lunes, 27 de septiembre de 2010

algo pensé en el transcurso del día

La pregunta sobre por qué te gusta alguien era más bien del tipo física. ¿Qué nos atrae?  Todos vimos El amor primera parte, todos leímos las explicaciones pseudo científicas, etcétera, etcétera y sin embargo, sigue siendo un misterio. Igual, después está el por qué nos gusta alguien más allá de eso. Oh, otro misterio. O no. Estacionando el coche en la esquina de la psi y prendiendo un mentolado adentro por primera vez en mil años, pensé que me había enamorado de marido, en su momento, porque no me hizo sufrir. Me llamaba todos los días, me buscaba, me soportaba. Definitivamente eso fue en gran parte. Además de que era alto, garchábamos como conejos, era ultra pilas y semi canchero. Porque uno se enamora de pavadas también, de gestos,  contextos y demases. También me acordé de que en mi otra única relación seria me copé el día que me fue a esperar a Notorius. En esa época (tipo 99 y años previos) todo el mundo sabía que los domingos a la tarde estudiaba ahí (generalmente con Lauli). Durante mucho tiempo era el programa obligado. Todos los putos domingos nos encontrabas en la misma mesa. No me olvido de la emoción cuando lo vi desde la puerta vidriada. Nadie nunca había hecho algo así por mí. Qué fácil, eh. Creo que corrí a darle un beso. Emocionada.
A otra gente le funciona la histeria, el maltrato, la incertidumbre. Conozco muchos casos así y creo que es cuasi envidiable. En fin. Igual, lo único que creo que me importa realmente es reírme. Posta.
Con marido todo nos causa una gracia tonta. Y yo lo festejo.
Las relaciones humanas la mayoría de las veces me resultan indescifrables.
Por lo demás, salí de sesión un poco más angustiada de lo que entré. No fue muy productiva. Malísimo, frustrante. Hablar de cosas de la familia de origen no conduce a nada, eso lo pasé hace un par de movimientos tectónicos. Ni siquiera es que haya un quid, fue nostalgia de otro diván, supongo. Ahora intento que mis hijos mayores se vayan a lavar los dientes. Se los dije quince veces reales. Me agota. Cuando terminen  subiré a leer en inglés. Ya ayudé con tarea, ya hice una tarta de atún, ya salí con Milo y Pau & co al parque, ya, ya, ya. Simón leía el diario y Roberta daba vueltas. No logro que terminen de subir. Mon dieu. El proceso de templanza del carácter en el mundo de la maternidad.
Espero que marido llegue pronto.
Y no mucho más. Una suspensión, un pause, una nada misma que no puedo solucionar por el momento. Pero todo bien.
Bueno, chicos.
Así las cosas.
Misteriosas.

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