yoga

ayer fue mi primera clase. había hecho alguna (esto era lo que quería comentarte, mi querida lau) con fede, lau, rapo, tomás lier y no sé quién más allí por el año 98, creo. íbamos a unas clases los sábados al mediodía que daban gratis para jóvenes. menos saludables y elásticos que nosotros debía haber poca gente en el centro indra devi (sí, aquel que solia tener muchos carteles en el subte, al menos cuando yo lo frecuentaba- el subte).

la cuestión es que toda la primera clase estuve bastante satisfecha con mi performance y me dediqué a reflexionar sobre mi bastante inusitada flexibilidad (resulta que tengo los ligamentos flojos por lo cual a pesar de estar COMPLETAMENTE fuera de estado, digamos que puedo hacer cosas que otra gente no logra jamás). la segunda parte de la clase me dediqué a querer irme porque un par de ejercicios (tipo pararme de cabeza contra un columna o dar unos saltos medio extraños en cuclillas, me causaron un horrible dolor de cabeza, sumado al dolor de panza que venía arrastrando). entonces, decidí que pilates sí es lo mío y que yoga (y sí, como dice lolaamar, con sh) no. lo malo es que pilates hay una sola vez por semana a la noche y yoga dos. malísimo.

bueno, cuestiones clubísticas (a los que asisten a una institución semejante, no les pasa que hay gente con cara de club???? yo tengo una cara tan rara que me siento excluída de cualquier identificación semejante).

así las cosas.

llueve copiosamente. vine a casa temprano y espero que pipu se apersone a una hora razonable para poder ir, después de cuarenta años, al cine.

bye