lunes, 31 de agosto de 2009

ah sí

El sábado, en un día de incomodidad extrema, mientras hacía un rato de la clase de zumba, me acordé de por qué me analicé diez años, dos veces por semana. A veces necesitaría volver. Otras pienso que así estamos bien. Somos un poco menos locas y más contentas. Ojo: sólo a veces.

no, no y no

No pienso ser este ama de casa desesperada que vuelco en estas líneas. Bajo ningún concepto quiero convertirme en la realidad. O que este blog se convierta en lo que es mi realidad. Me niego a ser aburrida. Hoy pensaba eso, la gente que no tiene conversación, que no le interesás vos (de estas hablo seguido) pero que tampoco están interesadas en nada más. Yo, aunque no parezca, tengo interés en el mundo (cuando no estoy embarazada o dando la teta lo que, demás está decir, en los últimos años no pasó mucho: 8 meses de teta a cada uno, hacen dos años. 8 meses de cada embarazo hacen otros dos años, vamos cuatro años de estupidez extrema). Y suelo interesarme mucho en la gente (a veces demasiado).

En fin. No tengo ni la más puta idea de a qué venía todo esto. Estuve trabajando toda la tarde, en la mitad fui a Costco con los mayores porque me faltaban pañales y cosas de esa índole y volví a laburar. Casi no estuve con mi bebito divino (hace mucho que no digo lo bueno y comestible y amoroso y pancho que es ¿no?) y los chicos estuvieron terriblemente pesados.

Y no mucho más, me vine un rato a la sala de tele a ver The f word con mi amigo Gordon y mañana será otro día. Y el año que se va yendo.

Bueno.

Así las cosas.

empezando una ardua semana

Sólo porque voy a estar sola. Tengo que hablar bien de mi marido (lo hago poco). Casi todas las mañanas se levanta solo y lo lleva a Simón a la esquina para esperar al camión. Yo, como ya dije muchas veces, dejo todo preparado la noche anterior pero no me levanto. Las excursiones nocturnas de teta al bebé me dejan KO. Por lo general, sí me levanto para la hora de Tita, la visto, desayunamos, le pongo su lunch en la lonchera y el camión la recoge en la puerta. Pero hoy ni eso. Me quedé durmiendo profunda y relajadamente hasta las 8.30. Creo que es el fresquete y la lluvia esta otoñalmente desubicada que me planchó. Finalmente dejé la cama, le di de comer a Milo, me cambié, desayuné y me fui al club. Un poco más de 45 minutos de aeróbico mientras miraba el programa HOY en la tele (tengo el ipod descargado y al iphone le borraron toda la info cuando me lo actualizaron). Pena que la máquina que uso no se presta para la lectura. Creo que lectura y ejercicio no combinan del todo bien. Triste. Tengo muchos libros empezados: Keegan, uno muy gordo del cual no recuerdo el nombre de la autora pero se llama La hija del sepulturero y me pega un poco mal, La historia de los judíos (sí, medio cualquier) y otro que creo que se llama El ayudante. Ah, y obviamente el de laburo. Un kilombo.

Tengo que pasar por la editorial así que voy a picar algo y me voy.

El miércoles a la noche se va Diego y vuelve doce días después. Malisisísimo.

En fin.

Así las cosas.

domingo, 30 de agosto de 2009

sudoku

Un día había intentado jugar y era un verdadero desastre. Hoy volví y resulté ser grosa. Bueh, grosa es una forma de decir pero empecé por muy fácil, pasé a fácil y ya hice dos normales en tiempo más que digno. Es obvio que sólo es una lógica pero hasta que no cazás la lógica...

Y no mucho más. Un rato de lagunilla al mediodía (no pude ver nada y menos comprar, la carreola y la lagunilla no combinan) y después, una pasta en casa y pelotudear en la sala de tele (vi una peli húngara que encontró Diego en HBO). Ya hice todo lo que debía, los niños duermen y nosotros vamos a ver un dvd.

Así de sudokeras las cosas.

viernes, 28 de agosto de 2009

creo que

Me dejaron plantada. La mamá de un amiguito de Simón que se cambió de colegio. No era el día para eso. Hubiera hecho otras cosas. Cosas que me sacaran de este letargo. Ahora, en cambio, leo una novela insoportable y soporífera y me doy pena a mí misma. Eso, sabemos, no está nada bien. Galletas de avena y el pastel de zanahoria reposan solitarios en la cocina.

Te repito: no era el día. No tengo resto.

Así las cosas.

tan simple como que

Mi vida laboral es una mierda. Hago todo lo que puedo y no logro NADA. Estoy deprimida y desmoralizada, harta y resignada.

No aguanto más. Esa es la pura verdad.

hoy tengo ganas de

Comerme un rico sandwich en algún lado, ponele. Me lo podría hacer en mi casa también pero eso de tener hijos y tener que predicar con el ejemplo, todo lo arruina. Uno no se come un sandwich delicioso en cualquier con un buen vaso de coca un viernes a la tarde. Uno se come un sanísimo plato de alguna proteína con verduras y tal vez, con suerte, algún hidrato de carbono. Todavía no decidí qué van a comer hoy. Me gustaría almorzar con una amiga. Estás leyendo bien: almorzar. A eso de la una y media no a las tres. En un lugar lindo.

Excursus. Teta al bebé y charla por skype con madre.

Por cierto, Camilo cumple hoy 4 meses.

El tiempo se escurre de una forma impensable.

Ando muy en cualquiera.

Reflexión: los años a las mujeres nos hacen mierda. A los hombres, en muchos casos, los beneficia. Enorme injusticia.

(Tengo la teoría de que cada hijo acelera cinco años el proceso de envejecimiento. Ergo, tengo quince años de handicap).

En fin.

Voy a dedicarme a mí frente al espejo un buen rato. Me urge.

Así de dispersas las cosas.

jueves, 27 de agosto de 2009

soy una gila

Parece que la masa de la empanada gallega hay que hacerla más finita y claro, pintarla con huevo. Bueno, me olvidé. De lo segundo, lo primero no lo sabía (no lo había pensado). También parece que hay que cerrarla. Mi primera empanada gallega no pareciera un éxito. Todavía nadie la probó pero la pinta lo dice todo. Leo gente que lee y pienso: qué groso. Yo no leo (casi) nada. Eso sí: el pastel de zanahorias parece perfecto. Me costó desmoldar pero salió entero. Mañana compraré azúcar glas y se la espolvorearé por encima. José hizo una sopa de hongos que tiene el peor gusto del mundo, creo que tenía detergente. En fin.

Todo por cocinar rápido, pensando en llevar a los chicos al parque. Y lo hacemos y llevan Legos y Nena, la perra de la vecina se come una motito y mi hijo mayor llora (me saca de quicio, debo confesarlo) pero voy y meto mis manitos en la boca de la golden y saco un cacho y el pibe sigue llorando porque es una mínima parte y entonces meto una vez más, un poco más adentro y saco todo y nadie me felicita por mi valentía y buena onda, sólo recibo quejas porque digo que es tarde y que ya todos deberían estar bañados. Más en fin. Así es la vida de la madre de suburbio.

Por otro lado, no aguanto más lidiar con la manga de pendejos mega imbéciles que me cruzo a diario: Office Max, Comercial Mexicana. Estupidez en su máxima expresión.

