jueves, 27 de agosto de 2009

ando medio triste

Con ganas de vivir en Buenos Aires. No es que idealice porque sé que ahí después me re deprimo. Pero acabo de skypear con mi papá y pensé que podría ir a almorzar con él. Y tomar cafecito con mi mamá. Y estudiar algo. Igual, necesito trabajar más. Me quema la cabeza la improductividad. No funciona para mí. Me cansa. Me aburre. Me deprime.

Lo de siempre, bah.

Hoy hablábamos con Diego de la gente débil. No me gusta la gente débil. Pensé mientras me duchaba.

Y reflexiones. No, nada. No me da el bocho. Se me quemaron las neuronas en la cotideaneidad. Y yo, que alguna vez me creí inteligente, hoy no puedo más que pensarme como un cero. Un cero a la izquierda. No, no es que tengo baja la autoestima. Es una simple ducha de realismo. Se me fue el buen humor, la energía y la alegría. Y Encima me odio por eso.

Eso sí: hice 50 minutos de gym. Me duele todo.

Ya me comí un bowl con papaya, yogur y granola. Añoro ser flaca. Llevé un pantalón que no me entró. Tuve que re-ponerme las calzas.

Así de apagadas las cosas.

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