jueves, 30 de septiembre de 2010

abro este espacio de queja

Dany se tuvo que ir, los chicos están fastidiados, son muchos, comimos, lavé, ayudé con tareas, en el medio intento trabajar, me duele mucho el brazo. Repito: mucho. Arde Ecuador y el tuiter está demasiado politizado como para poder quejarme en ese espacio. Marido me deja colgada en el skype. En fin. Con ganas de salir corriendo. Al club no vamos a ir pero sí a comprar unas gomitas con formas, infames, que me reclaman hace días. Tengo cena en casa tonite porque no podemos salir. Por ahí cambio lasaña por alguna verdura en masa philo pero no creo (igual acepto sugerencias, tengo que pasar por el super y puedo aprovisionarme).
GRRRRRRRRRRRRRR.
Bueno.
Así las cosas.

pajera

Son más de las 11 y sigo en camisón. Tuve clase con D después de meses. Me duele un poco la cabeza. La intensidad como principio rector. Sin chismes. Hubo un tiempo que fue hermoso. Ajá. Igual ahora es más productivo. Me duele mucho el brazo derecho. Dormí pésimo, anoche me lastimé la muñeca rechazando los embates de marido en celo. Explicame por qué resulto más tentadora cuando lo último que quiero en la vida es garchar. Juro que no lo entiendo.  No pudimos terminar de ver Breaking Bad (bah, no pude, marido la terminó en la compu mientras yo dormía) porque no cargaba bien. Me desperté unas cuantas veces en la madrugada, dolor intenso. No tomé nada. Le hica una mamila al bebé, a las 6.40am me desperté con Coco, todo lo de siempre, lo despaché y me volví a la cama. Tita dormía con nosotros. Quiso venir de mi lado y la rechacé. Soy incapaz de soportar a una tercera persona. No pude levantarme a las 7.30, dolor, sueño, paja. Seguí de largo hasta las 9 y cacho. Ameba. Ahora tengo hambre. Hicimos la clase más temprano. Pensaba teñirme el pelo. Hay un sol poderoso. La muñeca dejó de ser el centro de la incomodidad y subió hacia el bícep. Me fui a dormir pensando en que la incertidumbre es, para algunas personas, el camino hacia la locura. Y no sé qué más. Sí, pensé más pero me olvidé de todo. Pasó mucho tiempo. No era el plan. Mal día sin gimnasia. Lo sé. Ahora tintura, laburo, hijos, piano de Coco. Poco. Nada. Apatía. Tedio. El día de ayer, claro. Tedio máximo. Marido a full, contento y pilas y yo, como contracara, la nada misma. Me pongo vestido con botas aunque no vaya a ver a nadie. Hastiada del jean me rescato sólo para mí. No importa. Ah, posiblemente cenemos con Xime & co. Bien ahí. Tengo que comprar el regalo de Pau.
Ayer, mientras cenábamos, marido me contaba las reflexiones sobre internet. Futuro y potencial. Suelo pensar que no es rentable pero sí insoslayable. La producción de contenido como única posibilidad. La mentira de la libertad. Se volvió un apasionado de la teoría. Le digo que entonces no estaba tan equivocado cuando estudió Comunicación. Después nombró a alguien y le dije que con ese nombre ameritaba que fuera famoso. Le dije que nosotros no íbamos a ningún lado con los nuestros. Me dijo que yo estaba mejor que él y es cierto. No hay nadie más en el mundo que se llame como yo. De hecho, no hay más que familiares que tengan nuestro apellido. Ahora, de ahí a sacarle provecho: un abismo.
Me voy con la confusión en la cabeza, un mareo, una cierta desolación que no es tal pero lo parece. Un dolor de brazo que no me sienta. Y el cielo límpido de fondo.
En fin, chicos.
Así las cosas.
Alunadas.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

apatía

ando ganas de encontrarte

Porque me desapareciste, maldito oscuro objeto del deseo. Hace un par de días. Y todos sabemos que sin deseo no se puede vivir. Aplastada, ese seguramente sería el término correcto, opaca y aburrida. Imaginate: ni ganas de coger ni de hacerme la paja. Entramos en esa zona de grisura máxima, de llanura infame. Y sin embargo, mi inconciente pegó una sofisticación onírica que no le conocía para nada. Suelo tener sueños cortitos y sin producción. Realistas y muy humanos. Bueno, pintó una estética retro futurista con guión complejo digno de Inception. Rarísimo. Dormí profundo, corrí el despertador un poco y no resultó, sonó 7.45am, marido se despertó corriendo y mi pobre hijo se fue sin desayunar y con un malhumor indescriptible.
Tuve una tarde fatal, necesitaría que existieran nebulizaciones para el espíritu. Vení y abrime las vías. Chatié un rato y eso me devolvió un poco a la vida. Las mujeres son el aliciente. Siempre. Después llevé a Tita al club para que hiciera ballet y me tiré con Milo en el brincolín (cama elástica) a leer tuiter. De repente me sacudía para que él sintiera que saltaba. Había unos nenes yse re copa, los saluda, quiere interactuar. A mí se me caen los jeas y me quedo en orto. Me chupa un egg. Para eso tengo ropa interior simpática. Además, eran todos sub 12. La muerte de Romina Yan me pegó mal. Todo bien con el cinismo pero la piba tenía casi mi edad y tres pendejos, hacer cosas horribles no implica que esté bueno que hagan chistes de mal gusto cuando te morís. En fin. Después vine a casa y le di vía libre al pelotudeo máximo. Cenamos con marido. Quería que llegara temprano. No empezamos con Breaking Bad ni él ataco Broadwalk Empire (yo me bajo, man, no es para mí; la cara de Steve Buscemi me perturba por demás). Y leer me angustia. Así que siempre mejor dormir. Año de mierda: terminate de una vez. Por suerte el viernes que viene llegan mis padres. Alegría.
Bueno, chicos. Me voy con mi hijo menor al super y después a hacer gym.
Así las cosas.
Medio plomas.

martes, 28 de septiembre de 2010

perdiendo exotismo en el mundo de la relatividad

Fui hasta este año la única extranjera en la generación del año de Coco. Después de dejar a Tita y a marido en la puerta de la escuela, corrí al desayuno que había empezado 45 minutos antes. Saludé a las que estaban cerca, me senté, le dije a Lau que estaba espléndida (soy muy piropeadora, me gusta decirle a la gente que está bien si me parece), me cuenta que está saliendo con alguien, noto que la madre que tengo al lado habla raro, le pregunto de dónde es y me dice que nació en Ucrania. Guau. Me ganás por lejos, loca. Tiene un look tipo Lady Gaga (ella sí) pero sin intención. No te la podés creer. Su castellano es dudoso pero hace esfuerzos. Su hijo menor se llama Platón. Su marido es ruso. Le hablo un rato pero la barrera lingüística me desalienta y prefiero chusmear sobre el novio nuevo. Mientras, me tomo uno de esos cafés con leche pesadísimos que sirven ahí y hago el cheque correspondiente para la contribución anual. Al rato llega una chica que tiene un acento semi argentino. Me entero de que es cubana, vive acá hace once años, se divorció y está vuelta a casar y tiene mi misma edad. Casualmente nació en Rusia (?) porque su papá era militar y estaba ahí (me encantaría saber bien haciendo qué, ya ahondaremos). Es simpática, desenvuelta y me cae bien pero yo no le caigo tan bien a ella. Claro que mi atuendo de calzas violeta, rodete desastroso, zapatillas con cordones amarillos, doble musculosa espantosas y buzo sucio, no ayuda. Salgo a fumar con unas y me dicen que estoy flaca. Les agradezco y les digo que es porque hice dieta. Nada es gratis, mamá. Al menos, no en mi vida. Antes de cumplir una hora (bastante antes) saludo a un par (mis nuevas amigas extranjeras, bah; por cierto, la rusa- así se hace llamar ella- tiene 31) y parto rauda a la clase de pilates. Por suerte la convencí a Pau de que viniera y se convierte en la nueva atracción del profesor. La clase es mala pero igual me duele todo (TODO). El pibe dijo mi nombre sólo dos veces y me corrigió poco. Después un rato de sauna. Tengo que ir a buscar a Simi y laburar. No pude en toda la mañana. Estoy un poco pinchada, leve, muy leve. Una soledad. Algo así. Como un soplidito de desaliento.
Ayer vimos el décimo de Mad Men (terrible) y ni bien terminó tuve un ataque de angustia fuerte. Empiezo a no poder respirar, se me cierra el pecho y quisiera salir corriendo de mi misma. Intento tomar aire y que se me abran las vías. Marido quiere consolarme y ayudarme y yo sólo quiero espacio. Se enoja porque me alejo y no sé cómo explicarle que es un más allá de mi voluntad. Dura un rato. Me pongo para dormir, se va pasando. A las 6.35 sonó el despertador y sólo atiné a decir: no mames, la concha de la lora. De verdad no quería levantarme. Por suerte Coco hace todo rápido y de buen humor. Me volví a la cama ese ratito pero no lo disfruté demasiado. Fastidio. En el coche, más fastidio. Un poco de risas. Amenazas varias a marido para que se baje (en chiste). Y ahora volver a salir, después club con Tita y todo así. La cinta sin fin con un ahogo basal.
En fin, chicos.
Así las cosas.
Levemente enrarecidas.

lunes, 27 de septiembre de 2010

algo pensé en el transcurso del día

La pregunta sobre por qué te gusta alguien era más bien del tipo física. ¿Qué nos atrae?  Todos vimos El amor primera parte, todos leímos las explicaciones pseudo científicas, etcétera, etcétera y sin embargo, sigue siendo un misterio. Igual, después está el por qué nos gusta alguien más allá de eso. Oh, otro misterio. O no. Estacionando el coche en la esquina de la psi y prendiendo un mentolado adentro por primera vez en mil años, pensé que me había enamorado de marido, en su momento, porque no me hizo sufrir. Me llamaba todos los días, me buscaba, me soportaba. Definitivamente eso fue en gran parte. Además de que era alto, garchábamos como conejos, era ultra pilas y semi canchero. Porque uno se enamora de pavadas también, de gestos,  contextos y demases. También me acordé de que en mi otra única relación seria me copé el día que me fue a esperar a Notorius. En esa época (tipo 99 y años previos) todo el mundo sabía que los domingos a la tarde estudiaba ahí (generalmente con Lauli). Durante mucho tiempo era el programa obligado. Todos los putos domingos nos encontrabas en la misma mesa. No me olvido de la emoción cuando lo vi desde la puerta vidriada. Nadie nunca había hecho algo así por mí. Qué fácil, eh. Creo que corrí a darle un beso. Emocionada.
A otra gente le funciona la histeria, el maltrato, la incertidumbre. Conozco muchos casos así y creo que es cuasi envidiable. En fin. Igual, lo único que creo que me importa realmente es reírme. Posta.
Con marido todo nos causa una gracia tonta. Y yo lo festejo.
Las relaciones humanas la mayoría de las veces me resultan indescifrables.
Por lo demás, salí de sesión un poco más angustiada de lo que entré. No fue muy productiva. Malísimo, frustrante. Hablar de cosas de la familia de origen no conduce a nada, eso lo pasé hace un par de movimientos tectónicos. Ni siquiera es que haya un quid, fue nostalgia de otro diván, supongo. Ahora intento que mis hijos mayores se vayan a lavar los dientes. Se los dije quince veces reales. Me agota. Cuando terminen  subiré a leer en inglés. Ya ayudé con tarea, ya hice una tarta de atún, ya salí con Milo y Pau & co al parque, ya, ya, ya. Simón leía el diario y Roberta daba vueltas. No logro que terminen de subir. Mon dieu. El proceso de templanza del carácter en el mundo de la maternidad.
Espero que marido llegue pronto.
Y no mucho más. Una suspensión, un pause, una nada misma que no puedo solucionar por el momento. Pero todo bien.
Bueno, chicos.
Así las cosas.
Misteriosas.

gila

Me confundí, pensé que el desayuno con las madres de Simón era hoy pero oh no, es mañana. No iba a ir pero justo llegó Dany, me vestí rápido y salí con Tita y marido, los llevé porque sigue sin auto. Le copa que le haga de chofer. Pintó mucho amor con marido y eso me copa, me tranquiliza, me centra. Aunque siempre hay roces, obvio. Es la naturaleza del matrimonio. Recién me di cuenta de mi error cuando llegué al lugar, por suerte miré por la ventana y me fijé la fecha. Era el 28 y resulta que hoy es 27, mirá vos, ando un toque perdida en el calendario.

¿Por qué nos gustan ciertas personas y otras no? ¿Qué es lo que se pone en juego? Me obsesiona un poco la atracción entre los seres humanos. Me sorprende. Me hace pensar.