Bueno, termina el programa de Gordon y marido aún no llega. Prometió salir a las ocho y son las nueve. Ayer me dijo que en cuarenta minutos salía y dos horas después no había llegado. Me fui a dormir, no le atendí el teléfono y me planché profundamente.

Así las cosas.

¿vamos a seguir mucho tiempo más con estas forradas?

Literalmente. Otro libro más para forrar y van...no entiendo, man. Tirame toda la mierda de una vez y compro todos los forros juntos, esto de a cuenta gotas definitivamente no va.

En fin.

Así de hacendosas las cosas.

(tengo planes de hacer empanada gallega y pastel de zanahorias, veremos qué).

ando medio triste

Con ganas de vivir en Buenos Aires. No es que idealice porque sé que ahí después me re deprimo. Pero acabo de skypear con mi papá y pensé que podría ir a almorzar con él. Y tomar cafecito con mi mamá. Y estudiar algo. Igual, necesito trabajar más. Me quema la cabeza la improductividad. No funciona para mí. Me cansa. Me aburre. Me deprime.

Lo de siempre, bah.

Hoy hablábamos con Diego de la gente débil. No me gusta la gente débil. Pensé mientras me duchaba.

Y reflexiones. No, nada. No me da el bocho. Se me quemaron las neuronas en la cotideaneidad. Y yo, que alguna vez me creí inteligente, hoy no puedo más que pensarme como un cero. Un cero a la izquierda. No, no es que tengo baja la autoestima. Es una simple ducha de realismo. Se me fue el buen humor, la energía y la alegría. Y Encima me odio por eso.

Eso sí: hice 50 minutos de gym. Me duele todo.

Ya me comí un bowl con papaya, yogur y granola. Añoro ser flaca. Llevé un pantalón que no me entró. Tuve que re-ponerme las calzas.

Así de apagadas las cosas.

miércoles, 26 de agosto de 2009

a pura sinceridad en modo Twitter

me acordé por qué vivo deprimida. estar toda la tarde en mi casa y no tener actividades propias me pega MAL. muy MAL.

Esto es una realidad innegable. Siento que en Argentina tendría más actividades intelectuales, me urgen. ¿Será cierto?


Tal vez, quién te dice un posgrado. O esa idea loca que se me había metido en la cabeza. Necesito aire fresco!

la vida se encarriló

O no. No lo sé. Me levanté 6.30 am. Ya tenía, como los días previos, todo listo por lo cual sólo le puse el pan en la tostadora y el nesquik en el microondas, los tuppercitos en la mochila y diego, con pantalón de corderoy y sueter de lana sin nada abajo (una vez le regalé un jogging que me parece lo más apropiado para llevar hijos al camión) y lo alcanzó a la esquina. Para entonces, las 7 am, Tita ya se quejaba no se bien por qué, el bebé quería comer nuevamente (no le tocaba aun) y yo estaba despabilada. Igual nos quedamos los cuatro en la cama un rato más. A las siete y media arrancamos. Tita ya estaba vestida y Jose la estaba peinando. Me cambié y bajé a hacer el desayuno. Se fue Tita, se fue marido y yo, al ratito, partí al super. Hice la compra tranquila (estoy hiper ralentada e idiota, todo me cuesta más). Volví a casa, alimenté bebé, armé bolso y me fui al club. Cuarenta minutos de patinadora me están dejando el culo mega dolorido. Pero: estoy gorda. Tres semanas sin hacer dieta se notan. Me odio por eso. Media pila. Empecé ayer pero no voy muy bien. No sé qué le pasa a mi fuerza de voluntad. Flaquea. Lo bueno: hoy no tengo que buscar a Simón, sólo a Tita. Voy a ir con el bebé. Por algún motivo mi compu no me deja bajar las fotos. Algo le pasa, odio las mac, empiezan a andar como el orto demasiado rápido. Y no, no mucho más. Ahora me haré un café con leche (retomamos los lácteos parece que ya no le caen más mal al bebé, iupi!) y me pondré a trabajar.

Como si el comienzo de clases no me alterara lo suficiente, están arreglando el cuarto de Jose y la casa es un caos. Por suerte tenemos muuuuuchos cuartos y Jose duerme en el de abajo.

Así de rutinarias las cosas.

martes, 25 de agosto de 2009

podría haber sido otro post pero será este

Porque me desperté temprano pero Diego se ocupó de Simón. Claro que no había mucho para hacer, yo había dejado todo listo. Se fue en el camión, feliz, a las siete de la mañana. Después tocó Tita. Para entonces, marido ya se había ido a bañar, Tita también feliz con uniforme, lonchera de kitty y su bolsa con cosas para dejar en la escuela. Yo le di de comer al bebé y bajé. El camión llegó antes (era obvio el horario que me habían dado era una locura) y después de subirla (con fotos incluidas) desayunamos los dos solos (bueh, creo que Milo también nos acompañó). Preparé el bolso y me fui al club. Cincuenta minutos de felicidad. Me bañé ahí (no tuve tiempo de sauna pero ya podré) y me vine a buscar al pequeño para bajar a Polanco. La felicida se disipó en los cincuenta minutos en el tráfico. Finalmente llegué, tomé un rico chai latte con Graciana y me fui a la oficina a cambiarle el rodado a Diego porque no me entraban todos en el mío: hoy, ronda. cuatro niños en mi coche. Bajé en la escuela de Tita con Milo, volvimos al auto, nos movimos las diez cuadras correspondientes hasta el otro edificio e hicimos la fila en el coche. Maldita fila, maldito tráfico. Llevé al niño de la ronda a su casa y llegué a la mía, con el peor de los humores, a las tres menos diez (Roberta sale 1.40 y Simón a las 2.00). Comimos, forré un libro más (era la tarea de inglés) y me fui con los dos mayores a comprar una mochila rodante porque la que tenía, rota. Ahora tendré que despertar a Milo para darle de comer y poder irme al médico con él. Está por llover y me siento bastante alterada. Hoy desearía vivir en Las lomas o en Polanco. El médico queda en Polanco por lo cual vuelta a bajar.

Te querés matar.

Querés otra cosa. Cualquiera pero otra. Otro lugar en el mundo. O no sé.

Pero esto. Esto no.

Sabelo.

Así de histéricas las cosas.

lunes, 24 de agosto de 2009

esto no da para más

Forrar y forrar. Aguantar a un hijo que se volvió un pavo. Lunch. Lo de siempre. Mañana camión. Ahora marido. Hay que cocinar. Estoy cansada. Muy. Se me quemó la cabeza. Me arde, me quema.

Dejé la sangre en la arena.

Y cogí demás: tiene consecuencias de por vida.

Sabelo.

auxilio!!!!!!!

