martes, 19 de diciembre de 2006

ser

yo nunca pero nunca fui canchera. en la primaria (estatal) era bastante lidercita (parece) pero no tan buena como mi hijo, un poco cruel. supongo que era una cuestión defensiva al mote de gorda que me supe aguantar. era redonda pero no la más gorda del grado. tenía amigos varones, además de las chicas, que me molestaban mucho. mi maestra de primero y segundo decía que era para llamarme la atención. no lo sé.

me gustaba ser la preferida de la maestra y casi siempre lo lograba (excepto con marta, la de quinto a quien le grité que la odiaba y me fui dando el famoso portazo), me sentaba bien adelante con marce, me sacaba todos sobresalientes y no hacía kilombo. actúaba en TODOS los actos y todos los años era escolta (excepto en quinto, que no llevé la bandera). supongo que los que después fuimos al buenos aires teníamos un poco ese odioso perfil.

hacía cuarenta mil actividades extra escolares, pasé por todos los talleres que frecuentaba la pequeña burguesía porteña: cerámica, danza clásica, piano, inglés en el BAE y el IH, jazz, patín, voley, teatro y algunos etcéteras.

hasta los 12 años fui a la colonia del pez que pez todos los veranos. si mis papás no lo podían pagar, lo solventaba mi abuelo porque yo era fan. todas estas actividades hicieron que conozca a mucha gente, o del buchardo o de la colonia o por hijos de amigos de mis papás. además, tengo una memoria prodigiosa lo que me hace un poco "sospechosa". pareciera que presto demasiada atención pero es una de las pocas cosas que me sale fácil y naturalmente.

en séptimo iba a muchos bailes de colegios: NEA, Independencia, Highlands y demases. veraneaba en pinamar y a partir de los 13 (concomitantemente a la convertibilidad) empezamos a recorrer mundo.

todo confluye en lo del principio: nunca fui canchera. sin ser una desplazada. siempre estuve pero presumo que sin destacar. pasaron muchos años y sigo sin tener la suficiente distancia crítica. siempre tuve una mejor amiga. estefanía, marce, fer, caro, joy...tener una mejor amiga te sostiene, te contiene, te ampara. a pesar de que vos seas la fea.

mi primer beso lo di a los 13, a un desconocido que me sacó a bailar lento en BA. no podría decir que fue un comienzo romántico pero así fue. mi vida sentimental nunca fue romántica.

estuve enamorada del mismo chico de los 12 a los 22. era el hijo de los mejores amigos de mis papás. nunca supe por qué no me quería. por qué a veces me daba bola pero no me quería. a partir de mis 15 vivía afuera. pero nunca me quiso. sufrí taaaanto que no lo puedo entender. en algún lado está mi diario de los 13 con una foto carnet envuelta en un papel que dice "no tocar", enganchada con un clip. no recuerdo cómo la conseguí. en mis 29 habré besado a 50 chicos. me gustaba mucho dar besos. me cogí a muchos menos, tardé en decidirme. pero besos sí. muchos y con poco filtro.

siempre fui bastante asceta. no pedía nada aunque me gustaba tener cositas. a partir de los 7 coleccionaba gomas de borrar, sucias y rotas las tengo en algún lugar de mi casa. los papeles de carta también. después fueron discos. nunca supe mucho de música, fer siempre sabía y estaba antenta. yo leía. igual, los jueves fer llevaba el NO y lo leíamos durante las clases, abajo del banco. Clara de noche. para ese entonces fer había logrado pasarme unos cuantos bancos más atrás y estar del lado de los "malos". en esa época nos decían "los gordos", que no nos concedieran ni el género era lo peor del caso. escuchaba un poco de gorriones, mano negra, la portuaria, the cure, charly, a veces un poco de sabina, cuando estaba triste, y etcéteras. después sólo escuché jazz. y música barroca. y siempre leí mucho, en cantidad (no puedo garantizar la profundidad del caso). leía en la playa, odiaba el sol, la vida al aire libre, el deporte. odiaba la alegría y la gente que no se había "dado cuenta", pensaba que eran una manga de idiotas.

después desistí de estudiar psicología por una poco feliz intervención de mi madre. entonces, elegí derecho. humanística con praxis profesional. pero una semana en el cbc y una visita a tribunales con una abogada del estudio de mi papá fueron suficientes. también desistí. volví a sexto año. volví al diván y me decidí por letras. me parecía prestigiosa, difícil y que sonaba bien. al final, siempre me había gustado leer.