Marido se fue ayer a jugar al tenis y me dejó clavada en casa hasta las 3pm. De todas maneras, disfruto estar con el bebé y la compu. La llevo bien. Comimos ravioles en lo de Pau y Jorge con Walter y Lau y toda la cría. Estuvo bueno, familiar. Llegamos, bañamos hijos (nos quedamos sin gas, me dejé estar, marido me reclama y yo un poco me fastidio pero lo dejo pasar, no vale la pena pelearse por pavadas). Vimos Away we go y no nos gustó nada. Le ponía fichas pero no. Aburrida, clishé, no sé, no funciona. Espero que hoy ya esté el décimo de Mad Men. Qué groso.

Está horrible. Nublado, frío, húmedo. No dejo que el clima me ataque, no me perturbás, sabés, estoy entera y me chupás un huevo aunque...bueno, es obvio que un poco de sol hace la vida más feliz por default. Me pongo a laburar. Fui al club pero no tuve fuerzas de hacer patinadora, el ipod descargado y el iphone tildado, me bajé y me zambullí en el sauna. A chivar, sí. Copado. Baño y Telcel para ver qué onda con mi aparato, el pibe hizo una movida rápida y anduvo sin problemas. Pasé por la peluquería, compré un par de cositas, me encontré con María José y me vine a desayunar algo porque estaba famélica. Me duele un poco el cuerpo, puede que no haya dormido demasiado bien. Mamila a las 4 y pico interrumpe el descanso. Marido se despertó con Simi así que zafé el primer madrugón.

En fin, chicos.
Empezando una semana más, equis.
Pero así las cosas.
Tranca.

domingo, 26 de septiembre de 2010

the sweetest thing

Así, despeinado y con cara de galleguito me tiene absolutamente loca de amor.

impresentables

Después de comer nuestros sandwichitos deconstruídos (marido trajo una pasta de tomates disecados, una compota de echalotes, lomo de cerdo ahumado, jamón serrano, rúcula, mozzarella, albahaca, chapatas, etc y yo me iba haciendo pedazos de pan con distintos elementos) leímos un rato, buscamos qué ver y cuando Coco termió de jugar a la wii con el amigo que había venido a casa, vimos Historias de familia. No nos gustó (ayer me di cuenta de mi uso de la primera del plural; sí, es cualquiera pero no lo puedo evitar excepto, por ejemplo, que a marido Carancho le pareció excelente y a mí no me gustó nada aunque Trapero suele ser de mi agrado) pero de todas maneras estuvo bien. En el transcurso de la tarde me bajé un paquete de pasitas de uva con chocolate que había comprado la semana pasada y a la noche, mientras veíamos El hombre de al lado, comí helado. Cualquiera. Mal. No da. Hoy volvemos al redil. No quiero engordar. La madre de los amiguitos de los chicos vino a las 8.30pm a dejar a Tita (habíamos hecho intercambio) y a buscar a su crío y se quedó hasta pasadas las 10. ¿Qué te puedo decir? Es obvio que es un problema nuestro. Demasiado remo en las conversaciones. Diego además les había hecho a los varones unos taquitos de arrachera. Finalmente logramos que la prole se fuera a dormir y pusimos la peli. Nos hizo reír. Mi hermano actúa su cara de nabo excelentemente. Véanla. Está muy bien.  Pensé que los tiempos en que le preguntaban al kinder si era mi hermano quedaron muy atrás. Ahora soy la hermana de...la gente antes se daba cuenta de que éramos hermanos por el parecido. Puede que siga funcionando.
En fin. Cuando terminó me tiré encima de marido cariñosa a cantarle este tema (me copa, es gronchísimo y te toca el corazón) y me sacó con lengüetazos diciéndome que me fuera a la cama que el ya iba (era amor, no calentura). Me pregunté cuánto tiempo más podremos ser tan aparatos. Y nuestros hijos son así o peores. Yo de chica era normal, average, sin ninguna gracia. No sé cuándo me dejé ser. En fin. Tampoco sé si estamos haciendo bien, eh.
Chicos, me voy a bañar. Ayer no pasé por la ducha (sí, soy muy muy hijadeputa) y estoy con un nivel de mugre indescriptible. Milo duerme y marido e hijos mayores se fueron hace rato al club. Me colgué pelotudeando. En fin.
Buen domingo para todos!
Así de buenhumoradas las cosas.

sábado, 25 de septiembre de 2010

no, no, mi espíritu juvenil no existe

Finalmente pasaron Pau y Jorge y fuimos a cenar a parrilla cercana. El mesero argentino nos dijo "chicos" veinticinco veces, se olvidó de absolutamente todo lo que le pedimos y tardó toda la cena en darse cuenta de que yo no participaba en la ingesta de alimentos oficial. La remató con un: ah sí, a vos te vi bailando (dirigiéndose a mí, claro) en un antro (e hizo gesto con carita de bailar que casi me provoca un desmayo). Sólo comí pan y después derrapé con el pseudo tiramisú que no era tal pero estaba rico. Ni vino, ni carne. Ah sí, un poco de provo. Después de cenar cayeron Walter y Laura. Yo estaba decididamente agotada y no le hago el más mínimo honor a ser la más joven. Me llevan de cinco a doce años y soy la abstemia y un toque agreta. Obvio. No sé cómo llegamos a que en Buenos Aires se garcha más (o eso creo yo), mucha conversación sobre telos y la llegada de la primavera, incipiente desnudez femenina y oficinistas asoléandose en parques varios. Yo sí creo que en Buenos Aires hay mucha más energía sexual. En todos lados y todo el tiempo. La gente se mira constantemente. Acá te diría que no lo noto. En fin.
Hice una horita de zumba con las dos Pau, me tomé un juguito de zanahoria y naranja y me vine caminando a casa para que Dany se pudiera ir. Ahora espero que marido se digne a volver. Primero jugó una hora y media de dobles y después no sé cuánto de single con Walter pero la realidad es que siendo las 3.15 recién estaba entrando al super para comprar pan rico, alguna mozzarella, rúcula y tomatitos secos para un buen sandwich deli. A los menores ya les di de comer unos fideos. Flor me pasó el parte de los últimos dos días e intenté leer con concentración nula alguno de los diarios. Ganas de tirarme a mirar pelis y de que no llueva.
Bueno, chicos.
Así de sábado casero las cosas.

viernes, 24 de septiembre de 2010

amores difíciles

Pienso que no tengo ganas de salir. Oh no. Comí mucho mucho: mejillones y bacalao. Rico. Pero no puedo ingerir nada más. Diego MU llegó más de una hora después de los acordado. Yo ya había salido cuando me avisó de su retraso. Quedamos media hora después pero se perdió por ahí. Por suerte tenía Los boys de Junot Díaz en la cartera. Me gusta mucho. Lo estaba leyendo en la fila del colegio. Me senté en la barra porque quería esperar mesa en la terraza. Me acordé de cuando era soltera y a veces iba sola a La Cigale. Siempre esperando que se acercara alguien. Me alegré de no estar más en esa situación y poder disfrutar de la lectura, las papitas y mi coki tranquila. Casi me pido un trago pero tenía que manejar. Hubiera estado bien. Finalmente me senté en la mesa afuera, creí que se podía fumar pero no, error total. Así que nos cagamos de frío al pedo. Pedí la comida antes de que llegara Die. No había desayunado así que mi humor no estaba en su máximo esplendor. Tardaron más de lo que para mí es tolerable y él fue exageradamente amable para neutralizarme. Estamos hablando de que eran las 4.30pm. A veces puedo ser una chica difícil, lo admito. Igual te juro que ao vivo soy más llevadera de lo que parezco acá (alguien que de fe!).
Mientras manejaba con todas las ventanas abiertas para que el viento entre y me despeje, pensé en los amores difíciles. ¿Qué pasa cuando alguien casado con hijos se enamora de otra persona? Es una situación que en la que inevitablemente alguno sale herido. O todos. ¿Qué hacés? ¿Cómo hacés para olvidarte de una persona que te crashea mal y seguir con tu vida de siempre si no te separás? Concluí que el tiempo es un anestesiante muy potente. Supongo. Es triste pero todo se olvida. Pero también pienso que la vida es una sola. No da quedarse en una situación porque sí. Bueno, porque sí no, porque tiene muchas implicancias negativas, obvio. Espero que a marido NUNCA le pase. Suelo decirle que dejarme por otra es de muy mal gusto. Yo no podría imaginarme la vida sin él. En fin. Cosas.
Parece que sí vamos a ir a cenar. Hueeeeeeva. #prefierocuevanaafull.

Marido me hace unas escenas de celos rarísimas pero no explícitas.
Bueno, chicos.
Así las cosas.

ah, sí...

En la patinadora, buscando algo en el ipod que me diera alegría, intenté darme cuenta de si Regina Spektor me fastidia tanto como Björk pero no me decidí. Creo que tanto no. Un poco. Ojo que me cae cien: rusa, judía, etcétera, pero...después me colgué pensando en si que si fuera, por ejemplo, una abogada de Pilar, de las que votan a Macri, se copa con Luismi, Arjona y Chayanne, tiene muchos hijos rubios y eventualmente se garcha al profesor de tenis ponele, sería más feliz. Seguramente sí ¿no? Igual, hoy definitivamente quisiera estar en Bs As. Ir a la noche al cumple de Flor y esas cosas que ya sabés. Empecé muy mal la mañana. Después, mientras se comía su tostada, le dije a marido que siento que un día voy a salir corriendo. Necesito bailar y coger hasta olvidarme del mundo. Pero no. Además de la media de aeróbico hice media clase de pilates. No, no aguanté más. Soy esa clase de persona que se para y se va. Así sin más. Por suerte había una gordi joven con la que el profesor parece tener buena onda, que se ríe de los comentarios que hace aunque noté que no la llamaba por el nombre cosa que sigue haciendo, insistentemente, conmigo. Fui a Walmart para dos cosas y de una me acordé recién cuando estaba camino a casa.
En el sauna tuve un momento de mente en blanco. Lo logré. Pensaba justamente qué pensarán todo el puto día los monjes que se encierran en conventos. ¿En dios? Debe estar bueno. Igual no sé si alcancé el nirvana o me quedé dormida unos segundos. A como sea, estuvo bien. Descansar aunque sea brevemente de mí misma. No me estoy soportando demasiado
En fin. Buscaré a Simón y amigo (oh no, madre llama para suspender porque el niño tuvo asma) y volveré a bajar a Polanco para comer con Diego MU tal vez Bacalao en la Casa portuguesa o una pasta en Non solo...me puse un vestido monacal con botas altas que me hace ver como una judía religiosa. Así no hay posibilidades de que marido me haga escenitas ridículas. Por lo demás: nada. Trabajar y esas cosas. Una opción es que tanta dieta y hacer ejercicio en ayuno me esté pegando mal. Peso 57.7 y debería estar más flaca. Casi no como pero sólo por desinterés. Quiero recuperar la contentez de las semanas anteriores. Por ahí encaro con chocolate. Me había vuelto una persona muy copada. Mmmm. Grrrr.
Bueno, chicos.
Así las cosas, eh.
Como siempre, bah.

jueves, 23 de septiembre de 2010

así el día

Dany me usa la compu sin permiso. Un par de veces noté algo raro y le pregunté y no contestó. Hoy directamente miré el historial (soy una persona hiperconfiada por naturaleza) y ahí estaba el msn, su FB, etc, etc. Lo que más me sorprendió es que sea tan ducha usando la Mac, que tiene sus truquitos. La encaré y lo negó. Le dije que estaba el historial. No contestó. Tiene, como siempre, cara de pierda. Mi delirante vida burguesa en su máximo esplendor. No le dije nada más. No sabría qué. Ah sí, le dije que si me la pedía yo se la prestaba. Mutis por el foro. Después: lluvia torrencial, granizo. A las 3pm. O sea, el día se te arruina temprano. Paró un poco así que quedamos con Pau en llevar a las nenas a Jazz (los martes es ballet, los jueves es jazz...sí, ya sé). Nos sentamos a tomar un café desanimado. Las dos opacas, enrosquetis, oscuras. Es el clima, le digo, con este clima no hay espíritu que aguante. Ganas dobles de estar en BA. Chatié con Fer al mediodía y me reí: se dio vuelta la tortilla. Me pasé 9 años intentando convencerla de que volviera y ahora que va a estar allá, le toca a ella romperme los huevos. Nada quisiera más, amiga. La quiero tanto. Man. Vamos a cumplir 20 años de amistad el año que viene. Es una incondicionalidad absoluta. Es conocer la miseria desde el principio. Está bien eso.

