jueves, 17 de septiembre de 2009

a veces me gustaría tanto

Tener algo para decir. Por ejemplo.

Igual, pavadas. Gente cercana que sufre y me da mucha pena. Es increíble en lo que pueden devenir las historia. Por suerte, ahroa que no soy yo, ahora que me siento contenta y plena en mi vida actual, sin angustia, lo veo a la distancia y pienso en qué puedo hacer.

Ahora, igual, nada. Mi hijo menos se acaba de despertar (después de una de las peores noches desde que nació, aunque nada grave). Y lo voy a vestir para ir al super.

Así las cosas.
Muy grises.

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