Me desperté antes de las seis y media, me bañé y le di la teta al bebé. La mesa del desayuno ya estaba lista por lo cual entre Diego y los chicos hicieron los cafés y las tostadas. Salimos a las siete, los cinco porque Jose no estaba. Mucho tráfico por acá. Llegamos y dejé a Simón en su aula. No me habían avisado que había que comprar los libros, son medio un desastre en muchas cosas. Tampoco me llamaron para decirme el horario del camión. La maestra ni se presentó. Cualquiera. Supongo que a principios de septiembre habrá una junta y ahí nos dirán todo. Igual, no me parece. Es el cuarto año que estoy en esta escuela y no conocía más que la entrada del edificio de primaria. Después fuimos a la parte de kinder, bajamos a conocer el salón y la maestra de Tita. Me parece que es amorosa. Me traje los libros. Recorté las 6 hojas de figuras troqueladas y puse cada unidad en un ziplock. También etiqueté con nombre y año los tres libros y me faltan comprar los forros. Voy a esperar a ver si también necesito para los de Simi.

Tengo mucho mal humor: no nací para esto. Seriamente lo digo. Detesto estas rutinas y actividades. No me gustan. No lo disfruto. Lo odio. Y lo peor está por venir: la tarea. Y las actividades extra escolares. Y yo. Bueno, yo nada. Una queda casi completamente relegada. Ni modo. Es lo que me toca. Pero me sigo preguntando: ¿cómo llegué acá? ¿En Buenos Aires sería igual? Lo único que me consuela es que el inglés que aprenden acá no tiene nada que ver con el de Argentina. Lo único bueno.

En fin.
Así de madre desesperada las cosas.

domingo, 23 de agosto de 2009

domingo pre

Son las siete y veinte de la tarde. Bañé hijos, les di de cenar, armé la bolsa con los útiles, el lunch de Simi, dejé lista la mesa para el desayuno, leí cuentos y acosté. Sí, temprano. Mañana saldremos de casa a las siete de la mañana. No tengo para nada el timming del nuevo horario y prefiero no arriesgarme. Lo dejaremos en su salón, en su salón de primer grado (empieza un año y medio después de lo que empezaría en Argentina, me hiper deprime ese tema) y después llevaremos a Tita a conocer a su maestra. Comienza verdaderamente el martes. Recuerdo perfectamente la noche anterior a empezar primer grado. Mi hermana Marcela había llegado de Israel con un poster de los pitufos que colgué en la cabecera de la cama. También tengo el recuerdo de algún otro regalo emocionante (alguna golosina de la cual creo aún sentir el sabor pero no puedo reconstruir). Mi mamá poniéndome el muy almidonado delantal blanco abrochado atrás. Con tablitas. Mi madre siempre fue un poco delirante. Ni hablar que abajo de eso me ponía jardineros y el suerter. No fui a baños públicos hasta que tuve dieciseis. No sé si Simón está nervioso. Fastidiado seguro. Se fue a dormir a la casa de un amigo nuestro cuya mujer tiene un hijo de su edad y tal como imaginé (intenté disuadirlo sin éxito) no fue una buena idea. Volvió tarde y de malas. Yo vi una peli pedorra y ahora, en cuanto no los escuche más, veré otra o tele o lo que sea. También pienso dormirme muy temprano para empezar el día con pilas. El bebé duerme hace una hora. Horario de gallinas.

Estoy de muy mal humor. Estar sola no es nada agradable.

Así de escolares las cosas.

viernes, 21 de agosto de 2009

dos veces dos

La misma receta. La primera, la mitad de los ingredientes: salió mal. La segunda, versión completa aún en el horno. Un cansancio inusitado e inesperado. Niñas que juegan y justo ahora están bajando. Bebé que se quedó nuevamente dormido. Hijo mayor casi olvidado en casa de amigo. Último día de vacaciones que se escurrió. El lunes tarea y demases. Poco avance laboral. Poca lluvia. Poca vida social. Poca conexión con el mundo. Marido perdido en algún lugar de la ciudad. No llama. Un poco de abandono pero me la banco. Soy aguantadora. Costco. Ordenar. Mucho lavar trastos. Mucha ayuda a Jose con panza. Mucha hueva.

¿Un poco de desazón?

A veces me siento sola. Hoy tenía ganas de trabajar. En otro lado, claro. De tener un trabajo "de verdad".

A veces soy tan tonta.

Así de viernes las cosas.

sólo un deseo

Quisiera vivir en una casa con las paredes lisas (en lugar de este salpicré infame que no soporto más). Eso y baños y cocina lindos y nuevos. Bueno, y la escalera. Y las ventanas. Y los clósets. Después, todo bien eh.

¿Qué vamos a hacer???

Odio vivir en la indefinición!

en babia, no conecto, no registro, no nada

No estoy del todo segura de que sean las hormonas. Posiblemente. Nada me importa demasiado. No me peleo, todo pasa. Un estado alfa que se agradece. Ando siempre bastante contenta. Pareciera otra. Puede que sea el bebé: tiene una paz pocas veces vista. O como dije, las hormonas. O que no hago dieta. Claro, comer dulces yo creo que ayuda bastante. Igual, me sobran 4 kilos para estar como estaba y 6 para mi peso. Bastante bien. Me doy seis meses. Igual juli: media pila. Hoy hacer pastel para la fiesta de la noche, comprar regalos, salir a caminar y terminar el libro de una buena vez. Avanzo tan lento.

La conclusión de la semana: soy biológicamente muy apta para la reproducción y crianza. Quedo embarazada con demasiada facilidad, no pierdo embarazos, mis partos son de lujo (en ninguno de los tres me hicieron episiotomía ni me desgarré), tengo las tetas perfectas para amamantar, me sale toda la leche necesaria. Etcétera. No, claro que no estamos hablando de neurosis, estoy tomando en cuenta los aspectos meramente biológicos. Y sí, intelectualmente hago agua, todos lo sabemos. Me encantaría que fuera distinto pero es así.

Ni modo.

Así las cosas.
Realistas.

jueves, 20 de agosto de 2009

casi no recibo mails

Malísimo. Falta total de popularidad.

A veces somos tan pero tan lábiles.

Tristísimo.

repentinas ganas de

Buenos Aires. Eventos culturales superfluos. Vida social. ¿Tendré amigos aún? No lo sé. No somos nada. Nubes. Madrugué para practicar. Detesto la vida escolar. Con toda mi alma. Despertarse temprano, socializar con otras madres, buscar, traer, pensar y hacer lunch, tarea, uniformes. Uff. Yo quiero educación pública. Como la mía. Quiero Buenos Aires o Pellegrini, lo normal, me resisto a tener hijos bobos. Por ahora, nada. Por ahora pienso en tener una consola, imaginate. Ahora que aprendí qué es un avatar y lo digo. Tendré que desayunar con hijos. Marido que se fue temprano, no puede aguantarse, se levanta al alba y se raja. ¿Qué esconde? Mmmm. Mejor ni saber. Leer. Libro que no avanza, prefiero los formatos electrónicos para trabajar. Para placer: papel. No plans. Concierto con hijos por la tarde. Hueva atroz. A ver si zafo. No nací para esto. Siguen las ganas de viajar: lo único bueno bueno de la burguesía. Y las casas grandes y los objetos lindos. El resto no importa.

Jose tardada. Me dice: yo pensé que iba a estar siempre acá. Casi lloro. Intento convencerla de que va a estar contenta. No me sale del todo bien. Hago chistes y le pongo garra. En una ciudad donde el aborto es legal. Y ahora que existen las pastillas mágicas. Queremos que sea feliz.

Nunca seré linda.¿Debería entristecerme?