Voy a empezar proceso de baño y cena y cuentos y después me voy a tirar a ver una peli o una serie. Marido parece que llega tarde. Marido está a full. Y yo, en realidad, estoy cansada con el insomnio encima (me di cuenta de que para dormir bien es imprescindible que en el día haya habido o sexo o deporte).
En fin, guys.
Así las cosas.
Empapadas.

catarata de recuerdos

Insomnio de 1.30 a 4.30am. Pésimo. Sin angustia pero sin sueño. Ahora estoy agotada, obviamente. Acabo de llegar a casa. Uf. En lugar de hacer pilates hice zumba. Antes me tocó llevar a Tita al cole porque marido se fue tempranísimo a grabar. Así que vestí niña, armé lunch y partí con el baby. Hicimos rápido, había poco tráfico. Pasé por casa y me fui al club. La salsa claramente no es lo mío. El resto de las minas estaban afiladísimas y yo parecía más espástica que nunca. Además de no concentrarme. Siempre estoy pensando en otra cosa. Excepto cuando estoy con gente. Pero la música me transportó al pasado. Mal. Cuarto año, Cuba, Inglaterra, París. Viejos historias. De verdad si hubiera tenido un blog entre el 93 y el 2001 hubiera sido un hitazo. Me acordé de la ropa que usaba, tan inglesa, tanto pantalón oxford, abrigo de cuero, Dr Marteens. Hace unas semanas los desenterré del fondo del placard. Pensé que por ahí podía usarlos pero no. Están llenos de moho y gastados. Claro. Son del 95/96...Los bordó los regalé hace años. Por ahí hay una boina de terciopelo y mis abrigos de cuero comprados en Camden. Me acordé del viaje que hicimos con madre a Londres, París y Suiza. Diez días en octubre del 98, nosotras dos solas. Yo tenía tristeza. Esas sí eran épocas oscuras. Muy oscuras. Lo de ahora es un chiste. Cuando volví empecé a laburar en Los Inrocks. Parece que pasaron mil millones de años. Y de hecho, sí.
Me dieron muchas ganas de estar en Buenos Aires. Así, grosas. Ganas de ir mañana al cumple de coachie, de estar para el de Maru, de conocer a Sibel, de cenar con los Haro y los Halperín y fumarme un porro gigante. De caminar por el barrio de madre, de tomar cafés con todas mis amigas, de ir a lecturas. Y muchos etcéteras. Pero estoy acá. Si no vinieran padres y no nos fuéramos a Miami agarraría al bebé y el 20 de octubre me tomaría un avión. Estaría para el cumple de Fer en Buenos Aires, para festejar su regreso. Para disfrutar de la primavera porteña que es alucinante. Ese cielo, esa luz, el mejor humor de la gente. Todo eso y más quiero. Lo quiero YA. Pero no. Tengo mucho por leer. Diego MU me dice de ir a comer y no, no puedo. Tengo que ir a llevar a Tita al club y a Simi a piano. También me manda la tapa de la Rolling donde sale Lady Gaga platinada y me dice: saliste bien, te sienta el blond y yo me cago de risa. Él también se va. Seguramente no esté para nuestros cumples y yo no tengo ganas de hacer nada. Sigo sin recibir unos mails. Ni modo. Es lo que hay.
En fin, chicos.
Una semana bastante de mierda que confirma la teoría de que debería salir más del agujero interior.
Así las cosas!

Celi Expone

Vayan!!!!!!!!!!

insomnio largo y pajero

Muy, Necesito dormirme ya.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

chau dark side

Hola chicos, volví a ser yo y no hay nada mejor que eso.
Retornamos a la programación habitual de boluda alegre.
Mañana me toca llevada a escuela.
Marido no me mordisquees. Ni me hagas escenitas de celos baratas. No te sientan.
Bueno, los dejo.
Así las cosas.
De vuelta a la contentez.

otra vez diluvio

Tengo que trabajar. No me concentro. Estoy de pésimo humor. Llueve de una manera indecorosa. El tráfico se pone del orto. Estoy encerrada en casa, para variar. Debería hacerle caso a Oti y ponerme un buen pedo pero con esta lluvia de sólo pensar en salir me deprimo. Llevé a Tita a piano y Mariel no estaba, llamé a casa para buscar a Lupita y darle un aventón porque se caía el cielo, llama Mariel en el camino que por el caos estaba retrasada, le digo que llevo a Lupita y después voy para ahí. Ahora tengo que volver a salir bajo la cortina de agua para buscar a la pequeña. Vení y matame, porfas. O vení y tirame la buena.
Tendría que estar en Buenos Aires, claramente. O en el convento de clausura. O en una cueva, sola, sin que nadie me hable ni acceso a internet ni nada que altere esta ya de por sí perturbada psique. Cosas que no dan: revisar el spam de gmail para ver si te llegan mails. Sobre todo si no estás esperando mails de amor. Patético. Todo. Bueno, chicos. En uno de esos días en los que NO ME SOPORTO. Pero no es para que se contagien, eh. Es sólo auto odio.
En fin.
Así las cosas.

¿dónde está el botón para switchear?

Venía pensando en cómo hacer para enojarme en lugar de angustiarme. Es obvio que tengo un problemita ahí. Siempre esa desazón y melancolía en lugar de pensar: forro/a. No puedo. No me sale. Entonces nudo en el esternón. Y ahí sigue.
Después de cenar (le pregunté a marido si le parecía que yo era más aparato que él y contestó con un sí rotundo, también le pregunté si se había dado cuenta enseguida y se rió: de eso, sí, de inmedito; bueh) vimos el noveno de Mad Men. Me gustó mucho. Me cabe mucho Joan aunque mi super prefe sigue siendo el cap de Peggy. No quiero que se termine. Es por lejos mi serie super prefe. Marido estaba desde el domingo desesperado por ver Boardwalk Empire. De hecho entendió que empezaba este domingo y no el 17 de octubre. Pero después lo encontró en Cuevana. En fin. Ahí fuimos a verla. A mí me copa Scorsese, filma como la re puta madre y suelo amar sus pelis pero la realidad es que los 20´no me interesan particularmente, con Steve Buscemi tengo issues y  algo más se puso en juego. Para mal. Ataquecito de angustia. No poder respirar. Necesidad de espacio. El pobre marido quería abrazarme y yo sólo quería escapar. Me incrustó un cuarto de rivo a mi pesar y me fui a dormir. Creo que él terminó de verlo. No fue una buena noche. A las 6.40am de todas maneras me tocó a mí, hice todo rápido y me volví a la cama. Dormí profundo. Le dije a marido que no podía levantarme a las 7.30. Seguí hasta las 8 y cacho. Después super, sauna (sin gym) y Polanco. Pensé que E me iba a dejar plantada. No era el día. Había salido y nadie sabía si por un café o a una junta. Me senté afuera, prendí un cigarrillo y al ratito llegó. Bien. Hubiera sido causal de depresión profunda. Ahora, entonces tengo que laburar sí o sí. Apuro. A la tarde le toca Piano a Tita. Ojalá alguien viniera a desatarme el nudito. Mientras volvía en el coche me di cuenta de que nunca nadie me dijo: sos hermosa. Es entendible. Pero de todas maneras, no hubiera estado mal.
En fin.
Así las cosas, chicos.
Lábiles. Muy.

martes, 21 de septiembre de 2010

fuckin lluvia

No estoy para esto justo hoy. Diluvia. Estaba triste y llevé a Tita y a Bianca al club, clase de ballet. Me llevé al bebé y fuimos  la guardería. Yo pretendía leer Freud y que él jugara. Pero él también está triste así que me tiré en una colchoneta, él encima mío y le canté y le hice mimos. A veces me olvido de que tengo un hijo semi bebé. Busqué a las nenas bajo la lluvia torrencial (por suerte había llevado paraguas) y acabamos de entrar. Leves ganas de llorar. Por suerte primero a marido le dije que sí y después que no al estreno en Avenida Universidad. Me arrepentí. Mejor Mad Men at home.
A la mañana hice la clase de Pilates finalmente, antes 20 de elíptica. Y después me embadurné con la vaselina y me metí a chivar. No sé si fue eso o que sigo comiendo poco pero adelgacé 300 gramos más. Veremos con el correr de la semana. La clase estuvo bien pero me duele todo. Tengo los ligamentos flojos lo que repercute en una flexibilidad bastante sorprendente. Y los profes se mal copan. Estuve sola con él como quince minutos y lo padecí. Últimamente me siento un toque quinceañera. Me dio como pudor. Por suerte vino una señora pero creo que siguió tocándome exclusivamente a mí. Soy monstruo pero no tanto así que no me animo a decirle que preferiría que NO lo hiciera. Y también preferiría que no dijera mi nombre cuarenta veces. Y menos para retarme. Escuchame flaco, no soy tan simpática como parezco. De hecho, pongo bastante cara de orto. El momento cúlmine fue cuando se sacó las medias y las olió. Hizo un comentario sobre el suavitel que no entendí pero igual semi sonreí. Mon dieu. Me acordé perfecto de por qué prefiero hacer aparatos. Igual: resistiré. Mi cuerpo lo agradece.
Bueno, chicos. Eso.
Llueve espantosamente. Ahora viene Pau a tomar un té y después miraremos Mad Men con marido.
Así las cosas.
Melanco.

fiaca y acidez infernales

En la cama, buzo, camisón y paja total. Hace días que me mata la acidez como en los viejos tiempos. Ardor. Constante, intenso. Horrible. Creo que es porque estuve fumando mucho. Igual voy a pasar a comprarme algo que me mejore. No da para más. Seguramente tenga Milanta pero me da mucho asco. Me hace acordar al embarazo. Me deprime. Hace frío. Empieza el otoño. Voy a intentar hacer la clase de pilates y después me embadurnaré con la pretolum jelly.
Últimamente me río mucho sola, generalmente de los chiste de coachie que me hace a repetición. Le digo que soy muy fácil, su mejor público. Acuerda pero reivindica sus chistes. Yo tengo miedo de que alguien piense que psicoticé.

Sigo amando a mi psi. Pero no quiero conquistarla. Se sigue riendo y yo quiero ir al núcleo duro del asunto. Ayer entró y yo ya estaba tirada en el sillón. Es de dos cuerpos o tres y tiene almohadones. Desde la primera sesión que me semi recuesto. No sé, me parece tan obvio. Hice diván por motu propio casi 10 años dos veces por semana. Soy carne de diván. De hecho, ayer me acordé de cuánto me gusta analizarme. Se rió de verme tirada, como siempre y yo le pregunté si los demás pacientes no lo hacían, me contestó que no y carcajeó cuando le dije que era la mejor forma de dejar fluir el inconciente. Me pareció una obviedad absoluta sin twist pero por ahí a los chilenos exiliados en México les parece novedoso. También le aclaré que me tiro en todos lados y que no sé cuánto tiempo más podré seguir haciéndolo sin que resulte ridículo.
En fin.
Iría dos o tres veces por semana si pudiera. Me copa. Y me había olvidado. Después de 6 años de vacaciones la vuelta es como un redescubrimiento. Le dije también que quería retomar la relación con mi inconciente, que sentía que hacía mucho que vivía muy acá (marido a la noche lo describió perfecto: como si estar todo el tiempo a flor de piel denotara que no hay un más allá; su pertinencia me sorprendió gratamente) y ella me contestó que en realidad le parecía que tenía una relación muy estrecha. En el coche pensé que seguramente tenga razón.
Marido llegó tarde, hicimos algo de cenar, tuvimos una super buena charla como hacía mucho no. Sobre la certeza de estar juntos. Era algo dado, como una decisión tácita que cada uno tomó por su lado hace un tiempo. Algo que está bueno. Tener al menos una certeza en la vida es sentador. Al menos para mí. Después me preguntó qué teníamos el uno del otro. Es difícil saber, eso que digo siempre: estar imbrincados. Dijo que él tomó más de mí que yo de él. Me río. Digo que puede ser. El exceso de personalidad viene de lejos. Igual, le digo, yo tomé muchas cosas buenas tuyas. Y es cierto. Marido es sabio. Después me obligó a mirar un rato de tele (bah, me colgué pensando en cualquier cosa acurrucada en sus brazos mientras él tampoco miraba nada ) nos fuimos a la cumi. Dormí bien hasta las 5am. Tuvimos un principio de episodio y después no pude pegar un ojo. Pensamientos recurrentes que me perturban.
Bueno, me colgué. Es tarde, debo irme. Debo hacer cosas en estos días. Concentrarme.
En fin, chicos.
Así las cosas.

