lunes, 13 de septiembre de 2010

Uf, fiaca MAL de empezar el día. Me volví a la cama antes de vestirme para ir caminando al club. Marido se llevó mi auto para que lo verificaran y el suyo está en el taller. El tema no auto acá es muy complejo, cuasi imposible. Marido tiene largo día y después cena de trabajo. No lo veré hasta tarde.
Dormí  razonablemente bien (aunque me levanto con la sensación de no haber descansado todos los putos días) pero la cama me tira. Me quedé pensando. Alguien me dijo que prefiere la amistad por sobre otros sentimientos porque los otros sentimientos son pasibles de desaparecer y la tristeza puede ser infinita. Es verdad que el dolor del fin de los sentimientos es atroz pero también es verdad que los sentimientos intensos hacia alguien no se comparan con nada. Después de ver I love you Phillip Morris, que por cierto a pesar de Jim Carrey me gustó bastante (es una historia netamente de amor, y los dos están bien: Ewan Mc Gregor cuando no hace de gay me parece insuperablemente buen mozo) y sin poderme dormir, también me quedé pensando en la contracara, cuando descubrir  que ya no hay sentimientos resulta reconfortante (después de que te rompieron el corazón a mazazos, ponele). Un clásico: cuando el otro te cuenta que le gusta alguien más a y a vos, simplemente y sin esfuerzos, no te importa. Así de sencillo. No te da dolor de panza, no sentís tenazas en el pecho. Nada. Distancia. Indiferencia. Y la certeza de que todo pasa. Lo que sin dudas también es bastante desalentador, eh.
Por eso cuando marido me abrazó, a las 7am, de vuelta en la cama después de despachar a Coco (me alegró sobremanera que no me tocara a mí) lo valoré doblemente.
En fin.
Lunes inmóvil. Laburaré y listo. Sin más pretensiones de nada. Caminaré ida y vuelta al club (la ida es muy en subida) y haré el otro pollo orgánico que no llevé a lo de Lisa con mostaza y vino blanco. Tendré un día x sin hacerme problema.
Y nada más. Me entrego hacer peor que average con cierta alegría. Ni modo.
Así las cosas.

No hay comentarios.: