miércoles, 8 de septiembre de 2010

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Casi ni me entero de que es Rosh Ashaná. Porque el judaísmo para mí es la familia, es quién soy y de dónde vengo, es la cena con todos que ya no son todos. Pero ni modo, es lo que hay. Brindemos por un año más dulce, porque siempre hay otra oportunidad.
Por lo demás, me desperté a las 5.30am. Sí, estoy durmiendo como el orto. Hablé con marido a la mañana que quiere charlar porque es el momento en el que está pero yo me tengo que ir. Ya llevé a Tita, volví, dejé al bebé, me fui al gym, fui al super y me dispongo a laburar. Mañana haré los pollos correspondientes para la comida en lo de Lisa. Estoy cansada y no me siento del todo bien. Viene Pau a comer, tengo que buscar a Simi en fútbol y después volver a bajar al Back to School II. Uf. Estoy muy hormonal. Ayer tuve un romance intenso con el frasco de nutella pero fue un one night stand, hoy volvemos al formato alimenticio habitual. Y no mucho más eh, al menos por ahora, no mucho más. Ah sí, que mi hijo menor es la cosa más dulce y kilombera que conocí. Que mi hijo mayor está enorme y divino y que Roberta está aprendiendo a sumar. Marido llega tarde y lo extrañamos.

Así las cosas, chicos. Miren cuando salga la primera estrella y pidan sus deseos.
Shaná tová.

1 comentario:

LA RUSI RELOADED dijo...

recibiste mi mail? mala amiga! yo te ando chuleando por ahi y vos nada...te quiero igual asi, abandònica.