos hay sol, mañana voy a poder hacer deporte y tengo un rato de paz infantil.

Así las cosas, guys.
Variopintas.

No hay comentarios.: