martes, 31 de mayo de 2011

Crónica de un viaje a Madrid, parte 10

Estoy en plena despedida. Triste. Fuimos a tomar algo con Alejo y volvimos con Flora para esperar que sea la hora del taxi. Hace frío y esto se terminó. No puedo creerlo. Fue intenso y copado y divertido y sentador pero se terminó y hay que volver a la realidad. Me emocioné porque Fernando me regaló dos discos, comimos con Alejo y él en una terraza linda. Alejo me regaló un dvd, Santi un disco y Flora toda su hospitalidad y la amistad de años. No me sienta bien volver a México, sé que van a ser días difíciles pero no queda otra. A la tarde me dolió mucho la panza, vomité cuando volví del Prado. Fue horrible. Tuve que bajar a comprarme Buscapina. Flora vino a mimarme, salió un poco antes del laburo. Me gustan los mucho los Flamencos, El Bosco me vuela la cabeza. No puedo concentrarme así que voy a escribir mañana. Sólo quiero que sepan que irme me está costando, que todo me cuesta un poco y que tengo mucho sueño y espero dormir en el avión porque el viaje dura 12 horas y no tengo resto para el insomnio.
Los veo mañana, por la mismo baticanal pero a otra batihora.
Así las cosas, chicos.
En efecto: todo concluye al fin.

Crónica de un viaje a Madrid, parte 9

Es temprano y estoy despierta hace rato, entre la luz y mis intentos fallidos de digerir el cordero, el sueño fue corto. Muy corto. A la tarde llegó Flora y yo hablaba con marido que intentaba convencerme de que me quedara unos días más y yo ya no encontraba las palabras para explicarle que quiero volverme a casa (creo que gritaba). Parecemos siempre una peli ridícula con personajes maltrechos pero sin estetizar. Le corté para charlar con Flora antes de irme y le alegré el espíritu (a mi amiga, no a marido, a mí me encantaría que alguien hiciera eso conmigo). Después agarré las vituallas y partí hacia las tres combinaciones de metro. En la segunda pensé que me había pasado pero por suerte bajé de la palmera antes de que fuera un bajón y no sucedió. Esperé a Santi un rato porque pensó que no iba a llegar aunque podría haber andado el camino a la perfección. Por algún motivo tiendo a pensar que soy terriblemente desubicada pero es falaz. Hay muchas cosas que tiendo a pensar sobre mí y que no sé de dónde las saco. A veces tiendo a idealizar a los otros y no ver las realidades, también tiendo a creer lo que me dicen por ese nivel ridículo de ingenuidad y confianza en el humano, no sé por qué, sabiendo que es fallido por definición. Caminamos con Santi y Tania (que ahora que lo veo es casi un anagrama de Santi), que traía su gorra de princesas y todavía hoy puedo reconstruir la felicidad infinita que algo rosa puede causar. Me gusta la capacidad de Santi de hacerme sentir una imbécil, de desarmar los nudos con un chistido, de preocuparse por argumentarme cuando le digo algo, cuando le cuento una miseria, cuando entiende todo a la perfección. De consolarme. Entender es el verbo que usábamos con Joy cuando teníamos 20 años. Entender es el verbo que resume todo y yo no se lo concedo a cualquiera. De hecho, a veces ni siquiera a mí misma. Me acaba de agarrar una angus, la angus es lo peor. Me sorprende alguien que no sepa distinguirla aunque la locura no me enorgullece ni mucho menos. Estoy un poco enojada y quisiera deshacer todos los sentimientos. Entre tanto, me duele la panchi y Flora se está yendo y dice que soñó que lloraba cuando nos despedíamos. Flora es la novia ideal, llegué casi a las 2am y me esperaba despierta a pesar de que (supuestamente) la había llamado y no me había atendido. Bah, prendió la luz para charlar y nos quedamos hasta las 3 tomando licorcito y charloteando como siempre. Ahora tuvo que salir corriendo sin tiempo para desayunar. El cordero estaba delicioso, antes había comido queso y jamón serrano y pan y tomé vino y después papa y ya de bajón le entré a la ensalada y ahora estoy pagando mi derrape gastronómico y no está nada bueno. Sólo perdoné el choco y me rescaté diciéndole no al gin tonic. Siempre fui de las personas que suelen abstenerse de hacer lo que hay que hacer. Nunca me dejé llevar por la manada, jamás tomé ni me drogué llevada por el resto, tengo una forma de vestirme aggiornada pero particular, me compro la ropa en los mismos lugares hace más de diez años y no me interesa la gente por nada más que por ser ella, nunca fui groupie ni monitor ni tengo ninguna posibilidad de volverme. Desprecio un poco a la gente que no se hace cargo de sus cosas, que desplaza hacia el otro así como la falta de elegancia. En fin, no sé ni a qué venía todo esto. Porque en lo de Santi la pasé básicamente genial. Eugenia me cayó mil, Nacho es jovencito y unabomber y gustó de decir que hablé mucho (cosa que es innegable, intenté explicarle que me paso la vida en silencio y que cuando bebo y se da la oportunidad, me explayo) y Santi me acompañó después hasta el taxi y nos despedimos como si nada y ahora pienso que no sé cuándo lo volveré a ver y me da mucha pena que mi vida cotidiana tenga tanto bache en un sentido. También tuvimos nuestros renuncios y destruimos todo lo destruible. Me gusta.

Bueno, estoy irremediablemente dormida, tengo que hacer la valija, no logro digerir todo lo que embuché y debería trabajar. Tal vez duerma un ratito o tal vez active. Quiero ir al Padro y al Thyssen pero no sé qué grado de verosimilitud tenga pretender hacer las dos cosas.

Ahora sí, chicos.
Volviendo.

lunes, 30 de mayo de 2011

Crónica de un viaje a Madrid, parte 8

¿Por qué siento más la circularidad estando de viaje que en mi vida cotidiana?

Estoy en lo de Flora, tomo coki y fumo. Acabo de cortar con Santi para arreglar la logística de esta noche. Llevo chocolate y vino y nos encontramos a las 8.30pm en la estación de metro de su casa. Comí sushi con Alejo por su zona (el centro, por así decirlo) y después prentendía caminar hasta el Reina Sofía pero no traía mapa y era difícil de explicar por lo cual me tomé el subte, me bajé en Sol y le pregunté a un guardia pero me miró raro, me dijo que era lejos y que mejor me tomara el renfe. Es lo que hice pero me colé (me di cuenta después) porque compré un billete de metro que no servía. Para salir tuve que hacerlo atrás de una señora. Desde Atocha caminé hasta el museo pensando en lo inútil que es pensar y mucho más hablar, es sólo un entretenimiento constante pero nada más. Está, como casi todo, sobrevalorado. Pensé, una vez afuera, que el Deseo es lo único que cuenta, al final y por Deseo no hablo de pulsión sexual. Deseo y Razón dándose en el ring. Cagándose a piñas por imponerse. Es una imagen triste. ¿O la triste soy yo, también por definición? Busqué las exposiciones permanentes y me acordé de cómo me había enamorado de Miró cuando era chica gracias a los libros de pinturas para niños (también de Gauguin pero de una manera mucho más salvaje y radical y de Brueghel, con esa melancolía soterrada que tienen sus pinturas). Recorrí un poco más, miré el Guernica y no me dijo nada. Recordé que a los 17 me había emocionado pero ahora ya no. Salí llorando de la sala en la que está Muchacha en la ventana, había comprado una postal, también en el 95 y me pregunté si la tendré por algún lado. Dalí me gusta mucho más antes de volverse surrealista. De hecho, lo único que me interpela del surrealismo es su rupturismo, hoy todo parece fácil y está normalizado pero si contextualizás, tiene otra densidad. En el ascensor bajé con un cúmulo de adolescentes granulientos y olorosos que me causaban mucha gracia, alguno me miró como si fuera un extraterrestre y el adulto que los acompañaba les dijo primero que tuvieran cuidado (uno medio que me dio un golpecito con uno de sus miembros descontrolados por la edad) y después, que me dejaran pasar primero, cosa que no sucedió. Entré a una muestra de Jacoby sólo porque me llama la atención que exponga acá y me gustaron mucho algunas cosas de Yayoi Kusama, de quien colgaría algunas piezas en mi casa. Sentí descarnadamente mi subjetividad rota por definición y no me gusté. El resquebrajamiento interno e inmanente me parece de lo peor que hay. Santi dice que nos diferencia el deseo de la normalidad. Yo le digo que daría lo que fuera y él me dice que lo que nos mata es la hiperconciencia, nos vuelve monstruos. Tiene razón. Relativizar es lo único que funciona, está claro.

Compré regalos para mi núcleo duro en la tienda y después caminé hasta el Carrefour de Lavapiés para comprar lo que necesitaba. Me sorprendió ver en la caja que un señor se llevaba gazpacho en tetrabrick. Copado.

Por lo demás, se acerca el fin. Quisiera teletransportame a mi realidad, sentir el amor de marido y pasar sin la escala del choque de la vuelta a una cierta paz. Sé que no es posible. Leeré diarios antes de salir. El libro de Yuri Herrara ya lo terminé y tengo El sindicato de la policía Ydishe para la vuelta.

Así las cosas, chicos.
Una extrañeza.

Crónica de un viaje a Madrid, parte 7

Tengo mucho sueño, como ya es costumbre, aunque dormí bien y unas cuántas horas. Al menos seis y media. Ya desayuné en una terraza acá a unas cuadras un café con leche con una tostada y ya trabajo. Pensaba quedarme ahí, de hecho llevé la compu, pero hace un leve frescor y prefería estar cómoda en el sillón de la casa de Flora.
Ayer: comimos con Alejo y una pareja de amigos (y Flora, obvio) en un lugar llamado Taberneros, en la calle de Santiago, que le da nombre a una canción de Nacho. Muy rico y mucho. Sólo obvié el postre pero le di duro y parejo al salmorejo, al ceviche, a la vieira, la mitad de mi croqueta la regalé y al foie ni lo probé, demasiado grasoso para mi aparato digestivo complicado. Después caminamos con Florich para encontrarnos con la Shama y vinimos para acá. Yo dormí en el sillón mientras ellas trabajaban, hablé con marido por skype que estaba en el club con Milo y mientras charlábamos, se le durmió encima. A las 9pm me fui a leer a un barcito enfrente de la estación de Tirso de Molina y me encontré con Ale para ir al cine. Vimos El castor, de Jodie Foster, una mierda sin control pero el programa del cine siempre está bien y yo aproveché para llorar unas penas atoradas en la oscuridad de la sala, apañada por una trama sórdida y fallida. Recién, mientras tomaba el café con leche que estaba deli, entendí que son las últimas horas de todo esto. No voy a sacar conclusiones, no existen ni valen la pena ni me hacen sentir particularmente bien. Lo que sí me pregunté es: ¿será mi única particularidad tener tantos hijos a una edad impensada? Qué se yo. También pienso otras cosas pero son un poco tristes y no hay demasiado sol así que mejor dejar todo como era entonces.

