martes, 7 de septiembre de 2010

El día es largo cuando te levantás a las 6.30am. Peor si te dormiste a las 9pm, agotada y a las 4.30 te levantaste a hacer una mamila y tuviste una hora de insomnio. Pegame y que me vuelva la felicidad. Ayer tenía una plenitud que daba asco. Te juro. Cuando me siento poderosa tengo mucha energía y tiro más la buena aún que de costumbre. La regalo a diestra y siniestra. Me pasé diez minutos diciéndole a la secretaria de mi ginecólogo lo bien que le quedaba el pelo largo y oscuro. Después le dije a Mario que estaba más buen mozo sin brackets. Mario NO SE LA PUEDE CREER. Es serio y pudoroso y vengo yo con mis cualquierismos. Básicamente le parezco un muppet al que le tomó simpatía y dejó de avergonzarse. Claro pasaron casi 6 años, dos partos, etcétera. La enfermera me dice que sigo como siempre porque me saco el pantalón para pesarme. Suda. Dice que en cualquier momento sale alguien y me puede ver. Le digo que a mí no me importa y que en la playa andamos todos semi desnudos. Igual caigo en la cuenta de que con la ropa interior que tengo se me ve todo el orto así que me apuro. Le explico que no me quiero arruinar el buen humor sumando gramos innecesarios. Me tutea y me sorprende. Es de las pocas personas que me tutean en México. En Buenos Aires todo el mundo me dice Juli y si no, me llama por mi apellido que es como muy tentador. Acá todo el mundo me dice señora. Te lo juro. Y eso que si acá te parezco una delirante, en días como los de ayer, en la vida real, soy peor.

 Me pierdo muchas cosas por no vivir en Buenos Aires, estrenos de pelis, fiestas, etcéteras. Triste.

Antes había ido a terapia. Los días felices uno debería suspender, es tirar la guita. Fui, hablé, me dijo que estaba plácida, que mi vida está bien como está. PERO NO ES CIERTO. O por lo menos, no del todo. Ayer fue una excepción. El domingo Ale y Xime me dijeron que debería cambiar un poco la ropa. El look. Les expliqué que mientras no salga de mi casa no tengo nada que hacer. Y no, no salgo de mi casa. Posta. Nada me vendría mejor que ventilarme 4 horas, ganas más plata, rozarme con otros humanos adultos. Pero no pasa. Y al menos por ahora no voy a hacer nada para que pase. Tampoco sé qué hacer. Ojo, no siempre soy simpática eh. La cara de orto me sale como a nadie.
Entre una cosa y la otra lo busqué a Simi y me acompañó. Me gusta mucho hacer cosas con cada uno por separado. Me gusta mi hijo grande.

Después de despachar a Simi con desayuno y lunch, me surmergí de nuevo un rati en la cama y a las 7.30 volví a empezar. Marido mandó mail para que me conectara. Marido está recordando viejas épocas en Miami y yo lo dejo en paz. Hace 7 años estábamos ahí. Y yo en lugar de disfrutar, la pasaba como el orrrrto.
La llevé a Tita y me lo porté a Milo. Cada vez que su hermana se baja del coche, llora. Uso el auto de marido porque el mío se volvió a inundar y tuvo que venir Maury a buscarlo. A él también le dije que estaba más flaco pero me dijo que no, que desde que trabaja en la produ no hace más ejercicio. Le dije que entonces debía ser el sueter, me dijo que no se lo iba a sacar.
Ayer también me llamó la madre enemiga, la que NO ME SALUDABA, de hecho, me daba vuelta la cara (de verdad) ostensiblemente cuando me veía en la puerta de la escuela o en el club. Es la madre de a amiguita de Simón con la que parece se mataban a besos. Bueno, ahora quiere que hagamos ronda los días de fútbol. A mí me toca los lunes y a ella los miércoles. Copado. Sólo que a mí me toca hacerle el favor mañana de buscar a los dos. En fin. Ya sabemos.
Hice un rato de gym. Todas las semanas pienso en empezar pilates y todas las semanas, simplemente, me olvido. Algo de aparatos y algo de aeróbico. No muchas pilas. A las 6.40 cucharié el frasco de nutella ¿lo podés creer? A mí favor: me estoy por indisponer. Ayer Mario me preguntó para qué iba. Me le quedé mirando incrédula. Le dije que me tocaba el chequeo anual. Ah, bueno, podrías estar embarazada. A lo que le contesté: si estoy embarazada vengo a matarte. Me dijo que me creía y se rió. Me contó que estaba haciendo un poco de ejercicio. Suelo decirle que está gordo. Yo, papá, engordé 22 kilos y ya bajé casi 24. One pile.
Ya en el vestuario estaba mi amiga y ni bien me ve, se ríe. ¿Qué onda? pregunto. Ayyyyyy mi coaching grita con el cepillo colgándole del fleco. No me quería contar porque estábamos rodeadas. Ahora tiene novio oficial pero vio que en el mercado hay mucha oferta y no está tan segura de retirarse. Le digo que no es necesario. Que no se baje tan rápido. Becarful with what you wish. Yo lo super pienso. Aunque en el plano laboral no me estaría pasando nada bueno nunca. Es mi sino, hay que tener cuidado con lo que uno desea, suele hacerse realidad. Ya lo dije: la vida ya me dio todo lo que tenía para darme con la llegada de marido. Es triste. Pero parece cierto. En fin.
Ah, Pipu, por si no hablamos antes: estoy usando tu auto. Igual hoy Maury me trae el mío. A pesar de que es un auto increíble evito usar auto de marido porque después SIEMPRE le encuentra algo, indefectiblemente. Si no es una marca es algún detalle en el andar (que es suave y perfecto) y no se priva de echármelo, siempre con humor, en cara.

Bueno, guys. Me pongo a laburar. Es tarde y escribo echada en la cama.
Ojalá tuviera más días como los de ayer.
Por lo demás, nada. Ah sí, amo a las mujeres más que a los hombres (claro que siempre dejamos a marido de lado, eh). Son tanto más entretenidas que los pibes.
En fin.
Así las cosas.

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