en un momento, me deprimí mucho. me sentí perdida, vacía, sola, y todos los etcéteras que puede sentir una chica de 20 años sin vocación y sin novio. igual, seguía estudiando. mi mamá me invitó 10 días a europa, a ver si se me pasaban un poco las penas. ese amor tenía una novia con la que vivía, era oriental y se dedicaba a la música como él. el mundo se me caía encima.

volví de europa y decidí buscar trabajo de verdad. basta de cositas. en la facultad me iba normal, ocho me iba. sin pena ni gloria, sin destacar. salía mucho, tenía amigos, los chicos no se enamoraban de mí y ahí entré a Los Inrockuptibles. estaba feliz. creo. entré de pasante. cargaba cosas, me trataban mal, ayudaba al encargado de los eventos (con quien el segundo día apreté a la vuelta de la oficina, muy poco seria). pero estaba ahí. yo quería escribir. o creí que quería escribir. ya no sé. después de unos meses me ofrecieron montar el departamento comercial. llamé a un amigo para que trabajáramos juntos. dije que sí pero si se abría otra cosa, yo quería producir contenidos. esa parte de la redacción no me quería: la concheta, medio pelotuda. no sé. no teníamos onda.

usaba borceguíes, mucho negro y mucho bordó. boinas. abrigos de cueros comprados en camden town. bufandas. siempre me vestí un poco igual, adaptándome a la moda pero con los mismos objetos.

y uno que cree que quiere algo pero por ahí no, entonces se frustra, no le gusta el lugar que tiene (aunque sea la que más gane de todo su alredor, la plata no tenía importancia, ahorraba para viajar y lo hacía). entonces decidí irme. rendir finales porque había estado trabada, en el medio cambié de analista, conseguí novio y me reprobaron dos veces en una materia (injustamente). encima no era obligatoria, la segunda vez quise arruinarme el promedio. sin gustarme la academia, de todas maneras, quería un posgrado afuera. no veía otra opción, a decir verdad. entonces, renuncié a la revista, me puse a estudiar y luego mi novio me dejó. lloré tres semanas seguidas, me sentí lo peor del mundo, adelgacé y después salí fortalecida. cursé 4 materias en un cuatrimestre, me puse contenta, cogí mucho esa primavera y después de escaparme a punta del este de una navidad familiar a la que "el chico" iba con su chica oriental, conocí a diego. y me enamoré.

el resto es historia conocida.

sigo sin ser canchera. soy medio x. me visto medio normal. es raro que use zapatos. o botas o zapatillas. desde los 18 que no me puedo poner un reloj. ya no tengo aros en ninguno de mis 4 agujeritos (a los 14 me hice tres de un lado, creo que no era tan normal en esa época). de vez en cuando me pongo algún anillo, siempre grandes porque tengo mano gigante y porque me gustan. nunca me saco la alianza. y casi siempre llevo el pelo recogido. no me lo seco, no me lo peino. a veces una hebilla. compro todas iguales y las uso hasta que se pierde la última. ya no uso ni bufanda ni pañuelos. a veces me gustaría vestirme mejor. creo que me haría más linda. nunca me pinto, si la ocasión es muy especial y tengo el ánimo muy arriba me delineo los ojos, me pongo rimmel y brillo en los labios. soy incapaz de taparme los poros con base. cada tanto me pinto las uñas de rojo. pero cuando no están pintadas no puedo evitar comérmelas.
soy excesivamente despojada. tengo un problema con la plata, temo todo el tiempo quedarme en la calle por más que no tenga sustento real (al margen de que me pasó pero no es eso), no puedo gastar, compro sólo comida. no tengo casi ningún apego a los objetos aunque soy conservadora, en el sentido amplio del término.