Sigo laburando y después veré qué hago para el almuerzo y si a la tarde visito el Reina Sofía.
Así las cosas, chicos.
Tiempo de descuento.

domingo, 29 de mayo de 2011

Crónica de un viaje a Madrid, parte 6

Tengo a Flora al lado que me tiene que soplar lo que hicimos porque estoy dormida y mareada y hay músicas concomitantes que no se terminan de distinguir (una sale de la compu de Flora y la-s- otras vienen de la calle: Flamenco). Después de que Flora volviera de Pilates nos fuimos a pasear, caminamos hasta Malasaña primero, tomamos algo en la placita del 2 de mayo, vimos La Cibeles, Neptuno, tomamos unos frapuchinos en Starbucks y caminamos por el Retiro hasta llegar a la feria del libro. Como recién abría a las 5pm, nos tiramos a seguir hablando -no entiendo cómo seguimos teniendo tema- en el pasto, a la sombra. Finalmente caminamos por los puestos mirando poco y llegamos hasta el de Muga en donde Santi atendía a los clientes que pedían recomendaciones. Estoy muy sorprendida de cómo lee la gente en Madrid. Viniendo de México es muy impresionante ver cómo muchos leen en el metro y en todas las casas a las que fui hay bibliotecas con títulos interesantes. Compramos un libro cada una y después apareció la Shama que se había ido de compras con amigas. También compró libro y fuimos a encontrarnos con ellas que vegetaban en otro pasto. Me gustan las mujeres más que casi nada en el mundo. Los grupos de mujeres diver son de lo mejorcito que uno puede encontrarse. Dos españolas y una argentina con muchos años acá más la Shama y nosotras dos, todas simpáticas y divinas. De ahí caminamos hasta una de las puertas y nos encontramos con Alejo para ir a ver el partido a lo de Fernando, su amigo. Tuvimos que hacer un ratito de tiempo en otro pasto porque llegamos temprano, pasamos a comprar unas vituallas por el chino de la cuadra y subimos a un departamento super lindo a disfrutar del juego impecable de Leo y sus compas. A pesar de que no podía más de sueño, lo vi todo concentrada.
Hago excursus para decir que extraño mucho a mi familia. Me duele la panza de las ganas de verlos. Sé que es un momento pero de repente siento la necesidad imperiosa de estar en mi casa, de sentir la pierna de marido sobre mi ser, de sentir que no soy tan sola y que la tristeza es menos triste los domingos (a veces).
Caminamos hasta lo de Flora (y ya no podíamos más porque nos la pasamos pateando), nos cambiamos y fuimos, caminando, a lo de una de las amigas de la Shama. Nos reímos y nos fuimos a un bar en el que me tomé un mojito y un Baylies y al rato veía doble. Casi no pude dormir una vez más y ahora, no sé cómo, se hicieron casi las dos y tenemos que bañarnos para ir a comer pero antes tengo que lavar platos. Me dormiría una siesta con mucho, muchísimo, gusto.
En fin, chicos.
Así las cosas!
Baqueteadas.

sábado, 28 de mayo de 2011

Crónica de un viaje a Madrid, parte 5








Fotos de la cena con Flora y después el post con Tiago.

La única verdad es la realidad: cuanto más aplacado es el entorno, más stand up te hago.

Después de dormir hasta la 1pm ordené, me bañé y bajé a un bar con la compu a tomar un café con leche y laburar pero falló: primero el Barbieri estaba cerrado y después, el bar de Argumosa en el que me senté en la vereda no tenía internet y como  no había bajado el archivo de gmail, no pude leerlo así que liquidé mi taza y me volví. Estuvo bien, me quedé acá siendo productiva mientras llovía de a ratos, hasta que un poco antes de las 4 me decidí a salir aunque ya estaba el cielo encapotado otra vez. Tomé el paraguas que me dijo Flora y me aventuré a pasear en ayunas, sin hambre y haciendo esfuerzos por digerir la noche anterior. Caminé por la única calle que transito, Argumosa, pasé por el Reina Sofía y tomé El prado hasta llegar a Caixa Forum. Estaba en paz aunque con la tensión habitual sobre mi situación: vivir en una ciudad con la que no comulgo, sentirme ajena y lejana en todos los niveles, no encontrar mi lugar ni dejar de percibir la hostilidad constante. El contraste entre Madrid y México es gigante y no creo que tenga que desarrollar por qué. Entré a la librería que, obviamente, es muy linda y visité la muestra de constructivismo ruso del segundo piso: arquitectura y pintura de 1920 casi exclusivamente. Me gusta la concepción funcional de los soviéticos y me pregunté si tendría algo que ver la empatía con la ascendencia pero fue un pensamiento aislado que no venía a nada, claro. En una tarde de lluvia de soledad uno puede pensar cualquier cosa. Paz y sosiego compiten todo el tiempo con inquietud e indigestión y se complementan. Así estoy ahora, incapaz de digerir y sólo puedo pensar que mi cuerpo literaliza mis estados emocionales de una forma apabullante. Miedo.
 
Como a las 5.30pm tenía que estar acá para encontrarme con Flora, decidí emprender la retirada pero antes de irme me colgué mirando el jardín vertical de la puerta y pensando que, por lejos, era lo mejor del lugar. No saqué foto porque soy muy pajera y porque tengo una cierta aversión a la foto turística y de objetos, no me convoca pero creo que es más un problema que una convicción. Caminé bajo la lluvia con el paraguas y por suerte llegué antes porque a Flora la agarró la tormenta en plena calle y sin outfit adecuado. Seguíamos sin encontrar su llavero pero, por suerte, antes de salir Flora lo vio en el único lugar en el que no habíamos buscado: el gancho para colgar las llaves. Estaban en  donde debían y durante dos días no las vimos (??????????). Después de ponerse ropa seca y de que yo abandonara el ayuno con un durazno, agarramos las bolsas de las compras y caminamos hasta el mercado de acá cerca: rúcula, queso símil feta, aceitunas y hongos. Después pasamos por Carrefour a comprar más ravioles por si venía la Shama (no, no vino, salió con su amiga madrileña y estaba cansada así que tampoco supimos nada más de ella para el post) y por último, por la heladería (mascarpone, mango y coco). Antes de subir, nos colgamos charlando con un café con leche de por medio en el Barbieri, que ya sí había abierto y le conté a Flora que lo recordaba de mi viaje anterior, estoy segura de que fuimos a tomar chocolate con Santi pero no creo que ni él ni Fer se acuerden (ambos tienen una memoria pésima). Charlamos charlamos y finalmente subimos y seguimos charlando mientras escuchábamos música hasta que Flora se puso a cocinar en un gesto de amor supremo y yo me quedé laburando sin hacer nada de nada por nuestra cena. La ensalada estuvo deli aunque comí poco: rúcula, sandía, nueces y queso y de segundo: ravioles cuatro quesos con unos hongos saltados con manteca y salvia. Muy rico. Seguimos hablando y hablando hasta que llegó Tiago, a quien no veía hacía siete u ocho años y quien, por cierto, está igual. Nos quedamos bebiendo y platicando hasta las 2.30am y después Flora y yo, habiendo ya levantado todo, también nos quedamos dale que dale tiradas un rato en mi cama ya hecha, en pijamas. Dos loras.

Y no, no dormí nada. A las 7am ya estaba despierta, con este nudo estomacal por haber ingerido de más y cierta inquietud que no logro desplazar y que me produce un enojo profundo conmigo misma. Los planes de hoy: ahora ordenar y lavar platos (obvio que me toca pero ayer estaba muy cansada!), bañarme, laburar y cuando venga Flora, salir a pasear. No sé exactamente el destino pero a la tarde pasaremos por la feria del libro y visitaremos a Santi. Y después supongo que iremos a un bar a ver el partido y después: who knows, a ver si la Shama hoy sí quiere hacer program.

En fin, chicos.
Así las cosas.

viernes, 27 de mayo de 2011

I don't wanna hear, I don't wanna know Please don't say you're sorry

En esta casa suena Madonna mientras Flora cocina y yo laburo.

Crónica de un viaje a Madrid, parte 4



Update: dormí hasta casi la 1pm, soy una lacra, esto es cualquiera, igual lo necesitaba, tengo la almohada pegada a la cara, dormiría cinco horas más pero tengo que trabajar ¿por qué acepté el laburo? dame algo que me levante YA, bueno me voy a bañar, esperemos que llegue igual, ya deshice la cama para no tentarme.

Ah, dejo fotis de hoy a la mañana temprano.


Así las cosas (Flora no me dejó poner la que saqué de las dos con caras de dormidas...).

Crónica de un viaje a Madrid, parte 3

Son las 9.20am y escucho Pink Floy mientras pienso que en este mismo momento siento una paz inefable. Dormí muy poco pero profundo y ya me siento una persona otra vez. Estoy tirada en la cama, en pijama, con las ventanas abiertas. Ya le hice un cafecito a Flora, guardé las tres pavadas que sacamos y lavé las tazas. Voy a desarmar la cama, bañarme, ordenar y salir a trabajar con la compu (ooopsssss, me acabo de dar cuenta de que necesito un adaptador para poder cargarla). No hay sol pero no me importa. Ayer fue un día raro y pensé que no iba a recuperar el eje. Entender siempre ayuda.

Tardé en salir y caminé hasta el Reina Sofía, pedí un mapita y pregunté por dónde podía ponerle crédito al celular pero no cumplí el objetivo porque me llamó Santi para que comiéramos por su casa por lo cual tuve que volver acá a buscar el tequila de regalo y ya no tenía tiempo de nada más. Fui hasta el metro y pregunté cómo hacer la combinación porque estaba eligiendo una opción de cuatro combinaciones que, era obvio, no era la mejor. Es todo tan fácil que me deja pasmada. Fácil, chico y sin hostilidad excepto por el modo poco agradable de la gente que siempre me deja girando en falso (ya sé que soy un aparato sin control, nada quisiera más que ser inmune a esas cosas). Nos encontramos en la salida del metro pero antes intenté leer dos páginas y logré cargar el celu en el kiosko de revistas. Viniendo de México, Madrid para mí es muy Bs As (sí, es una obviedad clishé pero como todos los clishé, es cierto). Comimos en un bar del que Santi es habitué y debo decir que el mozo no podía ser más amoroso y simpático. Bah, comimos poco porque no podíamos parar de hablar. ¿Cómo resumís diez años en una charla? Imposible, claro. Pero empezás por el presente por lo que te atormenta y te hace feliz y encontrás el interlocutor adecuado. Hace mucho que no la pasaba así de bien hablando con un amigo. Después nos fumamos un porro en la casa y me pegó genial pero me deja muy en evidencia algo que me hace sufrir desde siempre. Tengo una capacidad de percibir (porque el verbo entender no funciona) las abstracciones a la perfección pero no de poner en palabras adecuadas los pensamientos más primarios. Bueh, lo sé. Pero es cierto. Después nos tomamos un bondi y yo hablaba a los gritos (igual que en el 93, seguramente, a la vuelta del cole) y Santi me callaba y me acompañó hasta la puerta y nos despedimos y me dio mucha pena que el momento se hubiera terminado. Por suerte el domingo creo que ceno en su casa con sus dos chicas.

