miércoles, 15 de septiembre de 2010

No son las 8.30 y estoy levantada hace horas. El bebé no caza que es feriado y se despierta en horario escolar. A la 1.30 le hice una mamila. Necesito dormir una noche entera, seguida, tranquila. Hace años que no me pasa, literalmente. Marido a la noche no corre. Es un arreglo tácito que me parece justo. Sólo que un día no voy a poder más, es uno de los miedos. Mirá si un día no puedo más. Y ya. No sé, no me levanto.
Vimos el octavo de Mad Men y el voice over no lo beneficia. No queremos saber lo que pasa por la cabecita confundida de Don. Joan muy perra y Peggy cada vez más querible. Son capítulos.
Marido se quiso ir a la cama temprano y lo seguí. Claro que tardé más en dormirme pero no tenía voluntad de leer.
Marido me dice que estoy muy flaca. Yo se lo agradezco. Bajar más de 3.5kgs en mi 1.65 seguramente sea notorio. Yo flaca no me veo pero bueno, no tiene importancia. Le digo que es una histérica, cuando no le doy pelota se me tira encima sin parar. Se ríe. Me da la razón en silencio. Un poco me indigna. Debería enorgullecerse de tener una gordita perra a su lado pero no, me prefiere anorexic y hierática. En fin. Gustos.
Me voy a desayunar, al super y al gimnasio, tenemos un larguísimo finde por delante (acabo de convencer a marido de que me acompañe).
Bueno, chicos.
Así las cosas.
Por ahora.

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