viernes, 28 de agosto de 2009

creo que

Me dejaron plantada. La mamá de un amiguito de Simón que se cambió de colegio. No era el día para eso. Hubiera hecho otras cosas. Cosas que me sacaran de este letargo. Ahora, en cambio, leo una novela insoportable y soporífera y me doy pena a mí misma. Eso, sabemos, no está nada bien. Galletas de avena y el pastel de zanahoria reposan solitarios en la cocina.

Te repito: no era el día. No tengo resto.

Así las cosas.

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