Tengo sueño. Ahora escucho Beethoven. Nos encontramos con Flora en el Starbucks de la esquina de lo de Alejo y vinimos para acá a que yo me cambiara las ojotas por botas y nos customizáramos un toque y después sí salimos. Caminamos hasta la Latina (creo) y nos metimos en el primer bar al que vino Alejo en Madrid (?), Flora y él se tomaron unas cañas y yo coki pero me comí gustosa una de las tapas, estaba medio famelic por haber almorzado poco. Después nos encontramos con la Shama en la puerta de un teatro (no recuerdo nombre exacto) y caminamos hasta la perejila. Más coki para mí y cañas para los demás y una tapas. La que realmente me hizo feliz fue la de boquerones con ajies. Es uno de mis gustos supre prefe. De ahí fuimos a comer a Rayuela: manchego asado con tomate, croquetas de jamón serrano, unos mejillones con bechamel (eso sí, fritos, así que sólo comí uno) y tortilla que no comí. Delicioso. Es de la comida que más me gusta en el mundo aunque casi doce horas después sigo intentando digerirla con éxito relativo porque, además, tomamos entre las tres una jarra de sangría (me copa grosso) y me emborraché  digna pero intensamente. De ahí caminamos al Pandora y tuve a mal pedirme un mojito que no pude terminar. Pero todo estuvo tranquilo y agradable y entendí, por fin, lo que es ir de bares. Y me cabe, eh...pero no podría vivir así. Los madrileños tienen un aguante que yo no comprendo. Yo soy amiga de la rutina y el encierro, soy bastante feliz conmigo misma y saliendo una vez por semana. Ahora, que son vacaciones, me parece genial pero insostenible en el tiempo (claro que mi realidad tampoco lo permite pero conceptualmente creo que no nací para esto así como no nací para drogarme de verdad y muchos otros etcéteras).

No pienso mucho. O sí pero en subjects recortados. Hablé con mis hijos menores y con marido sentada en el escalón del banco, mientras esperaba a Santi. Parece que están todos bien y dejé de extrañarlos. Me desperté pensando en marido, eso sí, en cuando me mira con amor, como viendo lo que hay de verdad y me enternecí y alegré de que exista y de que alguien pueda tener esa mirada hacia mí. Porque yo te entrego el alma en un platito, soy descarnada por definición. La tenés ahí, al aire y podés destruirla con la desafección o el desinterés, un gesto de menos o de más. Soy tan lábil que resulta inimaginable. Igual: todo bien.

Tengo mucho sueño, creo que mis planes de activar y ponerme a laburar rápido no van a prosperar. Me voy a echar (ahora suena Charly) un rato y después sí me bañaré y ordenaré antes de salir. Está nublado y semi lluvioso y entre que empecé el post y lo terminé, algo se me hizo grisáceo adentro pero ni modo.

Así las cosas, chicos.
Así de madrileñas.

jueves, 26 de mayo de 2011

Crónica de un viaje a Madrid, parte 2

Son las 11.20 am y estoy sentada en el escritorio de Flora, con la compu tan limpia que no parece mía (le di una buena lavada antes de venir). Me hice un café con leche (que me parece un poco soso porque no encontré edulcorante y le puse algo de azúcar, robaré en algún bar o compraré si encuentro un super). La casa es divina. Divina. Eso sí: se escucha todo. Pero creo que es un fenómeno europeo. Abajo gritan en una lengua que no conozco y hay mucho ruido de camiones varios. Ya hice la cama, lavé una fuente que no sé qué contuvo alguna vez, mandé unos mails temprano (cuando Flora se fue a laburar) y me dispongo a terminar mi café, bañarme, ordenar un poco mis pertenencias y salir a caminar. También me comí una manzana verde.

Casi no dormí y van tres noches. Supongo que fue mezcla de jet lag con pensamiento recurrente y ruidos varios. El viaje fue mortal. El avión parecía del año 82 (de hecho, debía ser muy viejo porque tenía ceniceros) y cada vez que había turbulencias (hubo bastantes) chirriaban todos los compartimientos. Las azafatas no pueden tener un modo más rudo y yo no puedo haberme arrepentido tanto de no traerme algún rivo para dormir. De todas maneras, me la pasé escuchando música, intercambié unas pocas palabras con la chica de al lado, que aprovechó una vuelta del baño para preguntarme si era argentina y contarme que el año pasado había ido a Bs As a visitar a una amiga. Le pregunté algunas cosas de su vida (sólo por compromiso, la realidad es que no tenía ninguna intención de interactuar con nadie pero me enteré bastate, a mi pesar) y cuando me preguntó qué hacía en México y le contesté (a veces juro que no sé qué decir) que tengo tres hijos respondió: "ah, pensé que eras mucho más jovencita". La ame por unos segundos pero después le dije que seguía con la música y volví a mi mutismo. La llegada fue un tanto apabullante, en una terminal nueva, enorme, en la que tenés que caminar kilómetros y bajar escaleras infinitas para llegar a un tren que te lleva a recoger el equipaje (???). En migraciones no me preguntaron nada, casi que ni miraron el pasaporte, creo que es más difícil entrar a México que a Europa. La cinta transportadora decía que el equipaje de mi vuelo empezaría a caer a las 14.51, me sorprendió mucho el nivel de precisión pero más me sorprendió que no lo cumplieran. Esas cosas me hacen sufrir: si no sé, no sé pero si me decís un horario tan específico, plis, cumplilo, mi neurosis obsesiva sufre por esas nimiedades.

Salí y estaba Santi esperando. Es increíble lo familiares que te resultan las caras aunque pasen años sin que te veas. No sé si es la costumbre, internet o qué pero siempre me da la sensación de que lo vi hace muy poco (aunque creo que a él no le pasa lo mismo pero estoy llegando a la conclusión de que soy muy freak de verdad). Esperamos a que saliera su hermano y a pesar de que vive cerca de Barajas, me llevó hasta lo de Alejo, muy amorosamente. Elegí la peor valija de la historia para traer, una valija rígida de marido que siempre critiqué porque es pesada de por sí y eso me parece una estupidez pero como es violeta, es muy fácil de reconocer y cómoda para organizar. Gran error. Primero la subió Ale por las escaleras hasta su penthouse alpino, sufriendo por su peso, y después la arrastré yo por el metro, las callecitas en subida y los dos pisos hasta lo de Flora. En lo de Ale estuve un mini rato, me conecté para decirle a marido que había llegado bien y bajamos al Starbucks de la esquina (plena Gran vía) a tomar un café en la vereda. Al rato llegó Flora y nos vinimos para acá, en la aventura valijeril. Acomodé mis cosas por ahí y nos tiramos al charlar en el sillón, sintiendo, una vez más, que el tiempo no había pasado. Me di un baño, me customicé levemente y salimos hacia la embajada argentina, al ágape del 25 de mayo. Alejo llegó al rato con Diego, mujer e hijo, divino, y su amigo Fernando y empezó la noche de tragos. Comí una empanada y media pero me abstuve del choripan porque me cae pésimo (además de que no me gusta). Había mucha gente sino fea al menos rara y para mí fue bastante extraño estar rodeada de argentinos que no viven en Bs As no siendo México (demás estar decir que se respiraba cierto aire peroncho en la residencia del embajador y que, por cierto, es bastante espléndida). Como si esto fuera poco, me crucé a Wally, la mejor amiga de cuñadit, que venía super empilchada con novio reencontrado. Grosso. Estuvo bien, de todas maneras, excepto porque la barra era a matar o morir y eso nunca debería suceder. La comida, en cambio, fluía pero yo tuve a bien rescatarme y optar por la discresión.
De ahí caminamos, entramos a un bar del que nos levantamos y abordamos taxi para ir a bar a encontrarnos con la Shama & co. Era un bar semi gay y digo semi porque había medio de todo. Compartí primero un gin tonic con Flora y después un mojito y por lejos prefiero lo segundo. La ginebra y yo no estaríamos teniendo la mejor relación. O mejor dicho, la tónica y yo. No entiendo la afición por lo amargo. El reencuentro con la Shama fue emotivo (aunque me ligué un par de palos pero bueh...) y la noche fluyó. Recién cuando me levanté para ir al baño me di cuenta del efecto acumulado del champán más la cerveza de la embajada y los dos tragos posteriores. Igual, a eso de la una y pico caminamos hasta acá y estuvo perfecto.

Por lo demás, sí extraño a mis hijos y a marido, más de lo que hubiera imaginado. No entiendo: 1. por qué alguien que sabe a la perfección quién sos te saluda como si tuvieras sarna. 2. por qué alguien puede llegar a pensar que lo que digo no es cierto. Soy incapaz de mentir pero además tiendo siempre a tirarme a menos. Menos entiendo que sea una persona que creés que entendió a la perfección cómo sos. Yo nunca dudo de lo que me dice la gente pero eso habla de mi estupidez no de los otros.

En un momento de la noche, no sé a raíz de qué, salió el tema de si los hombres se sienten avasallados por mujeres de carácter fuerte y yo dije que creía que no, que cuando dos personas se gustan se gustan y ya y que si no es que alguno no gusta y listo, no hay atenuantes (no lo dije así, claro) y cada vez extremo más mi posición. No hay ningún otro motivo que no sea ese para que dos personas no se encuentren, lo demás son explicaciones condescendientes de cualquiera de las partes involucradas y/o terceros opinando. Cada vez estoy más convencida de que el humano es muy básico y predecible y que todas las explicaciones complejas son paja mental.

Bueno, es hora de que me bañe,  me cambie y camine hasta el Reina Sofía (está acá a unas pocas cuadras, habito en Lavapiés) para buscar un mapita y cargarle crédito al tel que me prestó Flora. No estoy acostumbrada a ser huésped y sí anfitriona. Es raro estar del otro lado pero me viene bien.
En fin, chicos.
Así de madrileñas las cosas.

martes, 24 de mayo de 2011

Crónica de un viaje a Madrid, parte 1

Estoy disfrutando del aire acondicionado de Amex. Hace mucho que no venía al de la terminal 1 y había olvidado cuán región 4 podía ser. En el de la 2 podés pedirte frapuchino, lo que venía deseando hace horas y, de haber sabido, me lo hubiera comprado afuera. Llegar no fue fácil. Me mandaron a las puerta 23 pero resulta que ahí están todos los salones vip pero no este. Era perfecto, mi puerta es la 24. Pero no. Al final era frente a la 31 y eso, en este aeropuerto, implica kilómetros. La cartera me pesa porque las cosas que había metido en la valija tuve que sacarlas por exceso. Entre ellas, una botella de tequila que marido se llevó amorosamente (por suerte se bajó a acompañarme porque si no, no sé qué hubiera hecho, fueron maniobras aparatosas y complejas).
Tomo mi coki y me clavo unas papas para ver si me sube un poco la presión. Tengo poco tiempo. La gente a mi alrededor ríe mirando Friends. Hay mucho movimiento y no tengo ganas de adivinar ni a dónde viajan ni nada sobre sus vidas. A veces sí. Hoy: no.
 Salí temprano de casa y fue desgarrador. Los últimos 40 minutos Camilo lloraba al ritmo de "vamo, vamo", "mochila, mochila". Ayer ya se había pronunciado en contra de mi viaje con un clarísimo: "valija no". Le expliqué y es evidente que entendió y que no está de acuerdo. Adelanté la salida para no seguir con el suplicio para ambos y en unos minutos voy a llamar a casa para ver cómo están todos. Irme no me pasa desapercibido pero cuando alguien me pregunta ¿por qué te vas? quiero gritarle que si no me voy unos días, un día voy a huir para siempre. El cuestionamiento, ya de por sí, es indignante. Me voy porque se me canta, porque hace diez años que vivo en función de otros seres vivos, porque hace once que no piso Europa, porque mi marido es un copado y entiende todo y porque la vida es un constante remo y si puedo, voy a hacerlo.

