miércoles, 8 de septiembre de 2010

If you have nothing nice to say...say nothing.

Esta es la máxima que la maestra está intentando inculcarles a los pendejitos, no es tan difícil, chicos, a ver si nos la aprendemos todos.

Todas las noches ceno lo mismo: pan árabe con queso oaxaca y no hay una puta noche en que no se me queme. No doy.

Ninguno de mis hijos duerme pero a mí la función madre se me apagó hace horas.

Estaba un poco melancólica, esto de Rosh Ashaná lejos y esos temich me pega medio raro así que busqué disco de Leonard Cohen, subí al coche y puse el volumen bien alto porque a la tristeza la combatimos con la voz cascada y rasposa del bueno de Leo. Y funciona. O al menos acompaña.
Cada día amo más manejar.
Llegué y todo sigue siendo como era entonces, es el quinto año que voy al mismo lugar a hacer lo mismo. Pero estoy teniendo problemas de memoria, ya no soy para nada lo que era y resulta que ahora no sólo no me acuerdo los nombres sino que tampoco ubico del todo las caras. No me reconozco. Devolveme YA mi memoria prodigiosa. Raro. Saludé a un par de madres, me fumé un ciga afuera con una y a las 7pm en punto fui a doblarme en dos en una de las sillitas del salón de Tita. Ah no, antes tuve una breve charla con confesión incluída con maestra del año pasado que fue interrumpida por llamada de marido avisando que el avión salía con una hora de atraso. Ok.
Un vez en el salón, miss Susy nos pidió que le hiciéramos una cartita a nuestros hijos: lluvia de corazones más una nena y una madre más un I love you en papel amarillo. Pongo lo mejor de mí, lo juro.
Me tocaron casi todos padres nuevos así que simplemente me quedé callada, jugando el papel de madre apática y preguntándome cómo hacía antes para hacer chistes y ser el centro de atención. ¿Por qué querría hacerlo? La gringa sufrió la media hora explicándonos las pavadas de siempre y cuando terminó se hizo un silencio eterno que fue suspendido por la entrada de la profesora de PE que lo primero que dijo fue: hola papitos. Sí, leíste bien. PAPITOS. Cuando me recuperé del vahído no supe si salir corriendo o pegarme la cabeza contra la pared pero no hice nada, los seis papitos subsiguientes que pronunció simplemente revolié los ojos al vacío y cuando la gorda osó tocarme explicando no sé qué sobre los niños, de verdad casi me desmayo. Gorda: SOY FÓBICA POSTA, jamás fui a que me hagan masajes porque DETESTO el contacto físico con extraños, ¿me copiás? Si a todo esto le sumamos que en lugar de decir Pre first decía prifis el cuadro era mucho más que desalentador. Cuando por fin tuvo a bien irse, después de dos preguntas inverosímiles de un par de "papitos", volvió el silencio incómodo y profundo que yo corté sin más parándome y diciendo: buuuuueno, y un see you tomorrow a la maestra (a las 8.15am tengo que volver a doblarme durante diez minutos contestando un par de preguntas insulsas), saludé a la única madre que conocía y me fui. A la salida Miss Audrey sólo atinó a decirme: smile. Le dije que no podía creer que todavía me faltaba uno y riéndose contestó algo así como: you gonna be here forever. JA, no sabés la gracia que me causa.
En fin. Volví cantado y bailando como la inadaptada que soy, con una leve angustia basal pero nada verdaderamente grave. Ahora contestaré unos mails (bien por Luigi que me quiere mandar el libro mal por los que dicen cosas que nunca van a hacer) y me meteré en la cama a mirar The wire. Sigo sin entender por qué carajo estoy tan cansada pero lo estoy y punto.

Bueno, eso. Un año menos.
Así las cosas.
Ain´t no cure for love.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

estar canasado no es malo, según lo que se haya hecho antes..

D y J dijo...

Estuvo muy gracioso lo de la reunión de padres, cuando me dicen MAMI en las reuniones de padres o en alguna institución hospitalaria (vacunatorio, internaciones, etc) como me paso hace poco, siento deseo de matar, te juro, me resulta muy desagradable.

Cariños...