quién es yo?

pensaba un poco esto mientras miraba a calamaro. bah, en los ratos que me sentaba porque mi condición no me permite bancarme todo como en otros momentos. aunque. aunque es verdad que ya no me banco todo nunca. o sí? pensaba, escuchando canciones viejas que me remiten a períodos pasados en qué onda conmigo. volver es volver a mí, pienso. porque yo no soy esta, soy otra cosa, con una dimensión más y no hablo de neurosis (en este momento toco los picos máximos de raye en mucho tiempo). hablo de hacer las cosas que sé que me gustan hacer y tengo relegadas completamente. no me siento muy comprendida en este aspecto. mi marido piensa que digo pavadas y ni sabe de qué le hablo. pero yo te hablo de esa otra vida que extraño tanto. y las calles, que ya te dije, caminar por las calles como siempre, con esa humedad extrema, la baja presión que es tan familiar. el suburbio se me volvió insostenible aunque ni siquiera lo vivo porque no me levanto de la cama.

hoy manejaba pensando que no quería estar embarazada. no quería ni quiero pero estoy. dos embarazos indeseados de tres. es un promedio muy alto. necesito conectarme con la certeza de que lo que importa, lo que queda, es la familia. yo sé que es así. lo sé y lo valoro y por eso quisiera estar allá. hablé con mi mamá y corté llorando, lloré a los gritos como una nena que quiere estar con su mamá que también la está pasando mal.

y yo como era? era como ahora pero más insegura, muy cachonda y bastante aparato. sí, más que ahora.

diego me compró el remedio que saca las náuseas, bah, que se supone que saca todo porque se usa para casos extremos. me siento mejor, no vomito pero se me parte la cabeza. quiero volver a mi bunker. me da pena mi familia. diego, tan solo. los chicos, sin que yo puedo conectar. estoy. estoy en babia. colgada del malestar y un sufrimiento que no logro conjurar por más que lo intento relativizando. me sale tan mal.

ojalá las cosas fueran distintas. por mí y por todos.