Igual, pensé que no iba a sobrevivir al traslado entre mi casa y lo de Domi. El taxista asesino parecía dispuesto a dejarme estrolada contra otro auto en cualquier esquina. Pasé quince minutos exactos, le di un beso y un abrazo, charlamos mini con Lalo que se sorprende de las pavadas que nos contamos, y caminé hasta La casa del poeta, en donde es mi taller. El profesor, como era de esperarse, no es puntual por lo que salí a un pasillo a asomarme por la ventana porque hacía mucho calor. Terminé sentada en una especie de butaca extraña de la cual casi me caigo tres veces porque mis compañeros decidieron que era buena idea besarse. Yo no, de más está decirlo (al menos no se me ocurrió espontáneamente). Y otro tuvo a bien (o a mal) sentarse en la escalera a platicarme sobre su vida (??), mi imán sigue intacto. Salí media hora antes de que terminara y el pipu me esperaba afuera. Tardamos muy poco en llegar por Chapultepec (la pareja de enfrente, que hace unos minutos se sacaba fotos con el celular, me acaba de ofrecer de su plato de jícamas y yo hice un chiste del que se rieron; ella viaja en jogging y a mí me llama mucho la atención que alguien sacrifique la dignidad de esa manera, ella pensará lo mismo de mí, que viajo -como vivo- a cara lavada), marido me llevó la valija hasta el mostrador y me acompañó hasta la puerta del pre embarque. El día de los viajes suele resultarme eterno. Es un día perdido, soy incapaz de hacer algo productivo (aunque la clase estuvo bastate bien). Bueno, en media hora tengo que embarcar a unos cuántos kilómetros de donde estoy. La Shama me cuenta que toma champán en el VIP de Iberia, en Ezeiza, vía chat y yo desearía disfrutar del alcohol gratis pero nada está más lejos de mí.
En fin, chicos. Empieza el viaje.
Así las cosas.

¿por qué no existe el verbo digredir?

Pero sí existe el sustantivo digresión. No tengo la sensación de nada pendiente aunque...siempre quedan cosas. Hice el menú para toda la semana que quedó pegado en la heladera, fui al super, arreglé con Carmen para que lleve y traiga a Simi de tenis, mañana es la clase de piano en casa y di las indicaciones para los lunch y los chicos en general. Bueno, no muchas, acá ya todos sabemos todo. Al menos se supone que...

Camilo me está haciendo la vida imposible. La noche fue un infierno. (No) durmió al lado de mi casa, apoyado en el almohadón, en el piso, y tapado con el edredón. Lloraba al grito de "mami, mami" y aunque lo abrazara o le diera la mano, lloraba igual. Más enojo que pena a las 3am.

Por eso: estoy agotada. De verdad. Me levanté con Coco a las 6.40, le hice el queso asado, le di antes la ropa, charlamos un rato y nos despedimos. Marido se llevó la valija en la camioneta, yo bajo a las 2.15 a mi curso y de ahí me pasa a buscar y me lleva al aeropuerto. Marido es bueno y genial. Anoche hizo una cena de despedida. Comimos todos juntos con una carne a la cacerola con unas verduras que se caramelizaron e hizo una versión 11´de unos timbales de arroz. Todo muy deli. Después nos quedamos echados por la casa, sin prender la tele, viendo las pavadas que hace el menor de nuestros vástagos. Antes habíamos estado todos en el cuarto de los chicos, leyendo y vegetando y sentí la plenitud de la familia, del todo hecho clan. Difícil de explicar.

El cuerpo me pesa y quisiera dormir pero dormiré en el avión. Ahora deporte y baño tranquilo y relajado. Ayer Tita me acompañó a cortarme el pelo y a hacer unas últimas compras. Me costó decidir el outfit del viaje pero opté por el clásico jean y musculosa. Mientras manejaba, ayer, volviendo del super, pensé que por primera vez desde que vivo acá me siento no deprimida, pilas, con ganas de hacer cosas. Ganas legítimas.

En fin. Creo que desistí del deporte antes de empezar. Será sólo sauna y relax, no me da el cuerpo.
Así las cosas, chicos.
Viajeras.

lunes, 23 de mayo de 2011

vayan si dan con el perfil!

soy contenta

Así de simple. Hay sol, hace calor, tengo algo de trabajo que voy a despachar después de hacer la valija. A la tarde pasaré por el Antara a comprar unas cositas que me quedaron pendientes, antes de buscar al Coco en fútbol. Meter todo para una sola persona me parece un chiste. Es un chiste al lado de hacer equipaje de cinco. Además, es sólo una semana. Me siento joven y emocionada.

Ayer miramos una peli pedorra con Harrison Ford y Diane Keaton (esa mujer no puede ser más hermosa y elegante y todo lo bueno que puedo decir sobre una mujer así) mientras comíamos pizza y lloré. Pero lloré por mí, no por la película. Lloré por lo que no fui y no hice y nunca voy a ser ni a hacer. Ohhhh. Pero quedamos en el párrafo anterior que estoy plena así que no sé por qué se me coló está pena.

Porque soy afortunada. Imaginate casarte con el hombre de tu vida y que el hombre de tu vida sea tan copado que decidís irte una semana sola a otra ciudad de vacaciones y te banca al 100. Un capo el pipu.

Y cosas diver: no, chicos. Cero. No estoy muy graciosa. Habré perdido ese aura. Se van turnando y me dejan por un tiempo. Puede ser. Hice 50 minutos de elíptica. Me crucé con Guille y 30 segundos después me cayó un mail de Mer en el que la nombraba, la vida es rara porque a Guille no la había visto jamás en el club un día de semana.  Después sauna, ducha, Costco y acá estoy, procastinando hacer la valija (eso ya es lo menos).

En fin, chicos.
Así las cosas!!!!!!

domingo, 22 de mayo de 2011

noooo, yo era así!!!!!!

Foto de fines del 2005...Increíble.  Llegué de casualidad a esta foto que está en una entrada del blog. Me parece ver a otra persona. En fin.

Roberta llora, una de sus actividades habituales. No sé si conozco otra persona que llore tanto. Acabamos de llegar. Hace calor, es pleno día, hice 45 minutos de patinadora, antes caminé mientras Tita andaba en bici y Camilo intentaba dormise en la carreola. Nos bañamos las dos en el club, volvimos, salieron todos a andar en bici y ahora se preparan para replicar el plan mientras yo me dispongo a leer lo que no leí de diarios a la mañana. Comimos con Andrés F en la Stampa de mar de la Roma, después paseamos, estuvimos un buen rato en El péndulo de Álvaro Obregón. Comí mucho. Domi, Lalo y my dear bebonch más divina que nunca pasaron a saludarnos unos minuts. Los chicos comieron paletas de la Michoacana. Y no mucho más. Se pasó el día. La angus por suerte no me visita hace rato, entre una cosa y otra. Mente despejada. Ni nubarrones ni sombras. Libros para llevar. Lecturas pendientes. Compañía, cansancio, sueño y plenitud. Guau. Epa, eh.

Bueno, voy a leer Radar y después buscaré una peli para que veamos.

Ayer fui al Palacio pero no vi el show, la verdad, duró 2.40hs y yo me dediqué a leer artículos. Después comimos unos tacos ahí y nos volvimos agotados. Cantando temas del ipod. 

Momentos históricos: el concepto de "monitor". Me mató acordármelo. Es muy fines de los 90. Muy Inrocks. Creo que se usó unos pocos años y se pasó.

Tenía otro pero me lo olvidé. La edad...
Así las cosas, chicos.
Así las cosas.

sábado, 21 de mayo de 2011

supongo que la indolencia tiene un costo

Y subrayo supongo porque no lo sé. No es mi estilo este ¿o sí? Esto de que todo pareciera no tener importancia, de que los sentimientos se me escapen, una capa de grasa que me aisla afectivamente. ¿Será verdad? No sé. Hoy lloré en el endodoncista. Llegué a las 10am, estábamos él y yo solos, estuve dos horas y cuarto con la boca abierta, adolorida, se me caían las lágrimas y no sé si él las vio y se hizo el distraído o ni siquiera se percató. Si fuera de las mujeres que se desmayan (algo tan decimonónico, tan femenino y lejano para mí) hubiera caído redonda. Pero soy de las mujeres que aguantan todo, se secan la lágrima, no dicen nada y aguantan vara. Ni modo. Es la que tocó. Lo malo malo es que NO terminó. No. Tengo que volver porque el cemento que me pusieron es duro y blah blah blah, todas cosas que preferís no saber. Yo tampoco. Después pasé por la Roma, por AA y me compré más ropa interior (y quiero más), me fijé si daban algo en el cine para llevar a los chicos (marido no me avisó que laburaba desde temprano) pero no había nada así que llamé a Lau y me trajo a Pancho y a Giulia. Comimos. Y ahora voy a ir a hacer un mini tour suburbano con el pequeño. A la noche creo que voy al show si es que marido me avisa que la camioneta me pasa a buscar por la office. A very typical jewish princess.

¿Qué más? No puedo reflexionar porque soy cansada por definición. Ando de acá para allá con la mente en cualquiera. Por ejemplo: ¿qué implicancias tiene que los porteños no usemos el pretérito perfecto? Si tomamos la premisa dura de que el lenguaje condiciona el pensamiento entonces tenemos que pensar que en efecto hay una consecuencia. Ponele que deliraba. Y pensé más cosas pero más las olvidé.

(largo excursus, me fui a Costco con Milo; me duele mucho la muela; pensé en hacer galletas, todavía no decidí si sí o si no)

En fin, chicos.
Así las cosas!

viernes, 20 de mayo de 2011

agotada

Acaba de sonar el tel y pensé que era Domi que después de una hora de charla telefónica se había olvidado de decirme algo pero no, era la Shamex avisándome que va exactamente los mismos días que yo a Madrid. Grosso.

En la vida real: cansancio. Mis dos hijos menores comen yogur y fruta al lado mío a pesar de que es tardísimo. Marido e hijo mayor están en un show. Yo me caigo a cachos. Tuve una semana agitada. La persona con la que más intimidad pegué fue el endondoncista, fui tres veces y tengo que volver mañana. No me lo puedo creer. Pesadilla. Quiero dormir. Quiero resolver todo lo que tengo pendiente hasta que sea martes 8.30pm y me esté tomando el avión. El coche me pide cambio de aceite cada vez que me subo, me supera.

La gente poco honesta, sin clase, etc, etc, me desorienta y me indigna. Ayer la profesora del curso dijo que soy "cortante", no me cayó bien, no es necesario hacer ostensible que te caigo como el orto porque puse de manifiesto tus falencias clase tras clase. Igual, desearía con toda mi alma ser una persona fácil, dúctil, amena y llevadera pero no me sale. Sufro por eso (en algún punto) pero también me protege. Que me digan que soy cortante me provoca ciertas ganas de llorar.

La estupidez y la falta de honradez me superan. Perdón la rima.

Estoy inconexa, me fui todo el puto día de casa y no estoy acostumbrada. Comí con marido un breve rato, me hizo la pantomima de levantarse e irse pero volvió a sentarse y nos comimos las ensaldas. Empecé y terminé el día hundida en el frasco de nutella. Más desubique de lo de la mañana (cuchariar a las 6.40am es MUY cualquier cosa) que la tentación de la noche.

Bueh. Me voy a dormir.
Así las cosas, chicos.

