sobre la hiper conciencia

a veces me pregunto por qué diego sigue queriéndome (a veces también me pregunto por qué sigo queriéndolo, eh, no soy sólo auto revisionista). puedo ser taaaaan difícil, sobre todo si estoy angustiada (cosa que sucedes el 85% del tiempo). pero después me doy cuenta de que puedo ser tan buena onda. tan simpática y agradable. te hago chistecitos, pongo caras y él me mira con amor. como ayer. pobre. él tampoco la pasa bien y yo no ayudo pero...que haya amor después de tanto tiempo definitivamente dan ganas de aguantar los chubascos (aunque muchas otras alternativas tampoco queden, para qué mentirnos). somos muchos y vamos a ser más. me despierto pensando en que hay que pagar las consultas del pediatra todos los meses, los pañales, el seguro médico y las colegiaturas y el día empieza definitivamente amargo. igual, yo creo, en el fondo de mi corazón, que vamos a salir adelante, como siempre, a pesar de la coyuntura mundial. y claro, no me queda otra que creer porque si no...qué hacemos, renunciamos?

en otro orden de cosas, tita se levantó sintiéndose mal, el día está imposiblemente oscuro y deprimente así que se quedó en casa. mira discovery tapada con una frazadita al lado mío. yo ando con mi camisón batón (que a diego le pareció un bajonazo y a mi me copa, con florcitas tipo liberty, suavecito y especial para llevar una panza enorme y dar la teta). igual, creo que voy a ir a mi cuarto a mirar el partido de del potro. casi no tengo trabajo, eso no es bueno, no, pero peor es ir a la oficina a lamentarse. prefiero jugar a la desempleada en el calor de mi hogar.

entonces: así las cosas. grises pero con buena voluntad.