Así las cosas.
Fluyendo.

miércoles, 19 de agosto de 2009

qué limón

así en la vida como el en twitter.

no pienso en más de 140 caracteres.

un deseo

Quiero trabajar en cine. Hace mucho. No, no ser estrella (ya sabemos: nací estrellada). Quiero hacer algo. Me gusta. Acepto lo que sea. En unos meses. Bueh, estuve todo el día al pedo. Diego viene a cenar con compañía. Haremos pasta. Muy poca vida social. No, miento. Muy poca concentración en interés en general. Seguramente la hormona. O la estupidez.

Cansancio.

y así, como si nada

Redescubrís el twitter y sos una colgada y te copás. Hace años tenerlo sin usar.

Pelé nueces que vinieron del nogal de la casa de Dante. Décadas sin hacerlo. Reminiscencias de la infancia, ayudar a madre. Cocinar con ella implicaba enmantecar y enharinar y pelar nueces. A veces también la ayudaba a hacer madejas con la lana. Yo soy una inútil. Sí cocino algunas cosas decentemente y nada más. La casa es un lugar raro para mí. Quisiera más y mejor pero no me sale. No me sale y punto. Desastre.

Extraño a mi marido por no verlo en las mañanas. Hoy se fue a jugar al tenis a las siete.

Me sigue doliendo el brazo por el Wii. Cualquierismo. Me pongo a trabajar.
Bye!

sin emoción

Ando así, desalentada. No sé bien qué es. Posiblemente, el comienzo de las clases. Imagino la rutina, el madrugar, el lunch, las actividades extraescolares y me caigo. Está claro que me angustia. Los gastos. Diego que se va. El tiempo. Las ganas de vivir en Buenos Aires que de repente vuelven. No me quiero quedar sola. Me di cuenta mientras estaba en la fila esperando que me devolvieran el iphone que, por suerte, no estaba roto porque te cobran 293 dólares más IVA el arreglo. Cualquiera. Simplemente me lo restauraron y perdí toda la info. Nada muy importante. Algunas fotos que no había podido bajar pero nada más. Milo llora abajo. Voy a ir a ver qué quiere. Tengo que bañarme. Trabajar. Y a la tarde llevar a mis hijos, por última vez, al cine. Disfruté mucho de este tiempo pero ya se está terminando. Agobio.

En fin.
Así de grises las cosas.

martes, 18 de agosto de 2009

un día más

Si hubiera un sol hermoso y pudiera ir al club con los chicos, si no tuviera esta acidez horrible, si no estuviera cansada. Tal vez, tendría un poco de mejor humor. Salí a caminar con los tres, el cambio fue sumar a Roberta. Prefiero ir sin ella, pobre. Todo es más difícil con uno más. Ni modo, ya los tengo. Debería trabajar, bañarme, ver qué vamos a hacer en el día. Muchas cosas. Poca energía. La cena bien. El lugar muy lindo, la comida rica pero hasta ahí. Estuvo tranquilo, volvimos y me dormí al instante. Algo me tiene un poco nerviosa y no sé qué es. Supongo que la culminación de las vacaciones y el comienzo de la rutina. Luch, ronda, actividades extra escolares. Todo es mucho. Y yo lechuguita. Mi iphone no anda, lo odio.


En fin. Cosas que hacer.

Así de fastidiosas las cosas.

lunes, 17 de agosto de 2009

por suerte no es nada

El huevito hinchado del bebé pareciera ser sólo agua. No hay que operar. Buenas noticias. Fuimos los dos solos. Al cirujano le pareció un bebé muy buena onda. Es muy buena onda. Se ríe. Es gordo. Tiene la cara hiper simpática y ni se quejó mientras le toqueteaban los huevos. Un santo.

Estoy triste porque se terminan las vacaciones. Detesto los horarios. Detesto despertarme temprano. Y la pasé muy bien con mis hijos. Hicimos planes. Fuimos al club. El viaje estuvo alucinante. Quiero viajar más. Con mis hijos. Quiero ir a Europa. Quiero conocer algo de Asia. Quiero ir a la playa. Y a las ruinas del sureste. Al sur argentino. Andar en camioneta. Caminar y disfrutar de la naturaleza (Francis hablándole a sus truchas es muy inspirador, el frío no).

El viernes pensé en mí. Pensé en que muchas veces me considero una persona insegura. Después pienso que estoy loca en realidad. Que soy del tipo de personas a las que suele- de corazón- chuparle un huevo lo que piensan los demás. Soy una militante de vivir y dejar vivir.

Bueh. Reservamos en Astrid y Gastón. Ya me entran- bastante apretadamente- mis jeans. Eso está bien. 19.5 kilos. Quedan pero ya casi soy normal.

En fin.
Así de aliviadas las cosas.

8



El viernes 17 de agosto de 2001 firmamos en el registro civil de Coronel Díaz. El sábado 18 fue la fiesta y esa polaroid que aparece gracias al photo booth (de ahí la calidad) es la única foto que tengo de ambos eventos. Jamás había pensando en casarme ni me interesaba hacer una fiesta ni pensaba tener un proyecto de largo plazo con nadie. Claro que era lógico: tenía 23 años.

Ocho años y tres hijos después pienso que es el amor de mi vida y oh, sí, vaya cursilería, me alegro y me siento afortunada.

Ahora que pienso mi compu también cumple un año y por estos días debemos de haber engendrado a Camilo.

Cenaremos en rico restaurante peruano. Antes, trabajaré, llevaré al bebé al cirujano y estaré con mis hijos (ya fui a caminar con Simi por el barrio).

Así de aniversario las cosas.

sábado, 15 de agosto de 2009

my own Juanito

Decido hacer un pastel para el asado de mañana. Fue el cumple de marido y de Lau hace unos días y me parece buena oportunidad para soplar velitas. Nos disponíamos a ver una peli pero nos dimos cuenta de que a las seis jugaba Del Potro. Decido entonces hacer la base del brownie durante la espera. Estaba cansada pero Diego me dice: yo te ayudo, soy tu Juanita. Bueno, digo. Estoy a tu disposición, me bate. Cabe aclarar que Diego es una de las personas más caprichosas y testarudas que conozco por lo cual, es incapaz de hacer las cosas como alguien más le dice. Debo decir que esta vez fue la excepción, me ayudó, batió los huevos con el azúcar, sacó todos los ingredientes, enmantecó y enharinó el molde, cortó las almendras y las nueces y decidió que iba a hacer el praliné para poner encima de la crema (el pastel es el clásico brownie con dulce de leche y crema batida, en Buenos Aires lo hacía siempre y acá no sé por qué no lo hago nunca, supongo que porque lo hace Marian). Claro que en lugar de poner las frutas secas en el silpat y echar el caramelo encima, lo hizo al revés y quedó todo en la superficie. Ahora Del Potro juega y yo cuido la cocción en el horno. Espero que salga bien, cambié de receta porque la que hacía siempre me quedaba como el orto. La saqué de internet (Marian finalmente no me mandó la suya y Xime me la mandó tarde!). A ver qué onda. Por lo demás, ayer cenamos, después de garchar me fui a dormir pensando que soy una persona muy afortunada, hoy nos levantamos tarde, volvimos a garchar y nos fuimos al club. Hice un rato de ejercicio (poco) y después lagarteamos. Me bañé con Tita ahí y espontáneamente nos fuimos a comer con Willy y Paula y todos los niños a Cumaná. Ahora los mayores están en lo de Lisa (que está en Perú por lo cual sus hijos están solos acá) y el bebé está a full con su chupón en el bebeseat.