Madres Locas

En vivo en www.chilangoradio.com.mx (ahora mismo desde las 10/12 y 5 según dónde vivas!).

jueves, 19 de mayo de 2011

de acá para allá

50 minutos de aeróbico, sauna, ducha, endondoncista en la Condesa, casa, comida, super y relojería con los 3, llevar a Coco a tenis, bajar a mi curso en la Roma y a las 8pm inaguración de la muestra de Xime en Gurú.

En el medio: una sensación rara. Un poco oscura. Pero sin angus. Qué se yo, como si algo pasara que me excediera.

En fin. Me voy.
Así las cosas.

miércoles, 18 de mayo de 2011

no sé cara de qué tengo

Pero las mujeres suelen contarme que sus maridos no se las cogen (hablo de charla de vestuario). Pero ¿qué le pasa a los maridos? Los hombres a los que no les copa coger me caen un touch mal, creo. Aunque claro que tampoco podés saber. Bueno, a las personas a las que no les gusta coger. Es como que no les gusta vivir aunque por lo general subliman, claro. A todos algo nos gusta hacer. El deseo siempre se encuentra su cauce.

Tampoco sé en dónde estoy ni en qué pienso. Como perdida, desafectada, desconcentrada y alunada. Extraña. Ni siquiera puedo reponer las imágenes de cuando me voy a dormir. Además de que estoy ocupada y supongo que eso me mantiene la mente en un color neutro (ponele un beige, un gris topo). Debería estar contenta pero el subtexto debe ser que estoy nerviosa. Muchas cosas + viaje dejando hijos. Hijo menor que me da un poco de pena porque es apegado y dependiente y cada vez que me voy de casa es un escándalo. Simón, de todas maneras, no se queda atrás. Pregunta por qué me voy, a dónde, le dice al que llama por teléfono que no estoy porque me fui a...todo así. Mucho reproche.

Ayer tuve una mala onda con marido como hacía mucho no. Llegó Mariel (laprofesoradepiano) y le dije: te lo regalo. Contestó: bueno. Ahhhh, no, eh. No nos dejamos ser. Era un chissssste. Marido is mine. Con lo bueno y con lo malo. Después se fue al estudio que está en la esquina y volvió más de tres horas después. Dormí poco. Estoy cansada y contenta de no tener que bajar. Por ahí a la noche quisiera ir al cine. Supongo que viene Xime, le pediré que me acompañe a comprar un regalo y ver algo de ropa. Y unas vituallas de las que me tengo que abastecer en Wal Mart. Fui temprano al super, hice la compra, después dejé todo acá, hice pilates y volví a ir al centro comercial porque tenía que buscar unos relojes de marido pero ambos lugares estaban cerrados. Hice otras cositas también. Me duele todo. La clase de pilates es muy sui generis. Eso no está bueno.

Por lo demás, terminé El escritor comido. Tengo que laburar un poco, hacer llamados, cosas de cursos y otros etcéteras. De repente, después de días, me angustié. Nunca es grato.

Milo juega a cocinar acá al lado. Es muy dulce. Ahora dice que quiere a sus hermanos. Es capri pero amoroso. Bueno, chicos. Me siento lejos. De todo y de todos y no sé si quiero remontarlo o así estamos bien (mostaneza).

Así las cosas.

martes, 17 de mayo de 2011

el sol, los pájaron cantando, las ocupaciones, los viajes, la maternidad

Hay una cierta paz y una cierta soledad internética que, al final, creo que es sana. Hay una suerte de puro presente que me hace bien. Pienso poco, casi nada, no sé si por el dolor de muelas, por la coyuntura, el calor, las cosas que hacer o qué.
Ayer a la noche, al final, hice la conserva, como quien no quiere la cosa, mientras marido se preparaba un filet de pescado ultra light, con unas verduras. Creo que decidió dejar de comer compulsivamente. Yo no adelgazo y presumo que en parte hay un factor externo.

Tengo un cansancio basal pero a la vez quiero hacer cosas. Comprarme ropa dentro del espectro banal. Leer y cocinar, dentro del espectro casero. Tengo, de todas maneras, que ponerme las pilas y hacer un menú para la semana que viene que me voy. Día y noche ver qué comen. Medio plomo pero es lo que toca. También debería sacar un turno para el pediatra de los chicos a la vuelta. Nutrióloga para nosotros. Ver lo del pasaporte español de Tita y otros etcéteras.



Igual: hago apología de los no hijos. Me parece ultra válido.

Aunque son de los factores que me dan ráfagas de felicidad. Pequeños destellos de poder.

Todo pareciera ser plano por estos días. Creo que se relaciona con el clima. Con la falta de relación con Bs As. Con el aquí y el ahora. La falta de ambición. El alejamiento de la locura. La unidimensionalidad.

En fin.

Voy a hacer un llamado (ya solucioné unas cuantas cosas de trabajo en este rato), cambiarme y después ir al gym. Hago bastante duro y quedo de cama. La muela me sigue doliendo. Mucho. Pero excepto por el antibiótico, no me dio nada más para tomar. No era muy prolijo.

Me pasaré la tarde fuera de casa.

Bueno, chicos.
Así las cosas.

lunes, 16 de mayo de 2011

la placidez del domingo

Chocó contra el bajón de la (re) endodoncia y quedé yo, en el medio, sólo deseando dormir.

Ayer me quedé en camisón hasta pasada la 1pm, leyendo con atención los diarios (muy entretenidos, por cierto), después me bañé y trabajé un rato. Marido llegó del club (fue y vino en bici), preparó carne al horno con papas y batatas y una mega ensalada y puso con Luzma la mesa. A Tita la trajeron, después llegaron los A y al rato, el Coco. Walter me dijo que estaba más flaca pero que parezco un amigo (en clara alusión a mi falta de tetas). Yo contesté por vez número mil que no, no me voy a operar. Me gusta tener mini tetas. Comimos como cerdos y luego nos tiramos en los sillones a intentar digerir. Los hombres se durmieron un rato y nosotras charlamos vegetativamente.

Y después: nada. Ni peli. Marido estaba agotado y yo también así que después de un poco de sexo para relajar, nos dormimos temprano.

Me duelen las piernas por la patinadora además de sentir todo el vejamiento del endodoncista en el cuerpo. Una hora y cuarto soportando la tortura de las limas, después de que me arrancara lo de arriba, etcétera, etcétera, fue demasiado. Madre me entendió perfecto y dijo que me tirara a descansar. Le hice caso. Terminé de comer, me lavé los dientes y acá estoy, por echarme más activamente a no hacer nada en la cama. De todas maneras, a las 4.30 tengo que ir a buscar a Simi y después pasaremos por lo de María porque es el cumple de Feli. Tengo que hacer dieta sí o sí por lo cual es un programa que me cae raro.

En fin, chicos.
Así de despojo las cosas.

domingo, 15 de mayo de 2011

Tobías, el pughuahua

LA gracias de la noche fue este perro enano, con cara de Gremblin, a quien todos le jugamos y le hicimos fiestas (sí, hasta yo). Domitila (quien sacó esta foto pseudo sado, reteniendo a Tobías entre sus botas) está convencida de que mi familia necesita un perro así para cerrar el círculo del cualquierismo. Debo confesar que pienso que tiene razón. Es un perro tan feo y tan gracioso que nos calza a la perfección sólo que...no puedo hacerme cargo de más seres vivos.

Bueno, sigo con los jugosísimos diarios del domingo.

Más así las cosas.

hermanas del mismo pecado

Eso es lo que dijo Lalo no sé si antes o después de sacar esta foto. Fue una frase perfecta y en algún momento la usaremos oficialmente. La terraza de la casa de Gabo y Eugenia no puede ser más linda. Después del concierto, que me copó de verdad, fuimos para ahí y a mí me pareció de lo más natural hasta que despidiéndonos, más de uno dijo "qué bueno que se animaron". O sea: debíamos sobrar. Claro que Chucho, el tecladista, con mucho alcohol en sangre ya me había dicho algo así como "¿tú quién eres?" a lo que yo contesté: soy amiga de Domitila, respuesta correcta. Cuando estábamos bajando en el ascensor, nos agarró y nos dijo: "llévenme, vivo cerca". Demás está decir que vive en la cocha del mono respecto de nuestra casa, que nos desviamos mucho, que encima Domi se iba a tomar un taxi con Nini y nosotros terminamos llevando a Chucho que dos veces en el término de 30segs preguntó: "¿la pasamos bien, no?". A repetición. Más una centena de "gracias chicos" a las que marido contestaba y yo no. En fin. Igual fue una buena noche, divertida, plena de sandwiches infectos de meat ball de Subway, porro y chistes. Marido, una vez que dejamos a Chucho se rescató y me dijo que pasara al volante. La perspectiva de pasar 24hs en una celda si lo agarraba el alcoholímetro parece que lo hizo recapacitar. Yo estaba colgada de la palmera y muerta de sueño pero sin una gota de etílica en mi ser.

Ahora soy una suerte de monstruo trasnochado. Coco en un cumple de fútbol, la madre de Ximena lo pasó a buscar y lo trae, Tita se fue con José y las chicas a un show que hacía María, marido a jugar al tenis y yo intento digerir un antibiótico que me obligaron a tomar por el tema de la endodoncia de mañana a la mañana. Voy a leer un poco los diarios, me cambiaré e iré con la carreola hasta el Wal mart, quisiera aprovechar para comprar aceite de maíz y hacer de una vez la conserva que vengo pateando. El tema del remedio igual se me está complicando en serio. Uf.

Por lo demás: nada. Lo bueno de la vida real es que no tenés demasiado tiempo de pensar. Ah, chicos: detesto que no me atiendan el tel. Posta eh, no entiendo que si llamás a alguien no te atienda ¿qué onda? Los humanos podemos ser seres deleznables. Hablo en serio.

También compraré algo para que comamos rico. No sé qué. Por ahí vengan los A. No los vemos hace meses. Bueno, son todas elucubraciones mías.

En fin, hay un sol increíble.
Disfruten del domingo.
Así las cosas!

sábado, 14 de mayo de 2011

los humanos, esa especie inaguantable

Mientras hacía la clase de zumba la pasé como el orto. Angustiada, malhumorada, pensaba que estoy en una de esas etapas ne las que nadie me soporta pero porque yo no me soporto. Creo que no soy la única a la que le pasa eso. También creo que es mayo, un mes de mierda. Siempre.

Casi la terminé. Después hablé con Xime, algo me decía que tenía que tenía que hacerlo. Uf. Espero que todo siga bien. Por otro lado: gente que se mete en lo que no se tiene que meter, como si tuviera quince. Plischu, rescatate. Las minas somos lo peor de lo peor, ya lo dije. Esta semana terminé de confirmarlo, de tener esa sensación infame, de que el conchudismo es imposible. Y así, amo más a marido. Más que nunca. De hecho, salí de la clase, di una vuelta y por la ventana le dije "no me dejes nunca", mientras él caminaba (retomando el deporte después de meses). Dice que no me escuchó.

Ayer entre María y Flor me salvaron la tarde. Primero me llamó Mery, yo intentaba laburar echada en la cama, para contarme que los aparatos de mis hijos (pero por sobre todo mi hijo menor) bailaban al son de un dvd de Xuxa en su casa. Estaban sus hijos, una amiga de las chicas, mis tres hijos y las dos amigas que habían venido a pasar la tarde. Después salió y me vino a buscar, yo dormitaba pero junté fuerzas, me puse unas ojotas y salí. Me había cambiado el vestido por uno liviano que no molestara, salí al parque y estaba Carmen con una amiga. Charlamos un rato, entré y llamó Flor, me preguntó qué hacía y le dije que se pasara. Qué bueno que vino con Jose. Esa beba es una cosa divina. Últimamente mucha beba linda y divina a mi alrededor. Me parecen lo máximo pero me alegra sobremanera no tener más.

