jueves, 5 de abril de 2012

con unos minutos robados

Bueno, pelotudear es mi expertise pero últimamente no pelotudeo mucho en casa. No sé bien por qué. Ah sí, está madre, claro, y los chicos de vacaciones. Entonces, cuando me siento acá trabajo o contesto algún mail con retraso (tampoco recibo tantos, para qué mentirnos, ni mando espontánamente) o leo huevadas en múltiples diarios. El tiempo, entonces, en realidad, se lo robo al hecho de tener que ordenar muchos ambientes de la casa. Pero: lo haré la semana que viene. Esta semana sabía de antemano que no lo iba a hacer y me mentalicé para hacerlo la próximo. Y, sabemos, no soy muy dúctil en el subject "cambio de planes". La semana que viene también retomo el deporte. Me urge. Todo el esfuerzo hecho durante años caído en desgracia (soy de una literalidad asombrosa, lo sé). Tampoco ando con ganas de arreglarme en general. No me pinto las uñas, hace mucho tiempo que no me compro ropa, me pongo siempre lo mismo y me chupa bastante un egg.
Padres e hijos están en el Papalote. Papalote acá quiere decir barrilete y este lugar es el museo del niño, tiene cosas interactivas, es lindo y pro y yo fui solo una vez. En un rato nos encontraremos a comer carne. Íbamos a ir al Contramar pero preferimos Patagoni, el clásico de clásicos.

La piel me tira, está muy seco. Los jardines están hermosos con el pasto ya puesto. Pero recién en 15 días podremos pisarlo. El muro gris de la cocina y la sala de tele quedó espectacular, me hizo contenta.

Terminé lo que debía y solo le falta un repaso. La otra vez hablé de trascendencia. Ojalá no vuelva a importarme nunca más. Sería una frustración enorme. De marido no sé nada, ayer estaba resguardado en el hotel (sí, para en un hotel en Bs As, qué cosa tan rara) mientras se caía el cielo. Hoy creo que graba pero no sé bien, la comunicación es escasa y fragmentaria.

Y no mucho más. La semana que viene quiero comprar chocolate para que los chicos hagan paletas. Los llevaré al club. Simi quiere ir al MUTEC, que es el museo de tecnología, voy a ver si hay alguna muestra copada en el centro e iré conocer el nuevo deli de la Roma, además de enmarcar el cuadro que me regaló Nicolás. Y ordenaré, claro. Todos los ambientes comunes están hechos un caos.

En fin, chicos.
Ah, y sigo sin comer ni trigo ni huevos ni lácteos, restringí el consumo de carne vacuna y me excedí en el de batata y palomitas dulces y se me re nota. Odio mi metabolismo.
Así las cosas.

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