Así de caseras las cosas.

viernes, 14 de agosto de 2009

no, nada, eso

Estuve todo en el día en el club. Ayer fuimos un rato a la condesa, al Groove, volvimos temprano. Acabamos de llegar, se puso gris y muy lluvioso. Estoy cansada. Francisco se queda a dormir, Tita se fue a lo de Lau. No sé qué plan mañana. Ganas de pasear. Más ganas de viajar. Diego corta su viaje en dos, eso está bien. Voy a ver si cocino algo. No mucho más. Hay que trabajar.

En fin.

Así de escueta las cosas.

Es viernes!

jueves, 13 de agosto de 2009

como puede ser???

Que en Buenos Aires haya negocios tan lindos y cosas tan ricas. Me encantaría ser más femenina y más gourmet.

La mala noticia: soy yo.

Así las cosas.

una limpia, urgente

Hace un par de días que no me puedo sacar la sensación de mala vibra. Alguien está tirando mala onda. Lo siento por muchos flancos. Palabras sueltas. La palabra "competencia" a flor de piel de muchas personas. Yo sé que la vida es un boomerang y que todo vuelve y que todo cambia, no dejo de sorprenderme de cómo lo vemos todo el tiempo (posta, grosso). Pero igual, quisiera ir al mercado de Sonora y que nos limpien a todos. Dar de nuevo. Hay que tener paciencia, las cosas pasan solas pero mientras, una inquietud me carcome y aunque hago todo lo posible por no escucharla, se impone.

Yo sé que sueno a loca pero creeme, la paranoia no es, para nada, uno de mis defectos.

Así de enrarecidas las cosas.

para atrás

Insomnio. Me dormí cerca de las cuatro y me levanté a las ocho y cacho. Los chicos todavía no volvieron.

Me pintó estar deprimida. No remonto. Me odio cuando estoy así. La famosa pátina gris. El vacío. La inseguridad.

Tengo que hacer deporte. Quisiera que Coco que me acompañara a caminar, no me gusta ir sola. Veré si los convenzo.

Así de tristes las cosas.

miércoles, 12 de agosto de 2009

así, medio pfff

Hablo con Diego. Cenamos juntos, tranquilos. Tita y Coco se fueron a dormir a lo de Lisa. El bebé, después de un muy mal día, duerme tranquilo. Comentamos tal o cual cosa, si Google no sé qué, si la familia, si medio tiraduchos. Hacemos chistes. Nos reímos. No puedo evitar sentir un veneno que quisiera eliminar de mi vida. Gente que no. Gente que no es clara ni recta. Nadie en particular, una sensación. Bueh, estoy con esos temich. No hablo de los áridos, esos son otros, esos no envenenan, sólo dan hueva. En fin. No me gusta eso porque prefiero vivir liviana, desentendida. Ayer pensaba, manejando, para qué sería buena con mi carácter. Qué debería haber hecho. Igual, ya todo está perdido. Soy MADRE.

Mi querida Wanda: la gente suele pensar lo peor de mí, ya me acostumbré. Áridos y no áridos. Ni modo.

Creo que extraño Buenos Aires. A mis papás, a mis abuelos (sí, estoy bastante pendeja).

Así las cosas.

me cansa

Las personas áridas. Eso pensé esta noche, en alguno de esos raros momentos que vivo de noche, dando la teta o volviéndome a la cama. Fue una noche particularmente dura. Fuimos con los tres chicos a la oficina, un festejo con toda la gente de ahí y algunos pocos outsiders. Estuvo bien, colmó las expectativas y otro cumple que pasó. Bailé, estuve parada, Camilo durmió, comí carne y pastel (desubicada mal) y me volví sola con bebé porque los chicos se quedaron con el padre una hora más. A las doce y cacho estaban en casa y tardé en dormirme. No sé si por los lácteos o el estrés del ruido, Milo tuvo una mala noche. A las seis y cacho me lo llevé a la cama. Ahora no está mucho mejor. Amanecí, durmiendo de a ratos, a las diez de la mañana y en lugar de ir a caminar, fuimos al super. Vino Tita también. El día no rinde. En un rato me voy a Polanco y los mayores se van al cine con Jose. Les copa hacer ese programa a los tres juntos. Ahora, que las cosas están más tranquilas, me pregunto qué haré cuando se vaya Jose. Después de tres años logramos ser familia. Comemos juntas, estamos acostumbradas la una a la otra, nos queremos. Me pone contenta que pueda armar una familia, le cuento cómo fue mi historia y le doy ánimos para que se alegre. Y de repente, entonces, pienso en mí y en cómo será todo después. Mejor no pensar.

Volviendo a la gente árida. Gente que no tiene temas, que no es interesante en lo más mínimo desde ningún ángulo, gente que no muestra las aristas y es prejuiciosa y soberbia. Gente que no se da cuenta. Que no pregunta. Que no se interesa. Gente sin swing.

Lamentablemente la tengo más cerca de lo que quisiera.

Hay sol, mañana iremos al club y las vacaciones se van terminando. Qué pena.

Mucha angustia por quedarme sola mucho tiempo en septiembre.

En fin.
Así de desboladas las cosas.

martes, 11 de agosto de 2009

el cumpleaños

Y sí, todo llega y el número 39 de mi marido, también. Toda una cifra diría yo si no fuera que él se angustia.

Ayer recorrí casa Martí, El Palacio de Hierro y Liverpool sin conseguir raquetero (Roberta se encargó de anuciárselo a su padre por lo cual sorpresa nula). Por ende, no compré nada. Comprar por comprar me parece un bajón pero comprar por comprar viniendo de LA me parece imposible. Y así fue, no hubo regalo. Bueno, unos chocolates y una lindísima tarjeta de Simón. Estoy terminando el pastel. Todo hecho por mí (por primera vez desde que vivo acá no hice bizcochuelo de caja y me quedó mejor que nunca). Almíbar con ron, dulce de leche y ganache como cobertura. Un clásico. También unas almendras acarameladas.

No hay festejo oficial. Como también es el cumple de Gaby, decidieron hacer algo en la oficina. Yo pensaba ir a cenar, solos los dos, a un muy buen lugar pero como siempre que hago un plan, quedó trunco. Quería llevar el pastel a la tarde y soplarlo ahí con los chicos pero todo cambió. En fin, es su cumpleaños.

Yo me bañaré, trabajaré y a la tarde noche iré para allá. Mi vida es bastante aburrida.

Sépanlo.

Así de cumpleañeras las cosas.

lunes, 10 de agosto de 2009

¿Qué hacés, loca???

Veo un video de Mike Amigorena en lo de Susana. No me la puedo creer. A ese pibe sáquenle el palo del orto y Susana, bueno, Susana siempre Susana pero sin aguantar la vergüenza ajena, de todas maneras, no pude dejar de verlo...hasta que me superó y cerré.