Después cayó Mercedes, la vecina madre de amiguitos de Simón, después los padres de la amiguita de Tita para buscarla, después Mery que se quedó un ratis y después la madre de la amiguita de Coco. Más una banda de niños. Estuvo bien para salir del letargo. Y a la noche, asado espontáneo (nuestra invitación) en lo de María y José, justamente con Carmen y su marido y otra pareja. Me reí mucho y eso siempre es genial. Ahora volvemos del cumple en el cual a una madre a la que no veía hacía un año (pero que en otra ocasión nos había contado todos sus problemas matrimoniales y con el padre de su hija, que era otro) le pregunté si seguía casada (algo me decía que no) y contestó que seguía casada pero que hacía 3 semanas que se había separado. Nos enteramos de los pormenores y después nos pusimos a charlar con un padre con el que también yo compartí unos eventos (que vive en otra ciudad) y nos contó con lujo de detalles una historia rarísima con una novia nueva que conoció por internet, que es gorda porque tiene lupus, médica forense que trabaja para la policía judicial, que quedó embarazada la única vez que se vieron (porque viven en dos ciudades distintas de México),  a la que se le murió el padre en un accidente de coche en Portland hace dos días, a la que le tuvieron que hacer un raspaje porque perdió el embarazo y con la que se va a vivir a Chile próximamente, aunque se vieron sólo es vez (sí, tormenta eléctrica de ?????????????????????????) y todo porque yo dije que tenía que buscarse una novia. Somos los únicos que lo sabemos después de sus padres (muchos más ???????), inspiramos una confianza cuasi deprimente. Yo debo confesar que me levanté cuando terminé de escuchar todo, muy desalentada, queriéndome hundir en el betún del pastel mientras marido le daba fuerzas y pedía una copa de vino tinto para brindar porque todo saliera bien.

Sí, no sé. Como diría Domitila: ni idea.

Bueno, me voy a tirar con marido diez minutos antes de salir para el Metropolitan para ver a Zoe, Lalo y Domi nos consiguieron entradas y allí iremos. Tengo sueño porque nos dormimos a las 2am y a las 8.30 ya estaba arriba pero ni modo.

Ah, me deprime ser gorda pero no lo suficiente para hacer la dieta que debo de...ayer comí bien hasta que llegó el chocolate y me dejé ser. Últimamente me dejo ser en más ámbitos de los que quisiera, no está bueno.

En fin, me extendí.
Así las cosas, chicos.

viernes, 13 de mayo de 2011

hola blogger, te re extrañé

¿Será la contingencia ambiental, la sequedad, la baja presión? No sé, pero algo me tiene completamente aplastada. Dormí profundo, pesado y cuando a las 6.35am sonó el despert pensé que era un sueño u otra vida, cualquier cosa menos mi realidad. Le hice la leche al Coco y le di 20 pesos porque hoy había bake sale, me tiré en el sillón, escuché lo que me contó y volé de nuevo a la cama a abrazar a marido. Igual, a las 7.30 ya estaba en la ducha, dormida, abotagada y en cualquiera. Blandita. Desayuné con todos y manejé hasta la Roma para hacer el program. No tenía pilas. Necesitaba un café pero, de todas maneras, sigo así: alunada. Tengo que trabajar. Me urge. Pero posiblemente antes me haga una siestich y después hornee unas galletas porque hay dos invitadas (una amiga de Coco y otra de Tita). Ahora todos salieron al parque con Luzma. Hace calor. Tengo vestido de verano y botas. No lo puedo evitar. Las chatitas y yo no estamos demasiado amigas.

Extrañé la columna de marido. Le amo. Ataque de amor. Ataque de ganas de estar en casa. Demasiado paseo por el mundo real.

Ayer logré que los compañeritos del curso me odiaran. Anque la profesora. Tengo problemas con las limitaciones ajenas. Igual, pedí perdón e hice chistes. No es mi intención ser desagradable pero no puedo más,  no soporto escuchar estupideces durante demasiado tiempo. Me excede. Eso sí, antes pasé con Domi por American Apparel y me compré unos corpis divinos. Tuvimos un altercado, una vez más, con los dos tipos que estaban en la puerta que nos obligaban a dejar nuestras bolsas (muy cualquiera). Domi se le quejó a quien estaba en la caja, yo estaba con poco ánimo beligerante pero aún menos tiempo. Me había dado de comer una rica ensalada de pasta con tomatitos cherry, sésamo, mozarella y crocante de betabel. La beboncha: morfable.

Bueh, esto no da para más. No sé qué es pero me estoy cayendo literalmente.

See you later, alligator.
Así las cosas.

miércoles, 11 de mayo de 2011

ayyyy, me olvido de todo

Me causa un poco de preocupación. Pienso cosas y después se esfuman, como la espuma del mar en la orilla. Leo y pienso en escribir pero después me gana la fiaca o el miedo o los hijos. Ayer a la noche Coco me hizo el escándalo de siempre: que les grito mucho, que no puede ser. Yo pido perdón, acepto mis errores pero también hago reproches (?). Me enojé con Tita porque miente y eso no lo puedo soportar, me broto. Es la persona con la mayor capacidad de llanto que conozco, por lejos. Puede pasarse una hora sin problemas.


Quería hacer toda una reflexión que quedó en la nada. ¿Algo sobre la oscuridad? No sé. Marido llegó y el reencuentor fue bastante complejo, como siempre. Mi frustración más hormonas locas, encierro, hijos, día de la madre sin festejo y el factor Luzma que me malhumora sobremanera, no ayudaron. Después: amor. Porque ¿qué sentido tiene todo esto sin él? Ninguno. Igual: re podemos coger menos. Me estarían sobrando un par de polvos por semana. Prefiero un par buenos que muchos que pasan sin pena ni gloria. No hay acuerdo. Tenía la cámara grossa porque la llevó a Bs As, estaba por sacarme unas fotos pero se copa cero. Sexo sí, fotos no. Un cero el pipu a ese nivel. Me da pena, me gustaría que se copara pero después veo las fotos y son todas monstruosas.

Vengo del super. Una compra como para batallón. Me excede. Me supera. Eso sí, me hice de los elementos necesarios para la conserva de vegetales, Celi ya me pasó la receta. Me voy al club, muevo el orping y después me voy al endodoncista en la condechi. A la tarde vienen Xime y Marian (que está visiting) a tomar café. Copado, como en los viejos viejos tiempos.

Y no mucho más. Ah sí sí, tengo que re labureti pero bueh, después te lo saco con fritas, no pasa nada. Ah y tengo que hacer los ejercicios del curso (?). Me cuelgo.

Así las cosas, chicos.
Normales.

martes, 10 de mayo de 2011

nunca jamás me tomes en serio

es el peor error de concepto que podés cometer en tu vida.


rescatation, chicos, rescatation.

como siempre, un día de la madre intrascendente

Creo que no hay día más importante en México que el 10 de mayo. La ciudad se vuelve un caos, la gente anda con pasteles y apuro y las actividades se paran por completo. A mí no me toca. No sólo porque no estamos acostumbrados a semejante ensalsamiento de la madre sino porque, en general, marido no está (por una u otra razón) y suelo no tener regalo. No pasa nada. Es levemente triste porque los chicos ven cómo para todos es super importante y acá pasa desapercibido. Están emocionadísimos con los regalos que me hicieron en la escuela, que me van a encantar y que la carta es hermosa (Tita dixit). En fin.

Ayer fue un día malo. Creo que el factor muela insidió bastante. A las 8.30pm terminé en lo de la denstista que recién después de contarme todos sus problemas con el marido (que tuvo un acv), detalles económicos de por qué no se separa y algún otro etcétera (obvio: yo pregunté), me sacó una radiografía que dejó ver que el conducto que me hicieron acá hace cinco años está mal, que no llegaron hasta el fondo y que por ende se me generó una reacción abajo del diente que me está haciendo sufrir considerablemente. Es evidente que tengo la peor de las suertes con las endodoncias. A los 12 años me hicieron una y me dejaron un cacho de lima adentro. La muela me dolió los siguientes trece años y a los 25 me la tuvieron que sacar porque no había nada qué hacer. Le quiero ir a romper las piernas a este endodoncista. Si tuviera los datos lo llamaría y le haría un escándalo pero ni siquiera sé de dónde salió. Iba a ir hoy al endodoncista, que me cobrará una pequeña fortuna por arreglar este desastre, pero lo tuve que dejar para el viernes porque con el bardo materno, no da bajar a la Condesa. Además, los chicos salen temprano.

Por lo demás, 55 minutos de elíptica (le subí al tiempo y al esfuerzo), un buen rato de sauna, ducha y encremarme. De repente quiero ser femenina. No creo que me salga. También tengo ganas de hacer yoga y pilates pero sacaron los horarios de las clases así que no sé bien cuándo me tocaría. Quiero estilizar un cacho mi morruda humanidad.

Trabajo pendiente. Cierto raye basal aunado a otra cierta tranquilidad. Sé que es en exceso contradictorio pero me siento libre de un montón de pensamientos que antes me pesaban y ahora me chupan un egg. Quiero que venga marido, que por cierto, intenta skypear desde Bogotá (en donde hizo escala) sin éxito, para sentir esa incondicionalidad de la pareja.

De repente siento renacer el interés por el mundo, se va y me viene sin causas aparentes y hago lo que puedo con eso. Me gustaría ser mucho más atenta y productiva. Sarlo dijo una vez en una de sus clases que si no leíamos todo lo que teníamos que leer era por pereza, que muchos de los clásicos se leían en una noche. Lo sigo recordando con culpa y pesar porque a la noche lo que más quiero es dormir y durante el día, procastinar.

En fin, de hecho me pongo YA mismo a trabajar (bueno, puede que primero repase los diarios).
Así las cosas, chicos.
Así las cosas.

lunes, 9 de mayo de 2011

en el proceso

Sé mejor que nadie que uno siempre se acostumbra a todo. Desde lo más nimio hasta lo más radical, los humanos terminamos adaptándonos a las nuevas situaciones con más o menos costo. Rispidez interna.

Me siento espinosa y a veces no soy buena compañía cuando estoy así. No termino de entender si el mundo me odia o si yo odio al mundo. Mmmmm. Las pérdidas me duelen mucho y las proceso como puedo, sin enunciarlas demasiado. Como casi todo lo importante. Aunque no se note, muchas veces prefiero ni hablar. Bueno, tengo que trabajar. Estoy sola en casa, los chicos juegan en el parque, ya fuimos al super a comprar blocks de hojas canson para que puedan hacer dibujos interesantes, íbamos a caminar pero el cielo estaba encapotado, al final no llovió, hubiera sido un buen plan. Más tarde, cuando haya trabajado al menos un poco (me duele una muela bastante, tengo que llamar a la dentista y me da fiaca), haré unos ñoquis de ricota, desde la semana pasada que tengo ganas de hacerlos. Propuesta de lo que viene, como ya dije: cocinar.

