martes, 31 de mayo de 2011

Crónica de un viaje a Madrid, parte 10

Estoy en plena despedida. Triste. Fuimos a tomar algo con Alejo y volvimos con Flora para esperar que sea la hora del taxi. Hace frío y esto se terminó. No puedo creerlo. Fue intenso y copado y divertido y sentador pero se terminó y hay que volver a la realidad. Me emocioné porque Fernando me regaló dos discos, comimos con Alejo y él en una terraza linda. Alejo me regaló un dvd, Santi un disco y Flora toda su hospitalidad y la amistad de años. No me sienta bien volver a México, sé que van a ser días difíciles pero no queda otra. A la tarde me dolió mucho la panza, vomité cuando volví del Prado. Fue horrible. Tuve que bajar a comprarme Buscapina. Flora vino a mimarme, salió un poco antes del laburo. Me gustan los mucho los Flamencos, El Bosco me vuela la cabeza. No puedo concentrarme así que voy a escribir mañana. Sólo quiero que sepan que irme me está costando, que todo me cuesta un poco y que tengo mucho sueño y espero dormir en el avión porque el viaje dura 12 horas y no tengo resto para el insomnio.
Los veo mañana, por la mismo baticanal pero a otra batihora.
Así las cosas, chicos.
En efecto: todo concluye al fin.

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