Así de en el horno las cosas.

fotos más vintage





Diego con...Simón! Igual a Camilo. Claro que la juventud del padre delata que corría el año 2002. La mala calidad se debe sólo al photo booth.

Analois, Fer y Crishun en la fiesta del 2000. Fer y yo al día siguiente nos fuimos, sin dormir, a Europa. Aquellos años felices.

Fer y yo (oops esto es viejo en serio) en el cumple 17 de Fer. La manualidad me la había hecho ella con la foto en ese entonces y yo la tengo colgada en el corcho.

Así de nostalgie las cosas.

uff, tengo un bajón que no sé cómo remontar

Me levaté así, lunes bajón groso, hace un buen tiempo que la llevaba super bien y de repente, paff, me acordé cómo soy de verdad y malísimo, en serio, malísimo. Vacío, desasociego, cero ganas de empezar el día.

Lo bueno: Jose habló con el padre de la criatura y todo bien, alegría por ese lado. Se quiere casar y cosas así, me pone contenta y me alivia. Ahora a buscar ropita y nombres y esas cosas y que se vaya haciendo a la idea porque es la única que mucho no cae.

Mañana: cumple Diego. 39. No quiere hacer nada. Hoy: comprar regalo y hacer pastel. Y yo así de desinflada.

Me estoy yendo a caminar con mis dos hijos varones, Tita se queda mirando una peli. Ayer hubo ataque de angustia generalizado. Ella lloraba porque le dolía una pierna, se le pasó después de que le di tempra y la acosté con Camilo en el cuarto de huéspedes. Coco tampoco se podía dormir, llanto porque se le cayó el yogur de piña y coco, después vino a la cama y se quedó con nosotros un rato viendo el goourmet y haciendo comentarios. Finalmente terminó el programa y se fue a su cama. Todos se despertaron bien excepto yo.

En fin.

Así de realistas las cosas.

domingo, 9 de agosto de 2009

son más de la nueve del domingo

Y se me cayó el cansancio encima. La noche estuvo un poco heavy, Milo tira siete horas (de seis de la tarde a una de la mañana y no se lo puedo correr), pensé que después tiraría otras seis pero no, claro que no, eso sería demasiado bueno por lo cual se despertó a las cuatro y a las siete. Y lloró todo el día y no durmió porque yo ayer cociné una suerte de brownies que quedaron pésimos pero que me los comí casi todos (muy desubicadamente) y le cayeron muy mal. Arrancamos a las doce y cacho, día no muy lindo por lo cual no club, fuimos a Chapultepec, estacionamos y caminamos hasta Antropología. Yo no iba hacía doce años, Diego veintinueve y los chicos no lo conocían. Estuvo bueno. Después caminamos de nuevo y caímos en un lugar malísimo. Comimos como el orto pero bueno, ya pasó. Y fuimos a los de Ile. Merendamos todos ahí, estuvo de lo más simpático, como siempre y llegamos hace un rato con el bebé dormido y los chicos que insistieron para ver un rato de tele (Diego los dejó, en fin).

Me quiero meter en la cama YA.

Así de domingueras las cosas.

sábado, 8 de agosto de 2009

sola en casa

La realidad: no tenía con quién hacer programa.

Tristísimo.

Sigo en pijama y me desperé hace 15 minutos.

la noche más dura

Comimos unos sandwichitos mientras los chicos terminaban de ver la peli. Jugaron a la rayuela en el living con el arbitraje de Diego y después de que mudáramos colchón al cuarto de invitados y cuna al cuarto de los chicos, les leyó un cuento y al rato se durmieron. Nosotros a las once subimos a la cama. Diego se había ido de casa a las seis y media y estaba destruido, yo estaba cansada mentalmente pero dado el poco gasto de energía del día, no tenía particular sueño. Vi un rato de elgourmet y después dejé CNN de fondo pero se apagó rápido (marido pone el sleep). No la volví a prender y me quedé pensando, maquinando creo que sería el término más atinado. A la una se despertó Milo, tira siete horas pero desde las seis de la tarde, no hay modo de cambiarle el hábito. Lo alimenté y me volví a la cama, aún insomne. En eso escucho ruidos y aparece Feli llorando que extraña a su mamá, para esto, ya habíamos dejado queso (y posteriormente habíamos formado su nombre con este material) porque se le había caído un diente, el diente envuelto en algodón y unas monedas. Le pregunté si no quería que yo me quedara con ella un rato pero dijo que no así que llamé a la casa, no soy partidaria de que los niños sufran. Claro que Juana, que dormía literalmente encima de la hermana, se despertó y también quiso irse, les calcé las pantuflas y las bajé para entregárselas al padre. Me volví a la cama a seguir intentando dormir. Pero nada. Internetié un rato y volví a posición de sleeping. Pasó poco tiempo hasta que se levantó Tita, que también dormía en la misma cama, preguntando dónde estaban sus amigas. La llevé tres veces a su cama y las tres volvió. Entretanto, a las cuatro Milo comió de nuevo. Prendí la tele para conjurar tanto pensamiento y Tita volvió a venir por cuarta vez. Decidí cortar por lo sano, la dejé ahí y me fui al cuarto de invitados. Diego de vez en vez se daba vueltas y abría un ojo pero no decía nada. Cuando me estaba por dormir, Tita vino a meterse en la cama del cuarto de invitados conmigo. Eran cerca de las cinco. Un poco antes de las siete Milo quiso comer una vez más, aproveché y me pasé a mi cama. Ahí logré dormir. A las nueve Jose me lo trajo alegando que tenía hambre. Diego se levantó y se bañó para irse a laburar, Simón insistió tanto para ir con él que también se bañó y se fueron juntos. Tita empezó a lloriquear que quería ver una peli. Yo lloré por el agotamiento extremo y la sensación de ahogo de la cual ya no puedo escapar. Intenté volver a dormir pero sonó el teléfono. Me levanté, desayuné una factura que José había dejado en la puerta (sí, no es parte de la dieta pero creí que tanto ajetreo merecía relajar) y de todas maneras, vomité todo a los pocos minutos. Ahora supongo que iré, me arrastraré, un rato con los pequeños al club y a la tarde intentaré dormir la siesta (es obvio que no voy a poder).

En fin.

Así de destruidas las cosas.

agota, insomne y levemente necesitada

¿Viste esos días en los que querés que alguien al menos te haga un té? Desde que se fue mi mamá que no recibo ni un mimo (bueno, en realidad, estoy siendo injusta, Marian hizo una cena casi en mi honor, divina pero ya fue hace mucho). Hoy es uno de esos días en los que quisiera familia cerca. En cambio tengo: un marido con afecciones varias (además de la tos y dolores que viene arrastrando, ayer se sumó el corte horrible en un dedo), dos invitadas a dormir, mi sostén doméstico embarazada y así fue toda la semana (con visitas y problemas variopintos). Bueno, eso, que me siento levemente sobrecargada y sola y que encima me cuesta dormir. Está todo bien pero un respiro no me vendría mal. Ilusa: lo que se viene es peor.

