a veces diego me acusa de sobreinterpretar, de ver sombras donde según él no hay nada. en general, presumo que esa negación que lleva por la vida para, redundantemente, sobrevivir no es sólo con respecto a mí. yo no soy de mensajes ocultos, lo digo todo todo el tiempo más allá de mí. para el que no se dio cuenta, parece que a la hora de formarse, a mi aparato psíquico se le olvidó el superyo.
por este método semi paranoico de lectura es que en general, intento ir por la vida sin pensar en los demás, también como arma de supervivencia. porque cuando presto atención, veo signos adversos en los más mínimos detalles.
es más: estoy convencida de que todos son reales.
y lo peor es la omisión, quién lo duda.
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