lunes, 20 de septiembre de 2010

no es necesario decir TODO

Hice 40 de elíptica escuchando la peor música. El iphone es un cúmulo de cosas espantosas que tengo en mi compu por culpa de un error de hace años que nunca enmendé. El ipod oficial (nano) no tenía batería. Igual se pasó medianamente rápido. Cuando entré al sauna estaba mi nueva amiga. Me había traído la Vaselina Mix, pure petrolum jelly (lo juro). Me dijo que me la pusiera donde quería reducir así que me la unté a los costados y en los brazos. Donde se me acumula la grasa, claro. Ella tenía puesta una bolsa de plástico en el torso (!) para ver si logra tener cintura. Imaginate la escena. Me tiré en pelotas y a los cinco minutos estaba dejando parte de mí en forma de gotas gigantes. Posta. Si no vuelvo a escribir sepan que es porque quedé frita en el cubículo. No sé si efectivamente adelgaza o libera toxinas pero que te hace chivar como cerdo, sin lugar a dudas. Mientras me contó sobre una enfermedad que tuvo que le recubrió el hígado de grasa, que pesaba 17 kilos más, que tuvo que hacer un tratamiento terrible y que no come casi nada (sólo pescados y verduras). Yo le dije que soy bastante austera con la comida pero que amo la carne (es cierto, soy muy fana de la tira de asado pero tampoco puedo comer demasiada, ya sabemos de mis problemas para digerir). Me dijo que igual estaba bastante delgada, aunque tengo esos rollitos de costado. Glup. Es cierto pero: ¿es necesario explicitarlo!??!?!?! WTF????? Para resarcirse igual remató con un: pero tienes 3 hijos, estás muy bien. Bueno, gracias, bajé 3.5 kilos haciendo dieta estricta y de todas maneras me veo gorda. La dignidad no es mi naturaleza. En fin. Me paré, le super agradecí la crema y me fui a bañar. Y a cantar la versión de Ataque 77 de Resistiré. Me copa.
Ahora estoy acá, pelotudeando sin control, esperando obtener respuesta de los mails que mandé para poder laburar y pensando que alguien debería mandarme un mail salvador, un mail que me diga: te queremos de columnista, creemos que serías perfecta para...suponete.
El pensamiento mágico es un viaje de ida. Mirá sino toda la gente creyente que hay en el mundo.
En fin, chicos.
Así las cosas.

no estaba del todo preparada para esto

Está nublado y todos (o casi) se fueron. Escucho la voz de Z. Pensé que el disco de Destroyer no se había bajado pero sí. Gané la lucha contra el vuze y escucho música nueva. Igual, creo que Silver Jews se lleva los premios. Padres vienen en unos días y tengo que pasarle a madre lista de narrativa argentina contemporánea para que me compre. Escucho sugerencias eh, algo que me saque de este letargo literario que me tiene a mal traer.
No quería que marido no estuviera en todo el día. Me dio pena. Se llevó en el taxi la olla gigante con el pozole sobrante para que coman en la oficina. Lo de los chicos no tanto, la verdad. Estuvo genial pero fueron muchos días. Ayer ya estaban bastante insopor. Mucho ruido. No suele ser así. Estoy en camisón y sueter adentro de la cama. Ya me rescato. El clima no ayuda. Esto de tanto gym y sauna ni yo me la puedo creer. Pero es lo que hay. Lo apoyamos hasta enero. Ni modo.
Haberla pasado bien el finde fue una batalla ganada. Le digo a marido que volvió a ser él, mucha comida en casa, conversación normal, etcétera. Los ravioles ayer le quedaron alucinantes (las salsas, bah, los ravioles los compramos). Después de comer helado y hacer un té decidimos (bueno, decidieron los dos Diegos y mi hermi) ver Carancho. No era el mejor mood pero no nos deprimió aunque no me gustó nada (sabelo). Ella hace el mismo papel que en Leonera, el mismo tono, etcétera. Igual él filma bien. Aunque el HD vino a arruinarnos la vida. Si algún día hago una peli jurame que va a ser en cine. Porfis. En fin. Después de la peli bañamos hijos. Diego y Ale se fueron y con marido intentamos ver la nueva temporada de Capadocia. No aguanté así que me colgué chateando con coachie, en una sesión desopilante. Coachie me hizo este año de mierda mucho más feliz. No sé qué hubiera hecho sin sus chats. Año deforme.
Bueno, eso, nada. Todo. Como siempre. Una semana más que comienza. Buenos Aires como el único incentivo aunque antes visita de padres y posiblemente Miami. Ojalá. Mover. Un poco.
Bueno, eso, guys.
Así las cosas.
Semanales.

domingo, 19 de septiembre de 2010

Diego Mu et moi

Ya no tenemos 12. Oh no. Pero conservamos cierta dignidad.

domingo más indoors

Amagamos con bajar a la civilización pero nos arrepentimos. Como si nos hubiéramos entregado a que somos suburbanos y la ciudad nos resultara gris. Al menos estos cinco días. Además, restó con prole es un plomo. Así que decidimos caminar hasta el City para comprar unos ravioles (por mi antojo). Ahora el resto (hermich incluída) preparan la comida y yo espero a que Pauli se apersone en alguna de las plataformas chateras. Marido hará una salsa de setas y un pesto de rúcula. Los piñones se los bajé por lo exorbitante del precio. También nos trajimos el clásico helado de Alto tango y un leve cansancio. Me pasé la mañana en camisón, adentro de la cama, leyendo diarios y cuentos. Y bajando música. Me sentí muy grosa de encontrar todo en Vuze y poder pasarlo al itunes (sé que no es ninguna proeza pero a mí hay cositas que me cuestan, sabelo). Así que eso. Los niños se quejaron un poco por el camino, uno a la ida y el otro a la vuelta pero el airecito nos sentó. Marido jugó al tenis y Tita venció el miedo y se quedó finalmente en lo de Feli y Juana. Camilo es el bebé más divino del mundo y no es porque sea mi hijo...En fin.
Así las cosas, chicos.
Volviendo a la normalidad en horas.

sábado, 18 de septiembre de 2010

¿cuál es el límite?

Terminamos de ver Funny people. Me gustó pero le sobran 45 minutos. Aprox. Ahora marido e hijo mayor miran Los Simpson. A mí no me causan gracia, para nada, desde siempre. Es obvio no. No soy ese tipo de persona. Ellos sí. Hoy, mientras íbamos a patinar sobre hielo le dije a marido que ya no me quejaba. Es más, ayer subí la apuesta y dije que soy un sol como esposa. Nadie estuvo de acuerdo, claro. Peor: mi amiga Paula no me acuerdo en qué contexto dijo, sí, sos un solcito y casi se tira al piso a reírse. A veces hay un gap mayor al esperado entre la percepción propia y la ajena.
Pero hoy tuve un par de horas de una paz inusitada, felicidad te diría, tipo: qué hermosa familia tengo, mi marido es el hombre que mejor cocina (de los que conozco) por lejos, mis hijos son divinos, etcétera.  A las 6pm ya estaba fastidiada porque no decidían qué comprar en el super, porque el fuckin cajero tardó en cobrarnos por hacer no sé qué carajo, porque marido insistió en que habíamos estado menos de dos horas y cuando llegamos a la salida nos habíamos pasado por 12 minutos y tuvo que subir un piso a pagar en la máquina de prepago. Y así todo. Igual, bueno, eso es la familia. Sabelo. De todas maneras estuvo bien. Comimos una carne al horno y papas con cebolla deliciosa. Marido hace todo rico (exactamente lo contrario que yo). Con twist. Después patinamos los dos mayores y yo. Bueno, en realidad, patiné yo. Los chicos no saben patinar en tierra así que no se largaron mucho sobre el hielo. Roberta más que Simón. Eso sí: patinar es como andar en bici, no te olvidás. Hacía 20 años creo que no me subía a unos patines (marido fue a hacer la cena, tiene razón cuando me dice que me gané la lotería) y fluyó. En la primaria el papá de Marce, mi mejor amiga, nos llevaba muy seguido a Madison Rink, quedaba a dos cuadras de la escuela y nosotras salíamos a las 12.15pm. Yo iba una o dos veces por semana a la casa y muchas me quedaba a dormir. El pobre de marido se quedó afuera con Milo. Nunca patinó sobre hielo. De repente me doy cuenta de que yo, que soy un disaster cero arriesgada, etc, al final soy la más deportista de la familia. Imaginate el resto. Lo hiper disfruté. Si la música hubiera sido otra hubiera sido un flash. Le dije que la próxima íbamos solos. Eso sí: me duele todo. El tipo que te daba los patines me dijo que si me molestaban me los cambiaba por unos de hockey. ¿Qué onda? ¿Por qué no me dio esos directamente? Bajar a cambiarlos no era una buena opción. En lo más mínimo. Después de una hora de zuma y otra de patinaje estoy agoteitor. En el super, mientras el resto no se decidía, me compré unos cuantos capuchinos fríos. Son como los de Starbucks pero región 4. Vienen en la misma botellita. Creo que me hice adicta en Miami en el 2003 y acá tomo siempre en el super, nunca me hago stock. Hasta hoy. Ahora tengo cuatro en el refri. Combinan muy bien con un ciga. En fin. Marido me hace el sandwichito de árabe y oaxaca un poco indignado. No lo escuché bien pero dijo algo de no sé quien. No siempre en la variedad está el gusto, eh.
En fin. Un sábado hiper familiar y cuasi feliz. Al menos por un par de horas. Después se rompe el hechizo y vuelvo a ser yo. Igual: amamos mucho a marido bueno. Y talentoso y generoso y ayudador y chef y etcétera, etcétera. Bien ahí.
Eso, chicos.
Así las cosas.
Cuevana weekend.

hermoso

Este texto de Damián Ríos en el blog de Cecilia. No me animé a comentar en FB pero sí a linkearlo, obvio.
Así mi fobias.

Yom kipur

Ya dije que es una festividad o un día o lo que fuere que no me interpela. Soy una persona muy afecta a pedir perdón cada vez que hago algo que pienso que al otro puede molestarle. A quien sea. Está bien pedir perdón, es fácil y efectivo. El otro se siente legitimado y uno aliviado. Pero no tengo ni idea de ritos, ayunos, rezos o comunidad. Creo que podría ser un buen espacio pero no existe en mi vida. Es así, no va a cambiar. Ni modo.
Dormí muy bien por primera vez en semanas. Muy bien. Poco pero sentador. Horas calidad. Vinieron los B y los A a comer el famoso pozole, estuvo tan bien. Hace mucho que no nos juntábamos todos y me había olvidado esa sensación de familia que podemos reconstruir juntos. A marido le quedó buenísimo el guiso, yo no soy muy afecta ni al pozole, ni al logro ni a nada del estilo pero reconozco sus méritos. Después nos tiramos en el sillón. J y W se quedaron dormidos un rato, los chicos jugaban, tomaron té y comimos chocolate además del lemon pie. Francisco se quedó en casa y los A se llevaron a Tita. Vimos Whip it (una de las muy buenas recomendaciones de @camisometimes) y después marido me hizo sandwichito de pan árabe y para él alguna otra delicatessen. Pero llamó L porque Tita tenía miedo así que marido tuvo que salir a buscarla (no viven cerca). Está en una etapa de miedos y no me acordé que esto ya había pasado cuando la dejé ir. Cuando volvió vimos Soul kitchen. Las dos me gustaron mucho. Así como Mad men te da unas incontenibles ganas de fumar, Whip it (dirigida por Drew Barrymore) te da unas irrefrenables ganas de patinar. Hace diez años que pienso en comprarme unos patines de botas y salir al mundo pero por algún motivo no lo hago (los roller no me copan nada, no sé frenar bien, son otra cosa). Me acordé de mis patines de bota divinos que perdí en el club cuando tenía diez u once años. No les conté a mis padres y pasé noches sin dormir por la culpa. Doy por sentado que ello se dieron cuenta de que no los tenía más pero no me dijeron nada. Creo que fue el momento en el que decidí que no iba a mentir, fue demasiado sufrimiento. Tal vez si les hubiera dicho hubiera tenido unos patines nuevos para mi cumpleaños. Nunca les mentí con las notas ni nada semejante. Alguna vez obviamente no les conté de dónde venía exactamente o a dónde había ido la noche anterior. Pero fueron pocas eh (cosas que no daban tipo: me fui a un telo en lugar a desayunar como les dije) no servía para eso.
Llueve. Hay un huracán arruinándonos el clima hace días.
Acabo de llegas del club, clase de zuma más ridícula que nunca. No sé por qué me puse las calzas verde loro con la musculosa naranja y las zapas amarillas. No daba. Encima el rodete, los anteojos y esa torpeza de la que muchas veces no me hago cargo. Hoy sí. Al profesor no le despierto ninguna simpatía (a ese en particular, a otro sí). Hace mucho que no me daba cuenta la falta de gracia que tengo para bailar. Sauna, baño y al banco. Los chicos juegan, el bebé duerme y marido se quedó bañándose. Creo que deberíamos llevarlos a patinar sobre hielo o al cine. Creo que marido tiene que laburar un poco así que cualquier cosa iré sola. No salgo del suburbio hace días. No me está molestando particularmente, eh. Disfrutar del indoors es una de mis especialidades. Hoy podríamos ir a un cumple en un antro pero no tenemos nana. Ah, me crucé a mi otra compa del locker y hablando de la remera que se estaba poniendo le dije que debería usar ropa más femenina (sí, tengo incontinencia). Le pregunté si al marido no le importaba y me dio a entender que cada uno hace la suya. Le dije que entonces por qué no se separaba...o que se buscara un novio (?). En cualquier momento la comisión de moralidad viene a expulsarme de la institución por apologías varias. Igual creo que se quedó pensando. Le dije algo cierto: la vida es una sola. Hay que disfrutar. También le pregunté si él no tenía una novia (creo que pensó que me zarpé) y me dijo que le había preguntado pero que él lo negaba. Me dio pena.
Debería ir pensando qué vamos a comer, por ejemplo. El refri está lleno de cosas así que algo encontraremos. Yo no desayuné y tengo hambre. Derrpaé un poco con tanto feriado pero ya volveré al redil como corresponde. Un kilito más y ya.
En fin, chicos.
Así las cosas.
Me llama Fer así que los dejo.

viernes, 17 de septiembre de 2010

Estas constantes y latentes ganas de llorar me tienen desconcertada.

