sábado, 9 de febrero de 2008

uish, me olvide del cumple

soplamos el pastel blanco con chochitos de colores, roberta contenta con sus amiguitos cantando las mañanitas. después vinimos con lau y javi a casa, comimos, lau me ayudó con el relleno del pastel y de las medialunas. me parece que me quedé semi corta con el morfi pero igual era una merienda así que no me torturo. el detalle: nos quedamos sin gas así que calentamos los croissantes en la casa de lisa, llegaron un toque frescos. finalmente no fue en el parque así que la casa no quedó muy cumpleañera (no había comprado globos). las niñas hicieron un descontrol inimaginado en el baño llenando cuanto recipiente encontraron con agua. rompimos la piñata (también calculé mal los dulces, a veces exagero con la austeridad) y soplamos el pastel con los adornos que trajo mi madre: una minnie, un coso indescriptible rojo, el nombre roberta en letras también rojas y unas velas blancas muy brillosas (tutti frutti convirtió las tortas de una generación en un festival cachivachero).

recibió muchos libros de regalo, lau por suerte le regaló una barbi como para contrarrestar tanta cultura y nosotros una suerte de alhajero de madera pintado de colores (con dos cajoncitos, no te digo que sea como mi cajita de little twin stars amada pero es lo suficientemente linda como para que se cope) y una espejito que se saca.

diego me trae mi café con leche con el paquetito de kraker bran correspondiente.

ahora sí: adiós.

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