En fin. Eso chicos, que la paso mal por cosas que ni pongo en palabras y la paso mal por otras que sí pongo en palabras. Muchas actitudes me molestan pero no digo nada, supongo que al final eso no funciona. Siempre termina saliendo el tiro por la culata.

Así las cosas.
Con el desgarro primigenio a flor de piel.

este pibe me tiene loca de amor MAL


Ah sí, tengo muuuuuucho trabajo atrasado y estoy haciendo esto pero BUEH, ponele que la vida es una (???).

con marido al skype

Marido es muy de querer hablar. Está con Utilisima de fondo y ruidos de la construcción de al lado. Dice que le cuesta levantarse y yo le digo que es por la humedad. Quiero desayunar quesadillas pero no hay tortillas. Todo está así, medio dado vuelta.

Dormí mal, creo que es la responsabilidad de despertarme a las 6.35am sin que ande mi despert, con la alarma del teléfono. Recién, de vuelta en la cama, pensé en la larguísima conversación que tuvimos con Gaby, Alex y Saydée el sábado, mientras comíamos unos tagliatteles con pesto, sobre el amor y las separaciones. Yo soy muy reacia a que los matrimonios con hijos se separen excepto...cuando no hay más amor. En esos casos, las relaciones hay que dejarlas ir por más duro que sea. También pensé que yo extraño a marido pero que, por primera vez en mi vida, no estoy tan segura de querer casarme al día siguiente (como pensé siempre) si marido me deja (o lo que sea). De repente siento que cierta libertad no está taaaaan mal. Consensuar todo, todo el tiempo también es agotador.

Al final ayer no fuimos al museo porque estaba cerrado pero caminamos por la Roma con un calor de locos (Domi con beboncha divina, los chicos y yo). Antes les compré una paleta de coco a los grandes y una mini de choco al baby, quisimos entrar a American Appareil para que yo vea brasiers pero el señor de la puerta (no termino de entender por qué ciertos negocios consideran que poner a un negro los hace cancheros por multiculturales; en un negocio en la misma cuadra de Volta pasa lo mismo, tienen a un pibe negrísimo vestido de blanco) ante la pregunta de cómo hacíamos para subir con las carreolas la muy empinada escalera nos contestó: la cargan. BUEH. No subí a gritarle de todo al encargado porque teníamos demasiados kids pero la que se va armar cuando vaya sola. Primero se enojó Domi y después intervine yo. Con mi marido hubiera devenido en pelea pero nosotras estábamos muy en sintonía.

Después de tomar café en Toscano (clásico de clásicos). No, no café sino cokis y de encontrarnos con Diego Mu de casualidad (después le escribí que debía subir a casa para que pidiéramos comida china y ver una peli pero obviamente no podía) pasamos por Vértigo, galería de arte/negocio de chucherías y volvimos ya cansados de tanto movimiento. Igual: bien mover. Después me tiré como una morsa en el sillón con dolor de todo el cuerpo.

Bueh, me cambio, bajo, desayuno y me voy al club a hacer deporte con este cuerpo maltrecho. Después sauna, baño, Ile´s y a la tarde laburar sí o sí y hacer llamados urgentes porque tengo delay en unos cuántos ámbitos.

Marido llega mañana a la noche y me acabo de despedir hasta entonces porque hoy graba en el Malba y en el Colón y a la noche come en el Vasco Francés con su padre (a mí no me invitan a comer rico!!!!) y el iphone parece que no anda así que...

En fin. Ya saben. Veremos si Diego Mu llama para cenar (no lo creo, es amigo no confiable) y si no me meteré tempras en la cama a leer.

Ah: fe de erratas. Ile dice haberme llamado ayer a la mañana para ver qué hacía y Flor me llamó a la tarde. Ponele que no soy taaaaaaaaaaan miserablemente sola.

Bueno, chicos.
Así las cosas.

domingo, 8 de mayo de 2011

oscuridad domingo alfombra



sigue el péndulo anímico

Perdón por la redacción del post anterior, era tarde, estaba fumeta y cansada.

Mi hijo menor acaba de despertarse y es de los seres más dulces que hay sobre la tierra. Por favorrrrrrrr, me lo como.

Venimos de patinar sobre hielo. Bueno, los chicos, yo no. Dormí seis horas y cacho así que estoy cansada. Después de hablar por tel con marido, de quien no sabía nada hacía casi 24hs, salimos a caminar los cuatro hasta el City Market para comprar pañales. A la vuelta tuve un momento de plenitud intensa, de sentir el poder de la maternidad en toda su magnitud. Estuvo bueno. El clima inmejorable y la charla de mis hijos, amena.

Hablé con Domi cuando llegué, llamó Lisa para decir que no venía y me bañé para después ir con los grandes a la pista. Se re coparon porque tuvieron una hora de instructor cada uno. Yo leí un poco (poco), miré un poco lo que pasaba en la pista (muchos judíos religiosos, señores con kipá y tefilim asomando por los pantales y haciendo patinar a bebitos de un año y cacho: rarísimo) y otro poco boludié con el teléfono. También me angustié mucho. Vivo hace seis años y medio acá y la única persona con la que puedo hacer programa es con Domi (bueno, ayer comimos en casa con Gaby, Alex y Saydée pero eso lo generé yo). Nadie me invita a ningún lado, nadie me llama para ver si al menos estoy viva: NADA. Eso no está bien. Obvio que hiper valoro a Domi pero cuando ella no está (y desde que no está Pau) soy sola de verdad. Es muy triste y preocupante y desalentador y lo escribo y tengo ganas de llorar. Posta. Por eso siento que el tiempo acá se terminó, que ya cumplí mi ciclo, que necesito que mis hijos tengan familia y yo amigos con los que las cosas fluyan.

Después de comer bajaremos a la Roma, quería llevar a los chicos a un museo y hablé con Domi y cambiamos el de arte moderno por uno de objetos de su zona. Igual, me voy nublando con el día. Medio beishon. Marido creo que graba en el Colon. Ayer a la noche salió y dice que el iphone no le funciona. Rarísimo.

El desaliento de la soledad.

Me dieron ganas de cocinar, eso está bueno, veremos si lo pongo en práctica en la semana. Le voy a escribir a Celi para pedirle la receta de las conservas.


Ayyyyyyyyyyyyy.

En fin, chicos.
Así las cosas.

colgada

Venía escuchando Nacho Vegas, después de pasar un alcholímetro, que manejar de noche con música me hace sentir emocionalmente autárquica y eso me copa. Obvio. También pensé cómo hacen las personas para cogerte gente que podría ser su hija (los que se reprodujeron, claro) y también tuve/tengo pequeños delirios paranoideas porque marido no me respondió dos mails y cosas por el estilo además de que después de bajonear con dignidadcero, subí a ver a los chicos y estaban las tres camas sin deshacer y ni rastro de ellos. Bajé corriendo desesperada, con el corazón en la garganta a golpear como una sacada en el cuarto de Dalia y obviamente los cuatro dormían amuchados ahí. Casi muero de verdad. Lo del atracón ni lo desarrollo porque te deprimís.

Reímos con Nini y Domi en lo de la segunda. Comimos botanas hipersanas y fumamos y tomamos coki.

Ahora me voy a dormir porque ha sido un día largo, muy largo. Me duele la panchi, obvio, porque comer pan con cottage, un par de cucharadas de tabule y helado del pote no da ni un touch.

En fin, chicos.
Buen domingo y así las cosas.

sábado, 7 de mayo de 2011

cansada de ser la chica aguerrida

Hice una hora y media de zumba y todo todo el tiempo tuve ganas de llorar. Pensé demasiado para mientras seguir las coreos. ¿Qué hago acá sola? Esa es la pregunta del millón. Marido en Bs As y yo con mis hijos, en una ciudad con la que no comulgo. No sabés lo que daría por ser feliz. No sabés lo que daría por sentir que tengo amigos que me hacen de red. Pero no pasa. Y tengo que salir a remarla como si recién hubiera llegado. En el sauna pensaba que en otras ciudades no me pasaría, que sería distinto, que posiblemente hubiera más gente afín. De todas maneras, el sujeto de mi pesar era la familia. No hay garantías de que vuelva a Bs As y tenga amigos, eso lo sé. Una cosa es ir de visita y otra muy distinta, ser local. Pero padres y hermanos es otra historia. Mis padres son muy cercanos y comprometidos con la causa familiar. Hoy, claro, estarían en París (ya lo dije), y Ale en Pamplona (también ya lo dije) y el kinder trabajando con marido. Pero en Bs As la soledad es menos sola. Siento que algo podría armar igual, con más libertad, con menos peso.

Igual: no lloro. Ayer leí un post de verybaydkitty y dice todo tan bien. En Bs As le corté a marido al grito de: no me interesa tener una camioneta de mierda. Es cierto. Nunca fue parte de mis intereses y eso no cambió en lo más mínimo. Todo es una ridiculez. No quiero sentirme más así de desgarrada, rota. En Bs As la angustia es otra. No taaaaan distinta pero otra.

Bueh, me aburro de quejarme.

Ayer no hice nada.  A las 11pm estaba dormida. Me gustan los hombres con el pelo tirando a largo. Hay sol. Me bañe. Viene Gaby a comer. Tengo que ir al super. A la noche iré a lo de Domi. Tomaremos un vino. Están Feli y Juana. María se fue a Bs As y le dije a José que yo me las quedaba. Es mejor que los chicos estén entretenidos. Además está Dalia. En el club había fiesta por el día del niño. Saltaron en el inflable y comieron porquerías (palomitas, paletas, algodones de azúcar de colores, agua de jamaica y de limón). Planeo volverme flaca en los próximos meses. Igual, lo planeé muchas veces y no funcionó. ¿Esta será la vencida? Hablé con marido temprano, tirada en la cama, los dos dormidos. Le amo pero a la vez me deja mucho sola. Cuando le dije que si viniera uno que me amara y me quisiera con el combo y me cuidara, lo pensaría. No le pasó desapercibido. Igual: es cuasi imposible que suceda. No: imposible.

Ah, otra cosa que pensé fue que tengo la capacidad de convertir situaciones sórdidas en anécdotas alegres. Pensé que tengo un amigo que logra lo mismo. Pensé que debemos estar bastante de la cuch o somos unos genios totales. Pensé que cuando no me saco fotos ni me miro mucho en el espejo, me siento espléndida.

Más en fines, chicos.
Así las cosas.

viernes, 6 de mayo de 2011

el espíritu pendular

Ayer fue un día negro de toda negritud y en todos los aspectos. Hacía muuucho que no me sentía tan mal, iba a poner años pero después me dicen que siempre digo lo mismo y debe ser cierto. Quería que un agujero negro me tragara y me hago problemas por cosas que no valen la pena. Para eso tengo a Domi, que me pone los puntos. Y madre que me dice que tuve una década muy esforzada y que me merezco relajar. Puede ser. Venía pensando que siempre me parece que hago poco y no sé si es una realidad objetiva o una imposición superyoica de mi historia. María dice que tengo mucha energía y creo que tiene razón. Igual: a quién le importa. Sólo a mí, obvio.

Quisiera luchar contra la paja y la miseria. Odio mis aspectos humanos.