Ir profundo
a un lugar que tal vez no quieras conocer
a veces parece posible
otras
innecesario.
Estoy agotada y desconectada. El cuartito de rivo de las 12.30am me dejó así. Después de mandar a marido a dormir la mona me quedé chateando con Flory, Oti y Ceci. Tenía el modo basurita on y creo que sigo así. Hace mucho que no me pasaba. A pesar de los vaivenes venía con la energía bastante arriba, al menos hacia el exterior. Creo que la gasté. Hoy tranquilamente no hablaría con nadie (cosa que en mi mundo sabemos que no existe como posibilidad). De hecho, en un ratito viene un montón de gente a comer pozole, adelantamos porque P y J se van mañana a un rancho. Buen plan. Los chats me levantaron un poco, me fui a la cama en donde marido dormía con la luz prendida (?) y boca arriba. Lo corrí como pude y después de evitar su pulpismo y darle el almohadón para que abrace, me acosté a leer El yo, el ello y el super yo. Hace años que no leía Freud. Después de un rato apagué la luz y me quedé pensando que nací en una familia sin dios pero con inconciente. Y por primera vez me pregunté si estaba de acuerdo con la teoría psicoanalítica. Debería leer mucho más pero ayer me dio un poco de bronca. Digo, nadie va a poner en duda la existencia del inconciente, sería absurdo pero eso no quiere decir que hay que adscribir a todo. En fin. Después pensé que cuando me angustio o me fastidio me salen espinas y empiezo a tenerle mucho menos tolerancia a la ingenuidad, la mezquinidad, el egoísmo y muchos otros etcéteras. Después se me pasa y aguanto todo como siempre. La cuestión es que entretanto no me podía dormir y me vino a la cabeza el consejo que me había dado alguien sobre el rivotril. Necesitaba descansar una noche de verdad. Así que me tragué el cuartito pero antes de entregarme a sus efectos bajé a la cocina a ver si ingería algo que me diera un poco de alegría. La poca carne que había sobrado nos la olvidamos en la parrilla así que al no encontrar nada en el refri, salí al jardín descalza y en camisón a atacar los restos: ninguna felicidad. Cacé un mini pedacito (dos mordiscos) pero nada delicioso, me lo manduqué con un poco de puré de camote (batata) y después, sin ningún tipo de muestra de dignidad, le entré con la cuchara al nutella. Ahí sí ya estaba lista para gastar la cama pero el bebé tuvo a mal ponerse a llorar, me dije que debía dejarlo así no se acostumbra a su mamila desubicada de la 1 y pico. Pero no funcionó. Después de diez minutos preferí la malcrianza. Bajé y le puse un tercio. Se la di y a los tres minutos estaba llorando de nuevo. Así que volví a bajar por tercera vez en quince minutos y después de habérsela llenado por fin me entregué al dulce sueño de los fármacos. Eso sí, a la mañana no podía despertarme, obviamente. Ahora me tiraría a dormir encantada. Estoy en ayunas, el atracón nocturno me dejó sin hambre. Siendo las 2.30 pm de todas maneras en un rato comeremos. Fui a la depi defi que no fue para nada un éxito y tengo que volver el jueves y después al club. Peloteamos un rato con Pau, pensé que me iba a reventar (mide 1.78, fue voleybolista profesional y tomó clases de tenis) pero creo que jugamos mal y parejo. Después sauna y ahora muchas ganas de vegetar.
Mi familia nunca festejó Yom Kipur así que no tengo nostalgia. Un año, a los diecisiete, se me dio por ayunar. Es obvio que no es para mí. Me gusta pedirle perdón a la gente por lo que corresponda en el momento. Pero por lo demás, no me interpela.
En fin.
Así las cosas.
Eso chicos, para abajo pero sin pensamientos.

jueves, 16 de septiembre de 2010

Estoy un poco triste, un poco desasosegada. Días de sentirte menos que cero. Diego tomó mucho más de lo recomendable y lo mandé a la cama antes de las nueve y cuarto. Son días. Días malos. Mañana será otro. Esperemos que haya sol.
Así las cosas.
Down.

feriado, sol, música fuerte, asado

El guacamole me quedó buenísimo. Envolví papas y ahora debería cortar el pan y poner cervezas y cokis en el heladera. La música suena abajo. Fui a visitar a Flor, los bebés recién nacidos me fascinan. Si se quedaran así tendría muchos. Me dan una ternura infinita.
Ayer vimos La mujer sin cabeza. No me gustó. Así como La ciénaga es definitivamente la película argentina de los 00, esta me pareció olvidable. La vida puede ser mejor. Está bien eso, alegrarse, aparearse, acompañarse, recibir. Etcétera. Bueno, marido ahora dice que me parezco a Lady Gaga lo que creo que, lamentablemente, es un poco cierto. No, claro que no por el look, chicos. La nariz. La nariz es lo que me mata. En fin.
Así las cosas.

Amigadas con el feriado.
Dormí todavía peor que las últimas noches. El malhumor se extiende, se derrama y no se contrae. Se contagia. Acidez. Marido eligió la película más boba que había en Cuevana (no sé, a veces no entiendo bien) y se fue a dormir dejándome con la basura hasta el final. Era cuasi para niños. Pero yo no tenía sueño ni voluntad de buscar otra cosa. Después tardé un rato en dormirme. Me levanté cinco veces porque el bebé lloraba. Primero por los fuegos artificiales y después no sé, de onda. Ni siquiera vimos el grito por la tele. Apátridas. Creo que el dolor se debe a un pedacito de chocolate al que me rendí para ver si combatía la angustia. A eso de las nueve me empieza a agarrar una opresión alta con la que  no sé bien qué hacer. Tal vez debería entregarme flojita y cooperando.
Merendé con las chicas y me reí. Las mujeres son por lejos el conjunto que más me divierte. En un momento estábamos hablando del típico caso de una esposa muy bitch y una saltó a decir que ella creía que cuando se iba de un lugar el resto se preguntaba por qué su marido está con ella (con esa loca, digamos). Yo dije que jamás pensaba eso y las tres se me quedaron mirando incrédulas. Posta, nunca pienso que la gente se pregunta por qué marido me soporta (ya sé que él parece divino, paciente, tranquilo y tolerante y yo una sacada pero es sólo una imagen errónea). Parece que sí debería imaginarlo. El tema es que, de hecho, jamás pienso que la gente habla de mí. De verdad. Lo escribo y suena de una ingenuidad inverosímil pero es así. Ni bien ni mal. Simplemente, no lo pienso. Supongo que es una suerte de autodefensa. Nadie quiere saber que el mundo lo critica. No sé. Pero es la realidad.
Y eso que suelo hacer mérito. Ayer hice que marido suspendiera la cena pozolera por el grito (tenía toda la razón yo, eh, pero abona a la imagen de malhumorada que me supe conseguir) y no festejamos. Creo que vienen todos el sábado, el pozole ya lo dejó hecho. Hoy tenemos asado, no da dobletear sin ayuda, un montón de adultos y chicos con el cansancio acumulado.
En fin.
Haré un guacamole, alguna ensalada, ordenaré la casa y veré si logro hacer un poco de deporte para sacarme esta incomodidad estructural. Por ahora, seguimos en la cama. El bebé se despertó 7.40am, bastante digno para sus estándares. Marido se malhumoró por mi malhumor y se convenció de que lo maltrato. Pésimo entrar en esta dinámica.
No tengo ganas de hacer desayuno, lavar, etc, etc pero supongo que es lo que toca. Vení y arrancame el aparato digestivo.
En fin.
Así las cosas.
Pseudo infames.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Desde ayer que me crucé a mi amiga del locker en llamas, me quedé pensando. Sale con muchos, todos los días me cuenta de uno nuevo y el que le tocaba le gusta porque es decidido, es decir, la invitaba a comer a lugares sin preguntarle y después elegía la comida él. Está bueno eso, me dije. A mí me gusta cuando me invitan amigos varones a comer y escogen el lugar. Con marido ya no pasa, por lo general yo le sugiero qué debería pedir. A veces me hace caso y otras no. Suelo ser una persona muy mandona. Por períodos, suelo decirle a la gente qué tiene que hacer, a veces a su pesar, supongo. Es mi naturaleza. Supongo que por eso me fluye la maternidad. Y pienso que debería poner esa energía en algo productivo pero evidentemente no descubrí en qué.

En fin.

Llegué cansada al club así que en lugar de ir al gym nos pusimos con marido a pelotear. Estuvo bueno. Le pegué bastante bien. Si fuera un poco más competitiva podría jugar pero no me interesa correr la pelotita para ganar el game, me gusta el momento de pegarle bien, que el golpe sea elegante y que entre. Nada más. Eso sí, debería haberme puesto ropa más ad hoc que unas babuchas verdes que se me caen y dos musculosas superpuestas. Marido se ríe de mí, para variar.
Después me colgué en el sauna, cada día me copa más.Y ahora estoy acá, esperando a que marido vuelva de su segundo super porque mañana tenemos asado en casa. A la tarde meriendo con las chicas. Le tomé el gustito al feriado al final, eh. Me gusta estar con marido. Cocinar. Invitar gente.
Bueno, chicos.
Así las cosas.
Suburbanas.
No son las 8.30 y estoy levantada hace horas. El bebé no caza que es feriado y se despierta en horario escolar. A la 1.30 le hice una mamila. Necesito dormir una noche entera, seguida, tranquila. Hace años que no me pasa, literalmente. Marido a la noche no corre. Es un arreglo tácito que me parece justo. Sólo que un día no voy a poder más, es uno de los miedos. Mirá si un día no puedo más. Y ya. No sé, no me levanto.
Vimos el octavo de Mad Men y el voice over no lo beneficia. No queremos saber lo que pasa por la cabecita confundida de Don. Joan muy perra y Peggy cada vez más querible. Son capítulos.
Marido se quiso ir a la cama temprano y lo seguí. Claro que tardé más en dormirme pero no tenía voluntad de leer.
Marido me dice que estoy muy flaca. Yo se lo agradezco. Bajar más de 3.5kgs en mi 1.65 seguramente sea notorio. Yo flaca no me veo pero bueno, no tiene importancia. Le digo que es una histérica, cuando no le doy pelota se me tira encima sin parar. Se ríe. Me da la razón en silencio. Un poco me indigna. Debería enorgullecerse de tener una gordita perra a su lado pero no, me prefiere anorexic y hierática. En fin. Gustos.
Me voy a desayunar, al super y al gimnasio, tenemos un larguísimo finde por delante (acabo de convencer a marido de que me acompañe).
Bueno, chicos.
Así las cosas.
Por ahora.

martes, 14 de septiembre de 2010

Cuando hay mucho tráfico leo tuiter mientras manejo. A la mañana yendo a Polanco casi choco en el puente de Tecamachalco leyendo un mail. No da. Y después, cuando volvía con Simón y Miguel del colegio vimos cómo un coche vuelcaba sobre Reforma. Se dio contra el boulevar y dio vuelta en cámara lenta. Nosotros estábamos a una cuadra. Me impresionó mucho. Por suerte cuando pasamos, la mujer que manejaba salió caminando por la ventanilla. Parecía en shock y con algún golpe pero nada más. Fue un alivio. Cuando estoy triste y rayada (tipo hoy) suelo manejar con la pierna izquierda flexionada sobre el asiento, la mano apoyada en la rodilla y algún dedo adentro de la boca. Ninguna de todas es una buena costumbre. Y con estos ánimos me dedico a putear a todo el que tengo cerca, en voz baja, claro. Porque cuando estoy bajón me vuelvo para adentro y hablo menos que de costumbre. En mi vida cotidiana hablo mucho menos de lo que podrías imaginar. De hecho, soy cuasi callada. Hago chistecitos pero por lo general estoy metida adentro de mi cabeza, reconcentrada, meditabunda.  Me cuesta relacionarme (y cada vez más).

