jueves, 5 de mayo de 2011

así no

Hace años que no me dolía la panza de esta manera intensa, sorda, queda y constante sin otro síntoma. En el 2003, después de que tuviéramos un verano terrible (terrible de verdad) creí que me moría volviendo de Pinamar. Esto se le parece. Pero no voy a dejar que me coopte. Sé que son nervios.

Desde ayer tengo una angustia impalpable.  Vivir se vuelve una cuesta demasiado empinada y todos los problemas nimios me acongojan. Angst is in the air. Pensé que iba a poder ir a hacer gym pero cero, me vendría genial porque me urge el ejercicio. El dolor es más fuerte.

Coger no ayudó. Cogemos mucho. Pensaba recién, tirada en la cama, que el sexo está sobrevaluado pero a la vez, yo soy del tipo de persona que no puede vivir sin coger, que se altera, se descentra y muchos otros etcéteras que mejor ni desarrollo. Tampoco coger mucho implica coger bien siempre, obvio.

También me duelen las piernas. Estoy como floja. La casa es un caos y me deprime. ¿Cómo puede ser? No quiero pensar más.

Ah, ayer vino Xime y hablamos sin parar poniéndonos al día y comiendo merengues de capuchino. Roberta se quedó a dormir (la suya, la mía pernocta acá todos los días) y ahora dan vueltas porque hoy sí se festeja la Batalla de Puebla (tiendo a pensar que todos los feriados son por lo mismo) y los chicos no tienen clases. Escucho que marido les pregunta qué quieren desayunar. Tengo que bajar y no quiero. 

En fin, guys.
Así las cosas.

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