En fin.
Así de cansadas las cosas.

viernes, 7 de agosto de 2009

qué difícil tener un hijo popular

Casi terminaba mi recorrido en Costco, acercándome a los productos de limpieza cuando un señor se da vuelta y me saluda. Yo, que soy muy educada, contesto el saludo pensando que hay gente muy buena onda que va por ahí tirando holas. Pero camino dos pasos más y la mujer, que iba con él, me mira y me dice: no sabes quiénes somos,no? Hago un gesto lo más simpático que puedo que indica que lamentablemente no y ellos me contestan que son los papás de Santiago vayaunoasaberqué, del club, amigo de Simón. Ah, digo, claro. Yo te tengo ubicadísima porque Santi ama a Simón, tu hijo es un sol. Yo, ay, muchas gracias, hace mucho que no lo vemos (con un esfuerzo sobrehumano logré visualizar a Santi- no es taaan difícil, Simi no tiene tantos amigos en el club). No, porque nos fuimos de vacaciones, contesta. Yo: tenemos que ir más, queda bastante hasta que empiecen las clases, nosotros iremos mañana. Ah, sí, nosotros también. Perfecto entonces. Y seguí camino con mi carro en busca de líquido limpia pisos, jabón para ropa oscura y desinfectante para el baño no sin pensar que a mí antes esto no me pasaba, que yo detesto a la gente que no me reconoce porque siempre pienso que se está haciendo la pelotuda. También pensé que yo soy extranjera por lo cual es más fácil ubicarme y también que los años no vienen en vano.

Tengo una pregunta: ¿es posible volverse disléxica con la edad? Estoy teniendo problemas del tipo confundir la derecha con la izquierda (antes JAMÁS me pasaba y desconfiaba de la gente a la que sí), hoy fui a un edificio y al guardia en lugar de decirle 403 le dije 304. En fin, así todo. Me está empezando a preocupar (soy muy joven para tener Alzheimer además, ¿no?).

Bueno, se me está terminando la paz. Tita estaba en lo de María José pero ahora vienen las tres a casa, Jose se fue a visitar a Flor (cruzando el parque) con Milo y Simi está en lo de Dante. Las mandaré a jugar y al rato haremos galletas.

Sigo pensando que yo ¡no nací para esto!

Así las cosas.

joyitas del pasado





Éramos tan jóvenes, tan pelirrojas y tan pocos...

ayer a la tarde

Me pasé un buen rato eligiendo fotos para imprimir. Desde que vivimos acá no imprimí ni UNA. Sí, cualquiera, somos un desastre mal. Entonces, con el USB de Diego me dispuse a buscar todas las que me gustaban desde el 2005 (oops) y me mató la nostalgia, la incredulidad por todo lo que pasó, la juventud perdida (hoy me di cuenta de que se me fue el poco espíritu joven que me quedaba en el momento en que me compré una mermelada de naranja. No doy.) y esa sensación de que no tenés ni la más puta idea de cómo pasó el tiempo. En fin. Hoy fui muy contenta con mi USB a Costco pero oh no, claro que no, a mí nada me sale del todo bien y esos dispositivos tienen un no sé qué de seguridad que el aparato no lee. Malísimo mal. Tendré que pasarlas a un cd o no sé bien qué debería hacer. En fin. Ahora busco unas joyitas y las posteo. La conclusión: Tita era espantosa pobrecita, por suerte a los dos años ya era una divina total. Simón cambió grosso, claro que su etapa de esplendor ya pasó, ahora hay que esperar hasta los 21 aprox. para ver qué onda. Y lo más raro: ahora se viene todo de nuevo con Camilo pero de verdad que con el tercero, pobre, no te das mucha cuenta de nada. Es cierto: se crían solos.

Así de históricas las cosas.

jueves, 6 de agosto de 2009

fotos en tiempo real



Amo esta remera.

No sé por qué la uso tan poco.

También amo mi living y el Photo Booth.

Aunque: ¡debería trabajar!

estoy

Un poco aburrida, harta de casi no ganar plata. De ser gordich (aunque bajé más de 18 kilos y ya no falta taaanto) y de no sé qué más. Me dieron ganas de quejarme. Avanzo lentamente con el trabajo. Chateo. Hablo por skype. Cocino. Doy la teta. Y en un poco más de una hora, me voy con Tita al cine. No pudimos ir al club, eso hubiera estado bien. Milo está mucho mejor de la panza. Es un dulce. Quiero vivir en comunidad. O trabajar un par de horas en algún lado. Participar de una película.

En fin.

Pero sigo acá. Encerrada.

Así de quejosas las cosas.

nada de nada en el frente

Los chicos me rondan. Aburridos. No saben jugar y eso me brota. Les digo que salgan, que tengo que trabajar. El bebé duerme en su cuna. Tengo que trabajar. Las cosas no avanzan a ese nivel, no cambian. Hago esfuerzos infructuosos pero tampoco tengo demasiada energía. Ni siquiera para el deporte. Los problemas de panza me dejaron KO. Y los otros ni te cuento. Cansancio. Pero todo bien. El martes cumpleaños de Diego. No sé qué regalarle (venimos de un viaje, man), no me dice si quiere festejar o no, a dónde quiere ir a cenar. Nada. Difícil a veces mi marido. Ayer llegó tarde de la cena y lo extrañé. No tenía ganas de estar sola. Mucho sola. Me duermo tarde. Tardo. En fin. Me acabo de enterar que el fin de semana Diego trabaja. Estoy harta de estar sola. Después se va a Buenos Aires quince días. Todo me parece tan injusto.

Así de desalentadas las cosas.

miércoles, 5 de agosto de 2009

¿desde cuándo...

yo soy adulta?

No, eh, hay un error de concepto. Yo sigo siendo una pendeja y siempre lo seré y actuar como persona grande no es lo mío.

Pero de repente, la realidad se impone, como hace ocho años, como hace uno, como hace cuatro. Se impone y zaz, no te queda opción.

En otro orden de cosas, fui con Tita a lo de Pau mientras Coco estaba en lo de Dante. Volvimos y me fui corriendo con él a ver Harry Potter. Era el último día para aprovechar las entradas gratis. Le compré unos nachos y la pasamos genial. Ahora, claro, tiene miedo. Escucha música clásica para conjurar el espanto. La luz del pasillo prendida (como siempre) y yo con la puerta abierta y disponible (también como siempre). Mi papá venía y se tiraba en la cama conmigo. Yo solía tener mucho miedo de chica. Mañana llevaré a la pequeña a ver G force. A cada uno su espacio mientras pueda.

Por lo demás: Harry Potter y Star Wars son lo mismo. Y yo concluyo burdamente que para ser feliz resigné el lado oscuro. Ser feliz, eso que parecía imposible y escurridizo, esa fantasía infame a la que me uno día a día. Lo prefiero. Lo superficial, lo fácil. Garantía de supervivencia. Sabelo.

Diego en cena de hombres.

En fin.

Así de escapistas las cosas.

el estado de situación

Acabo de llegar del super.

Josefa está embarazada.

Embarazada de cinco meses y no se había dado cuenta. Me choco con el problema de la ignorancia tan de cerca que me odio y odio a todo el mundo. Mil quinientas veces le pregunté si no estaba embarazada en este último tiempo (día por medio) porque estaba con dolores de panza. No, no y no. Otras tantas veces los años anteriores le dije que se cuidara. La mandé al centro de salud hace dos semanas y los imbéciles ni siquiera le preguntaron la fecha de la última menstruación. Los detesto. Ayer la vi gorda y le volví a preguntar, me dijo que no, que no pero le hice hacerse un test y claro, claro que esa panza no era normal.