En Le pain quotidien me clavé un media hogaza de pan que sorprendentemente estaba tirada en la mesa junto con tres frascos de dulces (damasco, fresa y chocolate tipo nutella) que pensé que eran cortesía y me pareció una genialidad. Obviamente estaba equivocada. La media hogaza en realidad fungía de soporte para la carta (y el pretérito nunca fue más certero porque Graciana y yo lo atacamos sin miramientos) y los frascos habían quedado de un desayuno anterior. No me importó. Le di a todo sin piedad (me di cuenta después de cómo eran las cosas, claro, soy bastante cándida) y mi aparato digestivo de monje budista que se equivocó de carcaza lo sigue padeciendo (la limonada también me cayó como el orto). De hecho, llegué con los chicos y sin comer me hundí en la cama hasta que fue la hora de llevar a Simón a la dermatóloga. Ganas de cualquier cosa: nulas. Llovía copiosamente y me moría del sueño y del bajón pero no caí en la tentación de suspender. Cuando llegamos al menos había amainado, encontramos lugar para estacionar en la calle y caminamos un par de cuadras de la mano. Simón todavía me quiere dar la mano. La gente me mira mucho en los ascensores. Veo tan pocos humanos últimamente que debo tener una actitud corporal extraña.
Podría haberme malhumorado mucho cuando la señorita me avisó que había 3 pacientes antes que nosotros aunque ya casi era la hora pero en lugar de eso llamé a marido que tiene la oficina a tres cuadras y le dije de ir a tomar algo. En el bar preguntó si tenían un sandwich con jamón pero la señorita le avisó que era kosher así que se contentó con un tres quesos, yo con una coki  y unos mordiscos y Coco con un cupcake de chocolate. La dermatóloga no nos cobró. Eso bien. Pasamos a buscar a marido por la esquina de la oficina, putié a cuanto idiota me crucé por el camino y ahora estoy acá, en el sillón de la sala de tele con hijos mayores y marido por ver el 8vo de Mad Men. Esa serie me alegra un poco la vida. A pesar de ser oscura y desoladora. La empezamos a ver en HBO cuando salió, nadie hablaba, fue como un hallazgo. De hecho vimos las dos primeras en la tele. Parece una antigüedad absoluta.
Todo lo demás me tiran para abajo, ponele. Pero sólo ponele. Detesto la perspectiva de los cinco días feriados y detesto también la huida de mi extrañísimo buen humor de las últimas tres semanas. Una pena eh, me caía bien ese mood. Pero soy yo. Y ni modo.
En fin, guys.
Si alguien quiere tirarme una buena la recibo con mucha onda, eh. Mucha.
Así las cosas.

lo de ayer no era nada

Se me cerró el capítulo de The Wire que estaba viendo y después, obviamente, no pude volver a abrirlo, gentileza de cuevana (o megaupload). Me quedé pelotudeando y concluí que en Buenos Aires hubo una epidemía de trastorno narcisista extendida y que evidentemente
yo me los cruzo a todos. Con esa perspectiva me fui a dormir, malhumorada como hacía mesesno sucedía (venía en un plan buena onda exagerado), debían ser las 11 y cacho. A las 12.30 suena el teléfono, sueño profundo, de los buenos, interrumpido por marido que me avisa que está en camino (orgulloso además de ser cumplido). Y así, de repente, angustia y desasosiego gratuito. Llega, le hago unas preguntas (de compromiso) que me contesta desaganado, me doy media vuelta y sigo durmiendo hasta las 4.30 que tenemos episodio, bebé se despierta, tengo que hacer mamila y ya no soy comprensiva como siempre, ya estoy hastiada. Eso: hastío. Y malhumor superlativo. En fin. En un rato voy a ir a hacer deporte. Después me encuentro con Graciana en Polanco, busco hijos, si llego visito a Flor & baby y a la tarde dermatóloga con Coco. No entiendo bien por qué mañana no hay escuela. Creo que no vamos a tener festejo, finalmente nadie armó nada y como el jueves tenemos asado en casa no me da doble evento. Ni modo. Será el primer Grito que no festejemos. No me importa. Apatía.
Chicos: día de la vida es una mierda. Aburrida, desolada, etcétera. No lo combatiremos.
En fin.
Así las cosas.
Bajoneras.

lunes, 13 de septiembre de 2010

Soy las 7.10pm y ya cené. Creo que demasiado rápido y demasiado parada. El clásico sandwich de pan árabe y queso (no Oaxaca en este caso).
Fue un día de laburo in doors sin coche. Un poco pesado. O no. Tampoco me doy mucha cuenta. Es simplemente que el encierro trae encierro: la primera ley física de Newton. Me lo acuerdo perfecto, no sé por qué no entendía nada de física porque en el fondo un poco me gustaba. Puede que Perazzo no fuera muy didáctico. De todas maneras me lo acuerdo bien y pasaron más de 17 años. En fin. Tengo que bañar hijos y una paja estructural. Fui caminando al club, hice 30 minutos de patinadora y volví caminando, bastante cansada. Ya sabemos: la topografía del suburbio. Me encontré con mi compa de locker que está disfrutando de la promiscuidad tardía y ahora no se quiere bajar. La instamos a que no lo haga. Me agradece que la haya llevado por el camino de las citas por internet. Me pregunto si estaré haciendo bien. También me crucé con mi otra compa, la dentista filogermana y proto nazi que cuando me ve me dice que se quedó pensando en lo que les dije la otra vez (que me encantaría tener un programa de entrevistas) y que ella también cree que podría ser una buena entrevistadora, que de hecho lo puso a prueba con sus pacientes (niños) y que le fluye. Estuvo preguntando qué es para ellos el Bicentenario (y eso que no lee las 25, eh), no llegamos a ninguna conclusión. Pienso entonces que no sólo soy una delirante sino que contagio. En fin. Cuando salía me crucé con la venezolana del sauna, la que me contó vida y obra y me dijo que me tenía el aceite ese que te hace dejar la vida en el cubículo de madera. Que el miércoles me lo da. No sé, no preguntes, no tengo respuesta.
Marido tiene su cena y yo soy sola una vez más. Tengo capítulo de The Wire para terminar y me clavaré otro. Quiero empezar El testigo de Juan Villoro también. El día fue largo. Muy. Y yo en breve me pienso meter en la cama, sin complejos.
En fin.
Eso.
Así las cosas.
Encerretis.
Uf, fiaca MAL de empezar el día. Me volví a la cama antes de vestirme para ir caminando al club. Marido se llevó mi auto para que lo verificaran y el suyo está en el taller. El tema no auto acá es muy complejo, cuasi imposible. Marido tiene largo día y después cena de trabajo. No lo veré hasta tarde.
Dormí  razonablemente bien (aunque me levanto con la sensación de no haber descansado todos los putos días) pero la cama me tira. Me quedé pensando. Alguien me dijo que prefiere la amistad por sobre otros sentimientos porque los otros sentimientos son pasibles de desaparecer y la tristeza puede ser infinita. Es verdad que el dolor del fin de los sentimientos es atroz pero también es verdad que los sentimientos intensos hacia alguien no se comparan con nada. Después de ver I love you Phillip Morris, que por cierto a pesar de Jim Carrey me gustó bastante (es una historia netamente de amor, y los dos están bien: Ewan Mc Gregor cuando no hace de gay me parece insuperablemente buen mozo) y sin poderme dormir, también me quedé pensando en la contracara, cuando descubrir  que ya no hay sentimientos resulta reconfortante (después de que te rompieron el corazón a mazazos, ponele). Un clásico: cuando el otro te cuenta que le gusta alguien más a y a vos, simplemente y sin esfuerzos, no te importa. Así de sencillo. No te da dolor de panza, no sentís tenazas en el pecho. Nada. Distancia. Indiferencia. Y la certeza de que todo pasa. Lo que sin dudas también es bastante desalentador, eh.
Por eso cuando marido me abrazó, a las 7am, de vuelta en la cama después de despachar a Coco (me alegró sobremanera que no me tocara a mí) lo valoré doblemente.
En fin.
Lunes inmóvil. Laburaré y listo. Sin más pretensiones de nada. Caminaré ida y vuelta al club (la ida es muy en subida) y haré el otro pollo orgánico que no llevé a lo de Lisa con mostaza y vino blanco. Tendré un día x sin hacerme problema.
Y nada más. Me entrego hacer peor que average con cierta alegría. Ni modo.
Así las cosas.

domingo, 12 de septiembre de 2010

1950

Madre me reenvía esta foto que le enviaron Nora y Diego y me parece tan alucinante que quise postearla. Son mis abuelos paternos con mi tío (que por cierto es igual a Nico o bueno, Nico es igual a él) y Mery, la mamá de Diego (hay muchos Diegos a mi alrededor, es cierto) que es el primo segundo de mi madre y además, vecino. Chiquito y Mery tenían una casa en Pinamar, a una cuadra de la de mis abuelos, redonda. Sí, redonda. Chiquito era arquitecto, muy groso y muy carismático y muy enorme (alto y gordo). Mis recuerdos de Pinamar en general son, de verdad, los mejores de mi infancia. Por lejos. Ahora que se murió el abuelo, que la abuela se murió hace años igual que chiquito y Mery, ya no queda nada de todo eso. Ya no hay casa, no hay Pinamar, no hay abuelos. Ni que hablar que para mí tampoco hay Buenos Aires. Pero hay fotos que están buenas. Y hay una relación actual y está bueno. Y la vida es así. Ni modo. No me entristecí. Estoy como anestesiada (no está mal, eh).
Pasé un domingo digno. Comí mucha pizza que hizo marido en lo de Pau y Willy. Tengo un enorme problema con la gente que no sabe escuchar. Más si le decís: escuchame y ni siquiera en esos momentos te presta atención ¿qué onda? Ya bañé hijos y en 10 minutos se acostarán. Milo dio sus primeros pasos solo y marido y yo lo aplaudimos como si en lugar de sus padres fuéramos sus abuelos. Nos agarró, claramente, en otra etapa. Blanditos.
Bueno, eso. Un finde más que se va. Una semana instrascendente que empieza.
Así las cosas.
Palpitando el Bicentenario.
Hace años que no estoy tan aburrida. Y no hablo del día a día, del hora a hora, hablo en términos generales, lo que siempre es peor, claro. Milo llora aunque debería estar durmiendo la siesta hace una hora. Marido se fue con los chicos al club. Estoy en camisón, adentro de la cama y ya leí lo que me interesaba de los diarios que no fue demasiado tampoco. Como si el mundo acompañara mi hastío (aunque posiblemente lo cause), nada me despierta mayor interés. Al rato me bañaré, me vestiré y posiblemente camine hasta el club. Dormí mil horas, profundamente. Después de hacerle cena a tres varones de 8 años, de platicar con madre de uno que, como todos, se instaló en la cocina a contarnos de su vida y a que le tiremos tips. Marido y yo tenemos un imán muy particular. Roberta se fue a dormir a lo de Lisa pero a la media hora recibimos el llamado temido y tuve que caminar bajo la lluvia a buscarla. Marido había ido a llevarla. Logré que se fueran a la cama y pusimos The invention of Lying. Bueh. Una comedia romántica pergeñada por Gervais para redimirse. Está bien, yo posiblemente haría lo mismo. Pero la premisa primigenia es falaz. La gente no sólo no miente sino que dice todo lo que piensa. Y eso no es lo mismo. Eso implica falta de filtro, de superyo, de represión o como quieras llamarlo y es lo que genera el efecto gracioso. Los personajes son los mismos que en Extras sólo que la gordich es reemplazada por una hermosísima Jennifer Garner. Muchos cameos de famosos haciéndose los cancheros en una película en la que un loser inventa a dios. En fin. Gervais, mucho no te soporto. La idea no está del todo mal pero no tiene mayor gracia.
Por lo demás, NADA. Hay cosas que tenés en la cabeza y dejás de tener y el entusiasmo vital se pierde en caída libre. La felicidad pasa por los lugares más insospechados. O el entretenimiento.
Más en fin.
Más así las cosas.
Aburrida.

sábado, 11 de septiembre de 2010

todavía tengo corazón

Veo las fotos de Josefina, la hija de Flor que nació hace menos de 12 horas y me enternezco. Se la ve divina y las fotos familiares me emocionan. Como dijo D una vez, contra la familia nadie pudo. En fin. Estoy chivada, con la joggineta gris enorme, la musculosa naranja a punto de romperse (un temita con el bretel que podía dejarme en tetas en cualquier momento), esperando que Milo se despierte para llevármelo al club. Hice un rato de la clase de zumba patria. Estaba el profesor de siempre y dos mastodonetes reggetoneros que me arruinaron el sábado. Este debe ser el único país del mundo en el que las profesoras de gimnasia con gordas. No se entiende. El reggeton y yo no nos llevamos nada bien, en cambio la salsa la piloteo mejor. Pero soy muy muy aparato. Además, hago la clase con anteojos puestos (si no, me da dolor de cabeza) y mis zapas fluo que, por cierto, son un hit. Todo el mundo me las elogia. Después me subí unos pocos minutos a la elíptica pero me vine a casa así Dany se puede ir. Marido tuvo que llevar el auto a arreglar. Anoche fuimos a comer unos tacos por acá (yo en realidad me clavé dos kekas y marido un alambre de chuleta y queso que no sé cómo es capaz de digerir) y a la vuelta un pelotudo, en la puerta de casa, dio marcha atrás estampándose MAL contra el auto. Encima, sin seguro. Con una camioneta gigante y sin seguro. Un venezolano recién llegado. Pésimo. Mucho mal humor. No sólo porque le reventó el capó en la maniobra más imbécil sino porque ahora no sé cuánto tiempo sin auto. Cualquiera. Después vimos una peli, bah, vi yo, marido la roncó desde el minuto quince y nos acostamos temprano. Igual, nunca duermo bien. Él sí. La perspectiva del finde me resulta chata y aburrida pero peor la perspectiva de los 5 días sin clases a partir del miércoles. NO DA. Escuchame, eso no se hace. No sé. No quiero. O quiero Buenos Aires. Es tan obvio que esta semana deberíamos estar allá. Ni que hablar de que íbamos a estar en Europa y no tengo ni idea de qué pasó con eso. Babia. Vergonzosa. En fin. Estacados en el DF con cero planes y pocos amigos. No pertenezco a esta ciudad.
Así las cosas, chicos.
Llanas a pesar de la topografía.

