viernes, 20 de enero de 2012

va de nuevo

Nadé 30 largos en 20 minutos. O sea, las tres veces que nadé esta semana (después de 20 años de que ni se me pasara por la cabeza) hice cada vez más en el mismo lapso. De todas maneras el objetivo sería subir el tiempo. Hoy me recomendaron que mirara videos de Michael Phelps y puede que vaya a hacerlo.

La balanza no se hace eco de mis esfuerzos y me deprime todavía más que estar endémicamente desempleada. A eso me resigné, a los kilos no. De hecho, esta semana decidí que el goal del año será "estar buena". Sí, un goal raro pero saludable. Jamás en mi vida se me había ocurrido tener buen culo, por ejemplo. O que no sobrara grasa en el entorno. Pensé que el tema de erradicar los hidratos iba a dar resultados más inmediatos. Te la debo. El martes vuelvo al médico a que me diga qué onda. Llevaría una bazooka si no tuviera consecuencias con la ley. Escuchame pibe: SOLO VERDURAS VERDES Y NI UNA HARINA Y CASI NO FRUTAS es para que esté transparente, no así.

Que marido me quiera le da otro color a la vida a pesar del suburbio mexicano (me tiene harta), la dieta y el desempleo. Claro que todavía no me quiere del todo pero al menos pareciera soportarme. Eso sí: el domingo se va a Miami.

Por lo demás, nada. Hay bodas en el horizonte, no hay proyectos, hay hijos y hay casa nueva que todavía no sabemos cuándo podremos habitar. Hay visitas de carpinteros y tapiceros, muestrarios, páginas de internet abiertas, búsquedas infructuosas de diplomados y programas para escribir que quedan abiertos por semanas. Hay mucha pile y no tanto frío. Hay una visita próxima de padres. Hubo findex en Valle invitados por Xime y Manuel con paseo en lancha incluído (a donde nos invites vamos y sabemos disfrutar de los programas aunque no bebamos ni comamos).

Hubo un tiempo en el que fui copada, lo juro. Ahora soy así: chata y llovida. De leer ni hablar. Tampoco pelis. Bueno, tres noches de la semana salí y mañana quiero que vayamos a ver la muestra de Escher y la de Ron Mueck al centro. Después podemos pasar por un cumple o hacer alguna otra cosa por la Roma sin kids.

También hay una infección urinaria desde octubre pero ya controlada por antibióticos. Hay una cierta meseta que después de dos años intensos no me viene del todo mal. Hay un aburrimiento sin angustia que yo sé apreciar. A pesar de que cuando pienso en mí, en lo que no soy y esas boludeces, me pongo triste.

En fin chicos.
Así las cosas.

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