A mí me sigue doliendo la panza. Creo que es un virus, Tita también se siente mal.

Lo único positivo del día: apareció la billetera. Diego me dijo que había buscado por todos lados (?) por eso yo no me ocupé. Estaba abajo de la cama. Cuando ves todo negro, que pase algo bueno abre una luz de esperanza.

En fin.

A Jose le traje un chocolate, la abracé cuando se puso a llorar, le dije que iba a estar todo bien y creo que ahora está más tranquila.

Así de fértiles las cosas.

antes del aluvión de bajones

Pensé:

coger es todo.

No me digas que no.

y qué más?

*Estuve toda la noche mal de la panza, MAL MAL
*Roberta tuvo fiebre
*Camilo posiblemente tenga una hernia en un huevito, ayer fuimos al pediatra; me super preocupa, obviamente.
*Josefa tiene un problema grave
*Diego perdió la billetera

Estoy agotada, agobiada, me sigue doliendo mucho la panza. Jose se fue un rato, vino un amiguito de Simón, en algún momento tengo que ir sí o sí al super a comprar fruta y verdura y Diego tiene mil cosas de chamba.

Esta mala racha no me la esperaba en lo más mínimo. De sólo pensar que tenga que operar a mi bebito me baja la presión.

Así de complicadas las cosas.

martes, 4 de agosto de 2009

estoy completamente quemada

Sin razón aparente.

nublándose, tan lindo que estaba

Estoy esperando a que Xime me traiga las niñas. Tenía plan de madrugar e irme sola al club a hacer deporte. Ahora el plan es irme con los cuatro grandes, que jueguen en el club mientras yo hago deporte y que cuando llegue Pau vengo a buscar al bebe. Eso sí, que se ponga lindo. Amaneció con un sol brillante.

Duermo mal.

Sueño demasiado.

Con conocidos y desconocidos, con restos diurnos inhallables.

Completamente despierta de tres a cuatro y media de la mañana. Me levanté a las nueve y cuarto.

Diego se va tempranísimo. Burn out again.

Cuando dije lo difícil de tener un familia, en un post anterior, quería decir empresa. El inconciente prima por la falta de reelectura en mis posts. Tengo lapsus y los dejo ser.

Me duele la panza. Sigo vomitando. Qué espanto. Qué onda. Hoy a las seis de la tarde, pediatra con Milo.

Mucho trabajo atrasado, poca voluntad.

Así de desorganizadas las cosas.

lunes, 3 de agosto de 2009

acá, con mucha hueva y muchas cosas que hacer

Uff, volver a la vida normal es difícil. Hoy te diría que horrible. Y eso que últimamente pienso que tenemos una vida increíble, que todo es lindo y buena onda y puro optimismo pero la realidad es que estar de vacaciones es todo. O casi. Tengo la tintura puesta y muchas cosas que hacer en la compu. Creí que no me había manchado nada, que esta vez había sido una genia pulcra y finalmente estoy peor que nunca, con manchas café por todos lados. Camilo está enorme y divino, sentado en el bebeseat cerca mío, me dan ganas de comérmelo a besos, es uno de los bebés más buenos que conozco (Simón era así también y presumo que Tita también aunque con tanto kilombo en nuestras vidas, poco me acuerdo de ese momento, pobrecita). Eso sí: parece un super bebé por su tamaño.

En fin, no sé qué quería decir, supongo que qué hueva y pobre marido qué quemado que está porque antes, antes no hace tanto y desde que lo conocí, marido prefería trabajar a estar de vacaciones (cuando trabajaba en Mtv por sobre todo), pero ahora marido prefiere las vacaciones y eso, aunque usted no lo crea, me parece raro. Así de extraño es mi marido.

En fin. Que ya se largó todo de nuevo y ni modo, ahí vamos.

Así de fiacas las cosas.

(me levanté a las once menos veinte, no tengo control!)

domingo, 2 de agosto de 2009

y se fue el domingo, se fueron las vacaciones y ahora la vida real

Mmmm, después de tanto high temo una caída. Pero pensemos en positivo. Ponele que me sale. Bueno, me está saliendo bastante últimamente. Llegamos y la casa nos pareció super linda, pasamos el domingo muy tranquilos, ordenando, yendo al super y después viendo amigos. Bien ahí, los amigos claro. Siempre está bien eso. Me sorprende tanto la gente que no tiene amigos. A la mañana temprano me depilé todo lo que pude. Me deprime seguir gorda, veo las fotos y quiero llorar ¿cuándo se termina esto? ¿Es una jodita para Tinelli? Quiero ser flaca una vez más. Ya llegará. Espero. Me deprime mucho que me salió como una sombra arriba de la boca (sí, en el bozo, digámoslo con esa palabra espantosa). Mañana mismo llamo a un dermatólogo para que me diga que onda. Igual, alegría. Paz familiar. Contentez. Descanso. Concluí que a Diego le está haciendo muy mal trabajar, tener una familia te puede quemar el bocho y este parecería ser el caso. Pobre pienso. Igual espero que el despeje de las vacaciones tengan una duración al menos mediana. Mañana yo también trabajar. Ponerle pilas. Pensar. Cada vez me cuesta más.

En otro orden de cosas, Roberta se cree una diva y actúa en consecuencia. Su padre le da todos los gustos y está cada día más insoportable. A veces quisiera que se pareciera un poco más a mí en algún aspecto. Algo. Seguramente sería todo más fácil. Igual es un personaje increíble, habla sin parar y dice unas cosas que no entendés de dónde las saca. Todo el tiempo está carburando algo extraño.

Compramos unos cubrecamas divinos que estamos estrenando.

Chicos, mi marido me reclama para que vea Top Gear (es un programa de autos de la BBC del cual es fan y considera que yo también debería serlo, es verdad que está bueno pero no es lo que más me divierte, obvio).

En fin.
Así de plenas las cosas.

las mejores vacaciones de la década

La pasamos alucinantemente bien. Increíble. Recorrimos, paseamos, compramos, comimos (bastante mal) y nos quisimos mudar.

Fuimos al Getty, caminamos mucho por Santa Monica, al farmers market, fuimos al Ikea de Burbank, a Disney, al museo de Historia Natural, al zoo de San Diego, a Malibú, a caminar por Venice, a Hollywood, a cenar con el primo L@lo y pasamos por Beverly aunque no lo recorrimos a pie. Diego se portó perfecto, estuvo hiper tranquilo, super conectado con los chicos, paciente, ayudador al máximo. Podría haberme querido un poco más a mí pero supongo que tooooodo no se puede.

Y ya estamos de vuelta. La llegada, a pesar de que aterrizamos en Toluca, fue heavy como siempre. La ineficacia, la necedad y otros etcéteras me hacen acordar el por qué del nombre de este blog.

Eso sí: Los Angeles muy caro (Malagata tiene razón). De todas maneras, podemos volver. Quedaron muchas cosas por hacer.

Hoy espero conocer a la pequeña Mila. E ir al super porque el refri está completamente vacío.

En flickr muchas fotos familiares.

Así de regresadas las cosas.