viernes, 10 de septiembre de 2010

lejos del mundanal ruido

Mmmm, estoy así, medio pfff sin motivos aparentes, eh. Porque sí. Ayer creo que comí demás y no sentirme bien no ayuda. La comida en lo de Lisa estuvo de lo más amena, el pollo me quedó bastante soso pero al menos, al ser orgánico, tenía un gusto decente per se (el del super es netamente incomible), los chicos jugaron, después vinieron a su clase de piano y marido llegó temprano. Ayudé a Coco con sus mil hojas de tarea mientras él intentaba armar un cubo de maderas que trajo y después se me ocurrió ver el capítulo de Mad Men que teníamos pendiente. GRAN capítulo, definitivamente el mejor de lo que va de la temporada. Me da pena que ya queden pocos. Después busqué a Tita que estaba en lo de Feli y Juana y finalmente partimos con marido e hijo mayor, dejando a los pequeños. El tránsito es imposible en general y ahora está peor por los festejos del Bicantenario. Te querés matar. Sumado a que nos paró la policía por maniobra prohibida de marido, llegamos recién a las 10pm, 1 hora 40 después de haber salido. En fin. La pasamos bien, comimos rico, charlamos y nos fuimos temprano porque hoy había que madrugrar nuevamente. Me gusta salir de vez en cuando pero llegué a la conclusión de que mi retiro voluntario me sienta bastante. Estoy perdiendo habilidades sociales a pasos agigantados pero siento cierta tranquilidad. Lidiar con las personas en la vida real me resulta muy desgastante. De todas maneras, me cruzo seres que me hablan todo el tiempo. Mucho. Y me cuentan intimidades sin que yo pregunte (sé que es poco creíble pero LO JURO). Como ayer en el sauna, una peruana que primero me ofreció un aceite para eliminar toxinas y después se despachó media hora, mientras yo transpiraba como una cerda, con el relato de sus últimos 25 años.

Hoy es el cumple de Rita y mañana el de Pau. Quisiera estar. Mañana bailaría hasta que me duelan las piernas, vería a muchos de mis amigos juntos como hace años que no los veo y seguramente tomaría vino y me drogaría un poco. Sería un gran programa. Pero no. Mañana voy a estar mirando alguna peli en casa, haciéndole la cena a los chicos después de un día en el que no va a haber pasado nada interesante y en el que la ciudad se va a empezar a vaciar porque la gente se toma vacaciones. Se me está haciendo larga esta última etapa del año.
Marido me invitó nuevamente a Miami, ahora en octubre. Veremos si logramos aceitar logística. En noviembre parece que se va a Buenos Aires. Oops. No gusta. Ser sola acá no gusta y cansa. Pero es lo que hay.
¿Qué más? Nada, I guess. Viene amigo de Simón a comer, le prometí a Roberta llevarla a ver Tinkerbell y tengo que hablar con la terapeuta de Camilo que vino hoy pero no me la crucé porque el pendorchi sigue sin caminar.
En fin.
Así las cosas.
Un opio.

me voy a que el deporte me salve

Iba a escribir pero se me fueron las ganas. Viernes de apatía, parece. Será después, después de mover el orto e intentar que se me pase la acidez.
Así las cosas.

jueves, 9 de septiembre de 2010

Estoy hecha torta y son las 9.30am.
Marido llegó a eso de las 11pm después de que terminara el capítulo de The Wire y el libro correspondiente. Sabemos que marido es una cosa increíble, le hacemos siempre buena prensa porque se la suele merecer (claro que tiene sus muchos dark sides pero en términos generales no podemos pedir nada mejor) y en este caso lo aplaudimos por ser el más divino y traerme una billetera, un colgante, dos remeras y unos lentes de sol. Marido siempre me hizo muchos regalos y suelen ser los objetos que más quiero. Cuando en febrero del 2001 lo fui a ver a Miami (lo había visto 4 veces, literalmente, y a los 23 me tomé un avión con mis ahorros y me fui dos semanas a ver al pibe que me había volado la cabeza) me esperaba con un anillo de plástico verde, con un corazón que se prendía, un pañuelo divine y ropa interior de san valentín. La contrapartida soy yo: un desastre para los regalos, cero detallista, etc, etc (cuando intento pensar en mis virtudes empiezo a tener blancos). En fin. Bajamos y comió algo, me hizo el reporte completo de los tres días y después se durmió con todo su ser sobre mi persona hasta que lo eché con golpecitos suaves porque entre el peso y los ronquidos no iba a pegar un ojo. Tardé un rato igual. Dormí mal y a las 5am el bebé se despertó con tos y molestias, me lo traje a la cama y después le hice una mamila. No dormí más. A las 6.30 toda la fuckin ceremonia de hijo mayor y blah blah blah. A las 7.35 salí una vez más para el colegio, le tuve que contar un par de cosas sobre Roberta a Miss Susy en inglés (que por cierto le chuparon un huevo) y me volví cantando para encontrar a marido en pleno desayuno (hizo el amague de levantarse para venir pero lo eximí, aunque no parezca soy la buena onda con patas) y ahora simplemente quiero amebear pero tengo dos fuckin pollos orgánicos crudos que tengo que debo volver comida y laburo atrasado. Tita está en casa y yo sólo me quiero ir. IR. En el sentido más amplio del término y se lo dije a marido mientras se despedía largamente (le gusta que yo le haga compa mientras se va yendo, cosa que no hago jamás pero hoy me agarró blandita).
Ir y quedarse y con quedar partirse. Quién no se acuerda ese verso, ¿no?
En fin, chicos.
Nada. Eso. Poco. Todo.
Hay sol.
Tengo ganas de leer algo increíble. Tengo ganas de ir a Buenos Aires y comprarme muchas novelas de compatriotas contemporáneos.
Pero me voy a recomenzar el día.
Así las cosas.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

If you have nothing nice to say...say nothing.

Esta es la máxima que la maestra está intentando inculcarles a los pendejitos, no es tan difícil, chicos, a ver si nos la aprendemos todos.

Todas las noches ceno lo mismo: pan árabe con queso oaxaca y no hay una puta noche en que no se me queme. No doy.

Ninguno de mis hijos duerme pero a mí la función madre se me apagó hace horas.

Estaba un poco melancólica, esto de Rosh Ashaná lejos y esos temich me pega medio raro así que busqué disco de Leonard Cohen, subí al coche y puse el volumen bien alto porque a la tristeza la combatimos con la voz cascada y rasposa del bueno de Leo. Y funciona. O al menos acompaña.
Cada día amo más manejar.
Llegué y todo sigue siendo como era entonces, es el quinto año que voy al mismo lugar a hacer lo mismo. Pero estoy teniendo problemas de memoria, ya no soy para nada lo que era y resulta que ahora no sólo no me acuerdo los nombres sino que tampoco ubico del todo las caras. No me reconozco. Devolveme YA mi memoria prodigiosa. Raro. Saludé a un par de madres, me fumé un ciga afuera con una y a las 7pm en punto fui a doblarme en dos en una de las sillitas del salón de Tita. Ah no, antes tuve una breve charla con confesión incluída con maestra del año pasado que fue interrumpida por llamada de marido avisando que el avión salía con una hora de atraso. Ok.
Un vez en el salón, miss Susy nos pidió que le hiciéramos una cartita a nuestros hijos: lluvia de corazones más una nena y una madre más un I love you en papel amarillo. Pongo lo mejor de mí, lo juro.
Me tocaron casi todos padres nuevos así que simplemente me quedé callada, jugando el papel de madre apática y preguntándome cómo hacía antes para hacer chistes y ser el centro de atención. ¿Por qué querría hacerlo? La gringa sufrió la media hora explicándonos las pavadas de siempre y cuando terminó se hizo un silencio eterno que fue suspendido por la entrada de la profesora de PE que lo primero que dijo fue: hola papitos. Sí, leíste bien. PAPITOS. Cuando me recuperé del vahído no supe si salir corriendo o pegarme la cabeza contra la pared pero no hice nada, los seis papitos subsiguientes que pronunció simplemente revolié los ojos al vacío y cuando la gorda osó tocarme explicando no sé qué sobre los niños, de verdad casi me desmayo. Gorda: SOY FÓBICA POSTA, jamás fui a que me hagan masajes porque DETESTO el contacto físico con extraños, ¿me copiás? Si a todo esto le sumamos que en lugar de decir Pre first decía prifis el cuadro era mucho más que desalentador. Cuando por fin tuvo a bien irse, después de dos preguntas inverosímiles de un par de "papitos", volvió el silencio incómodo y profundo que yo corté sin más parándome y diciendo: buuuuueno, y un see you tomorrow a la maestra (a las 8.15am tengo que volver a doblarme durante diez minutos contestando un par de preguntas insulsas), saludé a la única madre que conocía y me fui. A la salida Miss Audrey sólo atinó a decirme: smile. Le dije que no podía creer que todavía me faltaba uno y riéndose contestó algo así como: you gonna be here forever. JA, no sabés la gracia que me causa.
En fin. Volví cantado y bailando como la inadaptada que soy, con una leve angustia basal pero nada verdaderamente grave. Ahora contestaré unos mails (bien por Luigi que me quiere mandar el libro mal por los que dicen cosas que nunca van a hacer) y me meteré en la cama a mirar The wire. Sigo sin entender por qué carajo estoy tan cansada pero lo estoy y punto.

Bueno, eso. Un año menos.
Así las cosas.
Ain´t no cure for love.

5771

Casi ni me entero de que es Rosh Ashaná. Porque el judaísmo para mí es la familia, es quién soy y de dónde vengo, es la cena con todos que ya no son todos. Pero ni modo, es lo que hay. Brindemos por un año más dulce, porque siempre hay otra oportunidad.
Por lo demás, me desperté a las 5.30am. Sí, estoy durmiendo como el orto. Hablé con marido a la mañana que quiere charlar porque es el momento en el que está pero yo me tengo que ir. Ya llevé a Tita, volví, dejé al bebé, me fui al gym, fui al super y me dispongo a laburar. Mañana haré los pollos correspondientes para la comida en lo de Lisa. Estoy cansada y no me siento del todo bien. Viene Pau a comer, tengo que buscar a Simi en fútbol y después volver a bajar al Back to School II. Uf. Estoy muy hormonal. Ayer tuve un romance intenso con el frasco de nutella pero fue un one night stand, hoy volvemos al formato alimenticio habitual. Y no mucho más eh, al menos por ahora, no mucho más. Ah sí, que mi hijo menor es la cosa más dulce y kilombera que conocí. Que mi hijo mayor está enorme y divino y que Roberta está aprendiendo a sumar. Marido llega tarde y lo extrañamos.

Así las cosas, chicos. Miren cuando salga la primera estrella y pidan sus deseos.
Shaná tová.

martes, 7 de septiembre de 2010

Flaca, a vos te hablo

¿por qué no te metés un palo bien en el orto?

ojalá sea con felicidad, eh.
El día es largo cuando te levantás a las 6.30am. Peor si te dormiste a las 9pm, agotada y a las 4.30 te levantaste a hacer una mamila y tuviste una hora de insomnio. Pegame y que me vuelva la felicidad. Ayer tenía una plenitud que daba asco. Te juro. Cuando me siento poderosa tengo mucha energía y tiro más la buena aún que de costumbre. La regalo a diestra y siniestra. Me pasé diez minutos diciéndole a la secretaria de mi ginecólogo lo bien que le quedaba el pelo largo y oscuro. Después le dije a Mario que estaba más buen mozo sin brackets. Mario NO SE LA PUEDE CREER. Es serio y pudoroso y vengo yo con mis cualquierismos. Básicamente le parezco un muppet al que le tomó simpatía y dejó de avergonzarse. Claro pasaron casi 6 años, dos partos, etcétera. La enfermera me dice que sigo como siempre porque me saco el pantalón para pesarme. Suda. Dice que en cualquier momento sale alguien y me puede ver. Le digo que a mí no me importa y que en la playa andamos todos semi desnudos. Igual caigo en la cuenta de que con la ropa interior que tengo se me ve todo el orto así que me apuro. Le explico que no me quiero arruinar el buen humor sumando gramos innecesarios. Me tutea y me sorprende. Es de las pocas personas que me tutean en México. En Buenos Aires todo el mundo me dice Juli y si no, me llama por mi apellido que es como muy tentador. Acá todo el mundo me dice señora. Te lo juro. Y eso que si acá te parezco una delirante, en días como los de ayer, en la vida real, soy peor.