Hay sol. Me siento viva. No, no, reviví después de unas drogas para la panza y un cuartito de rivo para el espíritu. El programa me puso hiper pilas, la adrenalina del vivo cambia todo. Además, antes de que llegara Ile pasé por el mercado de Medellín y compré Oaxaca fresco (y barato) y una calabaza. Ya el mercado de por sí me puso de buenas. Y después tomé café con Domi, caminé unas cuadras, busqué el coche en la oficina, pasé por el consulado a buscar mi pasaporte y el que atiende, que es un sol (de verdad nunca conocí a un funcionario público con tan buena onda) me dio un beso cuando llegué y cuando me fui me dijo: "es un placer tenerte acá". Guau. Grosso. Lo amé.

Hijo menor grita: vamos mami. Me lo como.

Soy sola una vez más. Marido está volando a Bs As vía Bogotá. Vuelve el martes. Lo amo a pesar de todo. Porque de las cosas de la vida, la pareja debe ser una de las más difíciles. Bueno, trabajar también pero desde otro lado, más coyuntural. ¿Qué más?

Ahhh.

1. Quiero tener una columna en un medio gráfico.
2. Quiero ganar plata trabajando en radio.

La comida no me interesa, me gusta entrar en estas fases, me cabe el desapego gastronómico. Garpa.

Y no mucho más, eh. Cero programas para el finde. En Bs As tendría muchas cosas para hacer, seguramente, aunque hermich y padres están de viaje. La primera en Pamplona, los segundos en París. Pero siempre hay algo. Acá no. Soy sola de verdad pero bueeeeeeeeno. Algo haremos con Domi y nuestra doble soledad. Agradezco mucho tenerla, todo sería muuucho peor sin ella.

En fin, chicos.
Así las cosas.
Revividas.

MADRES LOCAS

A las 10am, 12 México y 5 Europa en vivo por www.chilangoradio.com.mx!!!!

jueves, 5 de mayo de 2011

MADRES LOCAS

A partir de mañana y todos los viernes a las 10am México, 12pm Bs As, 7pm Europa por www.chilangoradio.com.mx

Así de ao vivo las cosas.

así no

Hace años que no me dolía la panza de esta manera intensa, sorda, queda y constante sin otro síntoma. En el 2003, después de que tuviéramos un verano terrible (terrible de verdad) creí que me moría volviendo de Pinamar. Esto se le parece. Pero no voy a dejar que me coopte. Sé que son nervios.

Desde ayer tengo una angustia impalpable.  Vivir se vuelve una cuesta demasiado empinada y todos los problemas nimios me acongojan. Angst is in the air. Pensé que iba a poder ir a hacer gym pero cero, me vendría genial porque me urge el ejercicio. El dolor es más fuerte.

Coger no ayudó. Cogemos mucho. Pensaba recién, tirada en la cama, que el sexo está sobrevaluado pero a la vez, yo soy del tipo de persona que no puede vivir sin coger, que se altera, se descentra y muchos otros etcéteras que mejor ni desarrollo. Tampoco coger mucho implica coger bien siempre, obvio.

También me duelen las piernas. Estoy como floja. La casa es un caos y me deprime. ¿Cómo puede ser? No quiero pensar más.

Ah, ayer vino Xime y hablamos sin parar poniéndonos al día y comiendo merengues de capuchino. Roberta se quedó a dormir (la suya, la mía pernocta acá todos los días) y ahora dan vueltas porque hoy sí se festeja la Batalla de Puebla (tiendo a pensar que todos los feriados son por lo mismo) y los chicos no tienen clases. Escucho que marido les pregunta qué quieren desayunar. Tengo que bajar y no quiero. 

En fin, guys.
Así las cosas.

miércoles, 4 de mayo de 2011

mucho tiempo en el consulado

Tenía que renovar el pasaporte y perdí dos citas, desastroso. Me pasé dos horas ahí, fui al banco a pagar, me quedé sin celu porque estaba descargado, arreglé temas de viajes y me reí con cadenas de mails de mis amigas. Tengo muchas cosas que hacer y no demasiado tiempo, esa es la verdad pero nada grave, siempre es mejor estar ocupada. Ayer tomé té con María, después salí al parque porque estaba ella, Flor, José y Carmen y nos quedamos charlando un rato de parados. Siento que me voy a quedar muy sola, hay éxodos masivos. Es mi sino.

Después del consulado pasé por el club para bañarme, no llegué a hacer deporte, me pesé y no soy tan chanchis, me puse calzas y aunque critiqué, ando en culo yo también. Después super otra vez para comprar fruta y verdura y recibí a Dalia que parece que se va a quedar en casa además de Luzma. En fin.

Ayer pensé, cuando terminé el libro que empecé hace dos meses, que soy como una adolescente autista. Todo el tema de la honestidad brutal y la no mentira me convierte en un ET, ya lo sabemos, y quisiera cambiarlo. El mundo y yo nos llevamos mal con esta política. Estoy más trise que ayer, estoy un poco desalentada y duermo mal, me despierto a las 5am y ya no me duermo y eso me convierte en un zombie, lo que no está nada bueno. Me emociona mucho el viaje. Me pone contenta como si fuera joven. A la tarde viene Xime, es la clase de piano de todos, tomaremos café y yo necesitaría una siesta pero me hace pésimo. Además, no time.

En fin, chicos.
Escuchen Madres Locas, es un programa un poco atolondrado pero siempre decimos alguna pavada simpática.

Así las cosas!

martes, 3 de mayo de 2011

ya de vuelta entendí que: no soy yo, es México

Uy, tengo tanto para decir.

No puedo creer que estoy en mi casa, ya instalada, sin programas, sin estímulos, sin eventos, sin nada. Como dijo Pau, aunque estés enclaustrada, en Bs As la vida social se impone porque al menos tenés cumpleaños. Y yo tengo muchos amigos cercanos. Amigos de verdad. Amigos a los que vi y me divertí a lo loca, me reí como no me río nunca. Conocí a otra gente divina. Le acabo de decir a Domi que me volví blandita, que toda persona a la que conozco me parece pasible de ser mi amiga y pienso que tiene que ver con la comunicación. Y con que si me quieren para mí es un poco suficiente (y no me aburren, claro).

Por otro lado, me pareció que la gente habla mucho de sexo sin tapujos. La gente de todos los ámbitos, como algo muy naturalizado y no es mi influjo como cree Ceci. Hay un dejarse ser en todos los sentidos. Un poco, y no con respecto al sexo, creo que el dejarse ser está demasiado instaurado. Mucho decir lo que se piensa sin filtro, ya no desentono en ningún lado, increíblemente. Me doy cuenta de que la interface, en relación a la de acá, me parece tan cercana que hasta la mala onda me cae simpática. Mucha mucha cara de orto extrema.

Lo que no me cabe es esa mirada cruel, despiadada, sobre el otro. Ese interés constante de pertenecer, de ser alguien, de mundillo que me aburre sobremanera, me parece snob y mísero por lo pequeño y lo pedorro. Pero bueno, es muy personal y lo miro muy de afuera. No haberme angustiado ni un minuto en toda mi estadia no tiene precio. La pasamos muy genial, vimos a toda la gente que nos quiere y queremos y es bastante emotivo para mi corazón de hielo.

El jueves no sé bien qué hice, ya no me acuerdo de nada pero sé que cené en lo del kinder con Ela (obvio) y hermich y mi prole y marido y estuvo genial. Suelo no parar de reír. Ah sí, a la tarde tomé café con Joy en el Malba y el té en lo de madre con abuela (que en agosto cumple 100 y está espléndida) y mi tía. La cena alucinante. El viernes lo vi a Max a la mañana entre que rellenaba y cubría un pastel y unos arrolladitos de dulce de leche. Después comí con madre y amiga y luego decoré salón.

A pesar de mis reparos en cuanto a que quisiera participar de la animación, Milo la pasó GENIAL. Jugó toda la tarde, no me dio ni pelota, se hiper divirtió y eso fue lo mejor de todo. Hubo un par de faltazos pero en líneas generales vino todo el mundo con la mejor onda, anque Mora a quien no veía desde el casamiento de Santi en noviembre del 2001 y quien se fue última junto con su marido y su hijo y Fer, como si el tiempo no hubiera pasado (fuimos a la misma divi hasta 3er año). Pude estar con casi todos (excepto con Marian a quien sé que veo estos días porque viene para acá).

El sábado comí con padres y hermich y Tita mientras marido pasaba la tarde laburando (para variar) con los varones. Mi familia es increíble, me parecen todo, son divertidos y muy buena gente y solidarios y generosos y no entiendo cómo hago para vivir tan lejos. Después pasamos con madre por EC a buscar un libro y después de que ella planchara vestidos de fiesta, nos fuimos a la peluquería. Me regaló color y peinado. Otra cosa que es increíble de BA es que la gente naturaliza la piratería. El peluquero, un buena onda total que terminó de conquistarme diciéndome: "pero si vos sos una mina re linda y super simpática", me tiró unas que me dejaron heladas. Entre tanto, Nora (vecina de madre y esposa de primo segundo) se llevaba a Tita a tomar un helado y a comprar golos y a mí esas cosas me tocan muy de cerca porque acá somos solos de toda soledad y en Bs As...bueno, ya saben.

La boda estuvo alucinante. Cuñadit no podía estar más hermosa con su vestido hindú, su pelo con dos trencitas, su pulseras y su sonrisa increíble. Ojalá tuviera una foto. DIVINA grosso. La fiesta un hitazo total, todo lindo y rico y copado. Marido fue el único hermano que pasó a decir unas palabras y yo me sumé y obviamente hicimos un papelón pero un papelón emotivo porque la mujer del hermano del novio vino a decirme (ya con un breve patín pero amorosa) que se habían puesto a llorar con su marido porque nuestra dinámica. Bueh. El vestido que me prestó la Shamex perfecto, el abrigo peludo un exitazo que se ganó un fanático que en la barra, mientras yo me pedía un daikiri de melón y menta delicioso, me terminó diciendo "y estaba llevado como tenía que ser". Lo amé. Sí, soy muy fácil. Pero ver que no perdí el aura sino que es un problema de locación me hizo sentir muy bien. Ser de acetato era lo menos.

Bueh. El domingo hice las valijas mientras marido se iba a lo de Vir con los Tambor, yo llegué después, a la pobre Vir le hicimos una invation terrible, nos hizo unos fideos copados y había mucho amor, diez años y seis hijos (en total) después. Ese grupo humano exacto fue lo primero que conocí de Diego en diciembre del 2000, Male y Andrés le habían organizado cena de despedida a marido. Nos da mucha emoción verlos. Después comí muffins de banana que había hecho la Shama, previo paso para buscar a Fer y después a Pau. Me recontra cagué de risa, le devolví el outfit a Juli y no dejo de pensar que todas mis amigas son lo máximo.

Me fui a la mierda, lo sé. Es que pasaron muchas cosas y muchos días y ahora volví a tener tiempo (lamentablemente). Mi hijo menor es una topadora, no deja nada en pie pero no hay persona que no diga: "qué simpático". El viaje en avión fue largo pero con el endrogue que pusimos en práctica a partir de Santiago, todo fue más leve. Vi cuatro pelis y llegué rota pero de buen humor, sobre todo porque estaba Mau esperándonos con la camioneta y en ese simple detalle pienso que vivir en México tiene alguna razón de ser (la comodidad, obvio). Y el 27 me voy a Madrid y esa es una gran zanahoria y en julio a Indianápolis y posiblemente en agosto a Bs As sola, de nuevo, por los 100 de la abuela.

Me voy a llevar a Coco a tenis, chicos.

Acá estoy de nuevo.

Así las cosas!