lunes, 9 de mayo de 2011

con marido al skype

Marido es muy de querer hablar. Está con Utilisima de fondo y ruidos de la construcción de al lado. Dice que le cuesta levantarse y yo le digo que es por la humedad. Quiero desayunar quesadillas pero no hay tortillas. Todo está así, medio dado vuelta.

Dormí mal, creo que es la responsabilidad de despertarme a las 6.35am sin que ande mi despert, con la alarma del teléfono. Recién, de vuelta en la cama, pensé en la larguísima conversación que tuvimos con Gaby, Alex y Saydée el sábado, mientras comíamos unos tagliatteles con pesto, sobre el amor y las separaciones. Yo soy muy reacia a que los matrimonios con hijos se separen excepto...cuando no hay más amor. En esos casos, las relaciones hay que dejarlas ir por más duro que sea. También pensé que yo extraño a marido pero que, por primera vez en mi vida, no estoy tan segura de querer casarme al día siguiente (como pensé siempre) si marido me deja (o lo que sea). De repente siento que cierta libertad no está taaaaan mal. Consensuar todo, todo el tiempo también es agotador.

Al final ayer no fuimos al museo porque estaba cerrado pero caminamos por la Roma con un calor de locos (Domi con beboncha divina, los chicos y yo). Antes les compré una paleta de coco a los grandes y una mini de choco al baby, quisimos entrar a American Appareil para que yo vea brasiers pero el señor de la puerta (no termino de entender por qué ciertos negocios consideran que poner a un negro los hace cancheros por multiculturales; en un negocio en la misma cuadra de Volta pasa lo mismo, tienen a un pibe negrísimo vestido de blanco) ante la pregunta de cómo hacíamos para subir con las carreolas la muy empinada escalera nos contestó: la cargan. BUEH. No subí a gritarle de todo al encargado porque teníamos demasiados kids pero la que se va armar cuando vaya sola. Primero se enojó Domi y después intervine yo. Con mi marido hubiera devenido en pelea pero nosotras estábamos muy en sintonía.

Después de tomar café en Toscano (clásico de clásicos). No, no café sino cokis y de encontrarnos con Diego Mu de casualidad (después le escribí que debía subir a casa para que pidiéramos comida china y ver una peli pero obviamente no podía) pasamos por Vértigo, galería de arte/negocio de chucherías y volvimos ya cansados de tanto movimiento. Igual: bien mover. Después me tiré como una morsa en el sillón con dolor de todo el cuerpo.

Bueh, me cambio, bajo, desayuno y me voy al club a hacer deporte con este cuerpo maltrecho. Después sauna, baño, Ile´s y a la tarde laburar sí o sí y hacer llamados urgentes porque tengo delay en unos cuántos ámbitos.

Marido llega mañana a la noche y me acabo de despedir hasta entonces porque hoy graba en el Malba y en el Colón y a la noche come en el Vasco Francés con su padre (a mí no me invitan a comer rico!!!!) y el iphone parece que no anda así que...

En fin. Ya saben. Veremos si Diego Mu llama para cenar (no lo creo, es amigo no confiable) y si no me meteré tempras en la cama a leer.

Ah: fe de erratas. Ile dice haberme llamado ayer a la mañana para ver qué hacía y Flor me llamó a la tarde. Ponele que no soy taaaaaaaaaaan miserablemente sola.

Bueno, chicos.
Así las cosas.

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