jueves, 5 de enero de 2012

hola vida cotidiana y alienación

Pensé que no iba a escribir más.

Siempre tengo cosas para contar sobre todo si voy a Bs As. Hay dos cosas que me llamaron mucho la atención de los porteños. Una vez más la intensidad de las relaciones interpersonales en todos los niveles. Las conversaciones pueden llegar a ser muy íntimas con cualquier ser que te cruces por más de dos minutos: increíble. Por otro lado, la violencia discursiva me dejó pasmada. En cualquier circunstancia la gente tira un "te voy a cagar a trompadas", "te voy a dar una piña" o semejante con una liviandad aterradora. El portero de la casa de mi suegro cada vez que Camilo lloraba le mostraba la mano cerrada en señal de golpe como una gracia. Yo sigo preguntándome qué le ve de divertido. Acá la violencia existe pero soterrada como casi todos los sentimientos. Que no se note. De todas maneras, lo prefiero.

Por lo demás, de verdad la pasé increíble. No me importa que Bs As, tal como dijo Flory en una de las tardes que nos pasamos junto a Milo tirados en la cama, sea África meridional con pretensiones europeas. Bs As con lo bueno y con lo malo es mi lugar en el mundo. México no. Estoy un poco muerta por dentro viviendo acá. Es cierto e innegable. Y no veo la luz al final del tunel. Ni modo.

Sin anhelos ni estridencias comienzo el 2012. La vida es esta sucesión de días y nada más. Ya no busco la trascendencia ni el brillo. Solo quiero una cierta paz.

Bueno, chicos, mucho por hacer.
Así las cosas.

1 comentario:

Marcia dijo...

Sin anhelos ni estridencias.
La vida es esta sucesión
de días y nada más.
Ya no busco la trascendencia
ni el brillo.
Solo quiero una cierta paz.

me encanta esto que escribiste, sin brillo ni estridencias, es precioso.