martes, 28 de febrero de 2012

las inminentes nuevas vidas

Chatié con rato con Lau, felicitándola por su cumple. Uy, de repente me acuerdo el último que fui soltera, en lo de Jorge, a la vuelta de la que era mi casa, a la cabeza se me vienen las sillas Toné y toda la gente que me rodeaba en esa época. Parece otra vida. No falta nada para que nazca el bebu, qué emoción, nada como parir y nada más especial que el nacimiento de tu primer hijo.
Casualmente me escribe Luli, también por parir, Ciro nace en cualquier momento. Estamos lejos de todo pero acostumbrados. Bebés en el horizonte, tan lejos de mi realidad con mis hijos creciendo pero tan alegre. Me volví parte de esa gente a la que los nacimientos le erizan la piel. La vida es vida. Los hijos son futuro y planes y esperanza y sobame la quena si suena cursi. La maternidad da esa dimensión más, suma, ensancha el horizonte, insufla energía.

Después hay que ocuparse, claro.

El sol, el cielo diáfano, el frío como un recuerdo cercano pero difuso, el ciruelo con sus flores orientales, hermosas, anunciando la llegada de la temporada más agradable.

Nadé 36 largos en media hora. Dolor de todo. También fui a que le cambiaran el aceite al coche, caminé hasta un lugar nuevo de telas, logré que la señora que me atendía (con muy pocas luces) me diera algunas muestras. Es tan difícil tomar decisiones sin marido. De hecho es tan difícil que no las tomo, claro. Mientras sacaba y volvía a hundir la cabeza recorriendo la pileta de punta a punta, pensé, una vez más, que mi neurosis es tan vana y vacua que da miedo. Es decir: es ese tipo de raye pedestre que no lleva a nada. Dejé los temas existenciales en la década pasada y ahora me concentro en lo inmediato, en la necesidad de algo que no llega porque llegan otras cosas que se ve que no lo compensan. O ponele que sí pero a mí no me convence. Pavadas.

Ayer hornée dos panqués con la receta de Mer que es bárbara, pasó Giorgio que está de visita por laburo (creo que nos dio un poco de nostalgia todo lo que pasó y ya no pasa pero no hay que caer, hay que mirar para adelante y seguir), tomó leche con Nesquik, comió pan con Nutella y un mini pedazo del panqué de Cacao que tenía buen aspecto pero que obviamente no probé (volví al redil del nutriólogo nazi). El otro es de coco y tiene una pinta espectacular. Ahora voy a ver si laburo un rato y después de comer con Milo hago unas galles para llevar a lo de Luli, tenemos super diver merienda de chicas con Panza, Domi, Pau y la anfitriona, claro está.
Ayer cené con los coletazos de la boda. Gusto de los amigos de Tila y eso no es algo común en mí. ¿O será que me estoy ablandando?
Tengo trabajo atrasado, trabajo por buscar y bastante pilas. La energía es fundamental para sentirse viva. Y este sol alentador.

Bueno, me re extendí.
Así las cosas, chicos.

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