son las siete menos veinte y hace rato que es noche cerrada.
hasta hace dos segundos, el futuro inmediato parecía un infierno: la coneja (ni siquiera tiene nombre), el aun hoy objeto transicional de mi hija estaba desaparecida. simón y yo la buscamos por todos lados, todos, anque lavadora y secadora, pero nada. NADA. la nena, que se despertó a las cinco y media de la mañana, lloraba en su cuna y yo pensaba dejarla así, tener una noche miserable más sin solución. pero la última búsqueda me salvó, el tacho de ropa sucia había escapado a nuestra investigación.
estoy sola con los chicos, como ayer, como antes de ayer, como mañana y como en general.
pero hoy me pregunto por qué, por qué si ahí están todos para hacerme compañía yo tengo que estar en esta situación.
sé la respuesta, aunque no me guste. pero querría que fuera distinto.
y la compu no tiene más batería y diego se llevó el cargador.
por qué yo, ehhhhhhh??????
buen domingo para todos.
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