 Me pierdo muchas cosas por no vivir en Buenos Aires, estrenos de pelis, fiestas, etcéteras. Triste.

Antes había ido a terapia. Los días felices uno debería suspender, es tirar la guita. Fui, hablé, me dijo que estaba plácida, que mi vida está bien como está. PERO NO ES CIERTO. O por lo menos, no del todo. Ayer fue una excepción. El domingo Ale y Xime me dijeron que debería cambiar un poco la ropa. El look. Les expliqué que mientras no salga de mi casa no tengo nada que hacer. Y no, no salgo de mi casa. Posta. Nada me vendría mejor que ventilarme 4 horas, ganas más plata, rozarme con otros humanos adultos. Pero no pasa. Y al menos por ahora no voy a hacer nada para que pase. Tampoco sé qué hacer. Ojo, no siempre soy simpática eh. La cara de orto me sale como a nadie.
Entre una cosa y la otra lo busqué a Simi y me acompañó. Me gusta mucho hacer cosas con cada uno por separado. Me gusta mi hijo grande.

Después de despachar a Simi con desayuno y lunch, me surmergí de nuevo un rati en la cama y a las 7.30 volví a empezar. Marido mandó mail para que me conectara. Marido está recordando viejas épocas en Miami y yo lo dejo en paz. Hace 7 años estábamos ahí. Y yo en lugar de disfrutar, la pasaba como el orrrrto.
La llevé a Tita y me lo porté a Milo. Cada vez que su hermana se baja del coche, llora. Uso el auto de marido porque el mío se volvió a inundar y tuvo que venir Maury a buscarlo. A él también le dije que estaba más flaco pero me dijo que no, que desde que trabaja en la produ no hace más ejercicio. Le dije que entonces debía ser el sueter, me dijo que no se lo iba a sacar.
Ayer también me llamó la madre enemiga, la que NO ME SALUDABA, de hecho, me daba vuelta la cara (de verdad) ostensiblemente cuando me veía en la puerta de la escuela o en el club. Es la madre de a amiguita de Simón con la que parece se mataban a besos. Bueno, ahora quiere que hagamos ronda los días de fútbol. A mí me toca los lunes y a ella los miércoles. Copado. Sólo que a mí me toca hacerle el favor mañana de buscar a los dos. En fin. Ya sabemos.
Hice un rato de gym. Todas las semanas pienso en empezar pilates y todas las semanas, simplemente, me olvido. Algo de aparatos y algo de aeróbico. No muchas pilas. A las 6.40 cucharié el frasco de nutella ¿lo podés creer? A mí favor: me estoy por indisponer. Ayer Mario me preguntó para qué iba. Me le quedé mirando incrédula. Le dije que me tocaba el chequeo anual. Ah, bueno, podrías estar embarazada. A lo que le contesté: si estoy embarazada vengo a matarte. Me dijo que me creía y se rió. Me contó que estaba haciendo un poco de ejercicio. Suelo decirle que está gordo. Yo, papá, engordé 22 kilos y ya bajé casi 24. One pile.
Ya en el vestuario estaba mi amiga y ni bien me ve, se ríe. ¿Qué onda? pregunto. Ayyyyyy mi coaching grita con el cepillo colgándole del fleco. No me quería contar porque estábamos rodeadas. Ahora tiene novio oficial pero vio que en el mercado hay mucha oferta y no está tan segura de retirarse. Le digo que no es necesario. Que no se baje tan rápido. Becarful with what you wish. Yo lo super pienso. Aunque en el plano laboral no me estaría pasando nada bueno nunca. Es mi sino, hay que tener cuidado con lo que uno desea, suele hacerse realidad. Ya lo dije: la vida ya me dio todo lo que tenía para darme con la llegada de marido. Es triste. Pero parece cierto. En fin.
Ah, Pipu, por si no hablamos antes: estoy usando tu auto. Igual hoy Maury me trae el mío. A pesar de que es un auto increíble evito usar auto de marido porque después SIEMPRE le encuentra algo, indefectiblemente. Si no es una marca es algún detalle en el andar (que es suave y perfecto) y no se priva de echármelo, siempre con humor, en cara.

Bueno, guys. Me pongo a laburar. Es tarde y escribo echada en la cama.
Ojalá tuviera más días como los de ayer.
Por lo demás, nada. Ah sí, amo a las mujeres más que a los hombres (claro que siempre dejamos a marido de lado, eh). Son tanto más entretenidas que los pibes.
En fin.
Así las cosas.

hola chicos

Me desperté con este ánimo pero estoy muy dispuesta a cambiarlo recibiendo mails amorosos, por ejemplo. Por ahora, igual, me cambio y llevo a hija al colegio. El día y yo ya tuvimos bastante tiempo juntos, eh.

lunes, 6 de septiembre de 2010

huevos

Bueno, iba una foto pero la eliminé. Huevos es un gesto con la mano (que no me sale nada bien) indicando que está todo mal. Me encanta hacer huevos. Me siento muy mexicana. Pero no termina de ofenderme cuando me los hacen (eso sí, me gritan pendeja y me hiere mal, eh). En fin, creo que me levanté belicosa.

Así las cosas.
¡HUEVOS GÜEY!

Callis Joyería Textil

Hacete amigo YA del local de Joyería textil más copado del mundo.
Uf. Estoy cansada. Ser sola con los tres me agota. Mala noche, como todas, hija duermiendo conmigo, bebé inquieto, mi sueño liviano. Madrugar y la reputamadrequeloreparió, lo detesto. El bebé que se despabiló así que empezó a dar vueltas por todos lados así que la media hora de cama de yapa no fue tal. Vestí, peiné, hice lunch, desayuno, vestí bebé, me vestí, llevé con bebé y  volví. Ahora me voy al gym. Está gris. Vení pensando, como siempre, en dos cosas.

1) el amor: ese subject omnipresente. los que se acaban de enamorar, los que sufren porque están lejos, los que recién se dieron cuenta de que estaban enamorados, los que se están separando, los que no encuentran, los que no saben, los que sí pero no, los que van y vienen.

Ya dije: no entiendo la histeria. No entiendo que haya que jugar con el deseo del otro, nunca lo supe hacer y me sorprende que a la gente le cope.

2) el enojo: no existe en mi vida. no me interesa. me enojo mucho y después simplemente, como por arte de magia, se me pasa. chau, ya fue. no me interesa. es una energía que no tengo para gastar.

Por lo demás, extraño al Pipu y MUCHO ojo que le decimos Pipu. Su cuerpo en la cama, no sé, es una ausencia.
Escribo MI conflicto en una ventanita de chat y se me estruja la boca del estómago. Por suerte tengo psico today.

En fin, guys. Así las cosas. Sin mayores novedades.
Nublado y frío pero con onda.

domingo, 5 de septiembre de 2010

Es uno de esos domingos en los que debería quedarme en la cama viendo películas, leyendo diarios y libros satisfactorios, en pijama y garchando pero eso pasa en vidas que no son la mía. De todas maneras, marido se apiadó y me insta a que siga durmiendo mientras mira a Nalbandian, intenta trabajar y lidia con los 3 críos más insopor que nunca. En un rato se va a Miami y me toca a mí aguantarlos. Los domingos son el peor día. Encima, llueve. No man, no me hagas esto. Quería ir al Museo de Arte Moderno pero no. No me da. Tuve insomnio, me clavé una pasta y ahora soy esto: un despojo. Igual pienso: ¿cuántos son los años que legitiman una relación one way? Supongo que más de diez (grito desde mis aposentos porque la piara está descontrolada). No menos. La historia neutraliza los defectos. Muchas veces. Otras no, claro. En fin. No malgastar energía. Es reducida. O los dos o ninguno. Soy experta en derrapar. Lo sabemos. En fin. A ver si junto fuerzas y, al menos, leo diarios. Si no fuera yo me estaría tomando un café con leche reparador pero el riesgo de vomitarlo, siendo yo, es demasiado alto. Ayer sobredosis de mejillones, caminata a que el resto coma helado y cuatro capítulos de Mad Men. Marido a las 10pm durmiendo y yo insomnio muy poco sentador.
En fin, chicos.
Así las cosas.
Feliz domingo para todos.

sábado, 4 de septiembre de 2010

La maternidad es interrumpir 7 veces el sexto capítulo de Mad men para ver si el bebé no se tragó un Lego, para hacer quesadillas para tus dos hijos mayores y los dos amiguitos, para cambiar pañal y preparar mamila, para buscar el pijama de tu hija y así hasta el infinito y más allá.

Besame desde el cuello hasta donde termine la espalda. Siempre. Nunca supe jugar con el deseo del otro. ¿Defecto o virtud? No lo sé. ¿Quién sí?

Finalmente marido se durmió antes de que termine. Llueve en la ciudad. Y hace frío.
Así las cosas.
Es demasiado temprano y yo estoy despierta hace rato. De hecho, debo llevar dos horas y no dormí más de cuatro. Creo que, simplemente, no estoy cansada. Ayer vegeté todo el puto día. La mitad tirada en la cama (o más). A las 8 le dije a marido que mejor fuéramos a cenar algo afuera, que probáramos la parrilla nueva. Me dijo que llamáramos a alguien así que produce programa con Pau y Giorgio. Parece que se come bien pero no puedo dar mucha fe. La arrachera que compartimos con Pau picaba (sí, juro que picaba no sabemos si por algo relativo a un chile o por exceso de pimienta- mi teoría). La cuestión es que nos trajeron otra pero yo ya no tenía ninguna intención de comer nada hacía 40 minutos así que se la manducaron marido (que ya se había comido un vacío entero con papas a la provenzal) y Jorge. Igual estuvo bien. Volvimos temprano y pasamos otros cuarenta minutos intentando abrir peli hasta que finalmente lo logramos. Una de mierda de la cual hablamos durante la comida. De todas maneras un poco me angustió. Claramente el consumo aspiracional no me interpela pero pienso: ¿qué sí me interpela? En fin. A como sea se hizo tarde, marido se me durmió encima y yo tardé un rato más con la cabeza maquinando a full.

A las 3 y cacho bajé a hacerle una mamila al bebé y me clavé unos cuantos pedazos de tarta de atún que había hecho ayer con coki para bajarlos. Bastate bulimic, claro. Pero se ve que tenía hambre.
A las 7.15 se despertó el bebé y empezó la seguidilla. Cuando me lo traje a la cama pensé que somos mucha gente viviendo en casa. Mucha. Pero también me di cuenta de que es algo a lo que siempre estuve acostumbrada. Llegué a la familia siendo la quinta. Siempre hubo alguien que ayudara en la en los quehaceres y después se sumó el kinder así que fluctuábamos entre ser seis o siete.Nunca fuimos menos de cinco en mi casa de origen. Pasé de ese contexto directamente a vivir con marido. Sólo siete meses. Ahí ya fuimos tres y el crecimiento demográfico fue acerelerado y contundente. Nunca viví sola y no sé ser sin gente. Ahora: por ejemplo, no quiero luchar contra cosas como el uso de los aparatos dentales de hijo mayor. Jamás mi madre tuvo que luchar conmigo. Jamás tuvo que preguntarme si quiera si los tenía o me los ponía. Lo hacía naturalmente. Jamás tuvo que ayudarme con una tarea. Al mediodía me preguntaba si tenía y a la tarde si la había hecho y la respuesta siempre era sí. Creo que ni siquiera miraba los cuadernos (excepto el de comunicaciones, claro). Está bien que yo siempre fui un aparato sin control. No quería faltar nunca al colegio. NUNCA. Mis hermanas me decían sarmientito y mi madre, algunos días de tormenta, intentaba convencerme de que quedarme en casa era una buena opción. No para mí. En el secundario nunca llegué a necesitar las faltas suplementarias (tenías 15 + 4 y 1/2 antes de quedarte libre). No llegaba ni a usar las 15. Nerd. El tema es que soy nerd para las cosas sin contenido.  Tampoco jamás perdí llaves, billetera ni celular. Arriar en ese sentido me desgasta enormemente. Las obligaciones se hacen porque se hacen. Punto. Acá no parece estar del todo asentado el concepto.

Hace un rato le canté Seminare a marido haciéndole mimos y me sacó a las patadas al ritmo de: en quince vemos, ahora toca descansar. Ahora lo tengo acá, haciéndome piojito en la cabeza, pretendiendo ser bueno (ya no, el Ipad es más tentador que yo).

Whatever. Iré a hacer gym a pesar de sentirme mal. Mi cuerpo pide acción si no, seguiré insomne eternamente.
Ahh, por último: mi madre termina las conversaciones ao vivo con un "así las cosas", me di cuenta hace unos días. Si es causa o efecto, no lo sé (creo que tal vez sea causa inconciente, eh).

Veremos si marido cumple promesa de llevarme a comer mariscos a La ostra, tengo antojo hace unos días.
En fin.
Así las cosas.
Welcome to the weekend.