hace muchos años que no escucho música. aunque me gusta cantar a voz en cuello cuando estoy de humor. cuando leo, lo hago compulsivamente y sigue siendo unas de mis actividades predilectas. tengo un piano pero no lo toco. me hubiera gustado ser linda pero ya no me importa. no soy gorda pero tampoco flaca. me gusta la vida al aire libre, me gustaría ser deportista aunque disfruto del ejercicio físico, me gusta que haya sol, ver películas, ir a comer. me gusta coger aunque bastante menos que antes, no sé si son los hijos, las hormonas, la depresión. me gusta tener amigos. me gusta la familia, me gustaría estudiar porque es algo que disfruto. me gustaría trabajar de algo que me guste. me gustaría ser reconocida aunque no sé en qué. me gustaría no preocuparme tanto y ser más liviana. soy mucho menos angustiada, la existencia ya no me pesa, cuando no estoy deprimida (esto es coyuntural) me gusta empezar el día, me gusta mucho bañarme con agua bien caliente. me gusta haber tenido hijos, me gusta haberme enamorado y que se enamoraran de mí. me gusta dormir abrazada a diego. me gusta que mis hijos estén contentos. soy un poco nerviosa, tengo épocas y me gustaría no serlo más. querría cocinar más, ser más flaca, ser menos despojada y pescado frío. me gusta que la gente confíe en mí y sepa que voy a estar siempre que me necesite. me gustaría haber sido brillante, a los 10 años me dí cuenta que eso no iba a pasar, me costaba tocar un minuet que mozart había compuesto a los 5. cuando estoy bien puedo ser graciosa, no me importa que la gente se ría de mí, hace mucho asumí que soy defectuosa y prefiero reírme.

no soy sofisticada. no tomo alcohol, me gusta la comida sencilla y los gustos simples. no tengo mucho estilo. podría comer sandwichitos de pita y queso todos los días de mi vida. si me das a elegir, prefiero la comida francesa por sobre otras nacionalidades. me gustan las cosas dulces.

siempre se esperó algo de mí que nunca llegó. hace mucho que no soy una joven promesa, si es que alguna vez lo fui. me hubiera gustado escribir pero no tengo imaginación ni estilo ni voluntad. me hubiera gustado ser cantante. y actriz. me hubiera gustado hacer algo "importante".

no yo nunca fui canchera. y aunque seguramente me hubiera gustado, con los años entendí que eso, eso no es importante. para nada.

9 comentarios:

marina k dijo...

qué lindo este post. me lo devoré. además esas cosas de sentirse identificada y cosas que pasan cuando una tiene un blog y te leen chicas más o menos atravesadas por las mismas cosas, el ocho, los psicoanalistas, la vocación -no vocación, ser actriz, importante, ni gorda ni flaca, y todos los etcéteras que narras.
te cuento algo? yo te conocí cuando vos tenías esos 20 y trabajabas en inrocks. yo tenía, cuánto? 17 quizá, sí, 17. y me parecías re canchera, re top, re atrevida y todas esas cosas que yo también quería ser y pensé que no llegarían nunca.
un beso
marina

JB dijo...

jajajaja, gracias lola. seguramente es que vos eras muy chica, yo tendría 21 y vos 17.

seguramente hoy sos lo que querías ser y eso está bueno.

todo llega o deja de importar.
te mando un beso grande

juli

Anónimo dijo...

Me encantó tu post. Una autodescripción que suena muy sincera y para identificarse.
Yo también siempre quise ser canchera pero a su vez hago de todo para pasar desapercibida.
Me gusta mucho tu blog, te leo siempre.
Beso grande,
Lu.-

Peluka dijo...

Obra de arte, quieras o no. Si fuera ficción, pediría más. Siendo realidad me dio envidia, por lo vivido y por lo asumido y por cómo lo escribís.

Beso

Anónimo dijo...

hola juli,
me gustó mucho esto de asumir. de llegar a los 30 y saber que muchas con las cosas que soñaste nunca llegarán. a mí me re está pasando. pero bueh...
por acá todo bien, vos?
besos,
luigi

JB dijo...

ay chicos, no sentí que asumía nada!!!!!! siempre fui igual!!!!! pero bueno, por ahí antes no me daba cuenta?!?!?!

hola luigi! yo acá.

gracias pelu, siempre hay un poco de ficción por más honesta que sea.

hola lu y muchas gracias.

saludos para todos!

Tatiana dijo...

un post precioso!!!! hay partes en las que me reí mucho porque me pasó lo mismo. Y esta bien no ser canchera, pero escribe muy muy lindo. Aunque no se de cuenta o le pegue la humildad.

Conz dijo...

un placer conocerte

Ca dijo...

qué lindo post jb.